No puedo dormir, estoy torciéndome en mi cama hace como dos horas desde que me acosté a “dormir”, no puedo dejar de pensar en eso; mi padre me pregunto qué me pasaba, porque entrando a la casa me acosté en la sala y no decía nada, solo tenía la mirada perdida a través de la ventana.
¿Por qué Luis me abra dado aquel beso? Pero, pensándolo ahora ¿Por qué no le reclame nada cuando me lo dio? Solo deje que se fuera… pero él, al parecer que no le molesto al contrario, le agrado hacerlo, se notaba en la sonrisa que soltaba cuando se estaba yendo; mi corazón se aceleró de inmediato desde sus labios tocaron mi mejilla, se sintió muy suave tan delicado… ehhhhh ¿Por qué pienso de esa manera acerca de ese beso?, debo de decirle algo mañana, algo como ¿Cómo te atreviste hacer eso? O ¿por qué no me avisaste al menos?, ¿¡qué!? ¿Por qué no me siento enojado al respecto? Si no que estoy dando tantas vueltas al asunto, los hombres no se deben de besar de esa manera, él no debe de besar a los hombres, pero por algún otro motivo, no me molesta, pero… Ahhhh mi entrepierna está reaccionando ¿Por qué? No me he tocado para nada, ni me imaginado nada sexual… no creo que solo pensar en ese beso me allá sentido así, ya me dio más sueño, creo que intentare dormir de nuevo, a ver si así se me olvida esa situación…
- ¡Hijo! ¡ya despierta! Ya es tarde! – los gritos de mi padre me despertaron, ¡no puede ser! De nuevo me quede dormido! Salí de mi cama muy rápido para poder meterme a bañar e ir a desayunar, si es que me da tiempo.
La escuela, suele ser tediosa con tanta tarea que ponen en la primera semana de clases, vuelvo a llegar justo a tiempo, a un no llega el maestro, así que Marco y Luca, que son los que han llegado, fuimos rápido hacia la cafetería para poder comprar una gaseosa para poder despertarme mejor.
- Hey David, ¿a dónde saliste ayer con ese chico de primero? – me pregunto Luca.
- Ehh pues, a la plaza comercial del centro, fuimos a ver algunas cosas – le dije sin voltear a mirarlo, sé que no es justo decirles mentiras a mis amigos, ya que entre nosotros somos muy confiados y nos expresarnos como nosotros queremos, aunque sean algo tontos, son buenos amigos en ese aspecto, pero nunca ha pasado que a alguien de nosotros le haya dado un beso un chico y no sé cómo vallan a reaccionar.
- Ah mira, queriendo hacer amigos con los nuevos, pues deberías de cuidarte, ya vez como son los de tercero cuando ven que están ayudando a ellos – me dijo de nuevo Luca.
Ya íbamos saliendo de la cafetería, que está junto a los salones de primero, cuando lo volví a ver, ahora llevaba el uniforme casual, sus lentes rectangulares grises, su cabello igual de despeinado, no lo puedo negar, se ve muy bien, él volteo a verme, mi corazón está volviendo a latir rápido como ayer, me dejo congelado, sus ojos se ven más azules que antes y su sonrisa, de nuevo... no, no puedo seguir mirándolo, siento que mi cara se empieza a sentir caliente y mi entrepierna… de pronto siento que Marco me llama, me habían dejado atrás y él vino a ver que me había pasado, me jalo de la sudadera y me llevo consigo para el salón, cuando nos alejábamos, Luis me seguía con la mirada, hasta que lo perdí de vista.
Ahhhh ¡Concéntrate! ¡Concéntrate! Ya no pienses en eso, debo de prestar atención a la clase de biología, no puedo, no puedo dejar de pensar en esa mirada, que nadie me había dado antes, ese chico tiene algo que qué sé yo, además le dije que jugaríamos en el recreo, me está volviendo loco.
- Joven David, ¿podrá explicarnos el tema que estábamos viendo antes de que nos interrumpiera con sus gritos? - me dijo el maestro, y yo volteando a todos lados, ya que todos me voltearan a ver, bueno esa es la desventaja de estar sentado hasta la parte atrás del salón.
- Eh maestro, no sé, no me acuerdo – dije todo avergonzado.
