Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una ecuación veraniega (HUNHAN) por Lizzie_shawol_flamer

[Reviews - 69]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

En primer lugar quería dar las gracias a todas las lectoras que me dejan reviews, me motivan mucho :') espero que el fic os vaya gustando y que siga siendo así hasta que acabe ;)

Se suponía que, como buenos invitados, nos habíamos propuesto ayudar a los abuelos en todo lo que pudiésemos. Tristemente quedó en un propósito y pasamos todo un día de descanso y la mañana del siguiente como lagartos al sol, sin movernos siquiera de la piscina.

- Me siento mal, culpable - confesó Maylin, postrada con el bikini que yo le había recomendado

- Deberíamos... ¿Limpiar la piscina? - observé con ojo crítico el color lechoso que presentaba y las algas adheridas a las paredes. No, no nos habíamos bañado en ella ni pensábamos hacerlo - ¿Podemos? -Me dirigía al dueño, pero Sehun se había dormido. Me levanté e introduje mi mano en la ducha, activándola y esquivando el chorro con aprensión. La coloqué sobre su cara y las gotas oscilaron, heladas, a punto de caer - ¿Lo despierto? - pregunté, juguetón

- Déjalo Luhan - me regañó - es tan mono cuando duerme...

No tenía más remedio que admitir que tenía razón. Se había dormido con las gafas puestas, pero supe con certeza que no le quedaría marca... a no ser que se quemara. Tanteé tratando de apartar un poco la montura para asegurarme de que no estuviese de otro color. Las comisuras de los labios se elevaron ligeramente al tacto y me reí.

- A saber que está soñando                                                  

- Debe ser agradable - concluyó mi amiga, balanceándose al borde de la butaca - prueba otra vez

Repetí el gesto, acariciando esta vez la mejilla con las yemas de los dedos. Su sonrisa se amplió.

- Da miedito  así sin ver sus ojos - dijo ella

- Parece un pervertido - coincidí

- ¡No! No seas malo - me golpeó el brazo y me dolió más de lo normal - estás rojo

- ¿En serio? - me alarmé - voy a por crema, de paso preguntaré si hay algo que pueda hacer ¿vienes?

- Nah - se había quedado como tonta, ensimismada, pero bajo esa repentina admiración por el sueño de su novio percibí algo más.

- ¿Le tienes miedo a la abuelita? - pregunté con sorda

- Un poco, creo que no le caí bien - los ojos llorosos por el sol contribuían a darle un aspecto más melancólico

- ¿Por qué? ¿Por lo de anteayer? Les caíste estupendamente – o no.

- Me fulminó con la mirada, en ese momento pensé "si las miradas matasen..." - suspiró y agitó la cabeza.

- ¿Crees que se acordará de ese pequeño detalle? Fuiste educada toda la cena, hablamos con ella y es lo que recordará. Solo exclamaste en su relato porque te sorprendió y estabas prestando atención, no es tan grave - le resté importancia

- Uff debería haberme callado, tú sí que sabes que hacer en esas situaciones. Estoy segura que en pocos días se plantearán adoptarte

- Yo ya tengo una familia, aunque no tengan una casa como esta... les dejaría ser mis padrinos - me llevé la mano a la barbilla, adoptando una pose pensativa - ahora en serio, no te comas la cabeza por esa tontería. Ayer me pareció que era una señora muy inteligente y, de serlo, no tardará en darse cuenta de lo fantástica que eres

Maylin levantó la vista, conmovida. Se cubrió los ojos con la mano a modo de visera

- Eres siempre tan dulce Lulu...

Me incliné y deposité un beso en la frente. Juraría que percibí, por el rabillo de ojo, como Sehun de tensaba. Imaginaciones mías, seguro.

La abuela se encontraba sentada en una de esas típicas sillas de plástico blanco, leyendo el periódico.

- ¿No decía que no sabía el idioma? - me asomé por encima de su hombro y se sobresaltó.

- Ah no, no tengo ni idea, pero Laura me ha traído esto y bueno, ojeaba - supuse que Laura sería la asistenta - ¿Tú que crees que pone?

Revisé los titulares, pero tan siquiera reconocía las letras. Lo di por imposible y me limité a las imágenes.

- No sé qué querrán decir con esta foto, pero intuyo que algún río con un cauce superior a lo normal o algo así. Nada relevante.

