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Cuestión de Verlo. por DelPacifico

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Notas del capitulo:

Les pido honorables disculpas D:

No podía colocar el capítulo debido a problemas técnicos, tan pronto lo solucioné, vease ahora, logré subirlo.

Espero que no por esta demora de nada dejen de seguir el fanfic, y aviso que el siguiente capítulo será para el fin de semana. 

Sin nada más que agregar, aquí el capítulo tres. 

¡Disfrútenlo! 

Autor/a: DelPacifico.

Disclaimer: Ace of Diamond no me pertenece, esta grandiosa obra pernetece a Yuji Terajima.

 

 

 

 

 

Cuestión de Verlo.

All/Sawamura.

 

 

 

 

 

Un nuevo día daba inicio; un nuevo día que utilizarían para bien –o para mal, según se viera–, el día traía consigo nuevas esperanzas, que eran aunque no muy productivas al nivel del deporte que practicaban, lo era en un nivel completamente personal que probablemente los satisfacerla en más de un solo sentido.

Las mañanas comenzaban desde muy temprano, rozando el amanecer, cuando el sol recientemente salía, a veces por la exigencia del entrenador incluso antes del alba. Ser deportista no era sencillo, si querían triunfar necesitaban mantenerse al nivel de las expectativas.

Kuramochi fue, raramente, el primero en despertar ese día. La noche no fue muy amena, no logró hablar con el pitcher del primer año ya que este parecía haber aparecido después de que él durmiera. Y no, no es que deseaba hablar particularmente con él. No era como Miyuki que babeaba por Sawamura o incluso como Chris, él no estaba interesado.

Bajó de la litera y ahí notó a Sawamura, estaba durmiendo a pierna suelta, como si no tuviese preocupaciones en su vida, como si todo el equipo del Seido no lo deseara y no de buena forma, aunque no era necesariamente mala.

Con las mejillas ruborizadas, algo que jamás admitiría que pasó, se acercó lentamente hasta el rostro durmiente del Eijun, si entrecerraba los ojos y lograba enfocar un poco más la mirada divisaba un rastro de saliva que caía desde los labios entreabiertos del pitcher hasta su mentón y luego se  perdía entre las sábanas que no alcanzaban a cubrir del todo el torso expuesto del castaño.

Kuramochi podía espantarse de su manera tan objetiva y fija de observar al pitcher, y de hecho lo hacía, como mencionó anteriormente él no quería a Sawamura de esa forma, dudaba que lo quisiera de alguna forma.

Necesitaba aferrarse desesperadamente a la idea de que él no sentía absolutamente nada por ese molesto pitcher, además nadie le estaba viendo, no podían recriminárselo de ninguna forma.

Lentamente fue acercándose hasta donde reposaba sin preocupaciones el más joven, sentía la suave brisa provocada por su exhalación, su aliento era cálido, pronto se encontró deseando saber a qué sabrían esos labios que se entreabrían de forma casi provocativa, lo incitaba.

– ¿Kuramochi? – inquirió dudoso Masuko.

Youchi se sobresaltó al oír su nombre tan súbitamente, lentamente se fue girando hasta encontrarse con la expresión confundida de su compañero de equipo.

– ¿S-si?

Tooru le miró fijamente antes de hablar, ese mismo silencio le puso los pelos de punta a Kuramochi, sentía que moriría en cualquier momento de un infarto.

– No deberías hacerle bromas a Sawamura mientras duerme. – espetó. – Al menos espera hasta que despierte para sorprenderlo con alguna llave.

El alma de Youchi que abandonó su cuerpo momentos antes logró regresar, solo para sentirse aliviada con la confusión de Masuko respecto a lo que estaba a punto de hacer.

– ¡No seas tan aguafiestas! – exclamó cruzado de brazos. Tendría que seguirle la corriente para no levantar sospechas con respecto a la verdadera naturaleza de su acto. – Ayer vi una llave nueva y no podía esperar hasta que despertara para probarla.

Tooru se cruzó de brazos pareciendo molesto.

– Deberías esperar hasta que despierte y sea capaz de defenderse o dar una respuesta.

– ¡Para nada! – respondió. – La próxima vez será. – y sin hablar más de ello con el bateador se retiró de la habitación dispuesto a ir al casino, o a donde fuera todo por evitar alguna charla incómoda con el otro.

La última frase dicha por Tooru le había dejado una interrogante, aunque no había manera de que el correcto Masuko sospechara de él, ¿verdad?

Por su parte el jardinero suspiró, de no haber interrumpido a Kuramochi podría realmente hacer algo de lo que se arrepentiría después, por eso mismo es que declaró a doble sentido que era mejor esperar a que Eijun estuviese despierto para ofrecerle algún tipo de respuesta.

