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End of times. por Haru-Chan1294

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Nos separamos en cuanto el grupo de infectados nos detectaron. Sam y John están conmigo. Andrew y Frank tomaron dirección contraria.
Tome a Sam del brazo y nos recargamos detrás de una columna llena de moho verdoso y negruzco. John hizo lo mismo al otro lado.
El repiqueteo de las botas y zapatos con el agua es cercano y estridente. Los infectados nos buscan y sino no nos movemos de aquí nos encontrarán.
Recargue la cabeza en la pared y mi respiración comenzó a regularse.
-Continuemos – indique con la cabeza solamente. Seguimos en dirección contraria a los infectados.
.&.
No sé cuanto tiempo pasé tirado en el piso. Me levante como pude y camine por un par de minutos de un lado a otro. No lo entiendo, este dolor de cabeza constante no lo soporto. Me deslice en la pared hasta sentarme en el piso, y recargue la cabeza.
Es un dolor insoportable. Presione los dientes y los ojos. Pensado que tal vez, así podría mitigar un poco el dolor, sin embargo nada paso. Era un dolor intenso, tal vez al final si moriré.
En un segundo intento para mitigar el dolor, deje de pensar y me relaje, respire hondo por varios minutos hasta que las punzadas en la cabeza comenzaron a disminuir.
Un par de ruidos me sacaron de mi trance. A lo lejos se escuchaban murmullos. Los infectados estaban muy inquietos.
-¡Dillon! – chille. Me levanté abruptamente y corrí en dirección al ruido.
Una vez ahí. Los infectados corrían por todos lados. Inquietos buscando entre las sombras a quien los haya molestado.
Respire.
Hay muchos aromas y están dispersas por todos lados. Me confundo. Además, la pestilencia de la alcantarilla me incomoda en demasía.
Joder.
Caí de rodillas. Me agarre la cabeza. Nuevamente ese dolor intenso. Me va a explotar la cabeza. De pronto, la visión se hizo borrosa y mi cuerpo cayó al vacío.
.&.
Llegamos a una salida sin salida. Vaya ironía.
-Genial, en serio – John replico con furia tomando los barrotes de acero con gran fuerza.
-Debemos movernos – ordene en tono bajo y firme.
Retrocedimos y tomamos camino en dirección desconocida. Avanzamos rápido y sigilosos entre las sombras de aquellos túneles.
Me detuve.
Sentí una punzada en la herida. Mi respiración se volvió errática enseguida.
-Joder, lo que faltaba- susurre.
-¿Estas bien? – Sam fue el primero en acercarse y ponerse frente a mi - ¿Te duele?
-No es nada
-Te ves pálido – agrego John.
-Sigamos, debemos salir primero de este maldito lugar- sin decir mas continuamos. Llegamos a un punto donde hay tres caminos. Mire a John y el devolvió la mirada no creyendo lo que estamos viendo.
-¿Cuál elegire… - Sam no termino su pregunta. Un par de infectados aparecieron de entre las sombras y se abalanzaron sobre nosotros. Sin pensarlo derive a uno y al otro lo patee lejos. Tome a Sam del brazo y corrimos.
-¡Vamos! – John grito. Corrimos en dirección a él.
Corrimos y corrimos hasta que a lo lejos vimos un haz de luz.
-¡La salida! – chillo Sam.
Nos detuvimos frente a una escalera.
-Salgamos – subí la escalera y empujé la tapa de la alcantarilla -Esta atorada – John subió a ayudar. Empujamos y empujamos. Logramos moverla un poco.
-Chicos, apúrense. Los infectados se acercan – Sam se encontraba un par de escalones bajo nosotros.
-Eso hacemos, no es como que estemos jugando – respondí irónico.
En el momento justo cuando los infectados llegaron al pie de la escalera, la tapa de acero cedió y los tres salimos.
Salí con arma en mano revisado el área, en cuanto Sam estuvo fuera. John y yo cerramos la alcantarilla.
Nos encontramos bajo un puente donde hubo un accidente automovilístico. Lamentablemente las personas dentro de esos choches ahora son infectados ardientes caminando hacia nosotros.
-Debemos movernos, ¡ya! – caminamos rápido y sin descanso. Una vez a fuera de aquel infierno nos encontramos con otro.
Varados en una avenida llena de autos ardiendo, vidrios rotos y lo peor infectados en todas direcciones.
-¡Hacia los árboles! – No teníamos que pensarlo dos veces. Nos ocultamos entre los árboles, las hierbas y las raíces. Nos movimos rápido y sin descanso.
