Esta historia empieza una noche en la que un niño tras enterarse que es el hijo bastardo del rey de Grecia pide un inocente deseo.
- Estrillita brillante, tu que eres la primera, concedeme esta humilde plegaria y dime cual es mi destino - rezó provocando que la estrella se hiciera cada vez más grande hasta cubrir la escena con una cortina de luz
Varios años después se celebraba una venta de exclavos en el gran Coliseo Romano a plena luz del día, una venta a la cual acudió mucha gente preparada para la gran subasta, los cuales se iban sentando mientras iban saliendo los esclavos y uno de ellos era nuestro protagonista, el cual salió cegado por la luz mientras sonaba el inicio de la cancion "sal de mi piel-belinda"
- Eh ¿donde.., donde estoy? - se preguntó desconcertado al ver a toda esa gente gritando de euforia al oir que se iniciaba la venta de esclavos
En ese momento la cola de esclavos se iba haciendo cada vez más corta conforme iban subiendo al escenario y eran subastados a la vez que seguía la canción de fondo para acortar la escena de una forma hermosa que durará en la mente de los lectores y de este humilde escritor para siempre.
- rehen nº 0526 traido desde Egipto, la puja empieza por 1.000# - dijo el vendedor mientras obligaban a Alex a subir provocando que oyese un terrible eco que solo escuchan los sentenciados a muerte
- Mil, mil quinientos, dos mil - empezó a pujar los romanos como quien compra en la carnicería provocando que el eco se acentuara más hasta que solo se oía la canción de fondo
Y no puedo olvidarte, sacarte de miii, respiro, no puedo, me ahoga mirarte, pensaaarte - sonó de fondo mientras se tambaleaba antes de caer desmayado.
- Que se cumpla tu deseo, ahora empieza tu destino - dijo una misteriosa voz femenina mientras una intensa luz servía ccortinilla de cambio de escena
Varios minutos después Alex estaba siendo lavado y peinado sin darse cuenta de donde estaba ni lo que le estaban haciendo. Lo que él no sabía es que por suerte el desmayo había servido para que las personas cancelaran su puja y que un anciano e importante consejero romano se apiadara de él y pujara 3.000# a cambio de llevarselo como esclavo de su sobrino, el soldado romano Marco Antonio, así que unas horas después se dirigía a su nuevo hogar con su amo y señor, el cual por alguna extraña razón prefería darle un trato familiar.
- Bueno, esta es tu nueva casa, te encargarás de cocinar, fregar los platos etc - le indicó el anciano mientras una adorable ancina se dirigía hacia ellos
- Al fin llegaste, ¿como...? - le dijo a su marido con los brazos abiertos - ¿y este quien es? - preguntó al ver a Alex
- Querida, te presento a nuestro nuevo criado y al futuro esclavo personal de nuestro sobrino - le presentó el anciano
En ese momento la señora vio como una luz que instantaneamente la hizo tener una postura más dulce y amable para recibir a Alex, como quien recibe a un familiar, con un fuerte abrazo que le hizo recordar a su hogar.
- Esto es... - pensó Alex al sentir que sus defensas estaban bajando al sentir ese cálido abrazo - eh.. gra.. gracias señora - contestó secamente provocando que el ambiente se enfriara volviendo así a su estado natural
Entonces el anciano que no comprendí lo que acababa de pasar, llamó a uno de los criados para que le enseñara la casa y sus obligaciones para así forzar a que se acabara esa tensa y confusa situación.
- Debo de estar haciéndome viejo, antes no hubiera tratado tan familiarmente a un esclavo, no sé que me pasa - reconoció ante su mujer
- Los dos nos estamos haciendo viejos, ya viste lo que pasó, yo misma le abracé como a un hijo y la verdad.. no sé por que - respondió su mujer con una triste sonrisa en la boca
Varios minutos después Alex estaba en su habitación y se acababa de dar cuenta que ya no recordaba como se cocinaba, así que empezó a buscar una forma de escapar cuando un objeto oculto por una sábana le llamó la atención, así que se dispuso a quitar la sábana sin saber por que.
- No puede ser.. - dijo asustado al verse en el espejo y ver a un chico al que no había visto nunca mientras se terminaba el capítulo a la vez que sonaba...
Sal de mi pieeel.. y te amo y te odio oh oh
Una nueva vida: El encuentro
- No puede ser - dijo en voz baja horrorizado al ver la imagen del espejo - no... - gritó antes de caer al suelo desmayado mientras desaparecía la imagen del espejo y se sustituia con la de Alex con ropa de esclavo
- ¿Que pasa, estás bien? - preguntó la anciana de la casa preocupada al llegar y verle así
- El.. el espejo, el espejo - tratamudeó aterrorizado mientras señalaba el espejo
- No pasa nada, ya pasó, ya pasó - intentó calmarle sin saber por que tras ver que todo estaba aparentemente normal y siguió así hasta que Alex se durmió
Al día siguiente Alex se sentía tan raro que se puso a ver el patio mientras recordaba todo lo que le había sucedido cuando de pronto la dueña de la casa le interrumpió y le mandó autoritariamente que fuera a comprar dejándole cada vez más confuso por los extraños cambios de personalidad de la dueña de la casa.
- Esta es mi oportunidad, tengo que escapar de aquí - pensó mientras recibía las instrucciones -vale, nada mas salir izquierda... ok lo tengo eh... ¿dos horas?, ok eh voy por la cesta y me voy - dijo nervioso por la peligrosa hazaña que iba a hacer y se fue a por la cesta - vale... - gritó unos minutos después cuando le dijo que comprara fresas y entonces abrió la que creía iba a ser la puerta hacia su librtad
- ¿Están los señores de la casa?, soy su sobrino Marco Antonio - dijo un guapísimo y sexy soldado romano provocando que Alex se quedara de piedra mientras que el autor y los lectores se deleitaban viendo la escena finalizando así el primer capítulo mientras sonaba...
y no puedo olvidarte sacarte de miii, respiro, no puedo, me ahoga mirarte... pensaaarte,
sal de mi pieeeel oh oh oooh
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