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Psicólogo. por LittleMemories

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Notas del fanfic:

Los personajes de Death Note le pertenecen a Tsugumi Oba y Takeshi Obata.

La trama y algunos personajes son de mi pertenencia.

 

Notas del capitulo:

WIII Nuevo fiic :33

NO ME LINCHEN D: Es que se me ocurrió y y y y eso (?)

Este primer cap puede ser medio aburrido, pero más adelante se tornará más entretenido >:33

 

Leánlo y disfruten ♥

 

Este fic será relatado desde el punto de vista de Light Yagami. En caso de que el punto de vista sea omnisciente o de otro personaje, será avisado antes de leer. 

Muchas gracias, y disfruten ♥

Sesión 1.

 


Mi nombre es Light Yagami y tengo veinticinco años. Soy licenciado en psicología juvenil e infantil, lo estudié apenas terminé la secundaria. ¿Los motivos? Mi hermana era autista. Ella no hablaba con nadie, se la pasaba encerrada en la habitación mientras apilaba o alineaba objetos. No le gustaba socializar con nadie, solo le gustaba estar en su habitación. Tranquila, pasiva. Lloraba sin motivo alguno, pero eso era causa de su enfermedad. Y luego, cuando tenía doce años, se terminó por suicidar sin motivo alguno. Cuando eso pasó, sólo tenía quince años. Siempre me pregunté ¿Qué sucede en las mentes de aquellas personas? . Por ello mismo empecé a estudiar psicología y ahora soy licenciado en ello. Me gusta ayudar a los niños y adolescentes en sus problemas, saber que piensan, que sepan que tienen alguien a quien contarle sus problemas. Soy psicólogo y me encanta mi trabajo.

El día de doy tendré una nueva paciente. No tiene ninguna enfermedad psicológica, pero según algunos estudios, ella no habla con nadie. Es la hija menor de una familia de buen dinero, vive con sus dos padres y su hermano mayor. Según el diagnóstico ella ataca a su madre sin motivo aparente, pero sólo lo hace cuando le hace algún mimo o cariño. Suele rechazar todo lo que le quieren dar. Tiene catorce años y su nombre es Clever Lawliet.

La verdad, hasta el momento nunca había tenido una paciente tan violenta.

Acomodé el consultorio, era una habitación amplia. Cómo tenía pacientes de edades muy pequeñas, habían juguetes en un baúl, cuentos en la estantería, hojas blancas y colores en un mueble, entre otras cosas. Claramente, yo guardaba los dibujos de mis pacientes, siempre me eran útiles para otros pacientes o para ellos mismos. En medio de la habitación, había una mesa grande y blanca, cerca de la mesa había un sofá. Al lado del consultorio, estaba la cocina. ¿Aclaré que mi consultorio, era una habitación de mi hogar?.

Escuché el “ding dong” del timbre, ya han llegado. Salí de la habitación-consultorio, me acerqué a la puerta y al abrirla me encontré con un par de personas.

Un adulto de alta estatura, cabellos negros y un poco despeinado, piel tan blanquecina que parecía  pálida. Tenía unos ojos grandes y negros pero debajo de ellas habían unas pequeñas ojeras marcadas. Vestía un traje negro.

A su lado estaba una adolescente de baja estatura. Traía una sudadera puesta que era color negro con un estampado de calavera en el centro. No puedo describir mucho sobre ella, ya que su pelo no se le veía, además de que traía puesta la capucha. Sus manos estaban dentro del bolsillo de la sudadera. Vestía un mini short de color negro y unas panti-medias transparentes de color negro, más sus zapatillas que también eran negras. Ella debía ser Clever.

Clever entró a la casa como sin más, aún con la cabeza agachada. Yo la seguí con la vista y ví que entró al consultorio, suspiré aliviado y volví mi vista a aquel hombre alto que se hallaba frente mío.

—Lamento su comportamiento. —dijo aquél hombre. — ¡Oh! Y lamento no haberme presentado. Soy Elle Lawliet, su padre. — volvió  a hablar mientras estiraba la mano, la cual acepté y la estrechamos como forma de saludo formal.

—Un gusto señor Lawliet, soy Light Yagami. — dije con una sonrisa.

Pude notar que mientras sonreía, él me miraba fijamente. Eso me puso un poco incómodo, nunca antes nadie me había mirado con tanta curiosidad, como si fuese algún ser extraño de otro mundo. Lo mejor sería hacerlo reaccionar.

—Señor Lawliet — moví la mano frente a sus ojos, pero parecía no reaccionar— ¡Señor Lawliet! —grité sin más. —

—¿Eh? Oh, lo siento, creo que me perdí en mi mundo…— dijo con una leve sonrisa y algo que parecía ser un leve…¿sonrojo? —

—No se preocupe.

