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El bello y Siwon por Pato359

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Notas del fanfic:

Ok, creo que se nota mucho que es como un tipo de "adaptación" al cuento de la bella y la bestia. Es que se me ocurrió hace mucho y tengo ganas de escribir algo, y que mejor que escribir de una de mis parejas favoritas de SuJu.

Espero les guste.

   Había una vez, en la ciudad de Seúl, Corea del Sur, en una universidad como cualquier otra, un chico llamado Kim Hee Chul. Él es uno de los estudiantes más populares en toda la universidad, además, es egoísta y un tanto egocéntrico. No tiene muchos amigos porque nadie se aguanta a "la diva" de  Hee Chul. Igual, Hee Chul ya está acostumbrado a la soledad, solo le importa si mismo, nadie ni nada más.

   En una noche poco peculiar donde la lluvia caía estrepitosamente y el viento soplaba fuertemente, azotando la copa de los árboles y los cables de luz eléctrica; también estaba más oscuro de lo normal. HeeChul estaba viendo televisión cómodamente sentado en un sofá de la sala de su gran casa. Fue interrumpido por el timbre que sonaba. Al principio no le dio importancia pero cuando el timbre comenzó a sonar repetidas veces que hasta llegaba a ser molesto, decidió levantarse y atender la puerta. La abrió y encontró una señora de edad mayor, parecía muy vieja y no es que fuese muy bonita que digamos.

   – ¿Qué quiere, vieja? –preguntó HeeChul mirando con una mueca a la señora.

  –Por favor,  joven, déjeme quedarme en su casa por un tiempo, solo hasta que la lluvia aminore un poco.

   – ¡Está loca! Ni porque me dé un millón de wons la dejare entrar.

   –Por favor,  joven, se lo suplico, no será mucho tiempo –rogaba la anciana.

   –Ya le dije que no, nunca dejaría que una señora tan fea como usted entre a ensuciar mi bella casa, y no cambiaré de opinión. Ahora váyase que me estoy mojando todo –HeeChul le iba a cerrar la puerta en la cara a la anciana pero ella lo detuvo con su mano.

   –Con que no cambiaras de opinión... –la lluvia se detuvo y frente a Chul, una luz cegadora resplandeció. Cuando pudo abrir los ojos se encontró a una hermosa mujer en frente suyo, en lugar de la anciana que anteriormente estaba con él.

   – ¿Q-quién es usted? –preguntó Chul con algo de temor en la voz.

   –Soy una hechicera, muchachito, y sinceramente no me agradan la personas como tú... –fue interrumpido por la risa de HeeChul.

   –Sí, claro, una hechicera..., esas cosas no existen –HeeChul no podía parar su risa.

   –Claro que existo, heme aquí frente a tus ojos.

   –Simplemente es un truco barato de magia... Además, esto se parece a ese tonto cuento de La bella y la bestia.

   –Puede que ese sea un cuento, pero lo que te sucederá a ti no será un cuento de niños... ¡Y si soy una hechicera! Acaso no viste como freno la lluvia y cambie de forma ¡al frente tuyo!

  –Como dije, truco barato –HeeChul volvió a reír estrepitosamente, iba a intentar volver a cerrar la puerta pero la mujer lo volvió a detener.

   – ¿No me crees? Te demostraré que no miento, y de paso, te enseñaré una gran lección para que dejes de ser como un... Una diva.

   –Oh, ¡qué miedo! –HeeChul actuaba como si estuviese asustado–. Entonces ahora me quitarás mi belleza y yo te estaría rogando "por favor, poderosa hechicera, no me haga esto", después usted me daría una rosa y me diría que encontrase a la bella joven, dueña de mi corazón, quien romperá el terrible hechizo.

   –Que bien te conoces el cuento... Pero no, esta vez será algo diferente –la mujer empezó a agitar las manos de arriba a abajo mientras musitaban unas palabras inaudibles. HeeChul solo la miraba con una mueca de rareza. Cuando la mujer terminó, habló.

   –A ver, muchachito, intenta decirme algo, lo que sea –tentó la mujer con una sonrisa.

