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El Donador por Fuckeffy

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Notas del capitulo:

Ok muchas gracias por darle una oportunidad a este fic que dentro de poco se pondrá terriblemente aditivo, advierto que tendra un ALTO y explicito  contenido sexual incluyendo cosas a las que quizas no esten tan acostumbrados pero bueno...esperemos llegar a ellas primero y ver que pasa...espero les guste el capi :D

-a dónde vas niño bonito?- le dijo con una maliciosa sonrisa.

-déjame salir de aquí enseguida- escupió eren con odio tras evidenciar que había sido engañado, en ese momento solo pudo sentir que su vida corría peligro, no sabía a ciencias ciertas que es lo que haría con él, pero no se quedaría allí para averiguarlo, de pronto una repugnante risa casi a modo de carcajada se escuchó, eren abrió sus ojos algo impactado, qué era precisamente tan gracioso?

-Señor eren Jaegar…un gusto contar con sus servicios esta noche…- dijo el hombre del fondo mientras exhalaba el humo ingerido por el habano, eren entonces frunció el ceño, esa voz le era familiar, vaya si le era familiar, era el supuesto dueño de la editorial con quien había negociado las semanas anteriores al viaje, pero…que demonios era todo esto?

-hey!....qué mierda es todo esto?...qué es lo que quieren de mí?- grito algo desesperado.

-eh….sonreía burlonamente el tipo mientras se le acercaba- no se asuste por favor, es cierto que tenemos un negocio para usted, y es verdad que hay una cantidad de dinero importante en ello, en eso no hemos mentido, es solo….que el tipo de trabajo es un poco diferente…- dijo aquel hombre acercándosele con una maliciosa sonrisa, eren estaba preocupado, apretaba la manopla entre sus dedos con fuerza pero no veía la manera de poder salir de ese aprieto.

- hable claro o simplemente no hable!- escupió eren.

-justo al grano no?, así me gusta….señor jaegar, espero que no le moleste pero hemos averiguado algo acerca de usted, hay chicas en Japón quienes morirían por tener un hijo de usted, un bello espécimen alemán- le decía mientras apuntaba su cara con el habano casi a punto de quemarle- no solo lo desean…también pagarían buen dinero por ello…por lo que…señor jaegar…hagamos un negocio…- dijo aquel asqueroso hombre sacando varios frascos de plástico de su bolsillo, unos frascos similares a los  que te dan en el hospital para cuando necesitan una muestra de orina, eren abrió sus ojos con pánico, que demonios quería ese sujeto- observe este frasco….tengo muchos como este aquí en la bolsa, sea amables y llénelos con su “esencia de hombre”, si lo hace lo dejaré ir sin problemas y le pagare el vuelo de regreso a casa.

- y qué si me niego a hacer tamaña asquerosidad?!- escupió molesto.

- oh…entonces me gustaría saber cómo piensa volver a casa..- le dijo el hombre sonriendo maliciosamente.

 

Eren trago saliva alterado, era cierto, no habría manera de volver a casa, el había confiado plenamente en la compañía y en el supuesto trabajo sin imaginarse que todo se trataba de un engaño, eren pensaba en la manera de poder salir de allí con vida, eso que le proponía aquel hombre le sonaba a un sucio negocio, un sucio y repulsivo negocio.

-bien… si veo que usted se niega a  cooperar, bueno…no se preocupe, puedo hacer que esa cosa salga por la fuerza- dijo el hombre dándole a entender a eren que sería violado- Glen!- chispeo los dedos en el aire y de inmediato de entre el grupo de sujetos un chico más alto, algo así como un metro noventa apareció, su cuerpo era fornido, su cabello negro al igual que sus ojos, no era de todo un tipo disgustarte de mirar, al contrario, se veía fuerte, acaso eren sería violado por ese sujeto?, su mano seguía apretando fuerte la manopla de su bolsillo y su cuerpo seguía pegado entre la puerta y el sujeto que la custodiaba- vera señor jaegar, sabemos que usted no gusta del todo de las mujeres, no es algo que pueda entender pero….si coopera, con mucho gusto glen le podría dar una mano …usted sabe…sea bueno y coopere, recibirá dinero…pero si no lo hace…glen no se medirá y usara toda su fuerza…cierto glen?- dijo el robusto hombre haciendo que el muchacho asintiera.

