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Cuatro días por Anashi

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Notas del capitulo:

Este es el capítulo 2, pero llevo bastante adelantado en mi word... Me gusta como está quedando la historia, es de las que más me gusta de las que estoy haciendo. 


Por cierto... Escribir un fanfic desde el punto de vista de Natsu respetando su personalidad es muy divertido xDDD. 


Diciendo esto, pasamos ya al capítulo! ^^ 

Poco a poco me fui despertando. Mi cuerpo se notaba extremadamente frío y entumecido, pero no me importó y me levanté. En un principio, no sabía que estaba haciendo allí, en medio de la nada, con un montón de nieve a mí alrededor. Y de pronto, lo recordé todo: la montaña, los bandidos, la avalancha... Y Gray.


Comencé a mirar a mi alrededor de manera precipitada y nerviosa. Ese idiota se había quedado completamente quieto en la avalancha, y también se le había llevado por delante. Comencé a mirar alrededor, y finalmente, no muy lejos de mí, le vi, allí tirado en medio de la nieve. Me acerqué corriendo a él y le di la vuelta, ya que su rostro estaba bocabajo. Sus mejillas estaban completamente rojas y no parecía poder respirar con normalidad. Volví a tocar su frente, y estaba aún más caliente que la última que la toqué. Me estaba haciendo preocuparme demasiado cuando de pronto abrió sus ojos, mirando un poco desubicado.


 


-“¿Natsu...? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estamos?”-Me preguntó, aún no parecía ubicarse, aunque yo es que tampoco me estuviera ubicando perfectamente, ya que estábamos en medio de la nada, literalmente.


-“No lo sé muy bien, tampoco. La avalancha nos engulló y me acabo de despertar, así que...”-Comencé a explicarle, él me empezó a mirar extrañado.


-“¿Cuándo ha habido una avalancha...?”-Me preguntó sorprendido. Entonces yo me sorprendí. ¿Es posible que su dolor de cabeza fuera tan fuerte que no se hubiera enterado de la avalancha que casi acaba con nosotros?


-“Antes... Justo antes... ¿Cómo está tu cabeza?”-Pregunté, bastante preocupado. La respuesta no llegó. Él no me miró directamente, y tenía un rostro entre preocupado y triste. Yo supuse que eso significaba que le dolía bastante, porque si no, me hubiera dicho que estaba bien.-“Gray, ¿Cómo está el dolor de tu cabeza? ¿Del uno al diez, cuánto dolor?”-Volví a preguntar, siendo más especifico.


-“Nueve y medio...”-Susurró, mientras tocaba su frente. Intentó ponerse de pie, pero sus piernas le fallaron estrepitosamente. Antes de caer, me dio tiempo a cogerle.-“Lo siento...”-Susurró.-“No sé que me pasa. Cuando me encontré mal estos días en Magnolia pensaba que era por el calor, pero parece ser que no es eso...”-Me explicó algo nervioso, pero a la vez con lentitud. Yo me quedé sorprendido, porque eso significaba que su dolor de cabeza ya venía de días atrás. Eso explicaba su falta de energía y sus feas ojeras. En un arrebato, cogí mi bufanda y se la puse alrededor de su cuello.-“Natsu...”-Me susurró. Yo le miré seriamente, con cara en plan de ‘no te niegues a aceptarlo, que estás temblando tanto que no eres capaz de ponerte de pie por ti mismo’. No se lo dije, pero parece ser que lo entendió, porque no se quejó. No me gustaba dejarle mi bufanda a nadie, pero confiaba en Gray, y confiaba en que no tuviera tanto frío con la bufanda. Intentó comenzar a andar, pero le era imposible, porque entre que parecía un flan y toda la nieve, a penas podía. Así que decidí subirle a mi espalda. Él se intentó quejar.


-“Vamos a tardar una eternidad si vamos andando a tu ritmo. No seas tan orgulloso”.-Le recriminé, algo enfadado. Claro que, yo mismo sabía, que si la situación hubiera sido la contraria, yo también estaría reaccionando de la misma manera.-“No sé como ayudarte con tu dolor de cabeza, pero intenta dormir un poco, eso a lo mejor te ayuda a que se te relaje el dolor”.-Le ordené, sabiendo que seguramente me haría caso, aunque no porque él quisiera, obviamente.