   Hee Chul abrió la boca con las palabras ya en su mente, iba a decirlas pero las palabras no salieron. Volvió a intentar pero no pasaba nada. Quiso gritar o llamar a alguien pero simplemente las palabras, ni siquiera un ruidito, salía de sus labios.

  –Ahora sí me crees. No vas a poder hablar el resto de tu vida, es inútil, te quedaras mudo hasta que mueras.

   Hee Chul abrió los ojos como platos, lo que le decía aquella mujer era imposible, el gran Kim Hee Chul no podía quedarse mudo. Miro a la mujer con una cara de súplica (aun en contra de su orgullo), pidiéndole con la mirada que le diera alguna solución a su problema.

   –Oh, ¿quieres revertir el hechizo? –HeeChul asintió–. Bueno, aparte de que debes cambiar tu actitud tan... Diva, debes encontrar a la persona que ames. Cuando la halles, dile que la amas, así se romperá el hechizo. Tendrás hasta que cumplas 23 años. Faltan tres años para eso así que, ¡suerte! –y la extraña mujer desapareció de la vista de HeeChul.

   ¡¿Solo eso?! Decirle a alguien que lo quería ¡¿esa era la gran solución?! Esto sería pan comido, pronto la dulce y melodiosa voz del gran Kim Hee Chul volvería. Entró a su casa y buscó a su mamá, ella sería la clave. La encontró en su pequeño cuarto de oficina, sentada frente a un escritorio mientras leía unos papeles. Hee Chul entro a la habitación y se paró al lado de su mama.

   –Chul, ¿qué haces aquí, hijo? ¿Necesitas algo? –Hee Chul se acercó a su madre y la abrazó, abrió la boca para decir "te amo" pero otra vez, las palabras no quisieron salir.

   –Hijo, ¿qué tienes? –preguntó la señora Kim al ver la expresión de sorpresa y tristeza que tenía su hijo cuando la soltó.

    Levantó la mirada y vio la mirada angustiada de su madre. Su plan no había funcionado, el hechizo no se había roto ¿entonces qué haría? Volvió la vista a su madre y para explicarse un poco señalo su garganta e hizo una mueca.

   – ¿No tienes voz, Chul? –El menor asintió–. Oh hijo, debe ser por este clima tan frio que está haciendo. Te prepararé inmediatamente un té caliente para calentar tu garganta –la señora Kim se levantó de su asiento y Hee Chul le regalaba una cálida sonrisa para que no notara que ese té no lo ayudaría.

   "¿Y ahora qué haré?" pensaba Hee Chul para sus adentros.

 

***************

 

   Ya había pasado unos meses desde aquella noche, esa donde perdió su voz. Había intentado decirle a todo el mundo que lo amaba, inclusive al vago de la esquina que siempre pedía limosna, pero nada funcionaba. Siguió yendo a la universidad como de costumbre, nadie noto su cambio porque Chul no era muy comunicativo. Podía ser popular, pero era más conocido como un chico princesa a uno bueno.

   –Bueno chicos, hoy tendremos que hacer un trabajo de a parejas. Yo mismo las escogeré –decía el profesor de la materia. Cogió su lista y empezó a nombrar apellidos al azar–. El señor Kim Hee Chul será el compañero del señor Choi Siwon.

   Hee Chul abrió los ojos como platos. ¡Un alumno de primer año como su compañero! Él ya era un estudiante de tercero, estaba a punto de graduarse, ¡y le ponen un estudiante de primero! Chul levantó la vista y vio que el chico, Choi Siwon, se acercaba a su puesto.

   –Hola, HeeChul hyung –saludo Siwon con una gran sonrisa. Chul solo agito su mano en señal de saludo.

   –Tenemos que empezar el trabajo, hyung. Que te parece si nos dividimos los puntos –Chul se encogió de hombros–. Ok, tú haces seis y yo hago los otros seis.

   HeeChul hizo una mueca de disgusto, ¿dividirse los puntos? Ese chico estaba loco. Siwon vio la expresión de Chul y le dijo:

   –Por favor, hyung. Mira, si quieres, has los primeros seis puntos que están muy sencillos –Chul les hecho una mirada y asintió aún sin estar conforme.

