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Celos. por MitcheKiller117

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Notas del capitulo:

 

Aclaraciones:

 

Xx - Cambio de escena.

 

— Díalogos.

 

Puntos a remarcar.

 

 

 

.

 

 

Xx

La primera vez que KyuHyun supo que Sungmin era cercano a kangIn, le fue inevitable sentir un extraño retorcijón de desconcierto en el estómago.

En realidad, al principio no había prestado demasiada atención a la relación que ambos mantenían. No fue sino hasta que una tarde aburrida se puso a buscar en Internet el nombre de uno de sus Hyungs que todo vino a sus ojos de manera veloz y por si fuera poco, frustrante.

Y es que no era para menos. Pues una página estaba repleta de los nombres de “SungMin y KangIn” rodeados de corazones y fotografías que los mostraban demasiado cercanos para el gusto del Maknae. Creyendo que debían ser exageraciones por parte de ELF, KyuHyun pretendió restarle importancia y continúo haciendo lo suyo.

Unos días después, mientras estaba tomando un refrescante vaso de agua en la cocina, fue cuando se dio cuenta de que tenía cosas por las que preocuparse.

Observó discretamente como SungMin se adentraba en el piso once, dejando su abrigo sobre el brazo del sillón más grande de la sala, pero su adorado Hyung no estaba solo, KangIn imitaba sus acciones y al terminar, se recargó en el respaldo del mueble, mirando a su menor con intensidad.

KyuHyun pretendió que no les prestaba atención y paró bien la oreja para escuchar la conversación que se abría mientras él se preparaba un sándwich.

—Anda, Min. Vamos a cenar. — La voz de KangIn logró que se le cayera el cuchillo al suelo.

Ambos lo miraron agacharse para recogerlo pero él no lo hizo. De reojo pudo ver como SungMin sonreía divertido y empujaba con el hombro al mayor para caminar hacía la barra de la cocina donde él se encontraba. KyuHyun sintió otro retorcijón en el estómago cuando frente a él, KangIn tomó la mano de su Hyung.

—Vamos, Minnie… yo pagaré todo. — Insistió el varonil mayor, deseoso.

Kyu untó mayonesa con brusquedad en su pan, molesto.

—No, YoungWoon. — Se resistió el ahora rubio. — Mañana tengo que levantarme temprano para ir a Sukira junto con Ryeowook y Kyu… — Explicó, riendo por las cosquillas que le hacía KangIn, quien de pronto se encontraba repartiendo besos en la superficie descubierta de su brazo.

KyuHyun continuó untando mayonesa con rabia como si ellos no estuviesen ahí.

—Por favooor~~

—Kim Young Woon, tú no te vez nada tierno haciendo eso. — Exclamó SungMin con un aire divertido y le dedicó una mirada seria a su dongsaeng. —Kyunnie, te dará hipertensión si comes tanta mayonesa.

El menor levantó la mirada por primera vez en la noche. KangIn todavía tenía capturado el brazo de su Hyung entre sus grandes manos. Kyu puso su mejor mirada de indiferencia y luego volvió a dedicarle atención a su sándwich.

SungMin suspiró al darse cuenta de que había sido completamente ignorado y ante los insistentes jaloneos de su mayor, no le quedó más remedio que acceder.

—Está bien, pero volveremos pronto. — Sentenció con una sonrisa, y KangIn lo envolvió en sus brazos, victorioso.

—Vamos, conozco un lugar que hace chuletas de cerdo deliciosas. — Dijo animado y hambriento el mayor, llevándolo hasta la entrada.

KyuHyun gruñó por lo bajo y le puso la tapa a su cena, caminando con ella hasta su habitación.

—Kyunnie~, no olvides sacar tu plato cuando termines y no te quedes tan tarde jugando starcraft. —Escuchó la voz de su Hyung y lo observó ponerse el abrigo de vuelta.

El menor lo ignoró y se encerró en su habitación. ¿Quién demonios se creía SungMin? ¿Acaso no pensaba regresar pronto? ¿Se quedaría toda la noche fuera con ese mapache desgraciado? ¡JA! Pues él no sacaría su plato y se aseguraría de dejar migajas en la cama de su Hyung para que este se molestara. Sí, eso haría.

Y esa noche, mientras su estómago se encogía ante su terrible imaginación creando diversas situaciones donde KangIn intentaba profanar la inocencia de SungMin, y su cerebro lo hacía sentir patético por sus ideas de maldad, KyuHyun mordió su Sándwich y se levantó enseguida a escupir al baño, había exagerado con la mayonesa.

