Nadie lo entendía. Nadie entendía como era que podía estar con alguien así. ¿Pero, porque juzgaban? Nadie lo conocía. Solo la sabía como era en realidad.
Oh Sehun, el chico era totalmente serio. No sonreía con nadie, todos estaban de acuerdo en que era jodidamente sexy. Todas las chicas lo perseguían sin recibir siquiera una mirada de su parte. No le importaba de todos modos, era unas zorras. Daba igual, todo le daba igual. Pero había alguien, con quien podía sonreír sinceramente y reír de completas estupideces: ese era Luhan.
Siempre habían sido cercanos, demasiado cercanos. No podían separarse. Tal vez esa era la razón por la que estaban enamorados. Se amaban, o más que eso.
Sehun solo era realmente el, cuando estaba con su pequeño. Aunque Luhan “el pequeño” era mayor por dos años, siempre lo había tratado como su pequeño. De todos modos, Luhan, parecía más joven que él. Su hermosa carita aniñada, y su lindo cuerpito lo volvía loco.
Era realmente hermoso volver al departamento que compartía con su pequeño y percibir el rico aroma a hotcakes en la mañana. No podía estar más enamorado de su pequeño.
Ellos eran raros, lo tenían asumido. Siempre peleaban, pero era peleas estúpidas, nada grave.
-Yo quiero ese- dijo el carita de ciervo, señalando un hermoso sofá blanco.- Queda bien con los muebles de casa.
-A mí me gusta aquel- Sehun señalo un sofá negro.
-Claro, es negro. Tiene que ser un color vivo. No quiero entrar a nuestra casa y encontrarme con las paredes pintadas de negro y todo lo demás del mismo color- dijo poniendo una mano en su cintura.
-No, porque no me dejaste pintarlas de negro- sonrió burlonamente Sehun.
-Hubiera quedado horrible, es más lindo este- dijo sin rendirse.
-Entonces déjame comprar este-señalo un sofá chiquito de color negro- Para la sala, quedaría bien.
-No, no, no y no. Si el sofá es blanco, los demás sillones tienen que ser blancos.
Habían salido en la mañana a comprar cosas para su departamento. Según Luhan el lugar parecía “desnudo”, por lo cual, obviamente Sehun hizo un comentario pervertido, logrando que Luhan le diera un débil golpe en el brazo.
Así eran ellos. Planeaban cosas sin sentido, como que les gustaría comprar una casa rodante y viajar por todo el mundo. Cosa que era imposible porque ninguno podría estar más de dos horas en un auto sin querer arrojarse por la ventana del aburrimiento. Tenían muchas cosas en común, también tenían muchas coas totalmente opuestas. A Luhan le gustaba el chocolate blanco, a Sehun el negro. A Luhan le gustaba la comida italiana, a Sehun la mexicana. Pero también tenían muchas cosas en común: no podían tomar el café sin azúcar, a ambos les fascinaba el helado de chocolate. Amaban la comida china y los canelones de carne y salsa que preparaba Luhan.
Sehun no sabía cocinar, Luhan sí. Su amistad surgió en algo parecido. Sehun no había triado nada para comer porque se había olvidado, y también porque no tenía anda en su casa para alimentarse. No tenía ganas de salir a comprar, era demasiado flojo. Tampoco era buena idea comprar comida de la cafetería de la escuela, eso era un asco. Luhan observo que tenía mucha hambre, y le tendió un par de sándwiches. Así, sin más, su amistad comenzó. Desde ese día Sehun no preparo más comida, ya que Luhan lo hacía por él.
Tardaron en darse cuenta lo mucho que se amaban. Cuatro años de amistad y no querían admitirlo. Baekhyun le decía a LuHan lo mucho que se notaba lo enamorado que estaba del menor, peor el jamás lo admitiría.
-Te estoy diciendo que no, no me gusta-decía por quinta vez Luhan.
-Ah, por favor. No me quieras engañar, eres demasiado malo mintiendo- Baekhyun no paraba de insistir.
-Eso mismo dice Sehun- el más bajo le lanzo una mirada picara- Y eso no significa nada. Deja de insistir con eso, no estoy enamorado de Sehun. Desde que estas con tu “hermoso Yeollie”-hizo comillas con sus dedos-quieres emparejar a todo el mundo-el bajo bufo.
-No hagas así, Yeollie es hermoso- era cierto, su novio era hermoso, no por nada tenía que espantar a garrapatas (chicas) de su gigante- Y segundo, si estás enamorado de él.
Luhan no insistió mas, era un caso perdido. Pudo darse cuenta de sus sentimientos, en una fiesta. El menor había insistido en ir aunque él no quisiera. Normalmente se hubieran quedado a dormir en el departamento del mayor, pero no quiso. Sabía la poca tolerancia que tenía con el alcohol, pero de todas maneras termino aceptando.
Ese mismo día, Sehun se había besado con una chica, cosa que provoco que su sangre hirviera. Lloro, en el baño de la casa de no sé quién. No tenía idea quien había organizado esa estúpida fiesta. Solo sabía que sus amigos (Baekhyun, Lay, Tao, Xiumin, Kyungsoo) lo habían consolado toda la noche.
Se sentía patético, todos tenía novio menos él. Ese día, acepto sus sentimientos al menor.
Paso como un año más o menos, y Sehun se le declaro después de una pelea a causa de los celos. Según Luhan, fue lo más romántico que le había pasado en la vida. Desde ese día, no se habían soltado ni para bañarse, porque también hacían eso juntos. Se amaban demasiado.
Sus amigos estaban contentos con su relación, sabían que pasaría, pero había gente que solo metía espina para arruinar parejas felices. Decían que Sehun era demasiado frio y serio, él sabía que no era así. Había creado una barrera que solo Luhan podía romper. Sus amigos y el, sabían que Sehun era una persona dulce, divertida y cariñosa. Se preocupaba por sus amigos y por él.
Nadie entendía lo mucho que se amaban. Excepto ellos, claro. Era hermoso despertar con el cuerpito de su pequeño abrazo al suyo. También era hermoso mirarlo preparar el desayuno para los dos, ya que él ni siquiera podía hervir agua. Amaba demasiado a Luhan, su pequeño.
Y a pesar de todas las peleas, los celos y demás, ellos jamás dejarían de amarse. El amor era mucho más fuerte que cualquiera que intentara separarlos. El “HunHan” como decían sus amigos, era amor puro y nada los separaría.
FIN ***