Esa mañana eren se despertaba producto de las lamidas de levi sobre su cara, levi, aquel gato negro que había recogido de las calles hace un par de años atrás, gato que por lo demás ya estaba algo viejo, tenía algo así como 6 años, era tosco y al parecer alguien había olvidado la hora del desayuno.
-ah, levi…tu lengua es rasposa, por favor!, no lamas mi cara…- decía eren quien comenzaba a sentarse en la cama con cierto dolor en la parte baja de su cadera, se encontraba desnudo por completo, pudo divisarse con dificultad en el espejo que quedaba frente a la cama para notar que su cuerpo estaba por completo cubierto de extrañas marcas de pertenencia, se tocó el cuello algo molesto por tan notorias marcas que eran la evidencia de aquella batalla carnal vivida la noche anterior a manos de su amante, no solo eran esas antiestéticas marcas alrededor de su cuello sino también el intenso dolor en su cadera que apenas le permitía sentarse como una persona normal, debería procurar sentarse despacio debido a esto, y salir con bufanda para no llamar la atención. Desvió la mirada para observar a un fornido y desnudo Erwin dormir plácidamente de estómago abrazado a su almohada.
- Da gracias al cielo de que el clima este tan frio en esta etapa del año- le dijo eren a un dormido Erwin de una amenazante manera, sin darle más importancia al asunto se levantó de la cama, se puso unos boxers que había arrojado la noche anterior al piso y se dirigió a alimentar a levi mientras bostezaba- ah, levi…siempre tienes que despertarme tan temprano?- le hablaba a su mascota quien solo sabía pasearse entre sus piernas.
Levi, aquel nombre no era coincidencia, un día de otoño con mucha lluvia hace un par de años atrás escucho a un gato llorar, le vio escondido entre unos basureros, intento alcanzarle pero el maldito gato era tan tosco como el demonio, rasguño sus manos varias veces pero lejos de alejar a eren le hizo encariñarse aún más, de alguna manera los ojos de aquel animal le recordaban mucho a alguien, alguien que había sido muy importante para él hace mucho tiempo, a regañadientes se llevó al animal contra su torso, se lo llevo a casa, lo alimento, curo sus heridas y le sano, aquel animal agradecido decidió quedarse con eren hasta que terminase su vida, así, eren le llamo levi, su nombre no era coincidencia, ese animal en verdad le recordaba a aquella persona, una historia que eren intentaba olvidar…
-aquí tienes bonito..- dijo acariciándole el mentón, lo que hizo que ronroneara- bueno…supongo que ya que estoy de pie podría preparar el desayuno no?, luego de eso me daré un baño, digo…estoy asqueroso..- dijo mirándose otra vez aquellas evidentes marcas por todo el cuerpo.
Mientras eren preparaba un desayuno ingles simple, de cereales con leche, tocino, pan y huevos se preguntaba a si mismo que había sido esa llamada del día anterior, alguien llamaba de Japón, aquel país que dejó casi apresuradamente, se preguntaba…quien tendría precisamente la necesidad de contactarle, sin darle mayor importancia decidió ir a la habitación en busca de alguna bata de dormir o algo, no estaba dispuesto a freír tocino con el torso descubierto, eso era por su puesto una pésima idea, no encontró nada a mano por lo que sencillamente decidió ponerse un mangacorta de Erwin, la cual por lo demás le quedaba excesivamente holgada, se dirigió nuevamente a la cocina pasando por la sala en donde se cargaba su móvil, justo antes de encender la estufa su móvil sonó haciendo latir por alguna razón nerviosamente el corazón de eren.
Rápidamente se apresuró a contestar, no sin antes ver la llamada entrante, otra vez, igual que ayer un número desconocido, una serie de varios números, llamada entrante desde Japón?, pensó, qué podía ser importante para ser la segunda vez que lo llamaban, tal vez a la primera vez cortasen porque contesto en inglés, no lo sabía a ciencia ciertas pero para salir de dudas decidió contestar en japonés.