Xx

Los siguientes días no fueron más que una tortura para KyuHyun, que no terminaba de comprender en qué momento había dejado que algo como eso sucediera. Es decir, él siempre estaba muy presente en la vida de SungMin, salían de compras juntos, iban a lugares juntos… ¿Cuándo fue que KangIn comenzó a formar parte de eso?

Ese día, el Maknae se encontraba tumbado en uno de los sofás del estudio fotográfico mientras algunos miembros tenían su propia sesión. Su vestuario y maquillaje eran demasiado sencillos, por lo cual no le preocupaba arruinarlo. Su cabeza no dejaba de dar vueltas en el asunto que lo mantenía ocupado en los últimos días por ello, apenas y se dio cuenta de que alguien levantó sus piernas y ocupó un lugar el sillón.

Cuando KyuHyun levantó la mirada y se encontró con SungMin, una sonrisa de victoria se dibujó en sus labios, aunque siendo él, en realidad era una sonrisa malvada. El mayor le devolvió el gesto y eso solo lo hizo querer llenarle la cara de besos.

—Terminé con mi sesión, Kyunnie… — Dijo con voz juguetona, mirándolo divertido.

KyuHyun se incorporó y aprovechó para sentarse lo más pegado a su Hyung que le fue posible, rozando sus hombros, aún sí había un hueco enorme a llenar en el mueble.

—Te ves muy guapo, Hyung. — Masculló y su sonrisa se ensanchó al ver como el aludido se cubría la cara con sus manos, apenado.

Pero era cierto, la mayor parte del tiempo SungMin se veía muy atractivo, sin embargo, en las sesiones fotográficas solía exagerar. El mayor juntó sus manos y las retorció tímidamente, en un gesto que al menor le pareció angelical.

—Tú también te vez muy guapo. — Atinó a murmurar con voz avergonzada y en el estómago de KyuHyun hubo una explosión de revoloteos.

Una idea surcó sus pensamientos cuando lo llamaron para su sesión.

—¡Hyung! ¿Quieres ir a comer hoy? Hay un nuevo restaurante de Ramen que quisiera probar. — Dijo algo inquieto.

SungMin asintió alegremente y se llevó una mano a su cabello, despeinándose en señal de nerviosismo. — Sí, Kyunnie. Te espero.

Mientras dejaba que le tomaran las fotos, a KyuHyun no se le dificultó sonreír pues, realmente estaba muy feliz. Saldría con su Hyung a solas luego de un tiempo. Comerían, beberían, disfrutarían de un día maravilloso juntos. Él y SungMin. No SungMin y KangIn.

Las cosas comenzaban a recuperar su curso natural.

Xx

KyuHyun dejó caer sus dedos sobre la mesa de caoba de forma brusca y poco rítmica. Trayendo consigo más tensión de la que ya había hasta entonces en el cubículo para cuatro del restaurante de Ramen donde se encontraba metido.

Pero eso no le importaba. Estaba molesto, muy molesto. Y demostrarlo quizá le hiciera sentir menos enojado.

SungMin retorcía sus manos en su regazo y KyuHyun podía verlo aún desde su lugar, aunque pretendía ignorarlo.

—Ya quiero probar el Ramen. — Comentó distraídamente una voz gruesa.

El menor levantó una ceja y le dedicó una mirada significativa a KangIn. SungMin se apresuró a captar la atención del mayor para no armar un lío — Sí, yo también.

Pero eso solo hizo que el estómago de KyuHyun se retorciera aún más. Sabía que eran celos. Posesivos y estúpidos celos, pero por supuesto que eso el Maknae no iba a admitirlo.

La mesera llegó con los tres platos a la mesa y comenzó a dejarlos en ella, evitando que el menor dijera algo estúpido y repentino. Cuando se fue, los tres despegaron sus palillos al mismo tiempo y comenzaron a comer.

La tensión podía cortarse con un cuchillo.

KyuHyun no podía saborear lo que estaba comiendo pues estaba muy ocupado maldiciendo ese maldito Show al que habían asistido en 2009 para hacer cercanos a sus Hyungs. Lo odiaba, lo detestaba y no poder degustar de su comida como era debido lo molestaba todavía más.

—Mañana estaré en el programa de Shindong — Comentó un nervioso SungMin, intentando parecer tranquilo.