- Lo mismo pensé yo - lo dobló sobre su regazo - ¿Quieres algo? ¿Os preparo un tentempié?

- No hace falta, gracias - volvería con unos cuantos kilos de más si me acostumbraba a este ritmo de vida - solo vine a por algo de crema ¿Necesitáis que os ayudemos en algo? Lo que sea.

No era demasiado fuerte, pero seguro que podría cargar con algo que una pareja mayor no. Tal vez nos dejaran podar, tareas menores que les aliviaran la carga.

- No hace falta, disfrutad - por mi expresión dedujo que no había quedado satisfecho - ya habéis visto cómo está la piscina ¿no? Pedidle a Sehun que active el aspirador y pasarlo. Cepillad también los bordes, si no es molestia. Al terminar añadir más cloro y la tendréis lista para mañana.

- Por supuesto - asentí, alegremente. Ya me iba de vuelta con mis amigos cuando me detuvo, sonriente.

- Luhan, ¿no ibas a coger crema?

- Ahhh si, cierto - me precipite a por ella y la estrujé entre ambas manos - ahora ya sí, pero creo que debería ponerme a la sombra, Maylin dice que estoy algo rojo.

- Estás bien -contradijo ella, con una mueca. Me pregunté a mi mismo si no sería verdad lo de que Maylin no acababa de convencerla - los chicos de hoy en día sois muy guapos

- Vaya, gracias ¿En su época no era así?

- Siempre ha habido hombres guapos, pero pocos como mi nieto y tú - señaló - es otro tipo de belleza, más refinada.

Me gustó que lo definiese como "refinado" y no "afeminado" Dicho así no resultaba para nada ofensivo.

- Me halaga - hice una reverencia muy pomposa y exagerada para sacarle otra sonrisa.

- Tu acento... ¿De dónde es?

- De china, supongo - creía haber eliminado cualquier rastro de ese acento marcado.

- ¿Eres chino? - preguntó con interés 

- ¿No se lo dijeron? - yo estaba sorprendido al mismo tiempo

- Mi nieto dijo que su novia era de origen chino, pero ya que vive en Corea y se traía a un amigo de allí...

No sé por qué pero me sentí decepcionado.

- Lo entiendo, sería más lógico

- ¿Os conocisteis en Corea por casualidad o ya sabías del otro antes de mudaros?

- Somos amigos de infancia - aclaré - nuestros padres son también cercanos y todo cuadró bien. Regresamos de vez en cuando a China para ver a la familia y lo hacemos todos juntos, también cosas como el año nuevo chino y todo eso

- De modo que eres bilingüe ¿no? - excluyó a Maylin de la ecuación

- Exactamente, aunque visto lo visto - señalé el periódico ya olvidado - debería centrarme también en otros idiomas

Sehun ya estaba en pie cuando llegué, sujetando la mano de Amaia con delicadeza, parodiando una de esas escenitas de  besar la mano a la chica como fuese una princesa. Él al menos ponía cara de "me siento ridículo ahora mismo" mientras que ella se sonrojaba, soñadora.

Casi salta al verme

- No os preocupéis por mí - levanté ambas manos indicando inocencia - me las apaño para encender el chisme ese y ya me encargo de limpiar la piscina.

- Te ayudamos -  ofreció

- No  pasa nada - decliné - siga a lo suyo princesa - su rubor aumentó - ahora que la bella durmiente ha despertado de sus dulces sueños - le guiñé un ojo y Mylin rio, un poco cortada todavía. Punto para mí.

No hicimos un esfuerzo excepcional ni nada: entre los tres lo terminamos en media hora y los padres quisieron ocuparse de calcular la temperatura y echar el cloro.

- Han sido unos días muy inactivos -Maylin llevaba varias horas repitiendo lo mismo

- Podríamos dar un paseo - la miré para medir su reacción. Era un poco vaga, eso lo sabía yo de sobra.

- ¿Por qué no vamos hasta la isla? - Sehun daba vueltas sin parar, alejándose de nosotros. Tras su siesta parecía más activo que nunca y sediento de acción.

- ¿Isla? ¿Cogeremos un barco? - demandé, ingenuo.

- No, no, solo la llamamos así porque la playa tiene un islote de piedra, pero se puede acceder a él caminando fácilmente por el agua. Podemos tomar un helado al llegar.

- ¿Es esa de ahí? - Amaia aguzó la vista. Estaba tan lejos que era borrosa - ¿Movernos tanto por un helado?

