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End of times. por Haru-Chan1294

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Llevamos varios días acampando en un bosque, lejos de la ciudad; ya que las ciudades están infestadas de infectados. Es así como los llamamos infectados.

La mayoría de los sobrevientes del refugio intentan adaptarse a las nuevas condiciones. Para una mejor administración se organizaron grupos: los de vigilancia, los de provisiones, los de comunicaciones y los médicos, cada uno se esfuerza por cumplir su cargo, así como yo, aunque sea veterinario sé que no hay mucha diferencia entre curar a un humano y curar a un perro, y como no hay muchos médicos por aquí, no pueden darse el lujo de despreciar mí ayuda.

La situación en este momento no es nada favorable, a pesar de los esfuerzos en la organización del grupo. Somos muchos y lo más preocupante, los enfermos. No tenemos suficiente comida ni agua mucho menos medicamentos para curarlos. Algunos de los heridos han muerto a falta de antibióticos. Debido a esta situación el grupo de provisiones liderado por Dillon han ido a la ciudad en un par de ocasiones. Es una locura, sí, pero no hay otra opción. No somos insectos que solo comiendo hojas sobreviviremos. Lo más frustrante es que es un bosque y no hay nada más que hojas secas y raíces. No hay animales que cazar ni arbustos con moras para comer, nada. Nunca imagine estar en una situación como esta; con hambre, frio y rodeado de infectados.

En las expediciones no se ha tenido el éxito deseado, el grupo de Dillon regresa sin nada, y peor aún con menos hombres. Está claro que ya no es como ir al supermercado y tomar lo que quieres de los estantes de la tienda. Hay que cruzar una horda de infectados sin ser vistos para sobrevivir.

-No logramos nada. Los infectados nos huelen, saben como encontrarnos. Es difícil escapar de ellos cuando son demasiados – nos dijo un hombre del grupo de provisiones.

-Nos rodearon, por poco y no lo logramos – completo otro hombre.

-Tendremos que hacer otro plan. Necesitamos medicamentos y alimentos – Dillon expreso al grupo de gente que estaba alrededor de ellos.

Debido a la incertidumbre y la falta de comida algunas personas han comentado en la posibilidad de dejar a los enfermos. Hay que cuidarlos y alimentarlos, son en pocas palabras una carga para los que están sanos y fuertes.

-Hay mucha gente enferma que probablemente esté infectada y cuando menos lo esperemos se transformaran- dijo un hombre entre susurros.

– Deberíamos dejarlos al final de cuentas están mas muertos que vivos – susurro otro.

Las malas noticias llegan una tras otra, después de unos días un grupo grande de hombres y mujeres decidieron irse. Llevarse las pocas provisiones. Dejando a los enfermos y algunos soldados sin armas.  

Por si no fuera poco, el grupo de Frank no han tenido mucho éxito con la comunicación, y sus rabietas son todo un espectáculo. Él y su pequeño grupo de soldados capacitados se han encargado de la comunicación con la base central, pero hasta ahora no han tenido respuesta ni de la base ni de ninguna otra.

En cuanto a los de vigilancia han tenido problemas con sus actividades, son muy pocos. El resto se fue con el grupo. Ahora la carga es mayor deben estar atentos todo el tiempo desde que amanece hasta que el sol se esconde tras las montañas. Y los infectados no nos dan descanso.

Dillon y su grupo han estado hablando de ir hasta la base central que se encuentra en el norte. Probablemente ahí nos den refugio, y ayuda para los enfermos. El único gran inconveniente es cómo llevar a tantos heridos. Algunos de ellos no pueden moverse necesitan camillas y otros que lo pueden hacer son muy lentos incluyendo que los soldados son muy pocos para protegernos.                  

                                                                                              .&.

Desperté muy agitado, asustado y desorientado… me incorporé lentamente en la bolsa de dormir aun con miedo… cada que parpadeaba las imágenes de aquella pesadilla aparecían.

Estaba en casa haciendo el desayuno como todas las mañanas, prepare la mesa y llame a Daniel.

-Amor, ya está el desayuno.

