Habían pasado ya unos meses.
En ese tiempo que transcurrió ocurrieron muchas cosas:
El festival, al que mis amigos, padres, y, minho asistieron. Recuerdo lo nervioso que me puso de solo pensar en equivocarme y hacerlo mal teniendo a mis padres presentes y sobre todo teniendo a minho allí. Eso era lo que me ponía más nervioso. Pero al final todo salió bien.
En medio del festival conocí a IU una chica muy dulce que desde que nos encontramos me cayó muy bien. Teníamos mucho en común. Iba a mi universidad pero tomaba otra carrera. Pero amaba el baile casi tanto como yo. Nos hicimos buenos amigos en muy poco tiempo. Yo no soy el tipo de personas que confían rápido en otras, pero yo en ella ya confiaba.
Mi amista con hero también fue creciendo. Nos encontrábamos a diario fuera de mi casa al llegar de la uni.
Con minho… bueno con el compartí mucho en este tiempo. Salíamos juntos después de clases… bueno.. Cuando nuestros horarios concordaban. Nos encontrábamos en la biblioteca y de ahí salíamos a una cafetería a tomar algo, o simplemente nos quedamos en la biblioteca a charlar. En nuestro lugar especial.
O así lo veía yo.
Luego me acompañaba a la estación a esperar el bus.
La estación también era un lugar especial. En realidad todos los lugares en los que compartí con el eran especiales y nuestros… solo nuestros.
Yo sentía una gran calidez cuando estaba con minho. Todo era mejor cuando él estaba cerca. Aprendí a hablar con él con naturalidad, aunque aún sentía cosas raras en la panza con solo escuchar su nombre. Nosotros nos hicimos muy cercanos. Tan cercanos que tomarnos de las manos ya era algo común para nosotros. Éramos amigos. Muy amigos. Solo eso.
Yo decidí dejar que las cosas fluyan entre él y yo. Ya no quería evitar nada ni forzar nada. Simplemente dejarme llevar. Si iba a pasar algo entre él y yo no iba a impedirlo.
Con travis todo era igual. Descubrí que no era solo con la tal sulli con la que hacía de las suyas. Y eso me hizo sentir mal. Pero decidí que eso no me afectaría. Ya no. Me reusaba a creer que minho era igual. Yo confiaba en él.
Todo en esos meses me fue bien… momentos felices, nuevos amigos, nuevos sentimientos, momentos hermosos dignos de recordar y atesorar toda la vida.
Cuando pensé que todo en mi vida ya seguía su rumbo perfecto… todo empezo a tomar un rumbo extra~o
- Omma!! Appa!! Acompañare a IU a su casa!! – grite mientras baja las escalera camino hacia la Salida con iu siguiéndome
Ya eso era costumbre. IU casi siempre al salir de sus clases iba a la mia y pasábamos el rato luego yo la acompañaba a casa.
- Detente ahí jovencito – escuche decir a mi padre, asique gire a verlo – tu no ira a ningún lado, es tarde.
- P-pero appa!! IU no puede irse sola – dije asombrado.
- No te preocupes tae puedo irme sola – intervino IU apenada.
- Qué?! No. Claro que no – mire a mi appa – porque no puedo salir?? No hice nada malo.
- No hiciste nada malo. Pero es tarde.
- Yo puedo acompañarla – dijo travis apareciendo de la nada – voy de salida.
- De acuerdo. La acompañara travis – sentencio papa.
- Que!!? Porque yo no puedo? – pregunte indignado.
- Tu eres menor de edad obedece y ya – dijo enojado – he dicho!! – desapareció de la habitación.
- No te preocupes oppa estaré bien – dijo IU tratando de tranquilizarme.
- Está bien – hice un puchero.
- Nos vemos después – me abrazo despidiéndose.
- Nos vemos – me despedí. – más vale que la cuides y cuidadito y me entro que paso algo que no debía pasar – le dije a travis.
- De que hablas hermanito? – dijo confundido – estás loco? – se burló.
- Cállate! Yo me entiendo – dije enojado – ya váyanse es tarde.
Luego de eso desaparecieron. Sentía una rara sensación en mi pecho, era como un presentimiento. No sabía de qué era, pero lo que si sabía es que no era nada bueno.
A la mañana siguiente.
Nos encontrábamos en familia desayunada. Un desayuno lleno de risas y charlas sin sentido como solía ser la mayor parte del tiempo.
Después de desayunar me tocaba encargarme de los platos sucios.
- Tu amiga es bastante tierna – escuche a travis decir a recostado en los mesones de la cocina mientras yo enjuagaba los platos.
- Por qué lo dices?? – dije confundido. Más bien preocupado.