-Creo que estamos solos. No escucho mas que nuestros pasos- dijo John. Nos detuvimos y yo me recargue en un árbol grueso y húmedo con la mano en la herida y la otra en el arma. Concentrado en los ruidos a nuestro alrededor.
Nada.
Solo el sonido del viento y la hojarasca.
-Cierto, los perdimos – confirme. John asintió.
-Debemos revisar tu herida – asentí a Sam. Levanto mi camisa y el vendaje estaba lleno de sangre – Se abrió la herida. Hay que limpiar y volver a vendar – Sam se encargó de ello mientras John vigilaba.
.&.
Hace mucho frio ¿Por qué hace frio? Abrí los ojos. Estaba en el suelo y la mitad de mi cuerpo mojado de agua negra. Me levante y me saque la camisa que traía para exprimirla un poco. No sé cuánto tiempo ha pasado otra vez.
No hay infectados por ningún lado y el aroma de Dillon no lo puedo encontrar.
-Intentare comunicarme con un infectado – camine y no fue difícil hallarlos. Respire profundo y mire fijamente al primer infectado que estaba frente a mí. La conexión fue instantánea, sin embargo, no logre obtener la información que quería. Ese dolor de cabeza volvió enseguida.
-Esto será más difícil de lo que pensé. No encuentro el olor y ahora esto. ¡Joder! – desesperado y triste ante esta situación inesperada.
No pasaron ni cinco segundos cuando escuche un par de disparos. Mi corazón se aceleró y mis piernas reaccionaron más rápido que mi cerebro.
Corrí tan rápido como pude. Con un nudo en la garganta y con un único pensamiento en la cabeza. Dillon está en problemas.
Empuje a los infectados que se interponían en mi camino. Al llegar al lugar me encontré con Frank y El señor Andrew luchando por su vida.
El señor Andrew tenía su brazo cubierto de sangre y por otro lado Frank derribaba y cortaba algunos de los infectados que estaban alrededor de ellos.
Sin pensarlo, me concentré y dije en voz alta a la cabeza de todos los infectados que estaban alrededor que paran y se hicieran a un lado. No tuve que esperar segundos para que lo hicieran. Fue automático.
-Axel – un susurro casi sin aliento salió de la boca de Frank. Aunque desde el principio no nos agradamos sé que ahora le alegra mi presencia. Mire al señor Andrew a detalle. El brazo ensangrentado a trajo a los infectados, pero lo más grave era que fue mordido. De cierta forma pude sentir la infección recorrer su cuerpo. En cuestión de minutos el será un muerto andante.
- Andrew, esa herida no se ve bien – Frank tomo su brazo y lo miro a los ojos alarmando sabiendo cual iba a ser el resultado. El señor Andrew solo sonrió.
-Lo sé, no tienes que decir más. Se lo que pasara en un par de minutos. Yo lo puedo sentir recorrer mi cuerpo. Así que … por favor, vete. Busca a tu hermano. No te preocupes por mí.
Desde el otro lado viendo como el señor Andrew se convertía en infectado, me sentí un inútil. Puedo comunicarme con infectados, caminar entre ellos, husmear entre sus recuerdos y lo más reciente intensificar mis sentidos de olfato y oído y no puedo ni se cómo ayudar a detener la transformación del señor Andrew.
-¡Joder! No Andrew – el señor Andrew interrumpió a Frank.
-No quiero que veas convertirme, por favor. ¡Vete! ¡Váyanse ¡- el señor Andrew empujo como pudo a Frank y me miro con suplica que me lo llevara de ahí.
-Frank, vamos. No hay nada que podamos hacer – en automático Frank giro la cabeza con una mirada llena de dolor, confusión y coraje expreso:
-Eres inmune, deberías ser capaz de salvar vidas … - no lo deje continuar.
-No, no soy capaz de salvar vidas. No sé cómo hacerlo. Así que no hay nada que pueda hacer.
-Claro … - agacho la cabeza y luego miro a El señor Andrew – Lo siento, no lo pude proteger.
-No te disculpes, vivimos en el apocalipsis. Tarde o temprano moriría o me convertiría en un infectado – con una sonrisa triste se despidió de nosotros y en cuanto me tomo de la mano; su rostro, el tono de su piel y ojos cambiaron. Se ha convertido.
Cerré los ojos, para entrar en su mente. No lo logre, choque contra una barrera que me hizo abrir los ojos abruptamente. Frank había matado al señor Andrew. Con los ojos muy abiertos de sorpresa me gire a Frank interrogativo y preocupado por su brusca y precipitada reacción.