- La recompensa sería el helado, pero el objetivo es caminar y conocer el sitio - me adelanté a Sehun, que simplemente asintió

- vale, vale, de acuerdo. Pero espero que sea de cucurucho, con mucho chocolate - expuso sus condiciones con aire resignado

- Controla eso, si quieres extra de chocolate tendrás que caminar el doble - dictaminé, con mi mejor voz de orador. Alargué el brazo para dar unas palmaditas disimuladamente a Sehun, esperando que captase el mensaje. Por si acaso le lancé una mirada cómplice en el segundo que Maylin giraba la cabeza para mostrar indignación  - o acelerar la marcha, ¿Qué prefieres?

- No voy a hacer ninguna de las dos cosas, y lo sabes Luh...

- Me parece bien - atajó Sehun, con una admirable indiferencia - hay una ruta que sigue a lo largo de la costa otros 8 kilómetros, cuando demos media vuelta iremos a por el helado.

- En ese caso convendría coger chaqueta - reflexioné - se nos hará un poco tarde, ¿Son caminos de montaña allá donde los acantilados?

- ¿Como que acantilados?

- Más bien de pastoreo, hay que sortear a veces ganado - lo decía con tal seriedad que yo mismo hubiera dudado - definitivamente volveremos para la hora de dormir, así que en vez de helado quizás os apetezca un goffre.

- Oye chicos...

- ¿Goffre? ¿Esa bollería con tanto azúcar y sirope?

- Suelen echarle nata y chocolate

- Ey escuchad...

- Entonces tendrá más calorías, tenemos que sumar kilómetros - abrí los ojos tratando de expresar auténtica preocupación por el tema, aunque me estaba entrando una risa floja que costaba reprimir.

- ¡¡¡NO!!!

La cara de Maylin era todo un poema, una sucesión de emociones encontradas: horror, incredulidad, escepticismo, molestia, recelo... iban derivando cada vez más a la ira según sospechaba que le estábamos tomando el pelo. Fui el primero en estallar y contagié a Sehun. Casi nos revolcamos por el suelo, porque cada vez que creíamos parar nos mirábamos el uno al otro o percibíamos la indignación de Maylin, con lo que empezaba nos de nuevo. Era un ciclo vicioso y Sehun tuvo que medio ahogarse antes de poder parar.

Todavía en shock, debilitado por las rápidas sucesiones en los ataques de risa, tardé más de lo normal en darme cuenta de que tosía. Me recuperé de golpe y básicamente azoté su espalda con la mano abierta antes de recordar algo.

- Decían en la tele que hacer esto era malo - rememoré el contexto y cambié de opinión - no, espera, eso era si habías tragado algo - vacilé y repetí el gesto con menos fuerza - ¿mejor?

- Si - Se restregó un ojo para enjuagar una lágrima. Por lo demás no sufrimos ninguna baja - Pero ahora me pica la espalda.

Observé su espalda y distinguí la forma de mi mano allí plasmada, rojiza sobre su piel marmórea.

- Vaya, lo siento - me disculpé, sinceramente arrepentido.

- Nada. Tienes más fuerza de lo que esperaba

Levanté el brazo e hice un penoso esfuerzo de flexionarlo y sacar músculo. Sacudí la cabeza, disgustado.

- No tengo apenas fuerza en los brazos

- ¿Nada? Vaya, que buenín eres - comentó a la ligera.

- Soy más de piernas ¿Qué te pasa? - estaba aguantando para no reírse y se notaba. Me pregunté si era algo residual de la ronda anterior.

- Luhan no necesita hacer eso, Sehun. Él encuentra quién se lo haga - apuntó Maylin, con un punto de rencor.

- Increíble, el sueño de todo hombre cumplido.

Odiaba sentirme al margen, pero no tardé mucho en darme cuenta.

- Ahhh ¿Qué? ¡Yo no... ósea que no es...! - de ser Maylin me hubiera descontrolado y gritado algo del tipo "agh, dejadme en paz" pero el orgullo jugaba en mi contra - ¿Y tú, Sehun? - Sujeté firmemente su brazo, sin vergüenza, presionando en el centro para medir - ¿cuál es tu brazo bueno?