 Después de un largo rato él no bajo. Estaba extrañado ya que el siempre desayuna antes del ir a trabajar. Preocupado subí a la habitación. Probablemente se pudo haber quedado dormido. Algo extraño ya que nos levantamos a la misma hora; lo comprobé… no estaba en la cama. Fui al estudio, a la sala, al baño y nada. Entonces estará en la cochera. Rápidamente llegue, tampoco estaba ahí.

Me empecé a angustiar demasiado ya que no escuche que abriera o cerrará la puerta principal mucho menos el sonido del motor del coche al arrancar ¿Dónde estará? ¿estará bien?

En ese mismo instante escuche un grito muy aterrador provenía de afuera, avance lentamente hacia la parte de enfrente de la casa, estaba realmente angustiado y asustado. Podía escuchar el latir de mi corazón. Algo malo estaba pasando… lo sentía.

Al salir todo parecía tranquilo, camine hasta la calle, observe  a ambos lados de esta y todo parecía normal lo que me llevo a pensar que pudo haber sido mi imaginación, o al menos eso quería que fuera. En cuanto giré hacia la casa, lo que sucedió a continuación fue tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar. Del árbol salto sobre mí, caí de espalda y mi cabeza impacto contra el suelo muy fuerte haciendo que mi vista se nublara por unos segundos… sentí una gran punzada en la parte de mi cuello. Intente comprender la situación. Me intente levantar, sin embargo, no podía por el peso sobre mí y la punzada en el cuello. Cuando mi visión se enfocó… la mujer de vestido azul y ojos rojos estaba sobre mí.

Sin darme tiempo de hacer algo, ella me mordió y sus manos presionaron con fuerza mi estómago hasta perforarlo, quería gritar, pero no podía…la sangre callaba mis gritos. La desesperación y un miedo terrible se apoderaron de mi cuerpo, esto era real, lo sentía muy real, es así como moriría… pero no… era solo una pesadilla.

Tome una prenda para quitarme el sudor de la cara, después de un par de minutos mi corazón regreso a su ritmo natural y con él la sensación de alivio.

Aún tengo pesadillas donde siempre termino solo y nadie puede ayudarme. En un par de ocasiones Dillon ha venido a despertarme. Me he dicho que mis gritos se oyen al otro lado del campamento. Me apena bastante, que piense que soy un miedoso. Agreguemos que Dillon se ofreció a ayudarme si tenía miedo por la noche, podría ir con él. Un gesto muy lindo de su parte, y sin ninguna duda acepte gustoso, y es que ese hombre fortachón esta para comerlo.

Durante estos días en el campamento. Me he adaptado bien, incluso Frank ha sido más amable conmigo, no dice comentarios agresivos a mi persona o de mi estancia con ellos. Solo es indiferente y se limita a odiarme con la mirada. Yo diría que vamos bien.

En cambio, Dillon es un hombre simpático, muy protector y mandón con los demás. Es un buen líder, sus soldados lo siguen y aceptan sus decisiones sin cuestionarlas. Conmigo es amable, atento, y no me voy a quejarme al respecto procura que este bien. La verdad, me agrada bastante. Cuando tengo oportunidad de verlo, lo hago, y es que esos hombros fuertes, ese abdomen bien trabajado, esos brazos grandes y músculos, son irresistibles. Es un hombre hecho por los dioses mismos.

Antes de salir de la tienda de campaña improvisada tome una cobija para cubrirme, ya que las mañanas son muy frías. Tenía que ser como las 6 de la mañana porque a lo lejos se puede notar los matices de rojo a amarillo a punto de salir e iluminar nuestro día. No hay muchos despiertos a esta hora salvo los que están de guardia. Reconocí a algunos de ellos solo porque los he visto hablar con Dillon y John en las reuniones.

Llegue a la pequeña cocina improvisada y de un balde de metal tome agua. Fue tan refrescante sentirla recorrer mi garganta es como si hubiera pasado varios días sin consumirla, la necesitaba tanto después de aquella pesadilla. Me senté en el tronco que acomodaron hace unos días cerca de la fogata que aun expedía un poco de calor era relajante estar así. Cerré los ojos un momento para disfrutar de aquella sensación, aunque sea momento.