-Nadie quiere convertirse en un infectado. Esto es lo mejor… - cerro los ojos y suspiro profundo. Tomo su cuchillo y lo limpio por ambos lados en su pantalón – Espero que, si algo así me pasa, por favor no dejes que me convierta ¿entiendes?
Asentí con la cabeza.
El señor Andrew, el dueño de la tienda de armas. Ya no está con nosotros. Mire al piso y la imagen me retorció el estómago.
-V-a-m-o-n-o-s – lentamente dijo Frank – No sé cuánto tiempo podrás tener a los infectados controlados, pero no creo que sea por mucho – preste atención a mi alrededor. Cierto, lo infectados están inquietos y miran a Frank como un delicioso pastel de chocolate.
-Si, ¿sabes por donde es la salida? – Frank sonrió irónico a mi pregunta.
-Claro que se, por eso decidí pasear en las alcantarillas.
-Ya entendí, no tienes que ser sarcástico conmigo- me concentre y busque en los recuerdos de los infectados alguna salida. Si ellos están aquí, por algún lado debieron entrar y ¡bingo!
-Vamos – indique con la cabeza. Frank solo asintió.
Llegamos a la salida, y en todo el camino Frank no dijo ni una palabra. La seriedad de su rostro no es una buena señal. El haber matado al infectado Señor Andrew, no fue una decisión fácil y este silencio y seriedad me están matando. Me gustaría que fuera sarcástico en este momento y no que despidiera esa aura triste y oscura a su alrededor.

Caminamos sin rumbo por la ciudad sin problemas. Mis habilidades de control mejoran y el dolor de cabeza no ha vuelto.
Nos detuvimos frente a un edificio de unos 50 pisos con vidrios rotos y humo saliendo de varios pisos.
- Tenemos que buscar Dillon y los demás – después de varias horas es lo único que ha dicho.
- Claro, solo… dame tiempo para… conectar con los … infectados – asintió con la cabeza - ¿Frank?
-Mmm –
-Respecto a El señor Andrew… yo lo sien… - volteo repentinamente y me detuve a solo unos centímetros de él.
-No lo menciones. No quiero hablar de ello y menos contigo- su manera de decirlo me dolió a pesar de que no somos los mejores amigos. La verdad creo que ni si quiera rayamos en conocidos.
A pesar de eso intente sonreír, pero lo único que logre fue una línea tensa en los labios. Frank suspiro y regreso su vista al frente.
-Lo siento, no quise ser brusco, pero todo esto es y sigue siendo una locura – lo miré de perfil y su rostro estaba duro, serio y con un reflejo a penas perceptible de dolor – No me agradas
Son reí irónico. Creo que eso ya lo sabia desde el primer día que nos conocimos.
Lo mire a detalle de arriba-abajo no tenía heridas solo sangre seca en la ropa y piel. Físicamente, se veía cansado y pálido, pero su mirada estaba distante y triste.
-De alguna manera supe que tu traerías mas problemas a nuestras vidas y en especial a mi hermano. En cuanto puso los ojos en ti … joder.
Sentí que mi respiración se cortó por unos segundos. El estaba abriendo un poco su corazón conmigo. Esto es algo que no me esperaba ni en mis mas locos sueños.
-Asi que a todo esto no te preocupes por mi – la tensión y el dolor en su voz reflejaban claramente su estado emocional. No sabia que hacer, y lo único que surgio de lo más profundo de mi corazón fue abrazarlo y confortarlo.
-Se que esto no cambia las cosas que han pasado ni los sentimientos que se encuentran en tu mente y corazón, pero aquí estoy y si decides tenerme la confianza para hablar de como te encuentras, ten por seguro que yo te escuchare – no solte en ningún momento a Frank y mucho menos afloje el abrazo. Me mantuve un par de segundos asi. Frank tampoco hizo el intento de quitarme. Ni siquiera se movio. Lo único que escuchaba era el latir acelarado de su corazón y su respiración. En el momento en que afloje un poco mi agarre, los brazos de Frank rodearon mi cuerpo colocándose en mi espalda, no fue un abrazo fuerte, pero si firme.
- No te muevas – asentí ligeramente mi cabeza- Gracias Axel
Algo en mi pecho se formó… un sentimiento de amor y protección. Yo tenía que ayudar a este hombre, a su hermano y al resto del equipo. Ellos me salvaron en ese parque esta vez es mi turno de ayudarlos a ellos en lo que parece el fin de la humanidad.


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