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Love sexy (Baekyeol/Chanbaek) por MarKaulitz

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Notas del fanfic:

Bueno mis queridas lectoras seguro ya varias han leido un poco de este fic pero me lo borraron y desaparecieron todos su comentarios tan bonitops que los amaba estoy triste U,U  ... bueno el punto es uqe para que no vuelva a ocurrir he decidido crear una página en Facebook para subir este fics y otros, de EXO porsupuesto :D jejeje

 https://www.facebook.com/fanficsdeexoyaoi

Mil gracias a las que han estado preguntando si volvería a subir el fic... les dejo el link de la pág y me harían muuuuuy feliz si le dan Like y se pasan a leer por allá :D

Las quieroooooooo!!! (*u*)/  

Notas del capitulo:

Les dejo el primer cap pero recuerden qus solo será ese... ay que lo estaré subiendo en la pagina de facebook :D

 

------->  https://www.facebook.com/fanficsdeexoyaoi

 

 

Capítulo 1

 

 

 

—Alguien robó mi cola otra vez —se quejó Byun Baekhyun mientras se dejaba caer en el asiento de enfrente de donde sus amigos estaban. Cruzó los brazos sobre el pecho y sacó el labio inferior hacia fuera. Estaba enojado. Era la tercera vez en esa semana que alguien se había llevado su cola. Y le gustaba demasiado esa cola. Era una de sus favoritas, larga y negra, y tenía el swag exacto para coincidir con el vaivén de sus caderas. Baek había pasado horas frente a su espejo de cuerpo entero perfeccionando el movimiento de sus caderas hasta que lo consiguió.

 

—¿Alguna vez has pensado en no llevar cola, Baek? —Sehun preguntó.

Baek rodó los ojos. —Oh, por favor, me vería ridículo sin mi cola.

 

—Bueno —dijo Sehun mientras agitaba su mano hacia el trasero de Baek—, si no dejas la cola en casa, tienes que esperar que la gente trate de tomarla.

 

—¿Por qué simplemente no la dejan en paz? —Baek preguntó.

 

—Baek, no quieres que la dejen en paz, ¿recuerdas? —Yixing sonrió—. Por eso comenzaste a usar las orejas y la cola en primer lugar.

 

—Yo quiero que la miren, no que se la lleven.

 

—Entonces tal vez deberías colocar la cola en tus pantalones.

 

Baek rodó los ojos. —¿En serio?

 

Yixing se rio entre dientes. —Baek, sólo estoy diciendo que si no quieres que la gente robe tu cola necesitas asegurarla a tu culo un poco mejor.

 

—Simplemente sería mejor si fuera real —se quejó Baek—, y entonces nadie podría robarla. Podría morder al que lo intentara.

 

—Sí, pero no veo que eso suceda en corto plazo, Baek.

 

—¡Podría suceder! —Baek insistió, frunciendo el ceño ante Sehun. Ninguno de sus amigos parecía entender que tenía fascinación por todas las cosas concernientes a los lobos, y ni siquiera estaba seguro de que quisiera que lo entendieran. Era un poco raro y bastante obsesivo.

 

—Hey, tengo una idea genial —dijo Sehun—. Mi familia tendrá otra vez una pequeña reunión esta noche en la casa. Va a haber comida, baile, todo. ¿Quieres ir?

 

Baek echó un vistazo alrededor del bar. Se suponía que iba a ser un lugar divertido, solo que no pasaba nada. Estaba aburrido. Cualquier cosa tenía que ser mejor que pasar el rato en un bar que estaba casi vacío. El lugar estaba muerto.

 

—Claro —dijo Baek—. Estoy dentro.

 

Baek se acercó y comprobó la colocación de las orejas negras y peludas de lobo en la parte superior de su cabeza. Satisfecho de que estaban justo donde se suponía debían estar, le tendió la mano. Una piruleta fue plantada en su mano mientras una risa profunda salía de Yixing.

 

Baek arrancó el envoltorio y se metió la piruleta de sabor dulce en la boca. El sabor afrutado a cereza estalló a través de su lengua. Gimió y cerró los ojos, amando el sabor y la textura de la pequeña piruleta redonda en su boca.