-Buenos días- susurraron en mi oído rompiendo mi tranquilidad y haciéndome brincar ligeramente por la sorpresa. Era John.- ¿Cómo estás?

-Bien- respondí con un poco de recelo.

-¿En serio? No me lo parece. Te ves pálido- se sentó a mi lado y con una leve angustia en su tono de voz o eso me pareció haber percibido- ¿Tuviste alguna pesadilla? ¿Quieres hablar de ello?- me sorprendió su interrogante, no es que me moleste que lo pregunte, pero me avergüenza que él sepa, que todos sepan de mis pesadillas. No le respondí solo levanté los hombros para darle a entender que no le diera importancia- Está bien, no tienes que hablar de ello si no quieres. Mejor acompáñame ¿vamos?

-¿A dónde?- no es que tengamos muchos lugares para visitar pero aun así no sabía a donde quería que lo acompañará.

-Digamos que fue idea del equipo. A los que estén bien les enseñaremos a usar armas. Necesitamos que las personas sepan al menos dispararle a los infectados- su comentario me animo un poco. Tiene razón, no podemos estar siempre cubriéndonos con ellos, llegara el momento en el que estemos solos… más ahora, ya que el plan es ir a la base central.

-¿Crees que logremos llegar todos a la base?- no puede evitar preguntar.

-Te seré sincero. Como veo las cosas, los enfermos morirán mucho antes de llegar a la mitad del camino- yo estaba de acuerdo con eso. No quise seguir preguntando al respecto de los enfermos.

-¿Dónde entrenaremos?

-Tu sígueme – asentí sin cuestionar. John siguió hablando- Dillon, Frank, El niño y El Monster propusieron esto. Enseñar… básicamente te ensenare a defenderte.

El niño y El Monster son integrantes del escuadrón de Dillon. Con el primero he hablado en una ocasión y fue porque se había lastimado una pierna, yo atendí porque los médicos estaban muy ocupados con los que tenía heridas más graves, fue ahí que comencé a ayudar. El niño es agradable, muy bromista… cuando le estaba curando la pierna dijo: -“Anda apura. Te aseguro que si me duele no muerdo ni me muevo”-me dio un poco risa ese comentario ya que soy veterinario y claro existieron ocasiones en donde a mis pacientes los tuve que anestesiar para que no mordieran o para que no se movieran y pudiera hacer el trabajo adecuadamente. Es un hombre de tez bronceada, cabello muy corto y de color negro, ojos color café oscuro y de estatura media probablemente sea mexicano por el acento que tiene. El Monster, con el nunca he hablado, pero sé que lo llama así porque Frank le ha gritado molesto en varias ocasiones. Es un hombre de tez blanca, ojos azul oscuro, cabello un poco largo y de color café claro, es más alto que Dillon, aseguro que mide 1.90 m aproximadamente. Me pregunto si le llamaran así por la estatura o habrá alguna otra razón.

- Dillon ¿estará ahí?- en su cara se formó una gran sonrisa cuando le pregunte eso y al mismo tiempo coloco un brazo sobre mi hombro.

-Tal vez, ¿alguna razón en particular por la cual lo quieras ver?- su tuno fue burlón. Es cierto, no he sido muy discreto cuando me dirijo a Dillon o cuando me quedo embobado viéndolo, no me extrañada nada que John se haya dado cuenta que tengo interés en su líder.  

-Pensé que él nos enseñaría – le dije bajito. Sentí mis mejillas calientes por la vergüenza.

-Podría decirle que te ensene si es lo que quieres.

-No, está bien.

-Como quieras- no dijo más.

Avanzamos hasta un camión, donde saco varias armas cortas- Empezaremos con lo básico. Para nuestra primera “clase” será con armas cortas… así que te explicare lo más importante que debes saber.

-¿Estás seguro de esto?- Pregunte cuando me tendió un arma. No me sentía muy cómodo con la situación, nunca he usado armas de fuego en mi vida y por obvias razones nunca la he necesitado.

