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Bet everything por abiibl

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Notas del capitulo:

Hola! Aqui estoy con el nuevo capitulo :)

lamento mucho la tardanza ;-; es que al principio como que me bloquee y no sabia ni como continuar :s pero una vez empeze a escribir no podia parar xD siento que quedo largo (? espero no les aburra, el nuevo ya lo estoy escribiendo y a mas tardar el fin de semana espero poder traerles el nuevo :P

Este capitulo va a dedicado a:

@s0fy

STAR

@NEY OTAKU

@shesca17

que fueron las maravillosas personitas que comentaron

Ahora a leer!

—Acepto —acordó el chico rebelde tomando la mano de su retador, de esta manera, cerrando el trato.

—Bien, ahora a divertirnos. —Saltó Henry.

—Tae —llamó Amber—. ¿Te puedo dar un consejo?

—Claro, te escucho.

—Ten cuidado, puede ser una apuesta, pero no solo tú podrías terminar mal —habló con la sinceridad impregnada en cada vocablo—. Como chica…

—Jajajaja, estás lejos de serlo, Amber. —Interrumpió Joon.

—Hyung, no seas grosero —reprendió Henry.

—Sé que no me visto ni comporto como chica, ¡pero lo soy, idiota! —exclamó molesta; miró a su amigo—: Si eliges a una chica, respétala. No sería divertido visitarte en la cárcel… —bromeó.

Taemin la miraba con los ojos abiertos de par en par ¿la cárcel? Él no era un maltratador, ni violador, ni nada por el estilo.

—Oh, ummm, bien, sí claro —respondió con toque de incomodidad.

—Si es una chica, no te acuestes con ella el primer día, dale su espacio para que sienta que la respetas y se enamore rápido —mencionó con cinismo el mayor—. Y si es un chico mmm ¡ya! No te acuestes rápidamente con él, así lo mantienes interesado. —Y le guiñó un ojo.

—¿Sabes, oppa? Creo que tú no tienes ni un poquito de vergüenza —espetó la chica nada afeminada.

—Ya vamos a bailar —sugirió el alegre chico (el cual estaba algo ajeno a la situación) para evitar el incómodo ambiente.

Taemin se quedó en la parte de arriba analizando una posible compañía, por segunda ocasión, su mirada café recorría el lugar, cuando se detuvo en la barra. ¿Cómo no la había notado? Una hermosa chica de cabello oscuro y piel lechosa que vestía una blusa… ¿qué tela era? Bah, no importaba; era negra transparente y abajo solo usaba un sostén rojo; un pequeño short del que enfrente salían unos tirantes cruzados, rojos, y terminaba en la parte de atrás. Desde ahí, su cuerpo se veía espectacular, necesitaba acercarse ya.

Amarró su cabello en una coleta alta, tomó un trago de su bebida y se dirigió a su presa. Comenzó a moverse al ritmo de la música acercándose a la barra como que no quería la cosa.

—Un Manhattan, por favor. —Rozó su brazo con el de la chica, ella incomoda lo miró; Taemin le dio su mejor sonrisa—. Disculpa —murmuró.

—No te preocupes. —Ella sonrió coqueta.

—Que sean dos, por favor. Uno para la señorita. —Y entregó su American Express Black. Sonrió satisfecho cuando la niña abría la boca al ver su tarjeta.

—Aquí tiene. —Entregaron sus bebidas.

—Mucho gusto, Lee Taemin —se presentó educadamente.

—Oh, ho-hola, yo soy Bang Minah —respondió nerviosa.

Taemin la observó detenidamente, su cuerpo era de diez total. Unas piernas bien definidas que resaltaban más gracias a ese pequeño short y altos botines; sus ojos eran grandes y estaban bien maquillados; lo que le encantó fueron sus labios carmín, que resaltaban con la pálida piel de la chica, sí, definitivamente con ella podría pasar este tiempo de tortura.

—Oye… —musitó incomoda por la revisión a su persona.

—Disculpa. —Sonrió—. Eres muy hermosa para estar sola, ¿te molesta si te acompaño?

—No estoy sola, vengo con mis amigas, pero están bailando —dijo observando la pista.

