One Shot.
Diferentes sensaciones recorrían mi cuerpo, era extremadamente excitante estar con él así.
-Sebastián, sigue... Así!-No me agradaba para nada rogarle, pero no podía evitarlo.-
Cada vez el ritmo de sus embestidas aumentaban. Estaba a puntó de llegar al orgasmo.
Se movia, entraba y salia, Sebastián tenia una mirada llena de lujuria.
- Me... voy... a... correr...-Le anuncié.- Él sólo se limitó a asentir y hacerme prisionero de sus besos, los labios de Sebastián eran tan dulces, una mezcla de canela con algo que no puedo identificar.
Me corrí, se sentía tan bien. Ambos estábamos agitados, luego de unos segundos nuestra respiración se normalizo. Sebastián estaba intentando decir algo, cosa que no oí, algo me molestaba.
Y allí escuché un sonido, unas cortinas abriéndose y una mirada posada en mi.
Abrí lentamente mis ojos y caí en cuenta que había tenido otro sueño.
- Joven amo...-Me miraba con su típica sonrisa burlona que odio y amo.
Me moví incómodo y estaba humedo, ya entiendo el porqué la mirada de Sebastián.
- Preparame el baño.-Fue lo unico que dije.
- Oh joven amo, si que esta creciendo, otro sueño humedo?-Ahora su sonrisa era más notable, Sebastián siempre era tan insolente.
- Tsh...Limitate a cumplir con mi orden.-
Estabamos allí, Sebastián y yo. Era tan incómodo que él, la causa de mis sueños me bañe. Al terminar decidí vestirme solo, por alguna razón me incomodaba más que Sebastián me vistiera.
Fui a desayunar, tenía trabajo que hacer, aunque era una excusa para no ver a Sebastián.
Me encontraba sentado en mi escritorio firmando papeles, podría haber firmado cualquier cosa y aun así no me daría cuenta, estaba sumido en mis pensamientos. Era desconcertante soñar con mi mayordomo, y aunque me doliera admitirlo estaba enamorado de mi insolente demonio-mayordomo, no sé cuando ni porqué pero lo estaba.
- Joven amo, le ocurre algo?-En algún momento Sebastián había entrado a la habitación.
Sacudí mi cabeza, pase la mano por mi frente limpiando la gota de sudor que caía.
- No me ocurre nada... Por cierto, llama antes de entrar.- Me miró con curiosidad.
- Pero si golpeé varias veces, y como no escuche respuesta decidí entrar.-
Decidí no contestar, no tenía ganas de verlo. Se quedó mirándome en espera de una respuesta. Quería que se vaya lo antes posible, no pude evitar mirar su rostro cada facción que tenía era perfecta, el era perfecto.
Recordé el sueño que había tenido y no pude evitar sonrojarme. Tragué saliva e intenté formular palabras, estaba agitado, no podía permitir que el me vea en ese estado.
- Y bien, a que has venido?-Fue lo único que pude decir.
- Llego una carta de la reina.-Dijo entregándome la misma. La abrí, al menos me distraería leerla.
- Sebastián prepara el carruaje lo antes posible.-
- Yes my lord...-Y desapareció.
Luego de unos segundos volvio para decirme que el carruaje estaba listo, ya adentro Sebastián me miraba curioso.
- Cual es el caso joven amo?...-
- Ninguno, es un baile y el perro guardián de la reina no podía faltar...-
- Oh... Ya entiendo, ha mejorado en el baile joven amo?...- Su sonrisa era distinta a la de siempre, era burlona pero no tanto.
- No pienso bailar, nos aremos presentes y luego nos iremos...-
- La cabeza de la familia Phantomhive no sabe bailar, es irónico... -
- Callate idiota, tengo trabajo que hacer y otras cosas.- En su hermoso rostro se ampliaba una sonrisa burlona.
- Esos sueños si que lo tiene histérico joven amo... - Lo ignoré, mientras no supiera que los malditos sueños eran causados por el, esta bien.
Un incómodo silencio inundaba el carruaje, Sebastián me miraba... Raro. Cada tanto observaba su rostro y su cuerpo sin que se diera cuenta.
Nunca me iba a cansar de decir que era perfecto. Me estaba excitando solo por verlo, debía hacer algo... Pero no sabía que. Había comenzado a sudar, lo peor... Sebastián en ese momento me miró...
- Joven amo que le ocurre?- Fingía preocupación, pero se notaba a leguas que quería estallar de la risa.