Eren estaba desesperado, por nada del mundo tendría sexo con un sujeto al que no conocía y mucho menos en esa asquerosa pocilga ni por todo el dinero del mundo, además…cuantos frascos iban a llenar precisamente, pero qué mierda tenían en la cabeza los japoneses?, sin ver más alternativa ideo un rápido plan, decidió seguirles el juego, solo lo suficiente como para que liberaran la puerta y luego de eso escaparía, por lo que…

-dices que me pagaras por tener sexo con este chico- dijo cambiando su mirada de pánico por una de absoluta y dominante lujuria.

-si…es lo que digo- contesto algo impresionado por aquel cambio.

-ohhh…no me malinterpreten pero…ah sido un vuelo largo…creo necesitar algo de atención allí abajo y ya sabes…solo un chico no es suficiente para mi…- dijo con ojos de lobo hambriento, mirando seductoramente a aquel hombre con el que negociaba.

-eh?...que significa eso?- eren se acercó sutilmente hasta el chico que custodiaba la puerta y paso su mano por el borde de su muslo con una encantadora y lujuriosa mirada procurando estimular su deseo sexual.

-le molesta si este chico me “da una mano” también?… - le decía a aquel hombre mientras se acercaba al oído del chico que custodiaba la puerta- tranquilo cariño lo pasaremos bien….prometo ser muy amable…por qué no me esperas en el colchón junto a tu amigo…eh?..

 

Dijo eren pervertidamente provocando en aquel muchacho hasta ahora heterosexual un completo estremecimiento, nadie podía entender la actitud cambiante de eren, el robusto hombre miro fijo al chico que custodiase la puerta haciéndole una señal con la que le ordenó obedecerle a eren, sin pensarlo mucho, el chico “glen” y el chico que custodiase la entrada se sentaron juntos sobre un sucio colchón mientras eren se relamía uno de sus dedos mirándoles seductoramente con una cara y una mirada que decía “voy a destrozarlos a ambos”, eren se acercó sutilmente a la puerta escondiendo su mano izquierda tras su cuerpo, sosteniendo firmemente la perilla, una vez la tuvo y evidencio que estuviese abierta capto la mirada de todos los presentes lamiéndose seductoramente su dedo del medio para gritarles.

-Fuck off!!- les grito eren haciendo una grosera seña con su dedo miedo para inmediatamente abrir la puerta y correr escapando de allí  tan rápido como le era posible.

-mierda!, síganlo!! Síganlo dije!!- gritaba aquel hombre mientras los muchachos tendidos en el colchón se levantaban para seguir a eren.

Eren sabía que si lo alcanzaban era hombre muerto, no tenía tiempo de pensar en nada más que en sobrevivir, corrió intensamente por unas cuadra sintiendo como era seguido por aquellos criminales, se maldijo así mismo en ese momento por abandonar su resistencia física y por haber empezado a fumar junto a Erwin después del sexo porque valla que le costaba respirar, a ese paso de seguro le pillarían, de pronto, una calle que doblaba a la izquierda, decidió tomarla aprovechando que los delincuentes no le verían por la distancia que les llevaba, justo allí un pequeño puente, sin pensarlo dos veces y debido a que no era capaz de seguir corriendo se lanzó sin pensarlo ensuciando sus zapatillas por completo con barro, de esa forma se escondió justo debajo del puente en completo silencio mientras escuchaba como los hombres que le seguían estaban ahora justo sobre su cabeza discutiendo en un alterado tono.

-mierda!, no pudo correr tan rápido es imposible!!- decía uno de los tipos.

-maldito mocoso!, vaya si era veloz- se quejaba mientras intentaba recobrar la respiración.

-no te preocupes, ese mocoso no tiene el dinero para salir de este país, se quedara aquí por un tiempo tan pronto se aparezca por aquí otra vez…le sacaremos aquello por la fuerza- decía convencido aquel hombre.

-eso si tú quieres ensuciarte las manos tocando un sucio pene porque a mí no me interesa.

-ja!, dices eso después de que casi te derrites después de que te hablo al oído.