Suena el timbre, me salvo de pasar más vergüenza en el salón, pero… ¡no! Es el recreo, y tengo que ver a Luis, pero, de verdad ¿lo tendré que ver? Bueno si se acerca, ya tendré que jugar con él, pero mientras, no creo acércame a la cancha.
- Vamos David, hay que ir a jugar, ¡rápido! – me decía Luca saliendo corriendo del salón y llevándome casi arrastrando del brazo.
Bueno, ahora estoy aquí con Luca y Rodrigo jugando basquetbol, no pude negarme, me gusta mucho el básquet como para dejar pasar un día sin jugar.
- Hola, ¿puedo jugar con ustedes? – escuche una voz que se encontraba atrás de mí, esa voz, ya sé quién es, no voltee a verlo, no podía, así que decidí hacer unas canastas, pero mis compañeros me voltearon a ver, creyendo que iba a decir algo respecto a esa petición.
- Emm claro, juega conmigo – le dijo Rodrigo al ver que nadie reaccionaba.
Yo estaba en el equipo contrario, pude ver que Luis sabe jugar muy bien, así como yo Jajaja pero cuando intentó quitarle el balón de las manos, él pone su cuerpo contra mí, dándome la espalda, debe de ser mi imaginación, creo que su trasero toca mi entrepierna, mi cuerpo… empieza a reaccionar, me quito caminando hacia atrás para que lo notara nadie, él solo me voltea a ver con esa sonrisa que me deja congelado, porque no fue como las demás, sino que era más de una manera traviesa.
- Chicos me tengo que ir, olvide mi lunch en el salón, nos vemos – no pude hacer una excusa más ridícula para poder irme de ahí, no espere sus respuestas y me fui corriendo hacia la parte de atrás del edificio del salón donde nadie me veía, no puedo seguir así, ¿Qué le sucede a ese chico? Su trasero estaba rozando con mi entrepierna, y mi miembro reaccionaba a eso, ¿por qué?, no me interesan los chicos, no soy gay, pero últimamente he estado pensado en Luis, pero no de esa manera, pero mi cuerpo aun así reacciona de esa manera.
- Hola – no puede ser, él otra vez, está agitado y sudado pero hace que su rostro brille por los rayos del sol, se ve muy… atractivo
- H-hola
- Oye te fuiste muy rápido, y falta 5 minutos para entrar a clases, ¿estás bien?
- ¿Eh? – me distraje con su rostro y no entendí lo que me dijo.
- pregunte que si estás bien – me volvió a decir, pero ahora con la misma sonrisa que me trae loco.
- Este, si gracias, ¿por qué? – no podía ser más frio y directo con él, no puedo pensar correctamente estando él mirándome de frente.
- Bueno, desde la mañana que te volteo a ver y te me quedas viendo con la misma cara que me das ahora – me dijo él riendo, ¿le parece divertido todo esto? Ahora es el momento, no puedo dejar de pensar en aquel beso que me dio ayer y quiero saber porque me lo dio – oye, ¿Por qué me diste aquel beso ayer? ¿Acaso te gusto? – bueno eso último se me ocurrió de pronto, no había pensado en eso.
- Claro que me gustas, eres guapo y me gusta hacerte sonrojar como ahora, ¿no es obvio?
- ¿Qué? ¿Tú lo has hecho porque te gusto? No puede ser… - le dije conmocionado por la respuesta que me dio, acaso ¿esperaba que me dijera que era puro accidente?
- Por supuesto, ya te dije que me gustas – su cara, su cara no muestra ningún signo de vergüenza ni pena, ¿por qué?
- Entonces, por eso me diste aquel beso, ¿no sabes cómo me haces sentir? Estoy volviéndome loco desde ese momento, no puedo dejar de pensar en ti desde ese beso… - sonó el timbre que señala que debemos de entrar a clases.
- Ouh bueno, mira, me gustas y te prometo que te gustara… - no otra vez, se acerca de nuevo, pero ahora no a dirección a mi mejilla, ¿¡Qué!? Sus labios, son cálidos, son suaves, pero le correspondo con los labios firmes, no me dejare tan fácil.
- Jajaja te pones difícil, bueno, con el tiempo te gustara, créeme…
No pudo ser más atrevido, se fue a su salón y yo me quede pasmado en el mismo lugar en que me encontraba sin moverme, toque mis labios, los saboreé tiene un sabor extrañamente agradable, no, no puede ser, ¿me gusto ese beso?
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