   Estuvieron trabajando toda la clase en aquel taller de doce puntos. Hee Chul terminó rápido.  Siwon tenía razón, estaban muy sencillos. Volteó la mirada hacia su compañero quien estaba un tanto encartado con sus puntos. Hee Chul lo pensó un momento, un largo momento, pensó en ayudarlo. No era típico de él, la verdad, nadie ni siquiera él mismo se reconocería. Al final sucumbió y movió el hombro de Siwon

   – ¿Qué pasa, hyung? –Chul le señalo el punto once y doce para luego señalarse a sí mismo–. ¿Los quieres hacer? –HeeChul asintió. –Pero tú ya hiciste tus... –Siwon se calló al ver que Chul lo fulminaba con la mirada–, está bien, hyung –respondió nervioso.

   Al final, los dos chicos terminaron su trabajo y al entregarlo sacaron la nota máxima, y los mejores puntos desarrollados eran los de Siwon. Después de todo, pensó Chul, ese doesang no era tan malo.

 

***************

 

   –Buenos días, hyung –saludaba Siwon a Hee Chul mientras se sentaba con él en el recreo. Chul solo lo miro con una pequeña sonrisa.

   Después de haber hecho el trabajo en esa clase, de alguna manera se habían acercado mucho más. Salían en los recesos y a veces hacían unos trabajos juntos en las clases que compartían.

   –Aun no entiendo por qué no me hablas, hyung.

   Chul solo se encogió de hombros.

   – ¿Te paso algo en la garganta? –volvió a intentar.

   Chul hizo un gesto con las manos para indicar que más o menos.

   –Eres tímido, hyung.

   Chul frunció el ceño y negó con la cabeza.

   –Ok, ok, no eres tímido y creo que se nota mucho –Siwon rio. HeeChul solo relajaba su expresión y sonreía un poco–. Eres muy lindo, hyung.

   Hee Chul se sonrojo un poco. ¡¿Qué le pasaba?! Él era el gran Kim Hee Chul, él no se sonrojaba, eso era totalmente imposible. Chul se levantó del asiento, cogió sus cosas y se fue al escuchar el timbre de clases.

   – ¡Hyung, espérame! –gritó Siwon mientras recogía también sus cosas y alcanzaba a Chul.

   Cuando lo hizo, aprovechando que era más alto que su hyung, lo abrazó por los hombros y le sonrió. Hee Chul se ponía más rojo todavía e intentaba "escapar" de Siwon.

 

***************

 

   –Vamos, hyung, ya casi llegamos –decía Siwon que iba caminando seguido de Hee Chul.

   Esa tarde, Siwon invito a Hee Chul a visitar su casa para terminar otro trabajo que les habían puesto. Ya casi estaban llegando, les quedaba solo una calle. Cuando Siwon se detuvo frente a una gran casa, Hee Chul supo que habían llegado.

   –Por favor, entra primero, hyung –ofreció Siwon como todo un caballero.

   Chul ingreso a la casa y vio primero el hermoso jardín que se asomaba por los lados de la casa. Después, frente a la gran puerta de madera, se abrió y vio un inmenso corredor con paredes blancas y muy bien iluminado. En dichas paredes colgaban varias fotografías, la mayoría familiares.

   Al avanzar más, Chul vio la gran sala blanca con muebles negros, una mesita de centro y en ella había unas cuantas flores en un florero. Todo estaba en perfecto orden y tenía un aire acogedor y hogareño.

   – ¿Te gusta? –HeeChul asintió sonriendo.

   –Oh hijo, ya estás en casa –apareció una señora un tanto mayor y con un gran parecido a Siwon. Se acercó a este y le dio un abrazo–; y veo que trajiste un amigo contigo.

   –Madre, este es mi hyung, Kim Hee Chul –Chul hizo una reverencia para presentarse de forma silenciosa y con elegancia.

   –Es un gusto, querido –a la señora Choi le agradó mucho el amigo de su hijo–. Qué tal si van a hacer su trabajo y después Hee Chul se quede con nosotros a cenar.