-eh?...claro que no…

-claro que si…

Eren podía escuchar como las voces de aquellos sujetos desaparecían en la lejanía, seguramente aquellos tipos se alejaban riéndose y burlándose de la situación, pero el estaba impactado, qué hacer, en primer lugar no tenía ni puta idea de donde estaba, se arrepintió de no tomarle atención al trayecto del taxi y no solo eso, justo ahora se estaba arrepintiendo de todas sus malditas decisiones pero no!, no era tiempo para ello, sus cosas estaban en el aeropuerto, su celular, su dinero, todo, solo llevaba un poco de efectivo en euros, sus zapatillas se habían embarrado por completo de lodo y hacía algo de frio, sin lugar a dudas lo primero que debía hacer era buscar la manera de volver al aeropuerto, al menos allí podría dormir, comer algo, comunicarse por ayuda y marcharse de allí, o eso pensó… se maldecía a si mismo, qué le había hecho el al mundo para recibir de pronto tan maldito castigo, este trabajo era su oportunidad, la solución a todos sus problemas económicos y ahora, se había convertido repentinamente en un engaño que lo sumergía aún más en la  ruina, no solo no tenía el dinero para volver, no tenía un lugar en donde quedarse, no mantenía contacto con ninguno de sus antiguos compañeros ni nada de eso, estaba ciertamente perdido.

-mierda…mejor salgo de aquí y me voy a algún  lugar con gente.

Se dijo a si mismo trepando las murallas para salir de aquel puente, sus zapatillas estaban por completo embarradas eso le hizo recordar que los japoneses son en estricto rigurosos con el tema de entrar con zapatos dentro de las casa y eso se aplicaba también para algunos locales más refinados por lo que supuso que serían pocos los sitios a los que se le permitiría entrar con lo pies tan embarrados, camino por largo rato sin rumbo alguno, ni siquiera sabía dónde estaba, las calles no le parecían conocidas en lo absoluto, siguió caminando hasta que repentinamente se topó con una especie de cafetería, una extraña cafetería con el dibujo de un tierno oso panda fuera de ella, eso era algo típico en Japón, encontrar locales auspiciados por algún pintoresco personaje, al observar la cafetería su corazón comenzó a latir haciéndole sentir nervioso, observo nuevamente las calles y se dio cuenta que sabía exactamente en donde se encontraba.

-no!, no es que no sepa en dónde estoy…es solo que en 5 años las cosas han cambiado mucho aun en esta ciudad pero…- pensaba mientras se desviaba a mirar la cafetería- pero este lugar sigue intacto…-se dijo eren a si mismo para acercarse nerviosamente, en su caminar se topó repentinamente con una banca de plaza que estaba ubicada justo en frente de uno de los ventanales más grandes del local, eso le provoco una inmensa nostalgia, su corazón latía angustiado y no pudo evitar recordar- de todos los sitios que existen en el mundo…por qué justamente tuve que llegar hasta aquí….

 

En un pasado lejano un estudiante de intercambio quien estaba en su primer año de universidad  se dedicaba a seguir meticulosamente y casi como un espía a quien fuese su sensei, eren se escondía tras los edificios del vecindario conforme el misterioso hombre avanzaba, aquel hombre de cabellos azabaches caminaba con un maletín al hombro mientras se encontraba leyendo un libro, era eso lo que lo hacía fascinante, eren no sabía cómo es que había desarrollado esa capacidad de leer y caminar al mismo tiempo sin ser víctima de un tropiezo, el hombre se detuvo en un semáforo en rojo provocando que eren alcanzara su paso repentinamente, el joven estudiante se sintió sumamente nervioso, no quería que lo descubrieran  eren sabía perfectamente bien quien era ese hombre, pero aquel hombre ni siquiera sabía de la existencia de eren, su nuca, se detuvo a mirar su nuca penetrantemente mientras se sonrojaba, si tan solo supiera que existía, si tan solo supiera cuanto es que le gustaba y si tan solo supiera tantas cosas…justo en ese momento levi se dio la vuelta repentinamente para observar fijo a eren quien tras sentirse descubierto no dudo en tomar su mobil rápidamente y fingir que era solo una persona ordinaria que pasaba por allí y revisaba sus mensajes mientras la luz estaba en rojo, levi suspiró, no le dio importancia, la luz dio verde y siguió su camino pero a eren el corazón casi se le arranca por la boca en ese momento, ese contacto…tan cercano y tan realistamente lejano a la vez.

