Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuestión de Verlo. por DelPacifico

[Reviews - 41]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como siempre soy una mala persona y tardo en subir los capítulos. 

Si les soy honesta estos días me he sentido un poco decaída, estoy con algunos problemas con la familia y no me sentía con ganas de hacer nada. No es mi estilo presentar un trabajo mediocre. Se que si en algún punto han escrito un fanfic sabrán de que hablo. 

Igualmente terminaré este fanfic y aunque tardo en subir los nuevos capítulos tengan por seguro que no lo abandonaré. 

Sin más preambulos, el capítulo seis. 

Autor/a: DelPacifico.

Disclaimer: Ace of Diamond no me pertenece, esta grandiosa obra pernetece a Yuji Terajima.

 

 

 

 

 

Cuestión de Verlo.

All/Sawamura.

 

 

 

 

Kataoka se vio en un dilema.

 

Pasados los años como entrenador del Seidou era la primera ocasión en la que se encontraba con un ambiente tan tenso. Lo curioso de dicho ambiente se limitaba a que todos, a excepción de Sawamura y Haruichi, se encontraban dispersos, o más bien increíblemente deprimidos. Perdió la cuenta de cuantas llamadas de atención dio en el entrenamiento matutino. Si tal desgracia se mantenía para el entrenamiento que se daría en unas horas, se vería en la obligación de cancelarlo, no importaba si de todos modos los menores no cooperaban mucho. Dudaba seriamente que incluso le prestaran atención.

 

Los despidió a todos con una expresión dura, y unas no muy amables palabras de reprimenda. Conociendo lo peculiar que eran sus jugadores, supuso que aquello no sería suficiente para mantenerlos enfocados, tendría que arrancar el problema de raíz, y ya tenía una sospecha de cuál era el problema en esa ocasión.

 

Citó a Eijun en solitario, declarando que daría una nota a su profesor para excusarlo durante la primera hora de clases. No tardó en notar que, a pesar de no verse tan demacrado como el resto del equipo, no era el mismo de siempre.

 

– Tus lanzamientos de hoy carecían de más control que de costumbre, Sawamura. – habló claramente. Eijun era la clase de pitcher con el que tenías que ser directo, y eso sería. – No solo tú. – agregó. – El resto del equipo también, parecía costarles trabajo coordinarse entre ellos, especialmente contigo.

 

El pitcher de primero se tensó. Tesshin solo podía pensar que dio justo en el blanco, había acertado, ciertamente Sawamura era la razón por la cual el entrenamiento de ese día fue un total fracaso.

 

– ¿Está todo bien? – preguntó. Bien podía ser un entrenador estricto durante las prácticas, sin embargo entendía la importancia de charlar y mantenerse en contacto con sus jugadores, aunque por su expresión –entre incrédula y asustada–, Eijun no lo creyera de ese modo. – Puedes hablarlo conmigo, incluso con el consejero. – apuntó con calma. – No estoy obligándote a nada, pero creo que te sería de ayuda hablar con una persona.

 

Y dio fin a su pequeño e improvisado discurso, no quería sobrecargar al menor con tantas palabras, en ocasiones insistir con las personas solo conseguía tener el efecto contrario, y honestamente Kataoka deseaba solucionar el problema lo más pronto posible para entrenar a los muchachos y enfocarse en su próximo rival.

 

– Los senpais. – murmuró el pitcher. – Miyuki e incluso Furuya. – Tesshin no se molestó en corregir el hecho de que Kazuya también era su senpai. – No confían en mí en lo absoluto. – explicó. Kataoka no podía si no sentirse confundido, creía que en su equipo existía una fuerte conexión, según entendía, todos se aceptaban, y el más aceptado entre ellos era técnicamente Sawamura, ¿por qué exactamente faltaría confianza entre ellos? – La noche anterior me siguieron, y cuando les pregunté si lo estaban haciendo no lo negaron. – ahora mismo el entrenador estaba más que confundido, ¿seguirlo a dónde exactamente?

 

– ¿Seguirte? – cuestionó, de pronto un poco más interesado en el dilema del menor.

