Llegamos rápidamente al centro médico, me fue bastante bien dormir, porque la verdad era que no había dormido mucho los días anteriores. Entramos allí y Gray estaba sentado en la cama, sus mejillas aún estaban rojas de la fiebre, pero parecía estar mucho mejor. Allí también estaban Wendy y Polyuska-san, que salió de allí tan pronto como nosotros entramos. ¡Se notaba que no le gustaban los humanos! Wendy, que se le notaba un poco cansada, estaba sentada en una silla. Entramos y de pronto Erza abrazó a Gray, y por un momento me sentí extraño, pero claro, luego pensé que era Erza, y tenía la suficiente confianza. Gray se quedó un poco extrañado, pero luego le devolvió el abrazo.
-“No vuelvas a asustarme así, ¿Vale?”-Le regañó cariñosamente, Gray asintió sonriendo. Lucy en ese momento me sonrió, no entiendo el porque. Y luego también abrazó a Gray, y le dijo que la próxima vez que se encontrara mal que lo dijera.
-“Gray-san, ¿Qué te he dicho que tienes que hacer?”-Preguntó Wendy, de pronto, mirándole fijamente. Él miró para otro lado, un poco sonrojado.
-“Reposo absoluto durante dos semanas. Nada de magia y de peleas”.-Gray me miró de reojo, y parecía estar medio sonriendo. Wendy le miró seriamente, como diciendo que le faltaba algo.-“Y tengo que tomarme la medicina cada 12 horas durante dos semanas”.-Yo sonreí, Gray parecía un niño, ya que parecía haber querido obviar lo de su medicina sin éxito.
-“¡Bien! Dicho esto...”-Wendy se fue a levantar, pero de pronto cayó de rodillas.
-“¡Wendy!”-Erza y los demás nos preocupamos, y Wendy solo sonrió, mientras se levantaba con algo de dificultad.
-“Lo siento, estoy un poco cansada. Utilizar toda mi magia durante toda la noche me ha dejado un poco cansada, pero estoy bien”.-Explicó ella sonriendo. Gray entonces se sorprendió y su rostro pareció algo triste.
-“Lo siento... Lo siento, por mi culpa...”-Él susurró nervioso, y triste.-“Por mi culpa estamos aquí, Wendy está debilitada...Es culpa mía...”-Él seguía hablando en un tono de voz baja, y parecía que en cualquier momento su voz se rompería. Me preocupaba, y mucho.
-“Gray-san, por favor. No pienses que es culpa tuya...”-Wendy intentó animarle, pero él no le miró directamente.
-“Tú lo deberías saber mejor que nadie, Wendy. Esto no ha sido un simple resfriado”.-Yo me asusté, por que eso significaba que Gray ya sabía sobre el supuesto envenenamiento.-“Alguien ha intentado acabar conmigo... Y ni si quiera sé porque motivo...”-Su rostro parecía muy dolido, e incluso parecía que iba a derrumbarse en cualquier momento. De hecho, colocó su cabeza entre sus piernas, como si no quisiera que le viéramos.-“Esto es culpa mía...”-Volvió a susurrar.
-“Gray...”-Susurré, algo apenado por la situación. Gray se sentía el verdadero culpable de esta situación, y parecía que estuviera buscando, de entre todos sus conocidos, alguien que quisiera acabar con él. ¿Pero quien demonios intentaría acabar con él? No es como si Gray tuviera tantos enemigos... ¿No? De pronto Lucy se acercó a mí.
-“Oye, Natsu. Erza y yo vamos a llevar a Wendy a descansar y a enterarnos bien de lo del veneno, ¿Vale?”-Me susurró y yo asentí.-“Tú quédate aquí cuidando de él”.-Me ordenó. Luego Lucy, Erza y Wendy salieron de allí, diciendo que iban a llevar a Wendy a descansar, y Gray y yo nos quedamos solos. Solos y en silencio. Él seguía en su misma postura, y me sentía horriblemente mal, ¡Claro! ¿Qué podía decir para que no se preocupara? ¿Qué íbamos a atrapar al que le envenenó? ¿Qué nadie le odiaba? Suspiré.