-Mochi, mochi?- dijo sintiéndose algo estúpido….hace tanto que no hablaba en ese idioma.
- Hablo con el señor Eren jaegar?- contesto del otro lado un hombre que se escuchaba viejo y serio.
-sí, con quien hablo yo?- pregunto algo nervioso.
-Señor jaegar, mi nombre es Li Matsura soy el encargado de una importante revista de espectáculos acá en Tokio, sé que usted tiene estudios en arte y fotografía los hemos visto y nos ha encantado, por lo mismo estamos interesados en contratarlo.- dijo de manera misteriosa una voz, había escuchado y entendido bien o es que su japonés estaba bastante oxidado…rápidamente una serie de preguntas rodearon su mente, que revista?, que trabajos vieron exactamente y cómo si el no exponía muy a menudo su arte, y más importante aún, desde donde sacaron sus datos?, todo aquello le pareció sospechoso.
-disculpe pero…cómo consiguió mi número?-preguntó sintiendo sospechas.
-eh?....etto… señor Jaegar, espero que no le moleste, mi revista y yo estamos revisando constantemente los archivos de la universidad Rose, entiendo que estudio artes en aquella universidad, es de allí que vimos su trabajos y nos hemos interesado en usted….- dijo la voz algo nerviosa.
- eh?, pero…yo no me termine de graduar en ese lugar, abandone mis estudios y continúe en Londres, recibiendo el título de licenciado en artes con mención fotográfica, además….por qué una revista de farándula se interesaría en mi lúgubre trabajo?- pregunto desafiante eren, había algo muy sospechoso en todo ello.
-eh….etto…ah! si…- se escuchaba la nerviosa voz del hombre por el otro lado del teléfono- porque usted podría generar una nueva tendencia en modas acá en Tokio, sabe lo influenciable que es este país por ese tipo de temáticas lúgubres, es por eso que le necesitamos, queremos reinsertar el eroguro como moda en Japón por lo que si está interesado, podríamos pagarle muy bien!.
-eh?- esa última parte le hizo sentido y las ultimas palabras fueron como miel en los oídos, pagarle muy bien?, era justo lo que necesitaba en ese momento, no había querido decirle nada a Erwin para no preocuparle pero últimamente tenía algunos problemas económicos, no había conseguido mantener trabajo alguno, cada vez le era más difícil salir adelante con su carrera, Erwin se había preocupado de mantenerlo pero no era eso lo que le gustaba a eren, además últimamente Erwin también tenía sus propios problemas económicos debido a que su madre había enfermado repentinamente y era el como hijo único quien corría con todos los gastos monetarios, sin pensarlo mucho eren vio una gran oportunidad en esta llamada, miro al piso y quiso negociar- bien… escucho!, cuales son los términos del contrato?
-ah!, enserio!!....acepto!, muy bien señor Jaegar, primeramente necesitamos que tome un vuelo a Tokio lo antes posible, obviamente este vuelo será pagado por nuestra empresa, el día que le digamos deberá usted asistir al aeropuerto más cercano eh imprimir el ticket, dígame, en qué lugar del mundo se encuentra precisamente ahora?
-eh?..Londres, tendría que ser un vuelo de Londres a Japón….disculpe la indiscreción pero, cuanto es el pago y por cuanto tiempo eh de estar en Tokio, en donde me alojare y como regreso? Es que…Tokio es una ciudad costosa…- preguntaba eren.
-no se preocupe por eso señor jaegar, necesitamos que se quede por 3 o 4 meses, nuestra empresa le dará un departamento personal, con transporte y comidas incluidas, el regreso a su país será pagado por nuestra empresa una vez terminado el trabajo, y el monto por su trabajo es …
Cuando eren escucho la cifra que le ofrecían sus ojos se abrieron de par en par, brillando, era sencillamente mucho, mucho dinero, tanto como para pagar sus deudas y mantenerse por un año completo, solo serían un par de meses, no era una oferta que se pudiese rechazar por lo que..
