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Un nuevo comienzo por GogoMatoki

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Notas del fanfic:

Es un BangHim, BangChan (YongGuk x HimChan - B.A.P) oneshot drama, romance con muchos aires de dulcura y la latente homofobia.

Desperté temprano como de costumbre, mire hacía cada rincón de la habitación y él no estaba, ¿a donde se había ido Himchan?, me pregunte mientras me levantaba de la cama luego de una larga noche, — ¿estás aquí? — Seguí preguntando aun con sueño, fui a la cocina y estaba vacía, no se sentía el olor del desayuno recién hecho como todos los días, me senté en el sillón queriendo seguir durmiendo, hasta que sentí el sonido de las llaves, seguido de la puerta abriéndose, "¿quién era?" pero no podía ser otra persona que no fuera HimChan, escuche el sonido de un par de bolsas por lo que me levante a ayudar —Oh no habías ido de compras, con razón no estabas, ¿qué prepararas hoy?, creo que me está empezando a dar hambre— le seguía hablando pero él no respondía. Hablaba y hablaba pero él no decía nada, solo desempacaba las bolsas colocando cada producto en el refrigerador, — ¿estás enojado? — era lo único que se me ocurría por su extraño comportamiento ya que por lo general el hablador es él y no yo. Seguía hablando pero él ni siquiera me miraba, me entristecí un poco ante su actitud acaso ¿había hecho algo mal? Me acerque a darle un cálido beso en la mejilla pero el chico de cabello rubio me esquivo evitando el contacto de mis labios con su piel, me aleje sin decir nada, salí de la cocina directo a la ducha quizás olía extraño y por eso prefirió evitarme.

No dure mucho en la ducha me cambie rápido con cualquier vestimenta informal, sentí el olor del desayuno y deje de sacar mi cabello, se puede decir prácticamente que corrí hacia el comedor, me senté y espere a que HimChan me sirviera, puso el plato en la mesa sin decir nada y se fue, quise darle un mordisco a esos wafles que había preparado pero me contuve tenía que esperarlo para comer juntos, aunque pasaban los minutos y los segundos, y nada que se sentaba en la mesa, el desayuno se estaba empezando a enfriar así que me levante a ver qué estaba haciendo, me lo encontré leyendo un libro en el estudio.

— ¿Acaso no piensas desayunar hoy?

—Yo ya comí, ve y come tú pero por favor cierra la puerta al irte— Dijo secamente.

Ese no podía ser HimChan... — ¿te paso algo? Hoy estas muy extraño— volvía a preguntar, pero él seguía sin decirme nada, mirando hacia el libro que leía ignorándome por completo, preferí dejarlo solo. Desayune luego salí a ejercitarme, era un domingo día para relajarte, llegue a la casa tipo 5:00 pm pero HimChan no estaba ni siquiera había dejado una nota, al menos eso fue lo que pensé hasta ver una carta al lado de la mesa de noche, la tome y la leí.

"YongGuk, he decidido irme un par de días, antes que nada te aclaro que te amo, te amo más que a nadie en este mundo y no me imagino que sería de mi sin ti, pero a veces me siento solo, tu distancia, tus pocas muestras de afecto, tu miedo porque todos sepan nuestro secreto, me hace sentir que no soy importante para ti, aun así te amo pero no puedo vivir así, dándolo todo pero recibiendo muy poco o casi nada."
Al terminar de leer esa afilada nota que se enterró en mi corazón junto con cada palabra que hacían la herida aún más grande, me dolía el corazón, me dolía demasiado, una lágrima recorrió mi rostro al mismo tiempo en que me sentía frustrado y resignado, pero todo lo que decía era cierto, él tenía la razón, a veces tenía miedo de amarnos libremente, ¿frío? solo lo hacía para ocultar a los demás la realidad, Homofóbicos... El mundo estaba lleno de eso y a veces sentía miedo ante sus miradas y críticas, HimChan era mi complemento todo comenzó con una amistad, pero poco a poco fue tornándose más unida y hacia otra dirección, nunca pensé que nuestros sentimientos coincidieran, le rogué al manager que creara un apartamento diferente para los dos, quería vivir con él, pasar día y noche. Que al despertar lo primero que mis ojos encuentren sea su bello rostro fino, su piel muy suave que amaba llenar de caricias, besos, amarnos sin restricciones, estábamos solos, podíamos expresarnos libremente sin miedo a nada, pero al abrirse la puerta, era algo seco, muy frio podía a veces ver las expresiones faciales de HimChan que me gritaban ‘’bésame’’ su pequeño puchero que creaba un caos interno en mí, pero no podía, Después de todo éramos ídolos, si nos veían besándonos todo se convertiría en un problema.