-“Natsu...”-Me susurró en voz baja, pude notar como su voz era de medio dormido.-“Gracias”.-No me dio tiempo a responder, cuando noté que su respiración era un poco mejor, lo cual significaba dos cosas: quizás ya no tenía tanto frío porque le había bajado la fiebre y se había quedado dormido, lo cual era una buena señal.


 


Seguí andando durante unos 10 minutos sin rumbo fijo, cuando me empecé a preocupar seriamente. Nieve. Lo único que se veía alrededor era nieve. Me estaba preocupando, más que por mi, por Gray, que a pesar de que seguía durmiendo, necesitaba ayuda médica inmediata, y más si el dolor le venía ya de días. Suspiré y seguí andando, sin rumbo fijo, intentando encontrar algo a mi alrededor diferente a la nieve.


Pasaron más de dos horas, me estaba dando ya por derrotado, cuando finalmente, pude ver un pequeño poblado, con unas cuantas casitas, no eran muchas, pero algo era algo. Me acerqué al poblado, y fui directamente al ayuntamiento del poblado, corriendo, ya que otra vez Gray había comenzado a respirar de manera irregular, lo que hizo que me preocupara de mala manera. Llegué allí y abrí la puerta de un portazo.


-“¡Necesito ayuda!”-Grité, preocupado. De pronto, vi a alguien de espaldas,  que estaba hablando con el alcalde, y que me era extremadamente familiar. De pronto se giró.


-“¿¡Natsu!?”-Me habló sorprendido. Yo también me sorprendí. Era Lyon, el amigo de Gray. Yo tragué saliva, era el peor momento para encontrarme precisamente con él.-“Y Gray... ¿Qué hace ahí? ¿Qué le ha pasado?”-Me preguntó, muy preocupado por la condición de su amigo.


-“¡Está muy enfermo! ¡Necesita ayuda! ¡Su fiebre no baja!”-Expliqué aún más preocupado que Lyon. Sabía que su fiebre no bajaba porque mientras andaba por la nieve, podía notar su rostro en mi espalda, y estaba muy caliente.


-“Déjale aquí”.-Me ordenó un hombre, señalándome el sofá. Probablemente ese señor era el alcalde.-“Trae un termómetro”.-Le ordenó a otra chica, probablemente trabajadora. Dejé tal y como me ordenó a Gray en el sofá. Sus mejillas volvían a estar demasiado rojas y su respiración era muy irregular.


 Estaba temblando de frío, a la vez que estaba sudando. Me quedé mirándole por unos momentos, hasta que la chica me pidió paso y me aparté. Le puso el termómetro y la chica se sorprendió con la temperatura.


-“Esto no es bueno, alcalde... Tiene una temperatura de 41 grados... Cualquier humano normal hubiera muerto ya...”-Explicó la chica, con preocupación. Yo me sorprendí, claro. 41 grados, y más sabiendo que su temperatura corporal era más baja por ser un mago de hielo... ¡Debía de estar ardiendo completamente!


-“Habrá que llamar a la doctora... Pero con toda la nieve y la avalancha, puede tardar mínimo dos días”.-Comentó el alcalde. Yo, por supuesto, me enfurecí. ¡Decían que cualquier otro ya hubiera muerto! ¡Si seguía así, Gray podría morir!


-“¿¡DOS DÍAS!?”-Exclamé. Iba a empezar a decirle cuatro cosas, pero pensé que era mejor que no. Intenté relajarme.-“Pero Gray a lo mejor no aguanta dos días...”-Expliqué, nervioso. Volví a mirarle, seguía con la misma respiración irregular.


-“Tenemos un médico aquí, pero con un problema como el suyo, necesitamos a una ‘verdadera’ y ‘buena’ doctora. El doctor podrá hacer que sobreviva durante los dos días”.-Me explicó, yo intenté relajarme, pero aún estaba muy nervioso.-“Confía en nosotros”.-Me dijo sonriéndome, de buena manera. De alguna manera consiguió tranquilizarme. Vi como llamaba por teléfono a la doctora. Lo único que logré escuchar fue muy enfermo, humano, Fairy Tail. No sabía quien era la supuesta doctora, ¡pero por alguna razón me sonaba de algo!