-señor jaegar?...señor jaegar sigue en línea?- preguntó aquel hombre.
-s-si!, acepto el empleo, dígame como nos ponemos de acuerdo para el viaje y todo eso- dijo sumamente entusiasmado y feliz.
-si, si me da su correo electrónico le mandare un mail hoy mismo para coordinar.
-claro que si…por cierto…que editorial es?
-qué?...editorial….ah!- se escuchó como si aquel hombre del otro lado hubiese recibido un pequeño golpe- MADOKAWA!!...LA EDITORIAL MADOKAWA!!- grito el hombre nervioso.
- bien señor…será un gusto trabajar con ustedes…nos vemos en Tokio…- dijo eren cortando el teléfono mientras empuñaba su puño al aire casi como en señal de victoria.-si!!- rápidamente salió corriendo en dirección a la cama, se abalanzo de un salto sobre Erwin gritando alegremente para despertarle y comentarle la situación-ERWIN!! ERWIN DESPIERTA!! Jamás adivinaras lo que sucedió..-decía el castaño en un vano intento por despertarle, el rubio hombre le miró somnolientamente, qué era lo que hacía tan feliz a eren.
Mientras, del otro lado del mundo en una extraña y oscura habitación a la que apenas llegaba la luz del sol un extraño hombre robusto colgaba el teléfono riendo maliciosamente, todo había salido a la perfección por completo.
-escucho eso?, le hace eso feliz….señora Ackerman?- dijo el misterioso hombre mirando hacía un rincón oscurecido del salón en donde la silueta de una mujer fue acercándose de poco a la luz revelando completamente su figura.
-estoy más que satisfecha!, supongo…que una vez que el este aquí saben exactamente lo que tienen que hacer…o debo repetírselos?- dijo desafiante aquella mujer cruzada de brazos.
- estamos absolutamente claros…usted déjenoslo a nosotros..
-bien… no quisiera ensuciarme las manos si algo sale mal….ustedes…saben a qué me refiero- dijo la mujer de una sádica manera mientras se daba la vuelta acomodándose su roja bufanda sobre la boca para marcharse, ante aquella amenaza el grupo de hombres que estaba detrás del robusto sujeto reacciono con algo de miedo.
-n-no se preocupe….no será necesario…todo saldrá bien!- insistía aquel robusto hombre.
-eso espero- dijo la mujer estableciendo la vista al frente marchándose al fin…
A pesar de que la habitación estaba completa de hombre robustos, cómplices de turbios negocios, ninguno tenía las agallas para enfrentarse a mikasa, sabían que esa mujer era demoniacamente fuerte en exceso, ni siquiera ellos con sus años de experiencia podrían vencerla en combate era por esto que lo mejor era no hacerla enfadar.
En Londres en tanto, un fornido hombre rubio abría sus ojos de par en par sin poder entender muy bien la felicidad de eren, cómo es que el hecho de separarse de el por 4 meses le ponía tan feliz?, eso en verdad le entristecía.
-Dios aun no reacciono por tanta emoción, digo…sabes lo que esto significa para mi carrera?, es…sencillamente perfecto..- dijo eren con una gran sonrisa mirando a aquel hombre, sin embargo Erwin miraba algo triste sus nudillos con la vista baja.
-y sabes lo qué significa para nuestra relación?- decía Erwin tristemente, eren no lo entendía.
- eh?, qué tiene que ver nuestra relación en todo esto?
- no es un poco obvio?....piensas marcharte por cuatro meses, en verdad quieres que piense que no conocerás a nadie en ese periodo de tiempo- le dijo con cierta molestia y un dejo de celos anticipados.