 

– Sí. – contestó. – Quedé en salir con Raichi a batear y ellos me siguieron. – habló molesto, incluso fruncía el ceño. – Pensé que después de todo este tiempo confiaban en mí, pero solo me estaba engañando. – comentó, le dolía pensarlo de esa forma. – Creí ganarme mi lugar en este equipo y hacerles ver que era de confianza, seguramente ellos no me ven más que como un mocoso de primer año que no puede lanzar correctamente, es tan frustrante.

 

Kataoka solo podía observar la forma en que el jugador de primer año apretaba sus puños, impotente, parecía ser que, a pesar de que el no comprendiera el trasfondo del porque el resto del equipo lo seguía, estaba bastante dolido con la actitud sobreprotectora de sus compañeros. Suspiro, sus muchachos eran más idiotas de lo que creían, podían jugar a ser listos, como Miyuki, pero no eran más que unos niños inseguros.

 

– El que te siguieran no significa que no confíen en ti. – por fin tomó la palabra después de un tiempo. – Significa que están preocupados por tu seguridad. – y muy probablemente por algo más, se abstuvo de mencionar. – Eso solo me hace ver lo mucho que les importas. Puede que lo demuestren de manera errónea pero en verdad te tienen consideración.

 

Sawamura levantó la vista un tanto sorprendido. La última persona de la que francamente esperaba esas palabras era su mismo entrenador.

 

– Deberías hacer las paces con ellos. – sugirió. – Verás como esos idiotas cambiarán de actitud de forma positiva, dudo que vuelvan a seguirte. – dijo. – Ahora ve a clases, sería un problema si tu bajo promedio baja aún más.

 

Eijun sonrió.

 

– ¡Si, boss!

 

Tesshin esbozó una sonrisa también. Parecía ser que sus jugadores estaban madurando, esto más bien se acomodaba a Sawamura, el resto aún tenía mucho que aprender sobre como relacionarse con los demás, en especial con aquellos que fueran de interés romántico.

 

– Pero antes… – habló de nuevo el entrenador, llamando por completo la atención del menor. – Te diré una última cosa.

 

No es que Kataoka quisiera ver sufrir a sus jugadores, sin embargo se lo tenían bien merecido por dos razones. La primera, todos ellos habían salido cuando estaba estrictamente prohibido el hacerlo antes de un encuentro con otro equipo. La segunda, se lo tenían ganado por invadir tan violentamente la privacidad de otra persona. Creía que después de esa apuesta nada podía sorprenderlo por parte de sus jugadores, parecía que estaba en un terrible error. Necesitaba controlarlos y hacerles ver que todo tenía un límite, no importaba si necesitaba jugar sucio para lograr su cometido, si era necesario usaría a Sawamura como portavoz para darles una lección.

 

 

.

 

 

 

Chris se encontraba actualmente preocupado. Dos días transcurrieron después del incidente, donde Eijun los había descubierto, dadas las circunstancias, espiándolo. No podía imaginarse una situación más vergonzosa que aquella, ser atrapado y además el ser reprendido por el más despistado de sus compañeros de equipo. Francamente el mánager solo quería desaparecer sin dejar rastro.

 

Y no es que le ayudara en demasía la actitud despectiva de cierto pitcher de primer año, o más bien indiferente. Aunque el equipo se reestructuró correctamente, y ya eran capaces de mantener una práctica decente, además de reuniones, Eijun no daba señales de hablarles o parecidos. Era como si para Sawamura el resto del equipo no existiera fuera del campo de juego, incluso él con su infinita paciencia comenzaba a hartarse de esa actitud. Si era sincero consigo mismo, extrañaba la actitud entusiasta del pitcher cuando les hablaba, ya sea a él u otra persona que no fuera el Kominato menor.

 

Los dos primeros en estallar fueron Jun y Kuramochi, como todos esperaban, y fueron a hablarle al menor después de que este terminara sus vueltas diarias acompañado de su fiel neumático.

 

– ¡Sawamura! – gritó Jun. – ¡Termina con todo esto de una vez! ¡Eres jodidamente irritante!

 

El aludido levantó la vista, parpadeando un par de veces como si aquello le tomara por sorpresa.

 

– ¿Le molesta que de vueltas por el campo, Isashiki-senpai? – preguntó inocente.

 

Todos se sintieron intrigados por dos detalles, el primero, Sawamura estaba llamando de forma extremadamente cortés a Jun, –cosa que jamás hacía–, y segundo, el tono de voz con el que lo hacía difería mucho del Eijun que ellos conocían.