-Es mejor que te acostumbres a su peso desde el principio.

Mis clases comenzaron con la descripción del arma que tenía en las manos.

-Las HK USP Compactas, utilizan un marco de polímero más pequeño, pero conservan las mismas características que los modelos estándar. Son capaces de disparar los calibres poderosos. Esta combinación de su tamaño compacto y alto poder de fuego, da como resultado un arma sumamente eficaz. Son capaces de resistir las cargas fuertes, y disparar más de 20,000 cartuchos…- después de terminar la explicación con esa arma, tomo otra y continuo-  Ballester Molina, esta pistola de origen argentino, de simple acción se presenta en Calibre .45, con capacidad para siete tiros por cargador… - debo admitir que utilizaba términos que no conocía o al menos los escuche vagamente en alguna película de acción, sin embargo no entendía como lo que acababa de explicar iba a ayudarme a saber cómo disparar.

No explico todas las armas cortas que llevaba consigo -Gracias a Dios – pensé.

- ¿Todo claro? – me pregunto. Solo me limite a sonreír y asentir con la cabeza. El hizo lo mismo, sonreír y dijo:

- Esta bien, no daré más discursos innecesarios. Vamos te enseñaré a disparar.

Estuve practicando toda la mañana, era difícil al inicio utilizarla porque no podía fijar la mira en mi objetivo y terminaba disparando a todo menos a lo que debía, sé que John tuvo mucha paciencia conmigo porque estoy seguro de que quería quitarme el arma y golpearme con ella. Mejoré un poco porque en tres ocasiones le di a los objetivos botellas colocadas sobre una cerca improvisada. Después de una hora se nos unieron más personas y debo admitir que algunos estaban peor que yo al momento de apuntar al objetivo. Después de practicar fuimos a desayunar, más bien a comer lo poco que se haya encontrado.

Para la tarde John no hizo aparición pero Frank estuvo con nosotros continuando las “clases” junto con El Monster. Estuvimos practicando un par de horas y mejore bastante; me acostumbre al impacto que el arma hace cuando es disparada y los objetivos ya son derribados en su mayoría. Aunque Frank no es reconocido por su paciencia al menos lo intento los primeros minutos ya después a todos nos gritaba o nos insultaba cuando no hacíamos exactamente lo que nos decía, su acompañante solo nos observaba y cuando te hablaba era porque a su parecer era necesario recalcar lo que Frank te grito o insulto solo que entre comillas más amable porque el tono de su voz profunda le daba el efecto de que estaba enojado.

Al cabo de un rato Frank dio por terminada la sesión y por inercia fuimos a la cocina improvisada. Todos moríamos de hambre.

Al estar cerca se podía escuchar los gritos de molestia de muchos, al llegar descubrimos la causa, no hay comida. Dillon y su equipo aun no aparecían y nadie sabía algo al respecto. Su hermano intento calmar las cosas, pero igual que ellos, se desesperó y estuvo a punto de golpear a un tal Iván por un comentario fuera de lugar con respecto a que Dillon y su equipo, se fueron para nunca volver. El niño y El Monster lo detuvieron y las cosas se complicaron más. Se notaba la tensión en el ambiente como el frio de invierno y lo peor la división de grupos era más notable que hace unos días. El barullo termino abruptamente cuando se escuchó el grito de una mujer. Todos volteamos y la escena era horrible. Un infectado la estaba devorando, y no solo eso venia con compañía.  

Todos prepararon sus armas.

 De entre el bosque salían infectados.

Veían de todas direcciones.

Se movían rápido.

No hubo mucho tiempo. Sin pensarlo dispararon y los infectados caían, pero el que caía era remplazado por otro, había muchos. Lo habían notado, pero estábamos rodeados, de todas direcciones.

El Monster estaba cerca de mí, su movimiento fue rápido. Tomo mi mano y coloco una de las armas, me tomo del brazo y me jalo con mucha fuerza.

-¡Frank, por aquí!