Intente llamarlo, pero este no contestaba, solo salía ‘’sistema correo de voz’’ me evitabas… Eso me dolía más que cualquier otra cosa en el mundo, cualquier persona puede darme la espalda pero tú a quien más amo. Sentí hambre así que Salí un rato a comer algo en cualquier restaurante, pero empecé a dar vueltas por las calles con el fin de no llegar a ese apartamento al apartamento de los dos, en donde estaría ahora completamente solo. Llame a DaeHyun algo apurado preguntándole si HimChan estaba con ellos pero no, no sabían nada de él, la tierra se lo había tragado y yo no sabía qué hacer ‘’ ¿qué haré sin ti?’’ Esa era mi gran incógnita, no sé qué hacer sin ti… pero tarde o temprano tendría que verlo, en algún concierto, en los ensayos en las promociones así te escondas pronto tendremos que vernos. Pensé.

Me la pase toda la noche en vela, pensando en una solución pero no la encontraba tenía miedo de llamar al manager o a YoungJae para pedirles consejos amorosos, ‘’absurdo’’ eso era… muy absurdo, pero los llame.

—Debes darle un regalo muy lindo, tierno, se detallista a este HimChan lo matan las sorpresas.

—Pero… ¿qué tipo de regalo exactamente?

—No sé, algún peluche muy bonito, la verdad no se… Quizás ropa interior nueva.

‘’ropa interior nueva’’ es uno de los regalos más recurrentes que he escuchado. Esa era la opinión del manager, muy diferente a la opinión de YoungJae.

—Regálale un pase a patinar, una salida como una especie de Tour a otra ciudad, quizás sería bien una cena romántica, pero lo importante no es lo costoso si no que todo sea sincero.

— ¿Crees que me perdone si hago eso?

—Sí. Sí, le demuestras que estas arrepentido y quieres una nueva oportunidad creo que sí.


Sin duda, me gustaba más la idea de YoungJae, pero de todas maneras usaría las dos, mire el calendario exactamente la próxima semana tendríamos ensayo así que debía encontrármelo, por lo que hice una lista de los posibles regalos para darle.

Zapatos, gorras, lentes, peluches, libros, dulces y un estampado hecho por mí que me quedo algo extraño pero valió la pena hacerlo, mis dedos quedaron con muchas heridas por la aguja pero no importaba, solo esperaba que lo recibiera, pedirle perdón y que volviera a vivir nuevamente conmigo, pasaron los días y mientras intentaba organizar todo, los zapatos los dejaría aquí pero los lentes y la gorra me la llevaría y se la daría allá mismo junto con los dulces, pero ¿estaría bien llevar los peluches también? Y el estampado… Quede mirándolo y era algo raro muy extraño ‘’Y & H’’ lo tome y lo metí en el cajón de la mesa de noche, escondiéndolo no quería que lo viera después, había quedado muy mal hecho y no era bueno en este tipo de cosas como regalo, aparte que se pasaba de explícito.

Metí lo acordado en mi maleta, fue extraño pero mi apariencia me importo demasiado, quería verme lo más limpio posible para HimChan, llegue a la práctica, todos estaban menos él, ¿acaso pensaba faltar hoy? Me preocupe al pensar que podía ser así, intente distraerme un rato haciendo rap pero no pude, en mis pensamientos solo estaba él y mi gran deseo de que la puerta se abriera de un momento a otro, verlo entrar sonriéndome, abrazándome, diciendo ‘’Volveré’’ o tan siquiera cruzando la puerta no importa si no me miraba. Empezamos a ensayar los pasos de próximo comeback y el nada que llegaba, aunque de un momento a otro la puerta se abrió, lo vi se veía hermoso como siempre, me acerque a él saludándolo formalmente, al menos respondió mi saludo pero ante mi pregunta de si estaba bien no dijo nada, me ignoro y grito a los demás.