No lo resistia más... Lo tome de la camisa y junte nuestros labios como en el sueño... Nos separamos por falta de aire.
- Joven amo... Esta seguro de lo que esta haciendo?... -Tenía una mirada total de lujuria.
- Claro... Que... Lo estoy... -Me sonroje.
- Entonces me dejara hacerlo mio?...-
Por un momento pense que era otro sueño.... Pero no, era real, Sebastian me lo decía enserio. Asentí y nos besamos nuevamente... Me saco toda la ropa tan rapido que me quede atonito...
- Que curre? ¿Se arrepiente, joven amo?...- Me lo decia con una mirada burlona y lujuriosa.
- Claro que no! - Jamas me arrpentiría- Espere esto mucho tiempo...- Aquello ultimo había salido solo, me sonroje tanto que creí que iba a estallar.Me beso el cuello, dejando claras marcas, paso por todo mi abdomen hasta que llego a mi pene, se lo metio a la boca, parecia disfrutarlo tanto.
Succionaba y mordía, yo solo podía gemir... Se sentía tan bien... Ya no podía más, necesitaba que este dentro de mi.
- Sebas... Sebastian, hazlo... solo... entra de una vez.... - Le diije entre gemidos.
El se limito a sonreír y abrirme las piernas. Un nerviosismo me recorrió ya que era mi primera vez... Pero, Sebastián no sería capaz de lastimarme, en fin solo confiaría en él.
Sebastián se lamió un dedo, lo miré como un niño asustado y el se dio cuenta de eso.
- Es para dilatar su entrada joven amo.... - Me sonrió sinceramente y añadió... - No tema, nunca le haría daño, tal vez duela un poco pero... - Lo interrumpí.... -
- Tú solo házlo!... - Me miró sorprendido por mi desesperación y asintió. Introdujo su dedo sin más, yo solo podía soltar lágrimas y gemir. A medida que movía su dedo, el dolor se volvía placer.
Mis gemidos excitaban a Sebastián, empezó a mover su dedo más, luego introdujo otro... Luego otro y otro más, cuatro dedos yacían moviéndose dentro de mí, me volvía loco, quería más, corrección, quería a Sebastián dentro.
Lo que iba a hacer iba en contra de mi orgullo, pero no me importaba nada. Me estaba desesperando cada vez más.
- Joder Sebastián.... Entra de una puta vez! - Decir que iba a morir si él no entraba era una exageración, pero es lo que sentía.
Mientras por mi mente pasaban quien sabe cuantos pensamientos sin sentido (Nada de eso tenía sentido xD) sentí un dolor y claro.... Sebastián había entrado de una sola embestida, no me preocupaba el dolor, ya que muy pronto sería placer... Y así fue.
Sebastián se movía con gentileza por así decirlo, pero yo quería más...
- Más... Más... Rápido... -
Cumpliendo mis órdenes Sebastián aumentó las embestidas, mientras hacía eso lamía el lóbulo de mi oreja y me susurraba cosas. Me hizo gemir tanto, enrolle mis dedos en su cabello. Estaba a punto de llegar al orgasmo...
- Sebastián... Estoy... Apunto... -
Tragó saliva y se preparó para hablar...
- Esperé un poco más... Así... Nos... Corremos juntos... - Me sorprendió que haya dicho aquello... Asentí y el aumentó aún más las embestidas... Hasta que llego... Ambos nos corrimos, era tan placentero...
Sebastián salio dentro de mi y se acostó a mi lado. (Cabe recalcar que estaban acostados en el piso del carruaje xD deberían agradecer que el viaje era largo UwU).
- Sebastián... Dilé al chofer que volvamos a la mansión... - Dije al borde del sueño, no iría así al baile obviamente...
Se vistió rápidamente y se fue, a los segundos volvió.
- Ya se lo comuniqué joven amo... - Lo miré, tenía una sonrisa hermosa, cada vez lo amaba más...
- Que ocurre?... - Me miró curioso...
- Estoy exhausto, acuéstate a mi lado, quiero tenerte cerca... - Me miró con.... Ternura?
- Con gusto, Joven amo... - Y me sonrió... Se acosto a mi lado y me abrazó, me sentía seguro estando con el...
- Dime Ciel... - Le dije cerrando mis ojos. Me miró curioso y diría feliz.
- Esta bien Ciel, te amo... - Y al finalizar la frase me besó levemente los labios....
- También te amo Sebastián... - Pude sentir que sonrió con satisfacción...
FIN.