—En ese caso, ¿quieres bailar? —Le tendió la mano, ella lo miró emocionada.

—¡Claro! —Y así se perdieron en la música…

 

PRIMER SEMANA—MARTES.

b33; b36; Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh gwiyeopge b33; b36;

b33; b36; Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh yeppeuge b33; b36;

—¿Qué? Oh ¡mierda! —maldijo. No encontraba el aparato que había perturbado su sueño.

—Minah, ¿qué te sucede? ¡Es tan temprano!

—Oppa no seas flojo, son las 8 de la mañana —contestó ella del otro lado de la línea.

—La gente normal como yo no despierta después de la 12 en vacaciones.

—¡Omo! Eres un flojo —respondió con voz cantarina.

—¿Qué haces? —preguntó Tae, más para no volver a dormir que por interés.

—Voy regresando de correr con mis amigas —respondió alegre.

—Qué cansado, odio el ejercicio, solo con bailar estoy perfecto.

—Vaya que eres narcisista. —Se burló.

—Lo soy; y ahora, si no quieres que por tu culpa me vea feo y te odie, déjame dormir —dijo ya quedándose dormido.

—Bien, pero te veo a las 6 en Myeongdong. Duerme bieeeen. —Un beso tronado y no le dio ni tiempo de protestar.

A las 12 del día y Taemin bostezaba mientras bajaba las escaleras. Apretó el botón que abría las cortinas y se quedó momentáneamente cegado por la intensa luz. Observó su amplia sala decorada en colores neutros. ¡Cuánto amaba su humilde Luxury Pent house! Normalmente se mudaba cada dos o tres meses, bueno, eso hasta que encontró ese perfecto lugar, y ahora ya tenía 5 felices meses viviendo ahí.

Su hogar se situaba en nada más y nada menos que el último piso de una de las torres más lujosas de Gangman. Le gustaban tanto los enormes ventanales y la terraza. Una vez adquirido lo llenó de todo lujo posible; la sala de piel de color crema, con una alfombra blanca, mesa de centro negra, una pantalla enorme para ver los partidos y jugar videojuegos, claro, acompañado de lo mejor en sonido; del otro lado, su más valiosa posesión, su hermoso piano de cola negro, regalo de su amada abuela; la cocina con muebles de acero inoxidable y una mesa para 4 personas.

Su habitación de color gris con degradados negros; tenía su amada cama King size con sus suaves almohadas; un tocador, sí, un tocador, se había dejado convencer por Key de que era necesario y sí era muy útil para su lociones, cremas y algún que otro cosmético que usaba, gran parte era cubierta por fotos de su amada familia y amigos. Tenía un cómodo sofá cama de piel, era necesario para las visitas; un armario tan grande que al verlo Key casi se vuelve loco; un baño con jacuzzi.

Las otras tres habitaciones, las cuales dos eran para “invitados” ya que Kibum había elegido la segunda más grande y la había decorado a su gusto, proclamándola exclusivamente suya. La otra había quedado más al ahí se va. Ya estaba fastidiado y la última la había convertido en su estudio-salón de baile, pues todas las paredes estaban cubiertas de espejos y en el medio se encontraba su tubo de pole dance. Kai, su amigo, se burlaba diciendo que se volvería stripper cuando su familia lo desheredara.

Eso era su humilde hogar, en el que se refugiaba cuando algo malo pasaba, donde podía llorar sin ser visto, bailar sin ser criticado sobre si su dinero compraba su éxito, el mejor lugar del mundo tanto como el más solo…

—Oppaaaa, ¿por qué has tardado tantooo? —Se colgó de su brazo la chica.

—Porque sí —contestó seco, estaba de malas.

—Aish no tienes que ser así, ¡es nuestra primer cita! —chilló dando saltitos.

—¿No ya tuvimos la primera? —Volteó a mirarla con el entrecejo fruncido.

—Jajaja nooop, en la disco nos conocimos —dijo con una gran sonrisa.

Taemin quería llorar, pero recordó lo bueno que sería si lograba cumplir con su parte de la apuesta.

—¿Qué quieres hacer? —preguntó sonriéndole.