-Erwin….como puedes decir algo como eso..- el chico se le acercó poniendo su mano amablemente sobre uno de sus hombros- en serio…no podría conocer a nadie en Japón que fuese mejor que tu…no voy con intenciones de enamorarme de nadie, mucho menos de serte infiel…solo me dedicare a trabajar y eso será todo….no puedes creerme?- le pidió eren con ojos de cachorro, algo había que molestaba a Erwin, eren ya no era el pequeño chico universitario de 20 años que conociese en el pasado, su manera de ser y su cuerpo habían cambiado, su espalda era solo unos centímetros más angosta que la de el, su cuerpo estaba por completo fornido y definido y su altura había llegado al metro ochenta, todo un hombre seguramente codiciado por hombre y mujeres por igual, por eso le daba miedo…por eso esa inseguridad de perderle- Erwin!- le llamó sacándole de su ensimismamiento- enserio crees que me echaría 5 años de relación en el bolsillo tan fácilmente…te eh escogido a ti o no?.
-si….disculpa…tienes razón….- dijo para abrazarle con ambos fornidos brazos repentinamente arrastrándole contra su cuerpo para recostarse en la cama con eren encima de su torso, le acariciaba sus cabellos mientras el menor se acomodaba en sus pectorales- es solo que…te has vuelto tan guapo que me aterra la competencia….no es que no confié en ti….es que no confío en quien te rodea…pero…eso no significa que valla a retenerte todo el tiempo a mi lado….si es una buena oportunidad para ti, entonces tómala…yo aquí te espero.
Eren sonrió de repente, amaba eso de Erwin, el hecho de que fuese tan comprensivo, tan poco complicado a pesar de sus celos, se levantó un poco para mirarle fijamente a los ojos, aquel hombre ingles le miraba de una provocadora y sexy manera.
-verás que volveré tan pronto que ni cuenta te darás…- le decía con una sonrisa.
- es así?- le sonrió cómplice..- bien…entonces…para cuando vuelvas …eren…- su mano se dejo caer sobre su mejilla, provocando que eren no pudiese desviar su mirada de sus azules ojos, le tomaba la cara y acariciaba con el pulgar para darle una repentina declaración- vamos a casarnos cuando regreses…- le dijo calmadamente.
La cara de eren se encendió de un rojo intenso, no se esperaba algo como eso, casarse con Erwin a pensar volviese de Japón, era enserio?, por qué se lo pedía ahora y no antes?, la vergüenza fue tal que no supo que contestar, solo se limitaba a mirar a Erwin.
-e-entonces….intentare volver lo antes posible..- dijo eren sumamente sonrojado dejando caer su avergonzado rostro en el cuello de Erwin para esconderlo, abrazándole fuertemente provocando una tierna sonrisa en el mayor.
-claro que si…..- le abrazaba…- de esa manera, nada que encuentres en Japón te hará desistir a la idea de volver…- le dijo con gran confianza en si mismo, sabía que eren le amaba, o al menos se sentía completamente seguro en sus brazos.
-nada…nada me hará desistir?-pensaba eren sin decirle nada, de pronto la imagen repentina de un hombre invadió su mente, un hombre a quien el había amado mucho en el pasado, una historia que no le hacía bien recordar, pero…qué probabilidades habían de encontrarse con ese hombre otra vez en una ciudad tan grande como Tokio…no las habían…además de seguro ese hombre ya había hecho su vida sin preocuparse en absoluto por el….no!, cómo alguien iba a preocuparse por alguien de quien desconoce su existencia…es por eso que Erwin….era por eso que casarse con Erwin era lo mejor que podía pasarle…- claro que no…. Nada me haría desistir de volver a tus brazos en este momento….Erwin….vamos a casarnos…- dijo para darle un apasionado beso y a la vez resignado beso.
El beso fue subiendo de intensidad conforme pasaban los minutos..
-eren…antes de que te marches…dame algo para recordarte durante estos 4 meses….- dijo seductoramente Erwin aludiendo al acto sexual.
-si…- susurro avergonzado el menor….