—¡Yah! Shindong-ssi —Fue KangIn quien respondió cuando KyuHyun estuvo a punto de hacerlo. — Espero que no comience a hacer preguntas raras.

SungMin se encogió en su lugar y mostró sus resplandecientes dientes. — Sabes que es su trabajo, YoungWonnie

A KyuHyun no le gustó para nada que lo llamara así.

—¿Te blanqueaste los dientes? — Habló por primera vez en la noche el menor, ganándose la atención de sus Hyungs.

Min asintió alegremente, pensando que por fin las cosas se habían tranquilizado ahí. Sin embargo, KangIn habló antes de que él pudiera siquiera intentarlo. — ¡Yah, maknae! ¡Eso fue hace más de un mes!

A KyuHyun le rechinaron los dientes pero no dijo nada, continuó comiendo, encogiéndose de hombros como si el asunto no fuera de su interés.

El mayor de los presentes decidió continuar con su antigua conversación. — Como sea, espero que Shindong-ssi no saque temas como el KangMin… ¿Qué podrías decir al respecto? — KangIn señaló a SungMin con sus palillos y acabó de tragar el bocado — ¡Para eso deberían invitarme a mí!

KyuHyun soltó los palillos sobre la mesa y recorrió su silla de forma escandalosa cuando se levantó, llamando no solo la atención de sus acompañantes, sino la de varias personas en el lugar.

—¿Kyunnie-

—Me voy a casa. —Masculló con el estómago revuelto y les dio la espalda sin dedicarles ni una sola mirada más.

—¡Yah! ¡Maknae! ¡Cho! ¡Regresa aquí y paga la cuenta! — Exclamó KangIn, aunque el menor ya había salido del local.

SungMin suspiró en su lugar, mirando el plato de comida con desgano.

Extrañaba a KyuHyun.

Xx

¡KangMin!

¡Por dios! ¡Esa absurda y terrible relación tenía un nombre! ¡Menuda estupidez!

KyuHyun había pasado la noche entera y por si fuera poco también la mañana, intentando sacarse el asunto de la cabeza. Tumbado en la cama como un perezoso mono, incluso EunHyuk lo había acusado de querer usurpar su lugar y él apenas había atinado a levantarse y azotar la puerta en sus narices.

Cuando por fin salió de su encierro, sin todavía lograr de pensar en ello, era de noche y EunHyuk y DongHae se encontraban sentados juntos en el sofá principal, llenándose la boca de palomitas de maíz recién hechas y pretendiendo ver una película. KyuHyun les arrojó un cojín, sabiendo que en cuanto él saliera de su vista esos dos se pondrían a intercambiar saliva.

Por supuesto que él no les daría el gusto. No señor. Caminó desinteresadamente y todavía usando su pijama de carritos se sentó en medio de la cursi pareja. Si él no podía estar feliz, entonces nadie debía estarlo.

—¡Yah! ¡KyuHyun sal de aquí! — Bramó un irritado DongHae, lanzándole un puño de palomitas encima.

El menor ni se inmutó y comenzó a comerse las palomitas que le habían caído en el cuerpo, completamente dispuesto a arruinar la noche de sexo apasionado en la cual sabía que esa morbosa cita terminaría.

—¡KyuHyun! ¡Demonios, no estás invitado a esta reunión! — Esta vez fue Hyuk quien alzó la voz.

El maknae levantó una ceja, indiferente. — Ya que estamos aquí, Lee Hyuk Jae. Les hablaré informalmente… — Advirtió, ganándose un golpe en la cabeza por parte del pez. — Como iba diciendo… Me uniré humildemente a su reunión, Lee Dong Hae.

El aludido se paso las manos por el rostro y resopló, frustrado — ¡Aigo! ¡Cho Kyu Hyun! — Imitó el tono de voz que había usado el menor — ¡Hyukie y yo no tenemos demasiado tiempo para pasar juntos! ¡Déjanos ver la película! — el pez infló peculiarmente los cachetes, mostrándole al menor su mejor cara.

—¡Pero si yo no estoy evitando que la vean! — Exclamó el menor, con una sonrisa malvada y metiendo su mano en el cubo de palomitas. — ¡Por mí no se detengan! — Exclamó, llevándose el puño entero del alimento de maíz a la boca.

Hyuk se levantó y le arrojó uno de los cojines al maknae  — ¡YAH! ¡Sal de aquí! ¡Nosotros no somos los culpables de tu repentina depresión! — Bramó.