—Vamos a comprar ropa, mis papás han sido generosos por ser vacaciones y mi cumpleaños atrasado —mencionó.

—¿Cuándo es tu cumpleaños?

—13 de mayo, ¿y el tuyo?

—Hace no mucho pasó, el 18 de julio. —Recordó la feliz sorpresa que se llevó cuando abrió la puerta y encontró a su abuela y a su hermano, Taesung, quienes habían viajado solo para felicitarlo.

—¡Entremos ahí! —Corrió la fémina arrastrándolo.

—Mira, este vestido, ¡oh! ¡Este pantalón! —La joven parecía demasiado feliz—. Wow, me vuelvo loca ¡la ropa de esta tienda es hermosa!

Dio un vistazo a la tienda, claro que la conocía, era de la madre de Kibum.

—Escoge lo que quieras, yo pago. —Al menos, si Minah se convertiría en su novia, quería que siempre se viera espectacular, pensó resignado.

—No, oppa, no puedo aceptarlo —le contradijo.

—¿Por qué? —preguntó confundido—, ¿no es lo que toda chica quiere?

—No quiero que piense que soy una interesada o encajosa —dijo haciendo un puchero.

No pudo evitar sonreír sinceramente, se acercó a ella, tomó su cara en sus manos y le dio un suave beso en los labios.

—No te preocupes, no pienso eso —espetó apenas separándose de ella—. Nos estamos conociendo, sí, pero considéralo un regalo por tu cumpleaños atrasado, por vacaciones y por conocernos.

Minah suspiró y sonrió tímidamente. Taemin definitivamente era todo lo que una chica podía pedir: guapísimo, amable, atento y, para ella, aunque no importante, multimillonario.

—Bien, gracias —contestó sonrojada.

Cuatro horas después, Taemin maldecía a todos los dioses habidos y por haber. Estaba histérico, entraban y salían de una tienda a otra, y en cada una, Minah se probaba la mitad de lo que tenían para que solo terminara escogiendo de tres a cinco prendas. Era mil veces peor que Taeyeon y Key juntos, por lo menos a ellos sabía manejarlos, pero Minah era un nuevo y aterrador caso. Aún recordaba las largas horas que pasaba con Key en las tiendas departamentales, pero eso había terminado el día en que Kibum comenzó a salir con Jonghyun, y que decidió que lo mejor era llegar a su departamento con un exceso de ropa que con los días revisaba que se quedaba y que iba de regreso, gracias a eso no se paraba en un centro comercial, pero ahora esta persona estaba a punto de matarlo.

—¡YA! ¡Basta! —gritó de repente haciendo saltar a Minah y el personal.

Tomó la ropa que tenían dos de las chicas. No tenía idea cuál era la que le gustaba y cuál no a su acompañante, pero sin más, se las arrebató y la aventó a la cajera.

—Nos llevamos todo. —Volteó a ver la Minah que no se había movido de la impresión—. También cobre lo que trae puesto.

Tan rápido como checaron, empacaron la ropa en bolsas (que con malabares agarró con la otra docena), y jaló de la mano a Minah. Una vez en la avenida, detuvo un taxi, metió las bolsas, a su acompañante y sacó varios billetes de su cartera.

—Llévela a su casa y quédese con el cambio. —Salió y cerró la puerta.

—¡Oppa! —gritó por la ventana mientras el auto se alejaba.

¿En serio una pareja hacía esto? ¿Cómo aguantaban? ¿Este largo tiempo se la pasaría así? ¿Cómo iba a sobrevivir?

 

 

 

MIÉRCOLES.

—¡Tae! —gritaron.

—Hyung, ¿qué pasó? —Key estaba detrás de él con los ojos hinchados y la nariz roja.

—Jong… —Y solo eso bastó para que llorara por más de una hora seguida.

—Toma, es tu té preferido. Tranquilo. —Le entregó la taza—. ¿Quieres hablar?

—Discutimos, pero no como otras veces. ¡Jong se fue del departamento! —Su voz reflejaba su angustia y dolor.

—¿En serio? Pero antes habían discutido, nunca a ese extremo —Key volvía a derramar lágrimas—. Hyung, nunca te había visto así.