   –Muy buena idea, madre. Ahora vamos, hyung, tenemos que terminar ese trabajo –Siwon subió las escaleras. Hee Chul volvió a hacer una reverencia para la señora Choi antes de seguir a Siwon al segundo piso.

   HeeChul notaba que el mismo había cambiado un poco. Su silencio y el estar con Siwon le estaban cambiando... Pero todavía no encontraba la forma de recuperar su voz y eso todavía le preocupaba. Intentó dejar de pensar en eso por el momento y entro al cuarto de Siwon, sentarse en la cama y continuar haciendo el trabajo.

   Ya era tarde, y al menos, ya habían terminado el dichoso trabajo. La madre de Siwon había llamado a ambos chicos a cenar pero después volvió a decirle a Siwon que llamara a su abuela. Hee Chul se quedó abajo ayudando a la señora Choi a poner la mesa. Luego de un rato, Siwon venia bajando con una señora mayor cogida de su brazo.

  –Ven abuela, por aquí –decía cordialmente Siwon guiando a la señora mayor hacia una de las sillas del comedor. Cuando ella se sentó, Siwon invito a Chul a sentarse y también se sentó él.

  –Y dime, Siwi –decía la abuela que por el momento no había emitido sonido alguno–. ¿Quién es este chico tan guapo?

   –Él es mi amigo, abuela, Kim Hee Chul –Chul volvió a hacer una reverencia y le sonrió a la abuela. Era tan viejita, tenía la cara arrugadita y no era muy guapa pero no sabía por qué, le producía ternura.

   –Ah, con que Kim Hee Chul. Oye Siwi, ese no es el nombre del hyung que dijiste que te gustaba –soltó la abuela de repente.

   Siwon se atragantó con la comida y comenzó a toser fuertemente. Chul se estaba riendo por la reacción de su amigo pero por dentro estaba sorprendido, "¿yo, gustándole a Siwon?".

   – ¡Abuela, que cosas dices! –Siwon tenía la cara roja e intentaba recuperar el aliento–. ¿Dónde escuchaste eso?

   –Pues tú me lo comentaste hace unos días. "Oh, mi hyung es hermoso. El chico más guapo y tierno que he apreciado en mi vida. A pesar de que no habla, es tan expresivo” –decía la abuela imitando un tono meloso como de una colegiala enamorada.

   – ¡¡Abuela!! ¡Ya, por favor! –HeeChul se divertía por la cómica escena familiar. No podía negar que la familia Choi le caía muy bien.

 

***************

 

   HeeChul estaba angustiado, su amigo Siwon no había ido a la universidad en un buen tiempo. Si lo llamaba al celular no le contestaba (además de que era una pérdida de tiempo por lo que no podía hablar), mensajes de texto, visitas a su casa, pero ni rastros de él.

   Ya iba saliendo de la universidad y pasaba frente a un parque. Por alguna razón, quiso entrar en él. Le traía tantos recuerdos de cuando él era pequeño. Siempre había jugado allí, aunque un tanto solo. Venia caminando y al ver una persona conocida para él sentada en un banco quiso gritar su nombre... Pero no pudo, entonces se acercó a él corriendo. Se sentó a su lado y le tocó el hombro.

   –Hee Chul, eres tú –decía Siwon. Su mirada estaba apagada, su expresión triste. Hee Chul lo miró preocupado, lo cogió del rostro y le levantó la mirada para que lo viera.

   –Hee Chul... –su voz se quebró un poco, Chul se alarmó.

   Siwon se acercó a HeeChul y comenzó a ¿llorar? Chul escucho sollozos y sintió como en su hombro caían unas lágrimas calientes. Inmediatamente Hee Chul abrazo a Siwon.

   No entendía nada ¿por qué lloraba?... ¿por qué le dolía que Siwon llorara? Sentía un dolor en su pecho. No le gustaba sentirse así.

   –Hee Chul... –Siwon siguió sollozando–. Mi abuela falleció... –Chul le pegó duro la noticia. ¿Esa bella y dulce ancianita había muerto?

   La tarde se pasó así: los dos, ahí sentados; Siwon desahogándose en el hombro de su amigo y este, brindándole el apoyo que estaba seguro que nunca le daría a nadie en su vida.