—Lo siento por llegar tarde, vamos a practicar.
Durante todo el tiempo del ensayo, solo pensé en que se acabara para poder decirle, que me arrepentía de a veces querer ocultar lo que sentía por miedo a los demás. ‘’hemos terminado’’ las palabras que tanto temí, suspire pesadamente pero al girar no vi a HimChan, ¿a dónde había ido? No podía haberse ido.

Camine lo más rápido que pude hacia las duchas, él siempre se duchaba luego de ensayar, entre y escuche el agua correr, sabía que era él por lo que tome su bolso y guarde uno a uno los regalos, seguía escuchando como el agua corría, miles de pensamientos pasaron por mi mente, pero solo me contuve y me acerque lo suficiente para verlo un poco, ver cómo caían las gotas de agua rosando con su piel y recorriéndolo completamente desde la punta de su cabello hasta sus pies, pasando por ese cuerpo que hacía días que no dormía a mi lado, en esos momento el agua tenía más suerte que yo. Un profundo suspiro salió de mis labios, haciendo que él chico de cabello rubio abriera sus ojos de inmediato con una pequeña expresión de susto en su rostro, me moví lo más rápido que pude hacia las toallas, escondiéndome, no quería que se enojara por saber que abrí su maleta y que inconscientemente llegue a espiar su belleza. Salió de la ducha tomando una toalla para tapar su parte inferior, otra para ir secando su cabello al mismo tiempo en que miraba hacia todos lados, se acercó a su mochila seguro buscando ropa limpia. Sin querer un movimiento involuntario en mi hizo que el shampoo se cayera, el problema fue que cayó en mi cara, mi cabeza había golpeado con un pequeño canasto, solo sabía que me ardían mis ojos en ese momento, no podía más por lo que deje de aguantar y Salí de mi escondite entre esas toallas al lavamanos, HimChan me quedo mirando con sorpresa y de sus labios salió.

—Ya sabía que eras tú, ahora me espías sabes que necesito tener privacidad ¿cierto? – No respondía a sus preguntas, porque estaba completamente concentrado a que el agua que intentaba introducir en mis ojos y me quitaran el ardor, — ¿Qué te pasa? Porque no dices nada, no me digas que… — Se acercó a mí, cerrando la llave y mirando mis ojos lo más cerca que podía, pese a que aún me ardían un poco, ver como sus grandes ojos me miraban preocupados y su boca estaba tan cerca de la mía me hizo sentirme mejor. Nuestros ojos se contemplaron por unos segundos, no dejaba de mirarlo fijamente incluso me acerque más a él, solo para sentir el placer que era probar sus labios nuevamente, pero de estos salía aire, estaba soplando mis ojos, por lo que me aparte de inmediato preguntándole que hacía.

—Dijiste que te ardían, por eso los sople, aparte los tienes rojos es mejor que busques algunas gotas.

—No te preocupes por mí, ya estoy bien, todo esto ocurrió por mi distracción pero ya se está pasando.

—Está bien, me cambiare, solo espero que ahora no me sigas y empieces a mirar mi intimidad.


Me sentí avergonzado, tome su mochila e intente hacer que me abriera la puerta, pero como casi siempre, HimChan se demora mucho más de la cuenta cuando se cambia, aunque ya haya elegido la vestimenta trata de ser lo más riguroso, toque y toque la puerta como por 15 minutos, hasta que me senté al pie de la puerta, esperando a que ese chico de piel suave y dientes acogedores se dignara a salir del cuarto. La puerta se abrió y enseguida me puse en pie dándole su mochila, pero él me miro algo sospechoso haciéndome sentir nervioso — ¿No la habrás abierto o sí? — me decía mientras me arrebata su mochila de mis manos, negué y asentí.

