Camino por las calles de esta ciudad abandonada, ojos acechan, recorren mi cuerpo en busca de algo con lo que saciar su hambre, pero no tengo miedo, lo estoy haciendo por nosotros. Al lado de la gran puerta de oro un chico alto, con ojeras y mirada amenazante custodia la entrada, sé quién es, reconozco a todos los que habitan en esta ciudad de puro suicidio. Me paro enfrente de Tao, le miro fijamente y él sonríe, “A buenas horas llegas, el líder ya te está esperando” con un chasquido de dedos la puerta se abre lenta y ruidosa. Se oyen risas dentro, a ellos sí les conoces tú, pero es difícil explicar que son, los señores del cielo no aceptan a las criaturas de la noche. “¡Chanyeol estamos retrasados ya!” grita sujeto a la puerta, esperando a que su compañero salga para cerrarla e irse a trabajar, “Pero llegamos para la hora del almuerzo” Chanyeol sale todavía adormilado, tiene los colmillos sacados y las alas de murciélago desplegadas. Ellos se ven libres y felices, tienen sus problemas pero saben que pueden contra ellos y que por siempre vivirán juntos, nosotros también seremos así, eso espero. Estoy delante del gran sillón rojo sangre, este me da la espalda, en una de las esquinas logro ver a Chen. Está igual que siempre, mantiene su cara juguetona pero ahora una sonrisa lujuriosa la adorna, es amplia y enigmática, crees saber lo que está pensando pero no es así, por su mente pasan más códigos, recuerdos y planes de los que te puedas imaginar. Definitivamente Chen no te caería bien, se burla de todos y no respeta a nadie, entre la oscuridad logro divisar a Xiumin, me mira sin expresión, sintiendo todo a la vez, está tan nervioso como yo, nadie quiere que los ángeles ganen, digan lo que digan no son buenos, no son respetuosos, son viles y malgastan vidas preciadas a lo tonto. Pero sobre todo te han hecho sufrir y eso no se lo perdono a nadie. Y el sillón se gira, me mira traspasando mi alma, en su rostro no se diferencia sus sentimientos, es inmutable, tiene que serlo para sobrevivir, para ser el líder. Todavía recuerdo como le cogía en brazos, su sonrisa angelical y sus ojos cariñosos, todo eso se ha esfumado, ahora solo queda un rostro vacío, inexpresivo y un corazón muerto, el pequeño Sehun ya no existe. “No podrás volver a ser lo que eras ¿estás seguro?” su voz es igual a su rostro, se clava en mi corazón, si solo no hubiera muerto ahora mismo Sehun estaría riendo a su lado. “Estoy seguro” respondo, asiente y llama a Chen con la mano, él se acerca y me analiza con su mirada morada, una sonrisa burlona y un tono de voz superior explican cuando me va a pasar, “Mañana cuando el sol caiga, dos minutos para sufrir y uno para transformarte, durante el proceso sangre y gritos, pero no llores, puede alterar los sentimientos de ira” camina hacia mí y pone una de sus manos en mi pecho. Y grito hasta que me duele la garganta, el vacío y la locura se están instalando en el hueco que antes ocupaba mi corazón, el cual está entre las manos de Chen quien lo mira asombrado. “Oh guau, rojo, es la primera vez que lo veo en un ángel, normalmente son blancos por fuera y grises por dentro, pero mi preferido es el de Xiumin, me gusta ese azul hielo que lo cubre de escarcha”, de rodillas en el suelo giro la cabeza hacia Xiumin, un adorable sonrojo adorna sus mejillas, todavía le quiere, ambos se aman, que esperan, ámense ya. Me incorporo, mis alas seguirán de ese color hasta que llegue el momento predicho, pero no me puedo ir así, no sin solucionar eso que quiero solucionar desde hace tanto. “Sehun, que haya muerto no