 

.

 

El equipo titular del Seidou, exceptuando a cierto pitcher, se reunió en la azotea, ese día sin duda llevarían al cabo la misión de obtener la visión de un Eijun al natural. Como Miyuki era el principal causante de tal evento decidió reunirlos y ser el primero en tomar la palabra, de lo contrario solo estarían ahí retándose con la mirada y viéndose incómodos con la situación. No era del todo fácil aceptar que tu objeto de deseo era visto con los mismos ojos por tus compañeros de equipo.  

– Bien, creo que tenemos que aclarar algunas cosas antes de que eso de por inicio. – habló entre serio y divertido. – Algo como unas reglas a seguir.

– Parece apropiado. – respondió Chris, todos asintieron mostrándose a favor de ello.

– No tocar. – la primera regla fue sugerida con absoluta determinación por Tetsu.

Miyuki bajó los hombros mostrándose decepcionados ante tal ocurrencia por parte del bateador estrella.

– Cero erecciones. – en esta ocasión fue Tanba. – Sería muy penoso, dadas las condiciones al menos podemos mostrar un poco de autocontrol.

– Seguro ver al equipo titular luciendo erecciones perturbaría a Sawamura. – se burló Ryosuke risueño.

– Conociendo a Sawamura ni siquiera lo notaría en primer lugar. – murmuró Furuya, y todos conociendo la despistada forma de ser del pitcher podían asimilar que probablemente así sería.

– No confesarse. – espetó Chris.

– Con todo respeto senpai. – tomó la palabra Miyuki. – Dudo que alguno quiera confesarse en los sanitarios.

– No, hablo en general.

Guardaron un silencio, hasta el mismísimo Jun parecía no tener palabras para aquello, pero eso no sacaba de contexto el que Chris tuviese razón en pedir esa regla. Si alguno se confesara a Eijun y resultase ser correspondido no dudaban en que el infierno se desataría sobre el equipo.

Además de que hacer elegir a Sawamura a uno solo era una estrategia muy sucia, ninguno deseaba llevarla al cabo.

– Sí.

La respuesta fue colectiva, Eijun no necesitaba saberlo, no aún.

 

.

 

– Repítelo. – la voz amenazante de Jun parecía retar al pitcher que tuviera las agallas para decirlo realmente, no podía creer lo que sus oídos habían escuchado. – ¿Tienes una qué?

– Cita. – repitió sin entender el motivo de la molestia de su senpai. – Raichi llamó y dijo algo como eso, iremos a batear un poco, dijo que él podía enseñarme un poco de lo que sabe.

– ¿Qué te enseñará ese mocoso, la posición del misionero? – inquirió bajo un molesto Miyuki. El codazo por parte Chris le advirtió que tendría que tener más cuidado, aunque Sawamura fuese un idiota podía notar la forma en que eran dichas esas palabras y bajo que contexto.

– ¡Hasta pronto senpais! – gritó despidiéndose, tan escandaloso como siempre. – ¡Volveré pronto!

Mientras veían al pitcher marcharse no podían sentir más que si no celos dado que ese mocoso de Todoroki había avanzado en un terreno aún intocable para ellos, la tercera regla se los prohibía.

Fufufu. – Ryosuke no podía encontrar más divertida la situación. – Oh, Sawamura parecía utilizar alguna especie de perfume, o tal vez solo sea algo de jabón.

– Entonces el día de hoy también…

– Si…

– Perdimos la oportunidad.

Dicen que con la tercera viene la vencida.

“¡Jamás!”

Y ese fue el pensamiento en conjunto del Seidou.

 

 

 

 

Extra.

Kataoka.

 

 

Kataoka suspiró pesadamente.

Sentía por primera vez una especie de alivio al compartir un baño con el pitcher Sawamura, por supuesto no era de menos, después de escuchar a sus jugadores planificar una emboscada como esa para el joven Eijun no podía hacer otra cosa salvo preocuparse por el bienestar psicológico y físico de la estrella del diamante.

Fue pura suerte escuchar la conversación de Miyuki con Furuya esa noche, agradecía que ese día había sentido algo de sed y decidió ir por algo de beber a la máquina expendedora ubicada en cercanías del casino.

No podía hacer más si no agradecer a los cielos.

Intentaría con todas sus fuerzas proteger al más joven de los otros jugadores del Seidou, mientras menos incidentes de ese índole ocurrieran, mejor. 

 

Notas finales:

Moo, este ha sido uno de los capítulos más largos que creo que escribiré.

Ya saben, si tienen dudas, sugerencias o lo que sea, pueden dejarme un review, si quieren dejar uno solo por hacerlo.. no se para darme buenas vibras también me caería bien (? 

Hasta la próxima. 


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