—Le agradezco por ser el psicólogo de mi hija. Vendré a buscarla más tarde. Muchas gracias. — dijo mientras me hacía una reverencia, la cual simplemente asentí.

Se dirigió a su auto y subió. Le seguí con la mirada, hasta que lo perdí de vista, entonces entré y cerré la puerta con llave. Me dirigí a la habitación-consultorio y me sorprendí con lo que ví.

Clever había construido una escena muy caótica. Todos los juguetes que usaban los niños más pequeños, ella los había tirado al piso como si fuesen cadáveres; algunos de ellos estaban rotos y otros pintados de rojo para simular sangre. Miré hacia un costado y ví una pila de los muñecos y encima de ellos, una muñeca rubia con una corona y un libro de juguete en sus manos.

Clever se hallaba mirando lo que había construido, ahora ya no poseía la capucha y se podía admirar cómo era.

Su cabello era castaño oscuro,largo y con un flequillo al costado; estaba atado con un par de trenzas. Su piel era pálida y se podía ver de su perfil, que tenía unos hermosos ojos color aqua y debajo de aquellos ojos, habían pestañas rizadas, largas y negras. Sin contar que tenía unas ojeras más grandes y más oscuras que las de su padre.

—¿Esto lo hiciste tú? —pregunté, para que al menos iniciásemos algún tema de conversación.

—Sí.-contestó Clever, de manera fría y cortante, como si me odiase.

—¿Qué significa?

—Ellos—señaló a los muñecos que tomaban el rol de cadáveres. La mayoría eran hombres. —son los malos, son criminales. Y ella —señaló a la muñeca que traía una corona puesta. Claramente la muñeca estaba sentada encima de la pila de cadáveres. — Ella es un monstruo…es malvada.

—¿Y quién es ella? —pregunté. Últimamente los criminales habían muerto siendo asesinados, pero no habían pistas ni huellas. Es más, eran matados a distancia. Muchos decían que se trataba de alguna mafia, otros hablaban de un tal “Kira”. A lo mejor Clever sabe quien es… Pero es imposible.

—…—no habló por un instante, es cómo si estuviese pensando la respuesta. — No lo sé. —contestó finalmente, mientras se encogía de hombros.

Me callé por un momento. Ella era extraña y se notaba a kilómetros que ocultaba muchas verdades. ¿Acaso era amenazada por su madre? ¿Y si sí había motivo por el cual le hacía daño a su madre?. Sólo quiero ayudarla y eso haré. La invité a tomar asiento frente a la mesa, la cual aceptó y se sentó. Yo me senté frente a ella y agarré un pequeño anotador y el grabador lo encendí.

—¿Cómo te llamas? —pregunté, esperando a que me respondiera.

—…—volvió a guardar silencio. Pareciese que enserio piensa la respuesta, es cómo si no quisiese que sepa la verdad o algo así. — Soy Yukiko. —mintió.

—Qué lindo nombre, ¿Sabes su significado?

—Yukiko significa “niña de la nieve”, “Yuki” es nieve y “Ko” es niña. —es muy inteligente, lo respondió al instante. ¿Será algún apodo? —

—Qué inteligente. Dime, ¿Cuántos años tienes? —pregunté, aunque sabía la verdad, quería saber si mentiría con su edad o no.

—Tengo…—volvió a pensar, luego volvió a contestar con una mentira. — Tengo dieciséis.

Guardé silencio, tomé aire y luego suspiré para volver a hablar.

—¿Por qué mientes? Sé que no te llamas “Yukiko” y sé que no tienes “dieciséis”. —le dije la verdad. Ella bajó la cabeza y miró a otro lado. Ahora que lo noto, tiene un parche en su ojo derecho. ¿Por qué será? Quizás luego le pregunte de ello. — Sé que en realidad de llamas Clever Lawliet y que tienes catorce años… No tienes porqué mentirme, Clever.

Ella no contestó, es más, ni me dirigió la mirada. Miré hacía donde ella miraba, y su vista enfocaba a la muñeca que poseía el libro en sus manos. Volví mi mirada a ella.
—Dime, ¿Tienes hermanos?

—Uno solo, es el mayor.

—¿Y cómo se llama?

—Mihael, pero le decimos Mello.

—¿Cuántos años tiene? —apenas pregunté eso, ella me miró con una cara de estar confundida y un poco dudosa.

—Sí eres un pedófilo en serie, no te diré nada. —me dijo estando seria. Eso me causó un poco de risa, por lo tanto me reí levemente.

—Claro que no soy ningún pedófilo en serie, sólo quiero saber. A partir de ahora yo seré algo cómo tu diario, seré tu amigo. Y para ello, quiero conocerte. — Apenas terminé de decir eso, ella puso cara de sorpresa, para luego agachar la cabeza. Sé que sonrió, porque lo noté. Yo sonreí también, Clever es alguien tan misteriosa…e interesante, ¿Será cómo su padre? .