Atravesamos una gran parte del bosque hasta llegar a una carretera desierta. Detrás de nosotros estaba Frank, El niño, Iván y otros dos soldados. Los demás ya conocemos su final. Fue desgarrador y triste por las personas que estaban enfermas y heridas. No pudieron defenderse, nadie se quedo a ayudarlos. Ya no había marcha a tras tenemos que encontrar donde pasar la noche.

Se estaba oscureciendo y pronto no tendríamos visión. Debíamos alejarnos de ahí lo más rápido posible.

-Eran muchos… derribaba a uno y de la nada aparecía el doble… - Iván intento decir.

-Debimos de hacer mucho ruido o algo… - esta vez hablo El niño.

-¡Silencio! – Frank intento gritar, pero fue más un susurro que otra cosa.

Guardamos silencio. Lo único que podía escuchar es mí agitada respiración y el latir de mi corazón que está a punto de salírseme del pecho. También sentía la presión en mi brazo, El Monster me lo quería romper en dos. Me solté con fuerza de su agarre, me empezaba a incomodar muchísimo.

-Lo sien…- intento disculparse, sin embargo, uno de los soldados cubrió su boca con la mano.

Lo escuchamos eran voces. Voces de personas, todos tenía sus armas listas para disparar a cualquier cosa que intentara atacarlos. Me sentí inútil. Yo no tenía ese instinto y ni los reflejos que estas personas mostraban, aun me quedaba como estatua o reaccionaba lento, no podía pensar con claridad y hasta ahora lo que han hecho por mí es “salvarme y cuidarme”. No entiendo por qué lo hicieron esta ocasión no estaba Dillon para darles ordenes de que hacer conmigo y no soy de gran ayuda sigo siendo una carga.

-…avanzaremos de la forma más silenciosa-. Observe a Frank que movía la boca, sin embargo, no preste atención a lo que dijo al inicio solo puede descifrar lo último.

-Axel escucha- dijo El niño- quiero que te quedes atrás de mí, me cubrirás- abrí los ojos lo más que pude. Era enserio que estaba pidiendo que lo cubriera debía de ser una broma- ¿de acuerdo?

-Pero… yo no sé…- intente explicarle que no podía hacer lo que él me pedía, que tal y en lugar de disparar al enemigo le disparaba a él.

-Yo te cubro- El Monster se ofreció y este se negó le dijo que se quedara con Iván porque Iván se quedaría solo y es lo que menos debe suceder en este momento. Los demás no dijeron nada respecto a su decisión de quedarse conmigo.-Como quieras.

-¿Todos listos?- dijo Iván. Asentimos con la cabeza y avanzamos. Nosotros fuimos los últimos en seguir la dirección de aquellas voces. Antes de avanzar El niño me dio algunas instrucciones como el que avance con cuidado evitando las hojas y ramas secas en el piso y siempre permanecer cerca de los árboles o las sombras sin alejarme de él.

Las voces se escuchaban más cerca que antes. Podíamos entender de lo que estaban hablando. Desde mi posición ellos estaban en círculo discutiendo, frente a mí se encontraban tres mujeres jóvenes, una de ellas vestida de policía y las otras dos, gemelas de cabellos color rojo. Frente a ellas tres hombres y había otro que lo cubría las ramas de un pequeño árbol.

Nos quedamos cerca, pero lo suficientemente lejos para pasar desapercibidos entre las ramas y las sombras de los árboles, y así poder escuchar lo que discutían y estar seguros si podríamos salir y hablar de manera pacífica con ese grupo.

-No nos podemos quedar aquí, todos lo vimos están aquí ¡Aquí!- Grito la chica de uniforme de policía.

-Cálmate, no debemos perder la cordura en este momento. No tenemos destino y ellos están en todos lados y lo peor no vemos en la oscuridad- uno de aquellos hombres intentó calmar a la joven.

-Estoy de acuerdo, tendremos que esperar hasta el amanecer para avanzar a otro lado…- no pude escuchar el resto de lo que dijo. Reconocí inmediatamente de quien era la voz. Sin pensarlo mucho me moví en dirección a ella… tenía… tenía que comprobar que era él…

 

Notas finales:

No te apegues mucho a alguien porque hasta tu sombra te abandona en la oscuridad.


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