POV Jongin
Asco.
Sentí un completo asco al recordar cómo estaba tan dentro de la puta que se me había insinuado; no lo digo por mí, sería una terrible mentira porque… ¡Vamos, seamos sinceros! A simple vista este cuerpo y el fiel amigo que me cargo siempre saldríamos como los más deseados por las zorras que tenía con la legua en mis zapatos.
Y volviendo a la situación en que me encontraba, la razón por la que me daba un asco inmenso fue porque aquella de nombre que no recuerdo no me hizo llegar a mi gusto, más bien, no me hizo llegar y como dicen “las apariencias engañan” por lo cierto que estaban esas letras que al principio creí que al menos podría saciarme hasta la tarde pero todo fue un desastre por mucho que pensara en buscar una mujer promiscua, tener sexo virtual o simplemente pedirle a mi sensual vecino que me diera un poco de placer. Mi día de sexo caliente se fue a la basura.
Cuando termine de mi asquerosa y fallida sesión de sexo, salí del sótano de su casa donde había sido aquel encuentro sexual.
Cruce la puerta dispuesto a regresar a casa o ir por un café para pasar el rato, buscando alguna victima para mañana, lo que se me viniera en el momento. Iban a dar las 9 p.m. ya no traía tantas ganas como hace un rato que termino arruinado. Debería preguntar la calidad antes de comer.
Comencé mi lenta caminata mirando al par de parejas que estaban caminando hacía el camino contrario, estos estaban tomados de la mano, con sus miradas de unos estúpidos enamorados de 15 años. Bastante patético.
Nunca pensé en tener una relación seria, no serviría de nada tener sexo con una persona por ¿Cuánto tiempo? Dependiendo la relación. Lo soportaría si es bueno pero necesitaba probar cosas más nuevas.
Ignore aquella burbuja melosa, pasando a lado de ellos sin poder evitar escuchar palabras cursis que se decían. Finalmente, había encontrado al otro lado de la calle una cafetería que aún estaba abierta y me decidí por quedarme un rato ahí antes de volver. Al entrar pude observar lo pintoresco que era: estaba adornado con cuadros donde en las pinturas habían varios garabatos, líneas, manchas de colores profundos, lámparas de colores que se alineaban alumbrando la barra blanca en la que se llenaba por alguna que otra maceta, las paredes tenían un tono blanco y un par de muebles de color azul. Pude observar mucho más color pero solo quería tomar una taza de café y ya.
Me senté en un lugar frente a la gran ventana que me daba vista hacía una tienda de ropa deshabitada, supuse que ahí adentro habían estilos de los que no quisiera ni probarme. En ese momento, me había distraído lo suficiente como para no escuchar a la delgada mujer que venía a tomar mi orden.
-Disculpe ¿Puedo tomar su pedido?- Dijo ella mientras preparaba su pequeña libreta y el lapicero en sus huesudos dedos para escribir.
La joven llevaba un delantal rojo que cubría su corta falda de un color café, hasta lo que pude notar que era atractiva, sus pechos no eran tan grandes pero podría servir si tenía buen trasero.
-Claro que puedes- Sonreí lo más insinuador posible -Tu número-
-¿P-perdón?-
-Ahí hermosura- señale con mi dedo la libreta donde tomaría nota- Tu número, quiero tu número y un café doble-
Asintió con las mejillas rojas -E-en un momento s-se lo tengo listo- Dijo alejándose del lugar donde estaba.
Me di tiempo para sacar mi celular ya que pensé que lo había dejado en el sótano anterior donde estaba, por lo que me levante un poco de la silla y palpe el bolsillo trasero de mis pantalones donde justamente estaba.
Moví mis dedos tecleando la clave para poder desbloquearlo y cuando por fin lo logre, un pequeño rectángulo apareció en medio de la pantalla indicándome que tenía un nuevo mensaje en mi buzón.
From: Amapolas Yeol.
To: Mr. Nigga
¡¡Negro!! XD
Adivina qué.
Uno de mis dos mejores amigos, ChanYeol; se había mudado ya hace algunos años a los Estados Unidos pero a pesar de ese motivo no dejábamos de comunicarnos mutuamente por muy caro que nos saliera, me entristecía que no estuviera aquí como en los viejos tiempos en los que pasábamos a los clubs para pasar la noche hasta que amanecía y me cubría la espalda mientras yo me tiraba a cualquier hombre o mujer por los baños.
From: Mr. Nigga
To: Amapolas Yeol.
Hola, orejón. Estoy bien, gracias ¿Qué tal tú?
¿Qué quieres qué adivine? ¿Te tiraste a algún hombre en medio de la calle?
Toque la pantalla en el botón virtual que hacía enviar el mensaje.
La camarera que me atendió antes, ya había vuelto con mi pedido. Dejo la taza con el café frente a mí junto con una pequeña nota donde había unos cuantos números escritos.
-Aquí está su orden- Me respondió a voz aguda y el rostro más rojo de lo que podía notar.
La chica se alejó sin decir nada más -Fue fácil- Pensé sonriendo por mi nueva conquista y próximo juego. Cuando iba a sujetar la taza entre mi diestra, mi celular vibro lo que me hizo dejarla abajo, tomar entre mi mano izquierda la taza y el objeto tecnológico en la otra.
From: Amapolas Yeol.
To: Mr. Nigga
Eso es lo de menos, dejémoslo para después.
Pff tengo claro que sigues con tus jugadas pero te cuento que yo prefiero ser más serio, tienes oportunidad pero tienes que serme fiel Jajajaja.
Ah, cierto ¡¡¡VUELVO A COREA!!! :’DD
El líquido caliente que se paseaba por mi boca iba a ser expulsado por la sorpresa y una gran sonrisa apareció en mi rostro. El orejón vuelve a Corea, los viejos tiempos vuelven.
Olvide mi taza y tome con ambas manos mi celular para teclear.
From: Mr. Nigga
To: Amapolas Yeol.
¡¡¡¡Increíble, orejón!!!! Jajaja ¡Eso es genial! ¿Cuándo vuelves?
¿Contigo? ¿Serte fiel? Ni en sueños.
3 minutos después.
1 mensaje.
2 mensajes.
From: Amapolas Yeol.
To: Mr. Nigga
La próxima semana estaré allá para que poker face y tú me esperen y más les vale ir a recogerme ><
Ya,ya, bueno.
¡Háganme una fiesta sorpresa de bienvenida!
-Idiota- reí por lo último y me cuestione del como logro ser uno de mis mejores amigos.
A pesar de ser noche, estaba siendo lo bastante genial y me olvide de lo molesto que había estado.