 

—Maldita sea, muchacho —canturreó una voz por encima del hombro derecho de Baek—, apuesto a que habrías gemido igual de fuerte con otra cosa en la boca.

 

Baek ni siquiera abrió los ojos. Estaba disfrutando demasiado de su piruleta. Sólo alzó la mano y levantó su dedo medio.

 

—¿Eso es una invitación, muchacho?

 

Baek abrió los ojos y miró al otro lado de la mesa a Yixing y Sehun. Rodó los ojos, a continuación, una pequeña sonrisa se dibujó en su sexy rostro. Girando en su asiento, miró al hombre que estaba de pie junto a su silla.

 

Los pantalones de cuero ajustados realmente no hacían nada por el hombre. Ni el chaleco de cuero negro, que era lo único que cubría la mitad superior de su cuerpo. Baekhyun sabía que el hombre pensaba que era guapísimo, pero él no tenía cola ni orejas, y eso lo ponía en la parte inferior de su lista de atractivos.

 

—No lo sé. ¿Puedes darme lo que quiero?

 

—Mi nombre es Mick Red —el hombre palmeó su entrepierna—. Y tengo más que suficiente para darte exactamente lo que quieres.

 

Baek lo dudaba seriamente. —Entonces muéstrame tu cola.

 

—¿Mi qué?

 

—¿No tienes cola? —Baek hizo un mohín—. Ah, qué pena. ¿Qué tal unas orejas, entonces? Personalmente, prefiero las orejas negras y peludas, pero supongo que cualquier tipo de orejas de lobo estaría bien. Una mirada de disgusto se acercó al rostro del hombre menos que hermoso. —¿Eres una de esas personas a las que les gusta follar animales?

 

—No, por eso no te voy a joder a ti.

 

Satisfecho con esa pieza de su discurso, Baek pegó la piruleta en el techo de su boca y se dio la vuelta en su asiento. Ese tipo, quienquiera que fuese, no tenía ningún interés para él. Le gustaban los hombres dominantes, pero los que eran naturalmente dominantes, no los que tenían que demostrarlo a otras personas.

 

—¡Eres un pequeño freak!

 

Baek apenas tuvo tiempo suficiente para procesar las palabras de enojo cuando las manos del hombre se posaron en su hombro. Se encogió y gritó cuando fue arrancado de su asiento y dejó caer su piruleta mientras era arrojado al suelo.

Baek patinó hasta varios pies de distancia. Sacudió la cabeza para aclararla y luego se incorporó. Sus ojos se abrieron cuando volvió a mirar a través del piso y vio a sus amigos atacando al hombre vestido de cuero. Se rio entre dientes cuando el hombre cayó de rodillas ante el asalto.

 

«¡Dadle duro!»

 

Baek comprobó para asegurarse de que sus orejas aun estuvieran correctamente colocadas en su cabeza y luego se puso de pie y corrió al otro lado de la habitación. Saltó sobre la espalda del hombre y comenzó a tirar de su cabello. Tuvo la profunda satisfacción de oír el gruñido de dolor del hombre justo antes de que alguien lo agarrara y lo arrancara de encima de él.

 

—¡Hey! —Baek gritó.

 

—¡Es suficiente! —Un hombre unos años mayor que él gritó.

Baek fulminó con la mirada al hombre de cabello rubioque lo sostenía. Sacó el labio inferior y señaló al hombre en el suelo. —¡Él empezó!

 

—No me importa quién empezara —gruñó el hombre que puso a Baek en sus pies—. Yo lo voy a parar.

 

Baek se dio cuenta de que tenía que estirar un poco el cuello hacia atrás para mirarlo a la cara. Aunque eso no era inusual para él, no le gustaba la forma en que hacía que sus orejas comenzaran a deslizarse fuera de su cabeza. Gruñó y le dio una patada al hombre en la espinilla.

 

—¡Ow! —gritó el hombre mientras agarraba su pierna y empezaba a saltar alrededor—. ¿Por qué demonios hiciste eso?

 

—Has hecho que mis orejas se movieran.

 

«¡Duh!»

 

—¿Orejas? ¿Qué orejas?

 

Baek lo fulminó con la mirada. Alzó la mano y reposicionó las orejas en la parte superior de su cabeza. Para el momento en que lo hizo, el hombre había dejado de saltar pero seguía mirando a Baek mientras se frotaba la espinilla.