-“Oye, Gray. Si quieres te dejo un rato a solas, ya sabes, para que aclares tus pensamientos y eso...”-Comenté yo, mientras cogía dirección para irme, pero de pronto él cogió la manga de mi camiseta. Yo me sorprendí, porque igualmente, aunque parecía que quería hablar, seguía teniendo su cabeza entre sus piernas. ¡Me sentía horriblemente mal al verle así!
-“Tú... Sabías perfectamente que me habían envenenado, ¿Verdad?”-Él me preguntó, casi en un susurro.-“Por eso me preguntaste que estuve haciendo hace 4 días...”-Yo asentí en silencio.
-“El médico prefirió decírmelo a mi para que tú no pensaras en eso”.-Expliqué, algo dolido. No quería que Gray pensara que le había ‘traicionado’ o algo así.-“¿Estás enfadado conmigo?”-Pregunté, un poco nervioso. Él negó con su cabeza.-“¿Quieres que me vaya?”-Volví a preguntar, y él también negó, de hecho, no había soltado mi manga de la camiseta. Yo suspiré. Estaba sacando mucha información de él, por suerte.-“¿Quieres que te ayude?”-Ahí fue donde no llegó su respuesta, y yo me quedé extrañado. Normalmente él hubiera dicho rápidamente ‘no necesito ayuda’, pero no la negó. Tampoco la aceptó. Me sentía extraño.
-“Gracias... Por cuidar de mí estos días, Natsu”.-Él me agradeció y yo me sorprendí que de repente soltara eso.
-“No lo digas como si yo hubiera hecho mucho por ti, que no lo he hecho”.-Comenté, acordándome de las mismas palabras que él me dijo cuando yo intenté darle las gracias después de defenderme de los niños. Él se quedó en silencio.-“Es lo mismo que me dijiste cuando yo te di las gracias”.-Sonreí.-“Por alguna razón, decidiste no aceptar mi gratitud”.-Él se rió.
-“Aquel día empezaste a llorar a moco tendido, y entendí que era porque tú pensabas de ti mismo que eras débil para ser el hijo de Igneel”.-Explicó y yo me sorprendí, ¡Era justo lo que pensé ese día! ¿Por qué Gray siempre sabía lo que estaba pensando? De pronto levantó su cabeza y me miró directamente sonriendo, pero aún notaba como sus ojos estaban a punto de llorar.-“Eres como un vaso trasparente, Natsu. Es fácil saber que piensas...”-Comentó sonriendo, y mirándome fijamente. Yo me quedé mirándole también. Nos habíamos quedado los dos solos, mirándonos fijamente. Primero me fijé en su pelo, que estaba un poco mojado, probablemente debido a la fiebre y el sudor que provoca. Luego me fijé en sus ojos. Parecían llorosos, pero en sus mejillas no había rastro de lágrimas. Supuse que por eso no había querido mirarme en todo el rato, porque pensaba que se iba a poner a llorar en cualquier momento. Y luego... Luego me fijé en sus labios. En como me sonreía. Me quedé completamente en silencio, y él también. De pronto, comenzamos a acercarnos mutuamente y, entonces...
-“¡Ya he vuelto! Erza se ha quedado allí en el sofá dormida, ¡Estaba agotada!”-Chilló de pronto Lucy, asustándonos a los dos, que de pronto hicimos como si no nos estuviéramos mirando, sonrojándonos. Lucy se quedó extrañada.-“¿Ha pasado algo?”-Preguntó de pronto.
-“No... ¡No!”-Gray fue el primero en pensar una excusa.-“Natsu me había dicho que tenía algo en el hombro, y me lo ha quitado, y ya está”.-Comentó, aún un poco sonrojado.