- ¿Para pulsos? Soy diestro - no sabía muy bien porqué, pero me estaba siguiendo el juego

- Entonces no es de extrañar que esté más musculado - acaricié la superficie del izquierdo, más por teatro que por otra cosa. Su piel era suave y tersa - ¿Haces pulsos muy a menudo?

Maylin se estaba hartando de nuestro intercambio y preparó sus cosas con un leve suspiro. Era un buen intento de aparentar madurez, pero los dos chicos allí presentes la conocíamos mejor que eso.

- Soy como tú, prefiero encontrar a alguien - subrayó, sin fijar la vista de manera que resultase reveladora. Por como Maylin movía los hombros, casi robóticamente, estaba más que pendiente y molesta.

- ¿Y te gusta ganar? - imité a mi amiga y sacudí la toalla, húmeda, para colgarla en la valla.

- Si, es lo más común - unió la suya, negra entera a excepción de unas letras blancas que rezaban "be cool" y unas cuantas oraciones más en inglés.

- Tomo nota - afirmé, apuntando el dato en mi memoria, aunque no sabía muy bien si con "común" se refería a que todo el mundo quiere ganar o a que él casi siempre gana - y qué, ¿Has conseguido buenos competidores últimamente? – Maylin  se contenía, pero en cualquier momento nos interrumpiría gritando improperios.

- Todavía no lo sé - otra curiosidad - ¿Quieres echar uno?

- ¿Eh? - me había ido tanto por las ramas con los dobles sentidos que me costó deducir que quería echar un pulso. De hecho se me pasó otro tipo de imagen mental y casi se me para el corazón - claro - era inútil disimular mi equivocación, ya que mi cuerpo actuaba por su cuenta, enrojeciendo por otro motivo que no fueran los rayos de sol. Sehun sonreía con los ojos, manteniendo una línea tensa por boca. Estaba aprendiendo a reconocer esos signos y me sentía bastante orgulloso.

De modo que, a pesar de las protestas insistentes de Maylin, nos colocamos en la mesita de madera del jardín. En la vida me habían llamado afeminado mil y una veces, pero yo siempre me defendía y exponía mi cuerpo como principal argumento. No es que hiciera exhibicionismo ni nada, pero los deportes me gustan y eso termina que reflejarse. Mi afición al fútbol y baloncesto me alejaba, por suerte, de los estereotipos comunes (No, a los gays no nos gusta el ballet, por mucho que la gente insista) aunque la natación resultó algo incómoda.

Me posicioné sin mucha convicción. Basándome en su aspecto y finura (literalmente, no en el sentido de educación y gracia) podría pensar que, con algo de suerte, tendría una mínima oportunidad, aunque remota. Me preparé mentalmente para la derrota y me pregunté si debería insistir, a riesgo de que hiciera más coñas.

- ¿Preparado? - cogía mi mano con bastante delicadeza

- Claro - apreté para infundirme confianza. Lo tomó como un desafío.

Fue aplastante: en unos segundos me tenía inclinado, doblando el cuerpo para soportarlo mejor. No me había estampado y eso ya era un alivio, si bien el exceso de suavidad me hacía plantearme si no me estaría tratando como a un niño chico o una adorable mascota. Nunca me enfadé tanto con alguien como cuando Kai me dijo algo parecido, alegando que yo parecía un muñeco de porcelana al que debía proteger. Ese pensamiento me nubló un poco el juicio y lo fulminé con la mirada al tiempo que me sacudía el brazo con violencia, obligándolo a soltarme.

- Que mal perder - comentó, frotándose la mano distraídamente.

Pero yo no podía explicárselo. Por otra parte Maylin estaba furiosa y nos gritó hasta hartarse. Atravesamos el puente sin fijarnos en las truchas que nadaban en la corriente de abajo ni pararnos a lanzarles algo, puesto que Maylin nos reñía por separado. Sehun y ella caminaron a 5 metros por delante,  modulando el tono de voz para que no los escuchase. Me sentía como un pequeño que aguarda tras la puerta con la vana esperanza de entender lo que fuera de lo que sus padres estuvieran hablando. Para colmo iba solo, rezagado.

En el cambio de turnos Maylin no se dignó a girarse y Sehun se paró en seco hasta que estuve a su altura.

- Buena suerte, campeón - me dio ánimos con cierta ironía. Leí en su expresión con dificultad.

- No estás contento - lo dije tan bajito que se acercó, confuso - No te ha parecido bien - no era una pregunta.

