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My lost love (Kaisoo) por DrewDo

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Notas del capitulo:

Holaaa<3.

He llegado con un nuevo cap. & creo que esta largo, JAJAJAJ:( no sé ustedes pero pienso que si lkasdñ.

Bueno, ojalá les guste & así. 

A leer;---;.

Una semana después…

 

–Kyunggie, hijo, vamos ayúdame con las maletas– Dijo el Señora Do.

–Mira cuanta basura– Dijo el Señor Do.

–Tranquilo cariño, esta es la última caja–

– ¡Mamá! ¿Dónde llevo esto? – Pregunto.

– ¡Súbelas al camión!-  Grito la mujer mientras sacaba su cámara de video y se complicaba un instante al no recordar que botón presionar– ¡Kyunggie, saluda a la cámara!

El Señor Do rió ante la emoción de su esposa al mudarse. Cargo varias cajas en una sola vuelta y las acomodo en el camión de mudanzas al que habían llamado.

– ¿Qué te pasa con la cámara? –

–Estoy grabando nuestro nuevo cambio de vida. Cariño, di “hola” –

– ¡Hola! – Pronuncio entusiasmado junto a la mujer con la que estaba bastante apegado y repartía cortos besos a su rostro.

 

 

 

–Tus padres se ven felices, Soo– Animó Suho.

–Lo están– Respondió después de echarle una ojeada al viejo lugar con nostalgia.

–Vamos Kyungsoo, todo irá bien en Seúl –

–No voy a durar ni tres días allá–

–Baekhyun y yo llamaremos todos los días; además, podrás conocer a muchas personas–

– ¿Y Baekhyun? – Omitió su conversación con su hyung.

–Él dijo que iría por algunas cosas y…– Fue interrumpido por un grito proveniente de un Baekhyun que corría a velocidad.

– ¡Hey, chicos! – Al llegar se detuvo frente a ellos sujetando sus rodillas cuando inhalaba y exhalaba para recuperar el aire perdido.

– ¿A dónde has ido? – Cuestiono el pelinegro y observo que este tenía detrás una mochila.

–Baek, no podrás ir con Soo– Dijo Suho.

Suspiro frustrado –Lo sé pero quiero que te lleves esto Soo, no la abras hasta que llegues– Advirtió.

– ¿En una mochila? –

–Sí, una mochila, no la abras hasta llegar– Repitió.

Kyungsoo asintió sosteniendo aquella mochila.

Ya había pasado una semana desde que acordó su padre la mudanza a su nuevo hogar en Seúl, nuevo instituto, nuevos vecinos y toda la demás gente que pudo haber conocido desde que comenzó a crecer.

Iba a extrañar su hogar, una simple casa en donde vivió gran parte de su infancia con sus amigos que lo acompañaban a su partida. En cambio, estaba nervioso, no sabía cómo reaccionar ante sus nuevos compañeros de clase.

¿Cómo serían?

¿Amables?

¿Amistosos?

¿O simples “mal educados”?

Él no quería irse y justo a fin de suaño escolar, la estaría pasando muy estresado en los próximos siguientes días.

– ¡Kyungsoo, es hora de irnos! – Anuncio su padre.

Al escucharlo, sus dos amigos sonrieron con añoranza y lo estrecharon entre sus brazos a un gran abrazo de tres.

–Te vamos a echar de menos, Dodo –

Suho asintió un par de veces y lo reconforto con varias palmadas en hombro.

–También yo –

– ¡Kyunggie! – Grito su madre con prisa.

Les dio la mirada una vez más con una gran sonrisa de tristeza y se alejó de ellos para subir al tren que ya lo esperaba abordo con sus padres.

 

El tren estaba marchando. Kyungsoo miraba por la ventana como sus dos amigos lo despedían y el lugar se alejaba.

Enseguida entrego al personal su boleto, donde le indico que en el vagón 1 con el número de asiento 7 que le correspondía su asiento y se dirigió hasta encontrar este dicho.

Busco el número que se le había dado en su boleto y, al encontrarlo acomodo su poco equipaje que tenía y que le permitieron sacar del camión de mudanzas que pronto deberían estar ya en su nuevo hogar.

Kyungsoo se acomodó lo más que pudo para no tener una postura lo menos incómoda para que después no le diera el molestoso dolor en el trasero por estar todo el camino sentado y saco su reproductor para entretenerse en el viaje.

“Nueva vida, aquí voy…”

 

– ¡Ahh! – Grito el de ojos grandes al sentir un peso sobre sus piernas–

-Como lo siento, como lo siento- Repitió el culpable del grito del joven Do que se incorporó rápidamente para disculparse y ordenando sus ropas.

Él negó con calma, sonrió y dio a entender que no pasaba nada por aquel accidente.

– ¿Estas bien? ¿Necesitas ayuda? –

–Sí, no fue nada solo que…- dudo un poco- aún no encuentro mi asiento–

– ¿Qué número tienes?- Pregunto el pelinegro.

–Hmm… – Saco del bolsillo su boleto y empezó a revisar el dedazo de papel – Aquí dice: vagón 1, asiento 8–

–En ese caso, déjame ayudarte con tu maleta. Tu lugar es junto al mío-  Sonrió.

El otro chico asintió a la amabilidad del otro hacía sus pertenencias y ambos tomaron asiento de una vez.

–Creo que comencé con el pie izquierdo – Ambos rieron  –Mi nombre es  Luhan–

–Kyungsoo–

– ¿Vas a Seúl de paseo, Kyungsoo? –

–De hecho es una mudanza– Bufo – ¿Qué hay de ti? Tu coreano es horrible– Bromeo.

