El chico curioso y con rostro de niña se llamaba Luhan y el boca de gato Jongdae, aunque se había autonombrado como Chen, diciendo que ese era su nombre artístico.
Los tres chicos habían seguido a Kyungsoo hasta su habitación, el dueño de la casa aun estaba con la camisa ancha y los pantalones desgastados que usaba a modo pijama cuando bajó a la cocina y comenzó a preparar algo para picar.
Se quedó mirando a la nada mientras su leche se calentaba en el microondas y hasta que no sonó el pitido avisando de que ya estaba, no salió de su ensoñación.
-¿Te ayudo?
La voz de Baekhyun lo asustó, estaba bajo el marco de la puerta, apoyado y con una sonrisa. Hasta ese momento Kyungsoo no se había dado cuenta de lo agotado que estaba, pues él solía ser muy atento y se daba cuenta enseguida de si había alguien más cuando estaba en una sala.
-Sí –y le tendió una bandeja con snaks salados y dulces, mientras él cogía la de las bebidas.
Subieron las escaleras con cuidado de que no se cayera nada de las bandejas y cuando estaban a punto de entrar al cuarto, un peso muerto cayó sobre los hombros de Baekhyun, el cual se quedó estático y petrificado cuando se dio cuenta de que un cuerpo femenino lo abrazaba.
-Soo-oppa –gruñó la chica moviendo la cabeza de un lado a otro, frotando la nariz contra el cuello de Baekhyun -¿hoy estas más alto?
Kyungsoo se puso pálido y dejó la bandeja en el suelo corriendo a donde estaba Baekhyun y quitándole de encima a ese precioso cuerpo femenino cubierto solo por una camisa de tirantes y unos pantalones cortos de dormir.
Su pelo color caoba cayó por el pecho de Kyungsoo cuando la sostuvo entre sus brazos, abrazándola por la cintura.
-Mi bebe –dijo con voz dulce abrazándose al chico –eres lo más dulce del mundo. Te quiero mucho Soo-oppa.
Baekhyun aun miraba la escena atónito y para su sorpresa por la puerta de su cuarto se asomaban dos cabezas curiosas. Kyungsoo les hizo una señal para que entraran al cuarto y él se metió al otro arrastrándola con él.
Cuando la volvió a acostar suspiró y recogió un poco la ropa que había tirada por el suelo y salió. La bandeja no estaba donde él la había dejado, así que supuso que Baekhyun también la había recogido.
Cuando entró a su cuarto, tres pares de ojos acusadores lo miraban con curiosidad.
-¿Quién es ese pivón? –Exclamó Baekhyun mientras se pasaba la mano por los labios, como si se estuviera limpiando la boca -¿Es tu novia?
-No.
-¿Tu hermana? –preguntó esta vez Luhan echándose un poco hacia delante.
-No.
-¿Entonces? –dijeron los tres a la vez.
-Es mi madre –dijo sosteniendo su taza de leche entre sus manos.
-¡¿Tu madre?! -Dijeron los tres a la vez.
Kyungsoo asintió.
-Está buenísima –dijo Baekhyun a lo que Kyungsoo le dio un golpe en el brazo -¿Es muy joven no?
Kyungsoo asintió de nuevo y se levantó para sacarse la ropa del armario.
-Me tuvo siento muy joven –contestó mientras sacaba una camisa y unos pantalones.
-¡Espera! –exclamó Baekhyun asustando a Kyungsoo –si he venido tan temprano a tu casa es por algo –y se levantó poniéndose a su lado y mirando en su armario, pero entonces lo echó a un lado y comenzó a rebuscar, sacó unos vaqueros algo desgastados y los lanzó sobre la cama y enseguida encontró lo que buscaba, una camisa sin mangas de color negro y rojo –. Póntelo.
Kyungsoo miró la ropa y luego a Baekhyun.
-Pero si hace frío.
Parecía que ante esas palabras él cara bonita reaccionó y se levantó de donde estaba y le tendió su chupa de cuero.
-Te la regalo, tengo muchas.
El menor iba a protestar pero entonces vio como Baekhyun se ponía un dedo sobre los labios como pidiéndole silencio. Finalmente hizo un puchero y comenzó a vestirse.