KyuHyun estuvo a punto de escupirle que él no estaba deprimido cuando escuchó la puerta abrirse. Los tres se giraron para mirar a un SungMin de aspecto cansado en el umbral, quitándose los zapatos.

—¿Peleando otra vez? — Inquirió con voz apagada.

—¡Minnie! — DongHae corrió hacía el mayor como si de un bebé se tratase. — ¡KyuHyun arruinó mi cita con Hyukie! ¡Golpéalo!

El menor se cruzó de brazos. — ¡Esa es una acusación falsa, Lee Dong Hae! — Escupió.

—¿¡Escuchaste como me llamo!? ¡Ommo! ¡Minnie Hyung, golpéalo! — Chilló DongHae, jaloneando al mayor por el abrigo.

—¡Cho Kyu Hyun tenle más respeto a tus Hyungs! — Exclamó SungMin, aunque su voz no era severa.

El aludido tronó la lengua y caminó con la cabeza alzada hasta su habitación, de forma digna. — Tú no eres mi madre.

—¡Por dios! — Exclamó el mayor irritado, aunque dejó escapar una risita. — ¡Haz un poco de caso, Kyunnie!

KyuHyun no planeaba seguir soportando que su Hyung lo humillase frente a los otros y luego lo llamara de esa forma tan linda. ¡O se enojaba o era lindo! ¿Por qué chuchas Min nunca se decidía?

Azotó la puerta de la habitación una vez estuvo dentro y se tumbó sobre su cama, enojado.

No pasó mucho tiempo hasta que el mayor entró en su cuarto y se encontró con el emberrinchado maknae, sumergido en su almohada, negándose a mirarlo.

—No me mires si no quieres pero… ¡Ommo! ¡Kyunnie~! ¡Levanta al menos tu ropa cuando te la quites! Te he dicho por lo menos unas mil veces que puse este cesto justo aquí para la ropa sucia… — El mayor recogía las prendas que el día anterior el otro había usado. — ¿No te has quitado la pijama? Dios… KyuHyunnie, deberías usar calcetines si hace frío, vas a pescar un resfriado.

—¡No eres mi madre, Hyung! ¡Y no me digas Kyunnie! — Masculló, con la cabeza todavía en su almohada.

—No te entiendo si no quitas tu boca de ahí, Kyunnie.

—¡Que no me llames Kyunnie! — Exclamó irritado, y dejó caer la cabeza de lado.

SungMin reprimió una sonrisa. — Qué humor~

—Estoy enojado, no se supone que me llames así cuando estoy enojado. — Se quejó el menor, sin intenciones de poner un pie fuera de la cama hasta el día siguiente.

—¿Has estado allí todo el día? No seas vago, Kyunnie~

—¡Deja de hacer eso!

—¿Hacer qué?

—¡Ignorarme! — El menor hizo un puchero que a SungMin se le antojó malvado.

El mayor soltó una risita nerviosa y se detuvo frente a la cama de su dongsaeng. —No estoy ignorándote. Solamente estoy preocupado por ti…

KyuHyun se estremeció bajo las repentinas caricias de su Hyung sobre su cabello y lo miró desde su lugar. —¿Por qué estarías preocupado por mí?

SungMin hizo un gesto que a KyuHyun se le antojó comestible. Otra vez ese molesto revoloteo en su estómago.

—Porque te quiero, Kyunnie.

Apenas hubo escuchado eso, el menor se incorporó y atrapó la cintura de su Hyung entre sus brazos, todavía sentado en la cama, aferrando su rostro al estómago de SungMin que río nerviosamente por su acción y continuó acariciando su pelo.

—También te quiero, Hyung. — Susurró un tanto avergonzado KyuHyun, absorbiendo el aroma del suéter de su mayor y abriendo las piernas para dejar las de su Hyung entre ellas.

—¿Ya no estás enojado? — inquirió Min, con un dejo de curiosidad.

—Lo estoy.

—No lo parece.

—¡Pero lo estoy, Hyung!

El aludido volvió a reír, cubriendo su rostro. KyuHyun lo miró desde abajo, con un puchero en los labios. — De todas formas ¿Dónde estabas? Ya es muy tarde… — Masculló el menor.

—Ah~, Hyung tuvo un día ocupado. — suspiró el mayor.

—¿Qué tan ocupado?

—Muy ocupado. — Respondió entre risas.