 

—Eres un maldito loco.

 

Baek le sacó la lengua al hombre. Cuando se volvió y caminó lejos deseó haber tenido su cola, habría hecho su salida más memorable. Así las cosas, tuvo que conformarse con balancear sus caderas lo suficiente como para conseguir unos cuantos silbidos y una palmada en el culo mientras salía por la puerta principal.

En el momento en que la puerta se cerró detrás de élse dio cuenta de que había salido del edificio sin sus amigos. Rodó los ojos, deseando poder tomar el control de su temperamento. Era una batalla que había estado luchando desde que estaba en pañales. Una batalla perdida.

 

Se acercó al coche en el que había llegado con sus amigos y se apoyó en el capó. Tendría que esperar hasta que ellos salieran del bar para poder irse. Sehun tenía las llaves. Peor aún, Sehun tenía todas sus piruletas.

 

 

~~~~*******~~~~~

 

 

 

«Es una noche oscura y tormentosa... bueno, al menos se está haciendo de noche», pensó Park  Chanyeol para sí mismo. Hizo un gesto a los guardias mientras conducía a través de las puertas delanteras de la sede del clan. Estacionó su motocicleta en un lugar en frente del edificio principal y apagó el motor.

 

Podía ver un pequeño grupo de personas en la distancia. El Festival de la Luna mensual estaba en su apogeo. Era la versión menor de un Encuentro Lykan, que sólo ocurría una vez al año y en el que todos los clanes estaban involucrados. El Festival de la Luna era solamente para los clanes locales.

Por lo general disfrutaba de esas pequeñas reuniones sociales, pero últimamente las reuniones parecían un mercado de carne disfrazadas como fiestas. Cada lobo suelto en el clan, y unos pocos que no eran del mismo, llegaban a esas fiestas a conectar, encontrar pareja, y en general tener sexo.

Parecía un intento inútil para Chanyeol. Durante años, había disfrutado de las fiestas lunares mensuales. Encontraba una cita o dos, los llevaba a algún lugar, perdían el tiempo, y les decía adiós antes incluso de que el sol de la mañana se elevara en el cielo. A menos que se aparearan, los cambiaformas lobos eran bastante indiscriminados en cuanto a la persona con la que dormían.

 

A medida que pasaba el tiempo y más gente entraba y salía de su cama, Chanyeol empezó a desencantarse con las reuniones mensuales. Seguía conectado con citas ocasionales sólo para aliviar su dolor, pero estaba más interesado en encontrar una pareja que en echar un polvo. Quería encontrar la misma felicidad que su Alfa, Kris, había encontrado recientemente con su pareja.

 

Sacudiendo la cabeza, se bajó de su moto y se dirigió a la multitud. El lugar parecía bastante lleno. Chanyeol no estaba sorprendido. El Festival de la Luna mensual era lo más destacado del mes, un lugar para ver y ser visto por todo tipo de lobos. Imaginaba que la mayoría del clan estaba allí.

 

—Hey, tío Chanyeol, ¿puedo conseguirte una cerveza?

 

Chanyeol se detuvo para sonreír a su sobrino. —Sí, Sehun, eso sería genial, algo frío, ¿hmmm?

 

Park Sehun era un amor, apenas tenía veintidós años y se graduaría de la universidad en tan sólo unos pocos meses. Chanyeol sabía que el padre de Sehun, Suho, estaba aterrorizado de que Sehun dejara su comunidad poco después de terminar la universidad para irse a un lugar más emocionante. Chanyeol no estaba tan seguro.

 

—Oye, Sehun, ¿cómo van las cosas en la escuela? —preguntó cuando el chico empezó a alejarse.

 

Sehun se volvió, mientras sonreía de oreja a oreja. —Oh, me encanta. Mis amigos y yo venimos de allí. Papá dijo que podía traerlos a todos en las vacaciones de primavera.

 

Chanyeol asintió. Sehun necesitaba el permiso de Suho o de él para llevar a alguien al complejo. Ellos estaban a cargo mientras su Alfa estaba de viaje de negocios. —¿Piensas quedarte en la ciudad, o mudarte, una vez que hayas terminado la escuela?

 

Sehun se rio. —¿Realmente papá me dejaría ir?

 