 

***************

 

   Un año, dos años, tres años, todo ese tiempo había pasado.

   Hee Chul ya se había graduado, tenía un muy buen trabajo, vivía cómodamente y feliz. Había cambiado mucho, ya no era tan... Diva. Era un poco más considerado y no se preocupaba solo por él mismo. Era uno de los más queridos en su trabajo, al igual que uno de los más respetados... Pero de que servía cuando no había recuperado su hermosa voz. A pesar del tan drástico cambio en él, no había llegado a amar a nadie.

   Ese mismo día, después de tanto, volvería a la universidad donde se había graduado y donde aún estaba su amigo (y a decir verdad su mejor y único verdadero amigo), Siwon. Ya estaba en el último año y según lo que a veces le contaba Siwon por teléfono, era el mejor de su clase. Al pasar el tiempo, Siwon mejoro su estado después de la muerte de su abuela. Una que otra vez, Hee Chul fue a visitar su tumba también.

   Llegó a la entrada de la universidad y entró. Vio como no había cambiado en nada aquel lugar, estaba igualito a como lo recordaba. Iba caminando hacia el bloque de tercer año y en uno de los pasillos se encontró con una escena que hubiera deseado nunca ver.

   Siwon, siendo besado por una chica en medio pasillo y todos a su alrededor viéndolos como si fueran una perfecta escultura. Sintió como todo él ardía de la rabia y sus puños se apretaban. Claro, él se iba y ya todas las chicas estaban encima de Siwon. Oh si, Chul siempre se dio cuenta de todas las chicas que iban tras Siwon... Su Siwon. Porque si lo pensaba bien, desde que Siwon estaba a su lado había cambiado y nunca lo hubiera logrado con nadie más. Siwon siempre estuvo a su lado y él al lado de Siwon. Se pertenecían el uno al otro, o eso pensaba Chul. Además, aun recordaba esa cena en la casa Choi, cuando la abuela de Siwon (que en paz descanse), le dijo que Siwon gustaba de él; y Chul le correspondía.

   Caminó hacia donde estaba la "parejita" y se metió entre el gentío que observaba.

   –Chul... –dijo Siwon al percatarse de la presencia de Hee Chul.

   Hee Chul agarró el brazo de Siwon y después miro a todos ahí presentes con la mirada inyectada de furia. Todos se asustaron y se empezaban a ir disimuladamente. Hee Chul, al ver que la mayoría se habían ido, arrastró a Siwon hasta la parte trasera de la universidad, hacia un jardín pequeño pero bonito.

   – ¡Te amo, Choi Siwon! –gritó HeeChul antes de besar a un Siwon estupefacto.

   Por fin, después de tanto tiempo, había escuchado la voz de Chul, y era hermosa, música para sus oídos. Había esperado tanto por escucharla... Y para más sorpresa, que sus primeras palabras fueran para corresponder sus sentimientos. Le correspondió el beso a HeeChul mientras lo abrazaba de la cintura y Chul se abrazaba a su cuello.

   Era un beso dulce y tierno pero también había un toque de pasión de por medio. Era un momento hermoso y único para ambos. Después de un tiempo se separaron por la falta de aire.

   –Chul...

   –Choi Siwon, te dejo por dos años y ya te estas besuqueando con cualquier chica –decía HeeChul fingiendo indignación.

   –Tranquilo, Chul –le respondió Siwon mientras sonreía. Siempre se imaginó que Hee Chul tenía una personalidad única y explosiva, estaba confirmando sus sospechas.

   –Cuáles disque tranquilo, ¡no te voy a dejar solo de nuevo! Todo el mundo se te acerca –Chul no abandonaba su tono molesto e hizo un tierno puchero.

   –Ya te dije, Chul, quédate tranquilo, yo solo te amo a ti –Siwon sonrió y junto su frente con la de Chul.

   –Y así me gusta, también te amo, Siwon –y después junto sus labios con los de Siwon, disfrutando otra vez ese dulce y especial contacto que le daba la persona que más amaba, y quien pudo salvarlo del hechizo de sí mismo.

   Y colorín colorado, este fic se ha acabado.

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado.

Matta ne


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