significa que haya desaparecido” ese imperceptible temblor me indica que aún lo recuerda, que sabe de quién le hablo, “Murió hace mucho tiempo” no tiene vida, su voz y su rostro no cambian, pero su corazón empieza a volver a latir, está reviviendo. “Que líder más malo, no sabe ni los seres que viven en su ciudad” le llamo la atención con esas palabras, se da la vuelta y me mira afiladamente, rugiendo a que me refiero, “Los dos sabemos que los fantasma siempre acechan, vamos tú mismo lo decías de pequeño, te metías en mi cama y decías eso mientras te abrazabas a mi” una sonrisa nostálgica se dibuja en mi rostro, él golpea la mesa de roble, no está molesto ni enfadado, está avergonzado. “Deja de jugar Kyungsoo no tengo ganas de oír tus estupideces” gruñe porque sabe que tengo razón, “Vale pues en vez de oír míralas” abre los ojos más, Chen ya no está en la sala, Xiumin tampoco, estoy cumpliendo mi antiguo trabajo. Observo hacia una de las esquinas y con una sonrisa tranquilizadora le llamo para que se deje ver, y da un paso hacia la luz anaranjada que entra por el gran ventanal, los rayos le traspasan, y se puede ver lo de detrás a través de él, pero sigue igual de hermoso que la última vez, el que lo descuartizaran no ha afectado a su espectro. “L-Luhan, pero…” tartamudea, por fin está reviviendo, la llama de la pasión, “Hola Sehun, cuanto tiempo ¿no?” cuando su risita alegre se expande veloz por el aire Sehun ya está delante de su amor. “No puedo tocarte” ambos bajan la cabeza tristes, pero recuerdo que aún me queda un deseo, por él, por mi pequeño lo gastaré, lo haré feliz, cierro los ojos y cuando los abro Luhan está siendo abrazado con fuerza y desesperación por Sehun, pero que ahora sea tangible no significa que ya no sea un fantasma. Aunque seamos distintos nada impedirá nuestro amor inmortal.
Entro a casa por la ventana, y cuando estoy cerrándolas siento tus labios en mi cuello, tus manos en mi pecho, volviéndome loco. Esta noche no pareces tú, te siento tan profundo que no puedo casi ni pensar, lo único que salen de mis labios es tu nombre. Ambos terminamos agotados, se siente tan bien, tan distinto. La llama de la pasión me está quemando, me está calcinando. Pero entonces esa voz olvidada resuena en mi cabeza, no lo he conseguido, al final ha despertado, Jongin, no te quiero perder, eres mi todo. Está bien sé que sigues ahí, que estas escuchando todo desde un lugar remoto en tu mente, hace tanto que no hablo con Kai, desde que lo encerraste por mí, a quien conocí primero fue a Kai, a tu antiguo yo malvado. Tus brazos aun siendo ahora manejados por Kai se sienten fuertes, reconfortantes y cariñosos. Y envuelto por tus risas me duermo.
Kyungsoo estás jugando con fuego, te vas a arrepentir, deja de hacer tonterías y vuelve conmigo, no podemos perder a uno más, primero Sehun, luego Minseok y ahora tú. Si tú caes, también lo hará Jongin, piensa en él y en que estaríais mejor separados. Le vas a hacer daño.
Suho, los únicos que hacéis tonterías sois vosotros, solo os importa el poder y el beneficio propio. Kai ya está aquí, y viene pisando fuerte, y si alguien tiene que salir lastimado ese seré yo.
Kyungsoo te lo estoy diciendo por las buenas, si no haces caso la próxima vez que nos veamos será en el campo de batalla. Estás advertido, no tendré templanza ante ti.
Allí nos veremos Suho, pero sé que tú también quieres abandonar ese barco hundido y estar junto a tu sirena. ¿Debería decir el nombre?
“Y con mi espada en alto no temeré a nada, y con tu mano entrelazada con la mía no desistiré ante nadie.”