Taemin estaba entrando en pánico, Kibum era muy sentimental pero en ese momento ¡se ahogarían con tantas lágrimas! Verlo así le rompía el corazón. Key era su segundo hermano mayor, lo amaba tanto que haría cualquier cosa por él, incluso en ese momento estaba considerando ir a golpear a Jong aun arriesgándose a que de regresarle el golpe le iría peor. Siempre había creído que Kibum y él serían inseparables por siempre. A Key tampoco le gustaban los compromisos, vivían para divertirse; pero eso terminó cuando Jonghyun llegó a la vida de su querida diva hacía ya un año y medio. Él era el culpable de que Tae hubiera sido desplazado y olvidado.

—¿Por qué discutieron, hyung? —preguntó tomando su temblorosa mano—. Tal vez tenga arreglo…

Kim Kibum la persona más narcisista, especial y a veces fría, por Kim Jonghyun era capaz de doblegar su orgullo. Taemin nunca pensó que llegaría el día en el que vería así a su hyung; sin embargo ese día había llegado y, con eso, todo el drama, celos, peleas y, lamentablemente, lágrimas. Tenían que arreglar esto porque a pesar de que lo odiara, molestara y le dieran celos, ellos se amaban. No solo Key se doblegaba por Jong, Jong también lo hacía por Key.

—Es que Jonghyun es tan idiota —soltó Key enfureciéndose de solo recordarlo— ¡Me dijo que mi pantalón favorito rosa no me quedaba!

—¿Qué? Estás jugando conmigo. —Miró incrédulo.

—¡Claro que no! ¿Y con eso que me quiso dar a entender? —se respondió solo—. ¡¡Que estoy gordo!! ¡Es un maldito!

—¿Tal vez estaba jugando? —dijo. Esto es una estupidez, pensó.

—No, después comenzamos a discutir del porqué comió con su secretaria. Esa perra lo único que quiere es joderme. Y luego él salió con que yo paso más tiempo con Namu que con él, pero Namu es mi amigo…

—¿En serio? ¡¿En serio, Kibum?! —lo interrumpió.

—¿Crees que es tonto, Lee Taemin? Ya te voy a ver yo cuando estés con alguien. Eres un insensible —dijo haciendo pucheros y poniendo una cara lastimera—. Por hoy me quedare en mi habitación, y si tanto te molesto, buscaré a donde ir.

—Hyung, sabes que estás en tu casa, quédate lo días que sean necesarios…

b33; b36; Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh gwiyeopge b33; b36;

b33; b36; Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh Ooh yeppeuge b33; b36;

Fue interrumpido por el tono que Minah había elegido para cuando lo llama. Era la ¿vigésima? vez que lo llamaba ese día, suspiró y respondió.

—Sí, sí, yo también lo lamento —dijo cansado, mientras la chica soltaba disculpa tras disculpa—. Bien, te invito a comer mañana. Descansa. —Colgó y observó su celular.

—Jajajajajaja… —La escandalosa risa de Key lo hizo mirarlo, estaba sentado en la escaleras muriendo de risa—. Y todo parece indicar que más pronto de lo que esperaba pagarás por burlarte de mí. —Le guiñó el ojo y subió corriendo a su habitación.

 

JUEVES.

—Te ves tan lindo y tierno —mencionó Key pellizcándole una mejilla.

—Hyung no hagas eso. —Trató de detenerlo.

—A mí no me dices qué hacer —le regañó—. Recuérdame regalarte una de panda, esa de rana ya no me gusta.

Key era fanático de regalarle piyamas tiernas; su favorita era una completa de rana con enormes ojos en el gorro.

—Key —llamó Tae sentándose enfrente de él—, tengo algo que contarte.

—Dime, sabes que para ti siempre estoy disponible. —Sonrió sinceramente y le puso el plato con desayuno.

 —Sí claro, como el fin pasado que me botaste, por cuidar al “enfermo” —le reprochó.

—El día que noona te amenazo, ¿no? —ignoró lo anterior.

Taemin suspiró y procedió a contarle de la puesta con Joon…

 

—¿Sencillo y divertido? —preguntó confundido.