—Si eso es lo que realmente quieres hacer, estoy seguro de que lo haría. ¿Necesitas que hable con él?

 

Sehun negó con la cabeza. —No, en realidad soy muy feliz donde estoy. —Sehun se acercó y puso su mano alrededor de su boca—. No se lo digas a papá, pero estoy pensando en hacerme cargo cuando se retire.

 

—¿Tu papá, retirarse? ¿Crees que eso va a pasar alguna vez? —Chanyeol se rio, pero era bastante serio. Suho era el tercero en el mando, el ejecutor del clan. A veces Chanyeol pensaba que Suho tomaba el liderazgo con más seriedad de lo que él lo hacía.

 

—Lo haría si pudiera escapar de su madre y encontrarse una cita.

 

Chanyeol no pudo evitar reír de nuevo. Era un hecho muy conocido en su clan que Suho no había tratado de encontrar una nueva pareja desde que su esposa lo había dejado años atrás. Sehun era sólo un bebé cuando ocurrió, y nadie había visto a Barbara desde entonces. Dio una palmadita en el hombro de Sehun y se dirigió hacia la multitud, saludando y diciendo ‘hola’ aquí y allá. No entendía cómo Suho podía haber estado todos esos años sin compañía. Chanyeol entendía la necesidad de Suho de mantener a su hijo, pero también tenía que cuidar de sí mismo. Quizás debería tener una pequeña charla con él.

 

—¿Has tenido suerte encontrando a tu pareja? —Sehun preguntó.

 

Chanyeol dejó de caminar para volverse y mirarlo. Sacudió su cabeza. —Todavía no, pero la noche aún es joven, y yo también.

 

—Hay unos cuantos nuevos lobos aquí esta noche, algunos muy bonitos. Tal vez tengas suerte. Chanyeol se encogió de hombros mientras miraba alrededor de la zona en busca de la gente en el claro. Quería encontrar a su compañero, todos los lobos sin pareja lo hacían. Era una necesidad que tenían arraigada en ellos desde antes de nacer. Chanyeol había pasado un tiempo difícil buscando una pareja que le gustara a su lobo tanto como a él.

 

Encontrar un compañero era un proceso incómodo. Su lobo tenía que estar tan enganchado como él. A Chanyeol le gustaban las relaciones simples con hombres que entendieran que él era el jefe, mientras que a su lobo le gustaban bastante los chicos lindos que necesitaban demasiada atención.

Como Beta de su clan, Chanyeol no tenía mucho tiempo para dedicar a un compañero. Hacía mucho tiempo había tomado la decisión de que una pareja de alto mantenimiento no era para él. Ahora, si tan sólo pudiera convencer a su lobo de eso.

 

—No estoy mucho en lo de los chicos lindos, Sehun. Toman demasiado trabajo. Pero ya veremos —dijo.

 

Justo al llegar hasta la multitud, Chanyeol vio un destello azul por el rabillo del ojo. Se volvió para mirar por encima de la gente que asistía a la fiesta, sintiéndose más intrigado de lo que estuvo en años. Sus ojos se abrieron con asombro a la impresionante vista que tenía delante.

 

Un par de ojos azules cargados de delineador negro se bloquearon momentáneamente con los suyos, y se sintió demasiado aturdido para moverse. El hombre que miraba a través de la multitud era la criatura más hermosa en la que alguna vez había puesto sus ojos. De cabello corto negro y con flequillo cubriendo su frente, pecho estrecho, caderas delgadas, esbeltas piernas... era perfecto. Chanyeol estaba fascinado, intrigado, y al instante duro como una roca. Quería llegar a través de la multitud de personas y apoderarse de la visión que tenía frente a él, atrayendo al hombre a su espacio.

 

Podía sentir la conexión inmediata con el hombre más pequeño. Su lobo interior se asentó y rugió, y luego jadeó. Quería salir. Quería reclamar a su compañero. Chanyeol supo de repente que el hombre sexy era su futuro. Gimió. Con sólo mirar al pequeño y hermoso hombre podía decir que tendría problemas. Tenía escrito sobre él ‘de mucho mantenimiento’. Su lobo gruñó queriendo salir, listo para reclamar a su compañero, mientras que Chanyeol sólo quería salir disparado en otra dirección y pretender que no lo había visto nunca.

 