—¿Ocupado en el trabajo o ocupado con Youngwoonie? — Espetó el menor con un tono posesivo y soltó un gruñido.

SungMin dibujó una sonrisa en su rostro y dijo entre risas — ¿Qué pasa, KyuHyun? ¿Acaso estás celoso?

—¡Ya! ¡Sí, muy celoso! — Respondió el Maknae contra todo pronóstico, logrando aturdir al mayor, que le mostró una mirada sorprendida.

—N-No seas tonto, Kyunnie.

—Pero lo soy, Hyung. Soy tonto. — La voz del menor llenó la habitación. — Tonto y celoso. No me gusta verte con otros hombres, Hyung. Tú eres mío, no le des tu corazón a otro hombre. Ni a KangIn. Mucho menos a KangIn.

SungMin agachó el rostro, avergonzado y cuando KyuHyun lo jaló, sus rodillas flaquearon inevitablemente, por lo cual terminó sentado en las largas piernas del menor.

—Me gustas, SungMin. Me gustas un montón. — Susurró Kyu, apartando las traviesas manos de su Hyung que buscaban cubrir su avergonzado rostro — Mírame… — Sus miradas se encontraron— Me gustas y estoy celoso de KangIn, y de todos los hombres que se acercan a ti.

SungMin tragó saliva e intentó desviar la mirada pero KyuHyun atrapó su mentón y se acercó todavía más a su rostro.

—Hyung… ¿Se siente así por mí? — Inquirió despacio.

Aunque por supuesto que no le dio tiempo a SungMin de responder pues acercó sus labios a los suyos y los capturó en un instante. Logrando que una descarga eléctrica recorriera la espalda de ambos y los hiciera estremecer.

El menor deslizó su lengua por los carnosos labios del mayor que abrió la boca temblorosamente, y cuando KyuHyun entró a explorar su cavidad, a SungMin le fue imposible reprimir un suspiro que al otro le resultó más que placentero.

Sus lenguas se encontraron primero tímidamente y después se enfrascaron en una difícil batalla por el control. Se separaron únicamente cuando sus pulmones rugieron por oxígeno y continuaron unidos por un cálido hilo de saliva que se desprendió de sus bocas. KyuHyun chocó su frente con la de su Hyung, mirándolo con cariño.

—Hyung…

SungMin se apresuró a subir su dedo índice y colocarlo sobre los húmedos labios del maknae, impidiendo que continuara hablando.

—A SungMin le gusta el Evil Maknae. —Susurró y después se inclinó para estampar sus labios contra la sonrisa del menor.

KyuHyun lo envolvió en un cálido abrazo y lo trajo consigo para recostarse, dejándolo estar sobre él, todavía con sus labios unidos.

—Este Maknae está a punto de comerse a su Hyung. — Susurró el menor, atacando el cuello descubierto de su mayor, que soltó un gemido ante su acción repentina.

KyuHyun comenzó a succionar y a recorrer el cuello de SungMin con su caliente lengua, provocando suspiros y avergonzados jadeos, que no hacían más que excitarlo, de parte del mayor.

Tan pronto como el menor le sacó el suéter a su Hyung por la cabeza, éste se restregó contra el patético pijama de carritos que no tardó mucho en comenzar a desabotonar. Fue el turno de KyuHyun de comenzar a gemir cuando los cálidos labios de su amante se apoderaron de los botones rosas que tenía en el pecho.

—M-Minnie… — Jadeó.

El mayor se dedicó a manosear y juguetear con el pezón que no estaba succionando por lo que pronto fue más que notable el problema que KyuHyun escondía bajo ese aniñado pijama que en un momento como ese a SungMin le parecía de lo más erótico.

El menor se mordió el labio inferior reprimiendo un gemido fuerte cuando su Hyung comenzó a mover las caderas, restregando su cuerpo contra su parte más íntima.

No pasó mucho tiempo hasta que el mayor le bajara los pantalones, tomando entre sus manos la erección del menor, que por suerte, no llevaba puesta la ropa interior.

—Eres un pervertido. — Señaló SungMin con voz desgarradora, antes de agacharse y darle un beso al glande de su dongsaeng.

KyuHyun le dedicó una sonrisa entre perversa y maligna y acarició su cabello, incitándolo a seguir con su trabajo. Min comenzó a llenar con su saliva el miembro del menor, lubricándolo, haciéndole saber que eso no iba a terminar en una simple mamada.