- No

- ¿Se lo has dicho? - a pesar de su cabezonería, mantenía que lo mejor era decirle siempre las cosas a la cara y no consentirla.

- Hay cosas que simplemente no acepta - dijo, evasivo, y traduje eso por un "no voy a presentar batalla si puedo calmarla con una actitud pasota y complaciente" no terminó de gustarme.

- Aun así deberías hacerlo - advertí - a la larga...

- Habrá problemas, si - me dio un empujoncito en la espalda para que caminase y adelantara - tú no te preocupes por eso, lo tengo controlado.

No lo creía así, pero ya estaba junto a Maylin.

- Lo siento - murmuré, adecuadamente contrito - me pase un poco pero...

- oh vamos, Luhan - Maylin elevó los ojos al cielo - tú fuiste quien me dijo "No hagas caso de nada que vaya antes de un "pero""

- Ah,  cierto - me pase una mano por el pelo en un gesto nervioso.

- Así que ahórrate eso e iré al grano - miró atrás y vimos a Sehun a lo lejos, charlando con una chica nativa ¿Laura, tal vez? - evita sacar cualquier tema que tenga que ver con el sexo ¿vale?

- ¿Qué? - que yo supiera solo habíamos bromeado como lo hacen los chicos, indirectas y pullas.

- Es complicado ahora mismo - sentenció.

- Vosotros lo habéis... - gesticulé lo suficiente para que me entendiera sin necesidad de hablarlo abiertamente

- No - negó. Su voz translucía inseguridad.

- Y... - sonsacarle información estaba costando más que de costumbre.

- No quiero forzar nada, simplemente me incomodan las menciones - aclaró

- ¿Crees que ya habéis llegado a ese punto en la relación? No te metas prisa...

- ¡No, no! no es nada de eso, descuida - agitó una mano, atenuando - no lo hemos hablado, y por eso no quiero que el tema surja por una tontería así

- Entiendo.

Ya habíamos acabado, en teoría, pero la nota de preocupación perduraba.

- ¿Te pasa algo?

- No... -pausa

- ¿Segura?

- No... - pausa más larga

- ¿Es por Suho?

- N... ¿eh? - sus bonitos ojos se abrieron más de lo normal, como siempre que hacía la más mínima referencia a su exnovio. No podía culparla, me pasaba lo mismo.

Esa reacción me bastó

- No le des más vueltas, y no compares. Solo lo estropearás

- Lo sé, no estaba... pensando en eso...exactamente - podía mentirme lo que quisiera.

- Ya

Sehun esperaba alguna señal, pero alargamos bastante la tercera pausa.

- Vale, pienso en él - admitió

- Creí que ya lo tenías superado - me cercioré de que Sehun seguía a la cola

- Si, si, fue solo un sueño

- ¿Sueño? - deseé saber arquear la ceja de nuevo

- De estos donde aparecen muchos conocidos y bueno, estaba ahí, ya está

- Pero te ha afectado, ¿No será...?

- No es nada, quiero a Sehun - declaró, y algo me oprimió el pecho por su determinación - mañana lo tendré solucionado, solo se me ha liado un poco con lo otro así que... ¿no más juegos de palabras?

- Me morderé la lengua - prometí. Tampoco tenía muchas ganas de participar en uno después de que se sincerara.

- Gracias Lulu - me abrazó con cariño.

-¡Ey! - Sehun nos llamaba haciendo señas. Al principio pensé que sería por el repentino contacto con su novia - ¡No es por ahí!

Dimos media vuelta.

- Hace un rato que nos pasamos el cruce - nos dijo. La protesta fue unánime - no pude avisaros sin interrumpir, solo hay que retroceder unos metros - indicó 

- Al final se hará de noche y comeremos goffres - bufó mi amiga, tratando de acelerar con sus piernas cortas.

Sehun acercó sus labios a mi oído y me sobresalté.

- Tú tampoco le has dicho todo y no estás contento - susurró, apartándose rápidamente para situarse junto a mi mejor amiga.

Era cierto, ella me había  picado e incluso había llegado a insinuar algo un poco... perverso cuando dijo que "Luhan encuentra quien se lo haga" solo que no me lo planteé hasta el momento. Era un puñal y un golpe bajo, y ahora me escocía por dentro y quemaba como ácido.

Notas finales:

Maylin y Sehun hacen una pareja muy extraña la verdad...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).