Antes de que pudiera llegar a una decisión, el hombre fue retirado de su vista por una mano en su hombro. Una repentina veta posesiva le atravesó el cuerpo y no pudo controlar el profundo gruñido que salió de sus dientes apretados.

Los músculos de sus hombros se tensaron y sus manos se apretaron en puños. Podía sentir la tensión que pasó a través de su cuerpo cuando su lobo estuvo dispuesto a luchar por su pareja. El vello en la parte posterior de su cuello se erizó. Chanyeol tenía una imperiosa necesidad de romper al hombre a quien pertenecía la mano que estaba sobre el que de repente consideraba suyo.

Moviéndose rápidamente a través de la multitud, Chanyeol se dirigió hacia el centro del claro, donde varias personas estaban bailando. Podía ver al hombre de cabello negro luchar contra un hombre mucho más grande vestido

de cuero, sus pequeños puños golpeando contra el que lo sostenía.

 

Chanyeol volvió a gruñir. Esta vez no trató de suprimir su rugido. En su lugar, dejó que tuviera vía libre, cada vez más fuerte, y rápidamente cubrió el suelo entre él y el objeto de sus deseos. La multitud de personas entre ambos se separaron con pánico, despejando el camino para Chanyeol.

 

Agarró el hombre más grande alrededor del cuello con una mano y lo mantuvo suspendido unos centímetros por encima del suelo. Con la otra mano agarró el brazo del más pequeño y lo acercó a su lado, dándole seguridad.

 

—¡Es mío! —Chanyeol gruñó al hombre que sostenía por el cuello. Incluso mientras luchaba por controlar a su lobo interior que luchaba por salir y romper en pedazos al hombre, el más suave y delicioso aroma que alguna vez hubiera olido flotaba en el aire.

 

—Estábamos bailando —se atragantó el hombre.

 

Sus palabras sacaron a Chanyeol de su anhelo de más del olor maravilloso. Nunca había olido algo tan fantástico, tan excitante, en su vida. Su lobo volvió a rugir, arañando las entrañas de Chanyeol para salir.

 

—Nunca estuve de acuerdo en bailar contigo —gritó el hombre pequeño al lado de Chanyeol. Chanyeol ocultó su sonrisa cuando las manos del hombrecillo se apretaron en puños y se abalanzó hacia el hombre que estaba en sus garras. Parecía que su compañero tenía un poco de mal genio.

 

—Es mío —dijo Chanyeol. Frunció el ceño con sorpresa, y sólo con un poco de confusión, cuando el hombre se rio ásperamente.

 

—Vas a lamentar esa decisión. —Los siniestros ojos del hombre se volvieron para mirar al pequeño clavado contra el costado de Chanyeol—. Baekhyun es humano. No puedes confiar en él. No se puede confiar en los chicos lindos como él. Nunca.

 

Chanyeol miró al hombre por un momento y luego lo lanzó a varios metros de distancia. —Vete —dijo mientras observaba al hombre ponerse en pie. Lo miró hasta que salió corriendo de su vista antes de mirar hacia abajo a los profundos y abiertos ojos azules delineados de Baek, lo que hacía que se vieran enormes en su cara. Todo su cuerpo temblaba. Sus manos agarraron el brazo de Chanyeol con dedos blancos. Chanyeol podía oler el miedo y la ira rodando fuera de Baek en grandes olas, pero el hombre siguió al resplandor después de su agresor.

 

—Ahora estás a salvo, Baek —dijo Chanyeol tan suave como su profunda voz le permitía. Chanyeol casi se cayó en estado de shock cuando Baek se apartó de él sólo para mirar hacia arriba, con los ojos disparando llamas.

 

—No necesito tu ayuda —dijo mientras reposicionaba las falsas orejas de lobo en la parte superior de su cabeza—. Podría haberme sacado de encima a ese cabeza de polla yo solo.

 

—¿Cabeza de polla? —Chanyeol preguntó. Una ceja oscura se disparó y una pequeña sonrisa cruzó sus labios. No pudo evitar reírse cuando Baek rodó los ojos. El hombre era simplemente fascinante.

 

 

Notas finales:

 

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