—Tiene dieciocho. —dijo seriamente pero amable, mientras me miraba fijamente.

Empezamos a entablar una conversación decente. Descubrí muchas cosas de Clever, cómo por ejemplo, que amaba las cosas dulces cómo su padre. Suele tener insomnio y por eso tiene ojeras, cómo su padre. Es muy astuta, cómo su padre. Y quiere ser cómo su padre. Aparentemente, su padre es su ídolo.

También descubrí que su hermano Mello, no es realidad su hermano de sangre. Es su hermanastro, ya que su madre no es su madre, es su madrastra.  Me contó que su madrasta es Misa Amane, la famosa cantante y modelo. El motivo del porque la odia nunca me lo dijo, pero si mencionó que era un monstruo, malvada y manipuladora. La odia y detesta, se nota cuando habla de ella. Habla con asco.

Llegó a hora de que se marchara a su hogar. La verdad, es que se abrió muy rápido conmigo,eso es admirable. Sonó el timbre, fui a ver y era su padre, el señor Lawliet. Lo saludé formalmente, con una leve reverencia la cual él correspondió.

—¿Cómo se comportó? —preguntó el señor Lawliet, un poco preocupado. Lo delataba su tono de voz.

—Bastante bien, es más, ahora somos amigos.

—contesté orgulloso de mi logro, tanto que dibuje una sonrisa que cautivó al señor Lawliet que se encontraba frente mío.

—¿Oh, enserio? —preguntó sorprendido, luego de haberse escapado de sus pensamientos.

—Oh sí, muy enserio. Es alguien que si le dedicas tiempo, puede abrirse fácilmente. No es alguien que sea violenta, es muy tranquila e inteligente. ¿Usted le dedica tiempo a sentarse y hablar con ella o hacer alguna actividad? —pregunté curioso, a lo mejor no hacían ninguna actividad en familia y eso la hacía sentir excluida. —

—¿Actividad? Oh, bueno…no, nunca hemos hecho alguna actividad juntos o hablado. El problema es que tengo un trabajo complejo y eso me quita el tiempo para estar con mi familia, ¿Sabes? Si fuera por mí, le daría todo mi tiempo. Pero se me es imposible. —dijo un poco avergonzado. Me gustaría decirle que con un simple “no” me bastaba, pero quería saber más de ésta familia.

—Ya veo. ¿Ella se queda mucho tiempo sola en casa? — pregunté más curioso—

—Claro que no, siempre se queda con alguien. Suele ser con Mello, mi esposa o con mi padre,Watari. Pero nunca se ha quedado sola. —me contestó el señor Lawliet muy en serio. —

—¿Alguna vez se quedó sola con su esposa?

—Un par de veces…—contestó mirándome fijamente. — ¿Por qué este interrogatorio?

—Su hija,Clever, tiene la obsesión de mentir sobre su identidad. Cuando le pregunté cómo se llamaba, me dijo que se llamaba “Yukiko”. Cuando le pregunté la edad, me dijo “dieciséis”. Cuando empezamos a hablar de su madrastra, me dijo que la odiaba y que le daba asco, que era un monstruo entre otras cosas. Jamás me dio el motivo del porqué. Pero tengo una ligera sospecha de que algo pasa entremedio para que oculte quien es en realidad y el motivo del odio a su madrastra, además de que la ataca violentamente. —dije completamente serio. — ¿Usted sabe porque su hija usa un parche en su ojo derecho?  Cuando le pregunté sobre ello, simplemente evitó el tema.

—Eso, ni siquiera yo lo sé. Desde pequeña que lo usa, para ser más sinceros, lo usa desde que me casé con mi esposa. Luego de ese día, no lo para de usar. Incluso lo usa cuando duerme. Siempre que le quiero preguntar sobre eso, también evita el tema. Aunque, para ser sincero, me evita a mi y a mi esposa. A mi hijastro, al menos le contesta con cortas respuestas.

—Ya veo. —contesté. — ¿Tiene una buena relación con él?

—Claro. Son muy amigos.

En eso, llegó Clever con su capucha puesta y sus manos en el bolsillo de la sudadera. Se paró al lado mío, la miré de reojo y sonreí. No entiendo porque trata de hacerse la distante con su padre, cuando no es así. Me despedí de ella y de su padre. Los ví que entraron al auto y cuando los perdí de vista, entre a mi casa y cerré la puerta.

Me encantaría conocer más de esa familia, más de Clever y más del señor Lawliet.

 

Fin Sensión 1.

Notas finales:

¿Les gustó? :D Haganmelo saber con un review! ♥ 

Review para saber su opinión y si quieren una Sesión 2 :3 ♥♥

 

Cortito pero bello :c


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