 


Habían pasado ya tres horas desde que había llegado al pueblo. Los aldeanos me trataron muy bien, me dieron ropa mucho más calentita, y la verdad es que se estaba bastante bien. También me dieron té caliente, el cual agradecí mucho. A Gray le habían trasladado a la consulta médica, para estar bien atendido las 48 horas. Y ahora yo estaba en el techo del ayuntamiento, esperando a que pasara el tiempo, los dos días. Me habían dicho que el poblado donde yo estaba no estaba muy lejos de aquí, un día más o menos, pero no me atrevía a irme con Gray, ya que su estado ya era demasiado precario como para que encima se pusiera peor y ocurriera alguna desgracia.


-“Oye Natsu, si no tienes donde ir, puedes venir a mi casa”.-Esa era la voz de Lyon, y de pronto vi como se subió al tejado conmigo, con rapidez, y se sentó a mi lado. Se quedó en silencio durante unos minutos.-“Acabo de ir a ver a Gray. El médico ha conseguido bajarle la temperatura para que esté fuera de peligro de muerte, pero la temperatura no baja de 38.5”.-Comentó. Podía notar la angustia de Lyon. Después de todo, era como si Lyon fuera el hermano mayor de Gray.  Me sentí bastante culpable, aunque Lyon no me había echado la bronca en ningún momento. No podía evitar recordar a Gray mirándome con lágrimas en los ojos, pidiéndome por favor que parara. Suspiré.-“¿Qué demonios ha pasado para que haya acabado así?”-Me preguntó, algo preocupado. Me quedé mirándole un poco nervioso, y de pronto estornudé. Él se rió.-“Anda, mejor vamos a casa, que no queremos más enfermos”.-Yo reí, lo que me extrañó. No me imaginaba que la primera vez que reiría en esta misión sería por un comentario de Lyon.


 


Llegamos a la habitación, la cual estaba muy ordenada. Se ve que Lyon estaba aquí por tema de trabajo por Lamia Scale, y claro, tenía sitio para hospedarse, como yo, de no ser por todo el lío que había pasado. 


Le expliqué todo lo que había pasado: el comportamiento extraño de Gray, nuestra discusión, su dolor de cabeza, la avalancha... Y básicamente eso. Lyon suspiró.


-“Demonios... Si se encontraba mal, ¿Por qué no lo dijo? ¿Es que acaso no confía en vosotros?”-Me preguntó, seriamente preocupado. Entonces, claro, yo también me preocupé. ¿Gray no confiaba en nosotros para decirnos que se encontraba mal? Porque claro, incluso Lucy le preguntó directamente.


-“Yo creo que es por orgullo, que no quiso decirlo”.-Comenté, de manera totalmente natural. Él me miró extrañado.


-“¿Orgullo? ¿Qué tiene que ver el orgullo con ‘me siento mal, no quiero ir de misión’?”-Lyon se extrañó completamente. Yo solo dije lo que yo pensaba que Gray había hecho. Le conocía lo suficientemente bien para saber que no querría admitir que se encontraba mal.  De hecho, no fue hasta que se puso a llorar que no me dijo lo que le pasaba. Tenía que ser orgullo, sí o sí.  Lyon volvió a suspirar.-“En fin... Será mejor hablar con él cuando esté recuperado, y dejarle todo clarito. Mejor irnos a dormir. Buenas noches, Natsu”.-Lyon se despidió a la vez que se iba a dormir a su cama. Yo me quedé en el sofá (Lyon se ofreció a quedarse el sofá, pero preferí quedármelo yo) pensando. Daba igual que fuera orgullo o no, Gray era un capullo. Había puesto su vida en peligro por culpa de sus caprichos. Así que sí, se iba a enterar a las buenas o a las malas en que tiene que confiar en la gente que le tiene estima, en vez de guardarlo todo para él. Se iba a enterar sí o sí. 

Notas finales:

Espero que os haya gustado! ^o^, en el siguiente capítulo os puedo adelantar que ya se empezará a entender la situación de Gray... Un saludito! Espero reviews, que los reviews siempre ponen a una feliz! :'D,


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