— ¿Quieres volver? Sé que a veces puedo llegar a ser muy frio, pero tú mismo sabes todo lo que siento por ti, en los momentos en que estamos a solas he tratado de recalcártelo, miles de veces, sé que no es suficiente, solo que al igual que tú no hay día en que yo más quiere gritar al mundo que amo a Kim HimChan, siempre habrán limitaciones, pero por favor vuelve… Prometo dejar de contener mis sentimientos e impulsos, te abrazare, te besare y te diré todas las palabras que sean necesarias para hacerte sentir el ser más especial sin importarme quien se encuentre a nuestro lado.
Todas esas palabras que salían directamente de mi corazón, podía ver como la expresión en el rostro de HimChan cambiaba de una muy sería a una sonrisa, dure un minuto esperando su contestación, parado con las piernas casi que empezando a temblar, pero no recibía nada de su parte, solo esa sonrisa que apenas estaba apareciendo ni siquiera un ‘’volveré’’ si no le podían salir las palabras esperaba un abrazo o cualquier otra demostración menos la que apareció a los dos minutos. Lágrimas, corrían por el rostro de HimChan, no sabía cómo reaccionar, solo me quede contemplando como miraba al piso intentando ocultarme su llanto, mi cuerpo no espero ni un segundo más y no dudo en hacer contacto con el suyo, bridándole el abrazo más duradero que he dado en mi vida. Susurre en su oído un te amo y el cuerpo de este se sobresaltó ante mis palabras, me acerque a mirar su rostro que se encontraba empañetado por las lágrimas pero que sus ojos tenían esa connotación luminosa y sus mejillas una coloración que hacia acelerar mi corazón, seguí abrazando y acariciando su cabello, si quería llorar que lo hiciera en mi hombro para luego yo mismo secar sus lágrimas.

Abrí su mochila y le mostré uno a uno las cosas que le había comprado pero a él parecían no importarles solo me miraba con esos ojos húmedos que estaban más brillantes que nunca — ¡te amo! — una sonrisa gigante se reflejó en mi rostro así como la gran ilusión de un nuevo comienzo.

— ¿Volverás? sabes que eres mi complemento, no creo conocer a alguien que me entienda y que pueda compartir cosas tan sinceramente como lo hago contigo.
Recibí su cálido abrazo, llenando mi corazón de la felicidad más completa, estaba dichoso junto a la persona que más amaba. Fuimos a casa juntos ya era tarde pero no más de media noche, abrí el cuarto enseñándole que no había dormido en la habitación por lo que seguía intacta.

—Si quieres puedes dormir tú en la habitación y yo en el sofá como lo he hecho en estos últimos días.

— ¡Entra!, si los dos no dormimos en esta habitación creo que nada tendrá sentido.

—Entonces… ¿me perdonas?

—Claro, sólo entra quieres.


Cerré la puerta con una sobredosis de fuerza que HimChan giro a mirarme extraño con un ‘’cuidado y la dañas’’ le sonríe y tome su maleta para ir acomodando su ropa yo mismo, él se recostó en la cama, se veía cansado por lo que no quise irrumpir su ligero sueño, luego de terminar de tender la ropa solo pude quedarme a observarlo, arropar su cuerpo para que no sintiera frio, pero en eso encontré ese pequeño pañuelo en donde estaban escritos nuestras iniciales que había bordado con algo de dolor por los pinchazos de la aguja en mis dedos, quite el pequeño pañuelo intentando esconderlo, ¿será que lo había visto? Abrí el cajón y lo metí nuevamente, no sé si fue tan duro el sonido que proyecto al cerrarse pero al mirar nuevamente a HimChan, este sonreía de manera tan cálida, hizo un corazón que me hizo casi quedar boquiabierto definitivamente me faltaban sus pequeñas muestras de ternura hacia a mí, así que me recosté junto a él, mirándonos frente a frente en esa cama que ya no era tan grande como hace unos días, lo abrase, sabía que estaba cansado por lo que no teníamos intención de algo más, acaricie su cabeza, minuto a minuto veía como quedaba profundamente dormido en mis brazos y luego de ver como empezaba a roncar suevamente, me quede contemplando su fino rostro, hasta que mis ojos comenzaron a cerrarse por el sueño. Sería un nuevo comienzo y volvería a tener la sonrisa, sus ronquidos junto con el cabello desordenado que veía todas las mañanas, volvería a tener a la persona que más amo a mi lado.



FIN

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