—Síp, ¿recuerdas cuando nos lloraste por semanas porque olvidaste la audición para la película? —le recordó.

—¿Te vas burlar de nuevo? —se quejó Taemin.

Joon soltó una carcajada, Amber y Henry se veían más perdidos que Taemin.

—Te apuesto esto —dijo con voz seria para que no perdieran detalle—: Tú cumples con lo que Taeyeon te impuso, pero te diviertes en el camino.

Volvió a carcajearse por un rato más al ver la cara de sus dongsaengs.

—Son tan lentos —se burló—. Taemin, tú le presentas un “novio” fijo a tu prima, lo enamoras y juegas a que son la pareja perfecta, pero tú tienes que hacer todo lo posible para que te deje, berrinches, celos, ese tipo de cosas…

—¿Pero si me deja? Será mi fin con mi familia —Tae pensaba que ahora sí Joon se había vuelto loco.

—En eso consistirá la apuesta, en que tienes que ser lo suficientemente inteligente para mantenerlo o, en todo caso, mantenerla a tu lado —explicó y antes de que protestara, agregó—: ¿Qué ganas a cambio? Mucho, yo personalmente me encargo de que estés dentro en esa película.

—¿Qué?, ¿tú?, ¿cómo? —preguntó Amber sorprendida.

—Fácil, se abrirá un nuevo casting, pero solo con un número reducido de personas que no quedaron en la primera ronda. El casting será supervisado personalmente por Sandara, la hija mayor del productor. —Sonrió más amplio—. Soy muy amigo de Thunder, el hijo menor. Ya hablé con él y me dijo que él te mete.

—Hyung, te agradezco, pero sabes que estoy huyendo de mi familia para evitar esto… —Él quería con su esfuerzo ganarse las cosas.

—Por eso eres mi adorado dongsaeng —dijo Joon despeinándolo—; pero escucha, Thunder te mete a la audición, solo audición —recalcó—. Quedes o no, será tu talento el que te favorezca.

Taemin saltó, claro que quería, lo haría, por torpe había perdido la primera y ahora que se presentaba esta oportunidad, no la desperdiciaría.

—Acepto —acordó el chico rebelde tomando la mano de su retador, de esta manera, cerrando el trato.

 

—Si decides hacerlo, es tu decisión, solo ten cuidado —le advirtió Key—. Ahora anda, no debes hacer esperar a una dama, aprovecha bien tu tarde.

 

***

—Lo siento oppa, estoy tarde —llegó acarreada la chica.

—Está bien no te… —Se ahogó cuando la miró—. No te preocupes.

Minah usaba un entallado y corto vestido rosa flourecente, con estampado de plátanos, ridículo a su parecer, y que a Key haria llorar. Ya había pasado su tiempo de amor obsesivo por la banana milk. Qué tarde le esperaba, pensó desesperado.

—Estoy en casa —anunció, entonces se percató de que había un par de zapatos extra, por favor no, en su casa no.

La sala estaba en completo orden, a excepción de que había ramos de rosas por todos lados, maldito Jonghyun cursi. Pasó corriendo en frente de la habitación de Kibum y se encerró en su estudio, se sentía tan frustrado, fastidiado, molesto, cansado, de todo un poco, a causa de una hermosa chica de nombre Minah. Ella le encantaba, era tan guapa, pero lo sacaba de quicio, terminaría volviéndose loco.

 

VIERNES.

—¿Fiesta de reconciliación? —preguntó un incrédulo Taemin.

—Síii —respondió Key dando saltitos.

Taemin despegó la vista de su juego de fútbol viendo a la feliz parejita.

—No recuerdo haber dado mi permiso para que te quedaras en mi casa, Jonghyun —le dijo fríamente al moreno.

—Eso, umm ¿perdón? —dijo el mayor rascándose la nuca—. Oye, Tae, en serio, tu departamento es espectacular, ¿nos podemos mudar contigo? —preguntó emocionado.

—Es tu hyung, niño maleducado —lo reprendió la diva.