Al cabo de unas semanas un chico de cabellos castaños alzaba las manos en señal de despedida a su novio, a su lado un par de enormes maletas que evidenciaban lo extenso del viaje, se casarían tan pronto estuviese de vuelta, era trabajo y nada más, ese dinero extra le convendría para la boda pensó, lanzó un beso al aire a modo de despedida y fue a registrar sus maletas para el vuelo, el ticket pagado por la empresa y todo lo demás estaba en orden, un asiento en clase ejecutiva, en ventana….dio el último vistazo a Londres y con algo de dolor en el estómago tal vez por las ansias inició su viaje hacía Japón…. Esperando y rogándole al cielo no encontrarse con los fantasmas de su pasado…
Una brillante luz rodeaba toda la escena, había llegado a ese país hace tan poco, un país extraño y hermoso a la vez, el idioma le complicaba un poco pero era lo de menos, caminaba por los pasillos de la universidad como cada día, aquel día llego inusualmente temprano, sus clases no empezarían si no unas horas después, sin nada que hacer decidió sentarse en un banco de aquel diminuto jardín zen que estaba casi en la entrada sin sospechar que esa absurda decisión cambiaría su vida por completo, se sentó en una solitaria banca, cerró sus ojos por completo sintiendo como una cálida briza le acariciaba las mejillas, el ambiente era tan cálido que podría haberse quedado dormido justo en ese momento esperando a que iniciaran las clases, así lo hubiese hecho de no ser por….
- Excusez-moi, où je peux trouver le bureau du directeur ... Je ne parle pas japonais pourrait me donner un coup de main? (Disculpa, en donde puedo encontrar la oficina del rector…no hablo japonés podrías darme una mano?…)
-eh?-un hombre interrumpió su descanso, sus ojos se abrieron por completo ante aquella figura, un hombre pequeño pero maduro de unos veinte y tantos vestido en un ajustado jersey, hablándole en un seductor idioma que al parecer era francés, qué era eso?, por qué no había visto antes a ese hombre en la facultad?, de donde era y por qué llegaba a estas alturas del años?, debido a lo cerrado que suelen ser los japoneses con su cultura y debido a lo “discriminadores” que suelen ser con los extranjeros, antes de empezar las clases se procuró que todos los alumnos de intercambio provenientes de otros países se reunieran para conocerse entre ellos antes de empezar el año universitario, recordaba haber hablado con chicos del continente europeo pero a él, a él no le recordaba en lo absoluto y eso le parecía extraño…es decir, De haber visto una cara como la suya antes de seguro le recordaría, eren a penas y sabía un poco de japonés, mucho de alemán y nada de otros idiomas, sentía la necesidad de comunicarse con el pero no sabía cómo demonios hacerlo ni en qué idioma hablarle, pensaba, pensaba en una solución pero….de alguna manera u otra se quedó completamente en silenció mientras observaba su bello rostro, se había quedado embobado y pasmado por su belleza, sus ojos eran azules y afilados víctimas de una cruel mirada que le apuntaba con desprecio, su tez excesivamente pálida, sobre su cara unos finos cabellos negros caían como acariciándole los pómulos, no sabía bien qué tipo de expresión tenía el mismo en ese momento pero supuso que debió ser repulsiva porque de alguna manera el sujeto le dedico unas palabras de odio algo molesto, o eso fue lo que el quiso entender ya que no sabía nada sobre aquel idioma.