KyuHyun amplió su sonrisa de forma pervertida, desabrochando el cinturón de su acompañante y bajándole de un tirón los pantalones y la ropa interior. SungMin se estremeció cuando una corriente de aire se impactó contra su miembro y encajó sus manos a la espalda del Maknae que aferró su cuerpo al suyo logrando que sus partes íntimas se rozaran y ambos soltaran un gemido ante la exquisita descarga eléctrica que recorrió sus cuerpos enteros.

—M-mhn…

Kyu juntó sus labios con los de Min mientras dirigía sus manos a su entrada. Cuando introdujo el primer dedo, a SungMin realmente no le dolió, aferró sus piernas a su cintura y mordió sus labios cuando introdujo dos más de golpe y acarició su punto G.

KyuHyun sustituyó sus dedos por la punta de mi miembro, SungMin apretó los dientes tratando de callar un grito desgarrador cuando el menor se introdujo en el de una sola estocada.

Ambos se quedaron quietos, jadeando. Dolía. Dolía un montón.

En cuanto SungMin se hubo acostumbrado al intruso en su interior, clavó sus uñas en su espalda, rasgándolo, sin tener tiempo de limpiar las lágrimas en sus mejillas. Entonces enterró sus dientes en el cuello del mayor y comenzó a succionarlo, intentando pensar en otra cosa.

Una de las manos de KyuHyun alcanzó su miembro y comenzó a masturbarlo ansiosamente para distraer su atención del dolor desgarrador que estaba sintiendo en su parte trasera. Un momento después, KyuHyun empezó a moverse con suaves y lentas embestidas.

—Kyu-ah… Kyunnie

SungMin gemió con fuerza cuando sintió al menor tocar su próstata.

—Sí… Ahí. Oh… Más, Kyu-ah — Gimió con más fuerza el mayor cuando el dolor lentamente se transformó en placer. Algo realmente delicioso.

Las embestidas comenzaron a hacerse más y más fuertes y grandiosas. SungMin aferraba sus manos con fuerza a todo lo que podía y presionaba sus piernas a las caderas de Kyu para que lo hiciera más fuerte.

KyuHyun sujetó con fuerza el trasero del mayor, cautivado. Estar con SungMin era la mejor sensación que había sentido en toda su vida, no había nada que se le comparase y él era realmente suertudo por ser el dueño de un trasero tan grande y atractivo como el que tenía su Hyung.

Unieron sus labios antes de llegar al clímax, intentando suprimir el grito de éxtasis al cual ambos llegaron después de unas embestidas más al trasero del mayor. SungMin se vino en el vientre del menor que terminó dentro del agujero de su Hyung, y más que exhausto se dejó caer en la cama.

—¿Esto significa que eres mío, Hyung?

SungMin dejó escapar una risita y asintió mientras acomodaba su rostro en el pecho sudado del menor y una sonrisa se dibujó en su rostro. —Pudo haber sido algo lindo y tierno pero no, tenía que ser Kyunnie… — Susurró.

El menor sonrió victorioso. — Por supuesto, eres afortunado.

—Babo~ — SungMin lo golpeó en el pecho y cerró los ojos cansado.

—Hyung… — Lo llamó el menor.

—¿Umnh?

—En esa cola si me formo. — Susurró, apretando su desnudo trasero, ganándose otro golpe de parte de su mayor antes de caer profundamente dormido en su pecho.

—Te quiero, Hyung. — Murmuró, aunque el otro ya no lo escuchaba.

Y él también cayó dormido con una sonrisa en el rostro.

Ya no estaba celoso.

No tenía por qué estarlo.

Notas finales:

N/a:

¡Hola, hola, hola! *Hace una pésima imitación de RyeoWook en el Super Show 5*

Volví, y mucho más pronto de lo que hasta yo me esperaba. Jajaja, para ser sinceros, escribí esto en muy muy poco tiempo. Y me disculpo por el lemon mal hecho, lo hice en menos de quince minutos, estaba muy presionada porque me querían quitar del PC y yo quería publicar esto antes. En fin...

En verdad espero que la historia sea de su agrado y que no les paresca muy... LOL. 

Esto surgió de que ayer estaba viendo el programa de super Junior de Intimate Note en 2009 y me encantó como KangIn y SungMin terminaron unidos, tanto... que si no fuera 100% KyuMin shipper, amaría el KangMin.

¿Tomatazos?

Nos leemos pronto.

XOXO.

 Corregido por primera vez el 10/07/14.


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