 

– ¡No es eso! – bramó Kuramochi, secundando a Jun. – ¡Esa actitud tuya! ¡Ese es el problema!

 

Eijun bajó la llanta con parsimonia hasta dejarla sobre el suelo y después les dedicó una mirada que denotaba confusión. – Lo siento. – murmuró. – ¿Es esta otra forma de acoso?

 

Para todos los que oían la conversación aquello era simplemente increíble. No solo estaba evadiendo el tema, si no que sacaba a relucir lo que había pasado hace dos noches. ¿Qué había ocurrido con el pitcher entusiasta?

 

Por su parte Rei sonrió, la actuación estaba saliendo bastante bien.Habían valido todas las horas de entrenamiento extra que había entregado a Eijun, después de varios golpes de su parte al fin podía actuar a la perfección, incluso los más perceptivos del Seidou estaban cayendo ante su perfecta interpretación.

 

Ajeno a la sorpresa colectiva Sawamura estaba nervioso, ¡no podía creer lo que Rei le estaba obligando a decir! Sin duda alguna Kuramochi le haría alguna llave dolorosa y barba-senpai lo ayudaría, además seguro los otros jugadores lo lincharían, estaba seguro.

 

Mordió su mejilla interna, esperaba los golpes, sin embargo estos jamás llegaron.

 

Disimuladamente observó a los jugadores, estos seguían mirándolo como si fuera un completo desconocido. No entendía, ¿acaso estaba funcionando? Y en todo caso, ¿Qué era exactamente lo que funcionaba?

 

No entendía del todo pero seguramente se trataba de algo increíble. Pasó saliva y se retiró de ahí lentamente para no levantar sospechas, tal como la mujer le había dicho, con calma.

 

Mientras se dirigía hasta el sanitario, dispuesto a tomar una merecida ducha, recordó las palabras del entrenador, las mismas que había dicho el otro día, y eran la causa de que estuviese tomando los consejos de Rei.

 

Deja que ellos tomen la iniciativa, permíteles disculparse primero

 

Todas esas palabras escapaban de su comprensión, pero viniendo del boss sonaban bastante convincentes, debía creerle.

 

Y ve a contarle a Rei el problema

 

Aunque tenía cierto mal presentimiento, no podía hacer otra cosa que seguir adelante.

 

Estoy seguro de que ella ayudará

 

.

 

 

Extra II

 

Sanada frunció el ceño. Decir que se encontraba enojado era realmente muy poco, se quedaba corto. No solo se enteró de que Sawamura tendría una cita con Raichi, sino que lo confirmó con sus propios ojos. Fue testigo de cómo Todoroki se acercaba hasta Eijun y prácticamente lo abrazaba desde atrás, no creía que solo fuera por ayudarlo a mejorar su posición.

 

– ¡Ah! – y por esa misma razón es que se encontraban de esa forma. – Mnh.

 

Sostuvo las caderas de Raichi entre sus manos, restregando su cuerpo sin pudor contra el otro. Podía sentir, con cierta satisfacción, como sus cuerpos se amoldaban a la perfección, Raichi estaba hecho solo para él.

 

– ¿Qué pasa? – inquirió. Acercó sus labios a su oreja y sopló a la altura de su lóbulo, obteniendo un estremecimiento por parte del bateador. – Solo estoy mejorando tu postura para batear, tal y como lo hiciste con Sawamura la noche anterior.

 

– P-pero… Sanada-senpai. – protestó Todoroki. – Tú eres pitcher, y además no tengo un bate ahora mismo.

 

Shunpei no tenía que acomodarse para confirmar que Raichi estaría luciendo un adorable sonrojo, su intuición apuntaba que lo tendría, y esta jamás le había fallado.

 

– Son solo detalles. – respondió. – Ahora se buen niño y obedece a tu senpai.

 

Todoroki con las mejillas ruborizadas solo se limitó a asentir. No le molestaba esa clase de entrenamiento, no si se trataba de Sanada-senpai.

 

 

Notas finales:

Uff, me siento mejor ahora que lo he posteado. 

Si quieren dejarme una limosna (review) con gusto lo acepto. 

Hasta la próxima :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).