- Nose. Es rara. Ayer cuando la lleve hasta su casa la deje en la puerta cuando me aleje para irme me llamo y me abrazo luego se fue – dijo con una sonrisa.
- Qué? – sentí mi alma salir de mi cuerpo.
- Eso. Pero no le digas me hizo prometer que no te diría – termino de decir para luego salir de la cocina.
- P-pero que rayos –
Será?... es posible que IU sienta algo por travis?
No. Eso no es posible. Me niego a creerlo.
Era lunes.
Estaba en la sala de baile ensayando una nueva rutina que invente.
Tenía muchas cosas en mi mente. No los pensamientos no me dejaban en paz. Y la única manera en que me sentía libre era bailando.
Ya se me había olvidado cuanto tiempo llevaba ahí ensayando. Pero no quería detenerme.
Los paso fluían por si solos. Sentí que me renovaba en cada paso de baile que hacía. Pero me sentí un poco cansado.
En cuanto la música paro escuche unos aplausos detrás de mí gire para ver quién era, y era nada más ni nada menos que minho. Saludándome con las más hermosa sonrisa. De repente todas las preocupaciones y el cansancio se habían ido.
- Eso fue estupendo taemin – dijo entrando en la sala.
- No fue nada – dije sonrojado.
- no seas modesto – me regaño sonriendo – la inventaste tú?
- Algo así – dije apenado
- Es bastante buena. – dijo
- Gracias - sonreí
- Toma te traje esto – saco de su mochila una botella de agua.
- OH! Gracias de verdad la necesitaba – la tome y la abrí para dar un gran sorbo. – como sabias que estaba aquí?.
- Pues desapareciste de la universidad así como si nada y no estabas en la biblioteca así que pensé en buscarte aquí.
- Asi? – dije ceñudo.
- Okey ya le pregunte a kibum feliz.
- Seeh ~~ - canturrie feliz.
Minutos después nos encontrábamos sentados en el piso uno frente al otro. Platicando y bromeando.
- Y…ahora dime cual era la razón por la cual necesitabas desahogarte? – pregunto de la nada.
- Ah? De que hablas?
- Kibum me dijo que te encontrabas aquí – empezó a explicar – pero hoy no tenías por qué venir aquí a ensayar y él me dijo que te encontrabas tenso y tenías muchas cosas en mente y siempre que estas así bailas para desahogarte y calmarte. – se encogió de hombros – que es eso que te tiene tan tenso taeminnie. – soltó tiernamente. Tomando mis manos.
- Nada importante – quise restarle importancia al asunto.
- No lo creo – dijo rápido – dime.. sabes que puedes confiar en mi cierto?
- Oh claro que lose minho – dije sin titubear – solo no quiero involúcrarte en eso. Es algo tonto.
- Yo no creo que nada que venga de ti sea tonto.
Me sonroje hasta más no poder.
- Eso solo algo con travis, mi hermano – empiezo a decir – anda en algo raro. Con una amiga y tengo miedo de que salga lastimada.
- Entiendo. -…- pero…
- Pero no creo que sea nada – le corte – en realidad creo que estoy siendo paranoico.
- No creo que seas paranoico taemin.- sonrió – solo espera un poco y si ves algo raro de nuevo habla con tu amiga y plantéale la situación y cómo te sientes y listo.
- Tienes razón. Eso hare.
- Pero ya sabes si no funciona dime y yo lo arreglo – dijo haciéndose el rudo tronando sus dedos.
- Tonto – dije partiéndome a reir.
- Me encanta escucharte reír taemin.
- Que dices?- dije confundido y súper sonrojado.
- Lo que escuchas me gusta, me encanta escucharte y verte reír… es relajante. Para ti el baile te relaja yo solo necesito verte sonreír para que se me olviden todos los problemas. – dijo mirándome a los ojos.
- Eres un tonto – dije escondiendo mi rostro entre mis rodillas.
- También me gusta verte sonrojado – dijo – pero más me gusta cuando el motivo de eso soy yo taemin.
Yo no podía verlo. Solo me moví de mi lugar para acomodarme a su lado. Al ya estar sentado rodee su cintura con mis brazos. El solo se quedó ahí sorprendido.
- Gracias minho – dije sonriendo.- de alguna forma hablar contigo me ayuda más que el baile.
- Para mí es un placer taeminnie – dijo mirándome correspondiendo a mi brazo – por mi te ayudaría a ayudarte siempre.- dijo pícaro.
- Tonto. – reí.
Nose cuanto tiempo nos quedamos así abrazados mientras hablábamos cosas sin sentido mientras el acariciaba mis cabellos como si fueran la cosa más delicada del mundo. Minho sabia como relajarme… y a mí me gustaba que lo hiciera.
Continuara…