-“Bueno... Vale”.-Comentó Lucy, creo que no se lo creyó mucho. De pronto me miró y se rió. ¿Qué demonios pasaba con ella? De pronto también entró el médico que le había atendido durante estos dos días, y nos dijo que si podíamos dejar a Gray a solas, que necesitaba descansar y dormir muchas horas para reponerse. Nosotros lo aceptamos y nos fuimos de allí. Lucy y yo salimos y nos fuimos a un sitio donde se podía ver toda la montaña y toda la nieve. Si en realidad el pueblo tenía su encanto, pero no creo que lo volviera a visitar en una temporada. De pronto Lucy me miró seriamente.
-“Que... ¿Qué pasa?”-Pregunté, algo nervioso, ya que Lucy llevaba muy rara desde que nos habíamos despertado.
-“Natsu, sé sincero conmigo...”-Comenzó a hablar y yo me extrañé.-“A ti te gusta Gray, ¿Verdad?”-Me preguntó de golpe, y yo claro, ¡Me sonrojé automáticamente! Casi me da un ataque o algo.
-“¡No!”-Grité de golpe.-“¡No me gusta Gray! ¿Cómo me va a gustar? ¡Es un chico!”-Comenté rápidamente, intentando convencerme a mi mismo.
-“No me mientas, Natsu...”-Empezó Lucy a hablar.-“He visto como te preocupabas por él, como le sonreías, como te sonrojabas, como llorabas por él... Y no le estabas mirando como a un amigo, si no... Como algo más importante”.-Lucy sonrió de manera muy entrañable y feliz.-“Igual que cuando yo miro a Locky”.-Comentó, y, ¡Eso si que me sorprendió! ¡Lucy con Locky!-“Entonces... ¿Te gusta Gray?”-Me volvió a preguntar.
Entonces yo me quedé mirando a Lucy. Y empecé a pensar en Gray. Y no pude evitar recordar lo que había pasado minutos antes en ‘su’ habitación. Gray diciéndome que era como un vaso de agua, y yo observando a Gray, sus ojos casi llorosos, sus labios tan finos... Entonces yo me sorprendí de mi mismo.
A mi... ¿Me gustaba Gray?
Yo me quedé sorprendido ante mis propios sentimientos y me sonrojé. Y mucho. Lucy rió y acarició mi cabeza.
-“Pero tienes que saber algo muy importante, Natsu”.-Entonces ella me miró seriamente.-“¿Gray corresponde tus sentimientos?”-Me preguntó. Entonces yo me quedé pensando. ¿Gray los correspondía?
-“No... No lo sé”.-Comenté, dudando. Aún seguía muy sonrojado sin poder evitarlo. Lucy rió.
-“Yo os he visto muy acaramelados en la habitación, pero no sé si lo de Gray era producto de su fiebre o que”.-Explicó, algo confundida. Claro, yo si que fui directo a besarle sin darme cuenta. Pero estamos hablando de Gray, y no en su mejor momento: con fiebre, sintiendo culpabilidad, a punto de echarse a llorar, sensiblón... ¡Ese no era el Gray de siempre! ¡No sabía si había querido besarme o si simplemente no estaba reaccionando, como aquel día en la avalancha!
-“Yo... No sé... Piensa que también está Juvia...”-Comenté, acordándome de la mujer del agua, ¡Gray y ella siempre estaban juntos! Y se notaba que Gray le tenía mucho aprecio.-“E incluso Erza... Gray le tiene mucho aprecio...”-Comenté algo confundido. Para empezar, nunca había sabido si a Gray le había gustado nadie, así que iba bastante perdido con ese tema.
-“Yo intentaré sacarle información, diciéndole que le gusta Juvia”.-Me comentó sonriéndome. Yo le di las gracias, ¡Que bueno era tener amigos como Lucy! Así que nada, finalmente preparamos un supuesto ‘plan’ para conquistar a Gray. Y el plan se suponía que se completaría en cuatro días. En cuatro días, Gray estaría enamorado de mí.
¡Así que aquí empezaba la operación ‘Cuatro días’!