– ¿Lo crees? – pregunto preocupado a lo que el otro negó– En realidad soy chino y he vivido en Goyang por casi un año pero hace poco opte por vivir en Seúl–

– ¿Vives sólo? – Luhan asintió –Para verte menor, me sorprende–

–Tengo una licencia de conducir– Sueltó de repente.

Se sorprendió, el muchacho no parecía mayor que él, de hecho parecía menor a él.

Cuando Luhan le mostro de la licencia que había mencionado, pudo notar que estaba en lo incorrecto pensando en que sería menor. Luhan de 20 años, le llevaba por 3 años y a pesar de ello se veía como todo un niño.

El castaño rojizo le había contado las razones por las cuales viajo hasta Corea, no acompañado de sus padres quien no había podido saber de ellos desde hace tiempo.

 

Ambos charlaron más, no era a menudo que Kyungsoo hiciera amistades tan de repente, pero Luhan pudo hacer excepción en ese caso. Era una buena persona, amable y amistoso en el sentido. Tal vez llegasen a ser muy buenos amigos cuando estén en Seúl, si es que vayan a verse de nuevo.

Después de todo, no era un mal comienzo.

 

 

Ya había pasado una hora con diecinueve minutos desde que partieron a su nuevo destino, en tan poco tiempo sintió a Luhan como su hyung, pero pensó en que se le haría extraño si lo llamaba así cuando apenas tenían ese tiempo de conocidos.

Cuando por fin el tren se detuvo, bajaron las pocas pertenencias que pudieron traer, revisaron que no se nos haya olvidado alguna cosa y salieron de ahí.

El gran problema que se presentó cuando Luhan y él ya estaban fuera del tren, fue que para ser una estación de tren estaba lo bastante lleno como para ver a sus padres. No podía creer que fuese como un niño perdido pero lo estaba. Estaba en pánico por no saber dónde estaban sus padres, buscaba entre las personas que pasaban una y otra vez pero nada, no había rastro de sus padres.

–Fue un gusto conocerte Kyungsoo, ojala no sea la última vez que nos veamos– Se despidió Luhan.

– ¿Ya te vas? – Luhan asintió – ¿No puedes quedarte un rato más? –

–Tengo que ir a desempacar, seguramente ya dejaron las cosas en mi departamento–

–Déjame acompañarte, esto está muy solo–

Rió el castaño rojizo –Esto está lleno de gente– justo ahí entendió la razón – ¿Vienes acompañado? –

–No logro ver a mis padres– Chillo.

– ¿Por qué no los llamas? –

–Lo intento pero no hay señal– Dijo con el móvil junto a su oído teniendo esperanzas que resultaban en vano.

–Ven conmigo, se hará tarde si sigues llamando aquí– Invito Luhan.

Al salir de la estación tomaron el primer taxi que vieron y el mayor le dio la dirección al taxista para que este los llevara a dicho departamento.

Kyungsoo agradecía la amabilidad de su nueva amistad, sin él, lo más seguro era que se hubiera quedado hasta que toda esa gente se fuera y el lugar quedará solo hasta que sus padres lo buscaran a él.  

Luhan pago al taxista y se encamino hacía su departamento. Conocía el lugar sin necesidad de una dirección que hubiese anotado, puesto que ya había visitado antes de su mudanza.

Para cuando se adentraron al departamento, el menor se emocionó al ver el panorama que tenía dentro: el piso de madera, una parte de las paredes era de un tono azul verdoso y las demás tenían un color blanco; también se percató de varias puertas donde pensó que alguna de ellas podría ser la habitación, el baño u otras espacios, se encamino al ver una gran ventana con los marcos blancos y fuera de ella estaba un balcón. Realmente era cómodo aquel departamento a pesar de las cajas que habían dejado en todo lo que supuso que sería la sala.

El mayor recibió halagos por parte de Kyungsoo,  lo ayudo a desempacar y a ordenar las cosas que se encontraban dentro de las cajas. Ya había pasado un rato desde que llegaron y aún no sabía de sus padres, no tenía ni una llamada de ellos.

–Deberías llamarlos–

Este obedeció, saco su móvil pero este estaba apagado. Ahora sabía porque sus padres no lo habían llamado.

Lo encendió y ya tenía 11 llamadas perdidas e hizo una nueva.

– ¿Mamá? –

– ¡Kyunggie, cariño! ¿¡Donde estas!? ¿¡Estas bien!? – Grito la mujer del otro lado de la línea.

–Estoy con Luhan y estoy bien, mamá–

– ¿Quién es Luhan? ¿Dónde es “estoy con Luhan”? ¿Es una dirección?–Interrogo.

–Lo conocí en el tren, me ayudo y me dejo venir a su departamento –

El niño perdido tuvo que pasarle la llamada a Luhan, mientras este explicaba que había pasado para que su madre estuviera más tranquila y pronto pasarían a recogerlo; por suerte, estaba lo bastante cerca de la nueva casa de Kyungsoo así que no habría problema en que los padres se complicarán al buscarlo.

Cuando sus padres llegaron por él, la madre agradeció a Luhan por cuidar de su hijo casi al llanto, cosa que preocupo al mayor.

Kyungsoo le había prometido venir a verlo sin antes de intercambiar números y volver a su casa.

Notas finales:

¿&? ¿Qué tal?

Me gustaría leer sus opiniones LOL & si gustan escribirme & así klasdñ. Pero sino pos no[??].

Nos vemos en el próximo cap.<3


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