—Ayer era un idiota y preferiría que lo siga siendo —dijo molesto— Y ¡yaaa! Ponte una camisa, no quiero ver tus miserias —espetó asqueado.

—Ya, invité a Minah —soltó Key—. Estaba encantada de que lo hiciera. Es formal, ahorita busco lo que te pondrás. Nos vamos a dar un baño —dijo mandándole un beso y arrastrando a un feliz Jonghyun con él.

***

De nuevo se quedó sin palabras, Minah se veía hermosa en ese vestido rosa pastel, parecía una segunda piel, abierto hasta la cadera; un pequeño short del mismo color cubría no enseñara de más; su cabello en un coleta alta, tan sexy.

—Te ves hermosa —halagó.

—Gracias, oppa —contestó sonrojada.

 

***

—¿No hay nadie? —preguntó jadeando.

—No, todas salieron —dijo colgándose más de su cuello.

—Vamos a tu habitación —ordenó.

Subieron las escaleras en la oscuridad, riendo cada que tropezaban, la pasión era tanta. Abrieron la puerta y Taemin ya no puedo aguantar más, aventó a la delgada chica a la cama y esta sonrió nerviosa.

—Me encantas —mencionó mientras besaba sus piernas—. Desde que te vi he esperado este momento.

Se sentó en las piernas de la ella, frotando su entrepierna. La jaló y le dio un beso bastante húmedo, bajó rápidamente el cierre de ese bello vestido, le urgía sacárselo. Su saco había quedado en las escaleras, ella desabotonaba su blanca camisa.

Por fin una vez  ambos en ropa interior, volvieron a besarse desesperadamente. Taemin la recostó lentamente, solo hasta ahí podría ser de amable. Tenía una larga semana sin sexo, ya sentía que explotaba.

—¿Tienes condones? —le pregunto mientras besaba su clavícula.

—Sí, sí. —Se estiró a la mesita de noche—. Solo… ¡Ah!

—Apúrate —dijo mientras apretaba sus glúteos.

—Oppa solo una cosa —lo detuvo.

—¡¿Qué?! —preguntó desesperado, alejándose.

—Yo es-estoy en mis días, ¿puedes por favor ser cuidadoso? —dijo muy apenada.

Eso fue peor que un balde de agua helada para Taemin, ya no sentía excitación, solo ganas de salir corriendo.

—Oh, no yo te quiero incomodar. —De un salto se bajó de la cama y comenzó a vestirse, esto definitivamente no funcionaría.

—Nos vemos después. —Le dio un beso en la frente y salió de ahí.

***

—¡Victoria! —entró por la puerta del elevador que la rubia detuvo para él.

—Hola, dongsaeng —le respondió ella.

—Odio que me llames así —dijo Kyuhyun.

—Es lo que eres —lanzó una leve carajada.

—¿Sí? —preguntó arrinconándola en una esquina del amplio elevador.

—Aléjate —advirtió riendo.

—¿Qué vas a hacer mañana?

—Salir contigo no es una opción —respondió acomodándole su saco.

—Qué cruel eres, pero no —dijo alejándose y sonriéndole—, lo que pasa es que me invitaron a la inauguración de un grandioso club y lo más seguro es que no pueda ir. No quiero que se pierdan, tal vez tú puedas aprovecharlos  y salir con tus amigas, amigos, Taemin…

 

 

Notas finales:

Que tal? Aburrido? Interesante? Algo que mejorar?

Como dato me parecio interesante para tener una American Express Black: la acumulación de al menos $ 20 millones de dólares netos en primer lugar, ya que es sólo un requisito para convertirse en un titular de la tarjeta. o_o demasiado x.x

Y en este me base para el hogar de Tae xD https://www.youtube.com/watch?v=DbqSv4itDJo bonito no?

Ya saben su opinion es muy importante y con gusto los leere :)

Ahora como soy bien buena xD les doy un adelantito

 

-Es demasiado bonito para ser un hombrer-le dijo.

-Asi es, Taemin es demasiado andrógino, un encanto, la dulzura personificada cuando no es ese niño rebelde, berrinchudo de a mi nadie me mandar-suspiro su amiga.

Sonrio contento esto definitivamente seria divertido muy divertido…

 


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