- pas comprendre merde de ce que je dis non? Tss ... hein je viens de perdre mon temps ... (no entiendes ni mierda de lo que digo verdad? Tsk…solo eh perdido mi tiempo…)
Fue lo que le dijo molestamente para luego marcharse, de alguna manera la escena de aquel hombre marchándose se volvió cada vez más luminosa y por alguna extraña razón algunos pétalos de cerezo comenzaron a caer de la nada mientras él se marchaba a paso lento, en ese momento eren pensó estar absolutamente mal de la cabeza, no era normal, por mucho que hubiese asumido su sexualidad hace años, no era para nada normal enamorarse a primera vista y de esa manera de alguien a quien no había visto jamás, justo en ese momento…decidió que no importaban lo que tuviese que hacer…de algún modo, lograría que ese hombre también se enamorara de el…
-Atención señores pasajeros, les recomendamos volver a sus asientos y abrochar sus cinturones, estamos a punto de descender a la ciudad de Tokio, gracias por volar en aerolíneas kawaiidesune, esperamos verlos pronto..- se despertó eren tras sentir una pequeña turbulencia y aquella chillona voz por el micrófono, vaya si estaban en Japón, y qué había sido eso?, un sueño?, por qué había tenido un sueño como ese justo segundos antes de descender del avión?, se sintió estúpido…
-será que este aire empieza a afectarme- se bajó del avión algo molesto, retiro sus maletas y decidió guardarlas en la custodia del aeropuerto hasta conocer bien el lugar en donde se establecería por ese periodo de tiempo, se quejaba y regañaba a si mismo por soñar con ese tipo de cosas, se había prometido olvidar a esa persona, se había prometido no volver a tocar ese tema, era absurdo, no valía la pena en absoluto recordarlo además, con una ciudad tan grande como Japón era imposible encontrarle por coincidencia con ese sujeto, y que tal si había vuelto a su país natal?, era lo mejor no?, de esa manera no habría riesgo alguno de encontrarle por accidente, se dirigió a penas con su billetera, cedula de identidad y documentos a las afueras del aeropuerto dejando todo lo demás en custodia, afuera un taxi le esperaba con un cartel y el nombre de Eren Jaegar en el, supo de inmediato por cosas lógicas que era su taxi, lo abordo sin preguntar el destino ni nada en absoluto, de cierto modo seguía molesto con su subconsciente de hecho, estaba tan molesto que ni siquiera se detuvo a observar las calles por las que se dirigía, ni siquiera dimensiono la lejanía del lugar al que iba, ese sueño en verdad le había molestado- no vale la pena ilusionarse en vano….hare lo que tenga que hacer y volveré a casa para casarme con Erwin…es….la vida que escogí para mí- pensaba convenciéndose a sí mismo cuando el autobús repentinamente se detuvo.
- Wareware wa kita (hemos llegado!)-dijo el hombre del taxi señalado un extraño edificio como sede de destino, eren salió de golpe de su ensimismamiento.
- Dōmo arigatōgozaimashita (muchas gracias)-respondió eren bajándose del taxi el cual encendió la marcha casi de inmediato, se evidenciaba de alguna manera que era un barrio algo peligroso después de todo las murallas de los edificios estaban grafiteadas lo que era poco usual en una ciudad con tal cultura por la limpieza como lo era Tokio, eren se acomodó bien su largo abrigo color verde musgo, la situación le pareció algo sospechosa, por órdenes de Erwin siempre llevaba consigo una pequeña manopla como arma de defensa personal, por lo que, desconfiado, guardo ambas manos en los bolsillos de su abrigo asegurando y encajando bien aquella manopla en su mano derecha, mientras que entraba con precaución en aquel mugroso edificio.
-esto no es lo que me esperaba de una editorial exitosa…que demonios es este lugar- se decía a si mismo casi susurrando mientras se adentraba cada vez más a aquel mugroso edificio, una vez abrió la única puerta del al final de un único pasillo se encontró con una sala asquerosa y repugnante, dentro de ella un robusto y pequeño hombre calvo sentado bajo la luz de una lámpara colgante fumaba un abanó mientras sonreía maliciosamente, a sus laterales tres o cuatro hombres de dudosa reputación sonriéndole a la par, era casi como un grupo de gatos hambrientos felices de haber arrastrado al ratón hacia el “queso”, rápidamente eren quiso ponerse a la defensiva y quiso darse la vuelta para escapar de lo que supuso no sería nada bueno pero antes de que pudiera hacerlo, uno de los hombres se interpuso en su camino.
-a dónde vas niño bonito?- le dijo con una maliciosa sonrisa.
-déjame salir de aquí enseguida- escupió eren con odio tras evidenciar que había sido engañado, en ese momento solo pudo sentir que su vida corría peligro, no sabía a ciencias ciertas que es lo que haría con el, pero…no se quedaría allí para averiguarlo…