Con las mejillas sonrojadas le siguió el paso discretamente para observar como levi entraba en una particular cafetería con un panda en su letrero, todos los días era lo mismo, eren se sentaba en el banquillo de la plaza fuera del local, justo ese que quedaba en frente de la vitrina de los bebedores de café solitarios mientras observaba por una ventana leer al taciturno levi con una taza de café al lado, no era nada especial…solo lo que era,  mientras eren fingía leer un libro le observaba y le gustaba imaginarse que estaba sentado a su lado, se imaginaba teniendo conversaciones con él, se imaginaba compartiendo recuerdos y un sinfín de cosas…así se mantuvo por mucho tiempo… incluso en los días de nieve se sentaba en aquella banca a observar a levi, puntual y sin fallas reservando aquella esperanza en su corazón de  algún día…acortar la lejanía que provocaba esa fría vitrina que los separaba..

 

Volviendo a la realidad un nostálgico eren miraba casi con rencor aquella banca lamentándose y culpándose a si mismo por ser tan idiota e inocente en el pasado.

 

-Incluso yo creo que estoy mal de la cabeza- pensaba mientras se adentraba en aquella cafetería- desde el principio sabía que esa relación no tenía sentido…pero…me rendí cuando ya estaba por completo enamorado de el, además.. Qué estaba pensando al sentarme allí a espiarlo, qué me notara?, qué se enamorara de mi?, vaya si fui estúpido- se reía de si mismo en su mente- pero de alguna manera en ese momento pensé que esos inocentes deseos de mi adolescencia se harían realidad, se qué al final…el nunca se enteró de mi existencia.. el hizo su vida y yo me forcé a hacer la mía…entonces comprendí que los deseos y anhelos no se cumplen, que la vida es más fría y sin sentido de lo que te muestran en el cine, conocí a Erwin en un antro, nada especial…el no me gustaba, yo no le gustaba pero igualmente tuvimos esa química sexual la primera noche y ya esta…de ahí a la fecha llevamos cinco años de relación- suspiraba eren envuelto en sus pensamientos mientras que al entrar hacía sonar la campanilla colgada arriba en la esquina de la puerta- me pregunto….me pregunto si tal vez hubiese sido más osado con el…entonces…si me hubiese atrevido…las cosas serían distintas de alguna manera?

- Panda no kōhī no yoru ni pittari no kangei, watashi wa anata no chūmon o toru nodesu ka? (Bienvenido a café panda, puedo tomar su orden?)-Dijo la chica de la recepción hablándole a eren quien por suerte aun entendía bien el japonés.

-Ah, si..estoy muy hambriento, me gustaría un capuchino grande, dos medias lunas y una tarta de crema con fresas- dijo mientras la chica tomaba su orden, el camino de eren hasta la caja había dejado irremediablemente huellas de lodo en el piso que ahora un encargado trapeaba detrás del muchacho mientras los demás comensales le miraban como si se tratase de un marciano que decidió hacer una parada y comprar en aquella tienda- vaya…creo que recuerdo por qué jamás entré aquí cuando pude-pensaba eren algo cabreado.

-ok serian 1.079 yenz, algo más señor?-preguntó la chica mientras confirmaba la orden.

-no…solo eso.- la orden fue confirmada y eren buscaba su billetera en su bolsillo, todas sus cosas estaban en el aeropuerto y solo llevaba un poco de dinero con el, recordando, que no había efectuado ningún cambio de moneda- ah, disculpe, puede aceptar que le pague en euros?, no he podido acercarme a una casa de cambio así que…

-lo siento, solo aceptamos efectivo y yenz-le interrumpió la chica.

-es dinero de igual modo, por favor acéptelo- insistía eren

-lo siento señor, son las normas del establecimiento, si gusta puede ir a otro local, cancelare la orden- dijo la chica oprimiendo los botones para cancelar.

-ah?, espera un minuto, donde esta tu jefe? Déjame hablar con tu jefe, cómo es qué no aceptan euros en este local- reclamaba eren sintiéndose totalmente cabreado.

-yo soy la jefa, señor por favor…le pido que baje la voz, esta siendo muy ruidoso además…hay gente en la fila esperando su turno-le explicaba la mujer mientras el ambiente se volvía cada vez más denso.

-por favor acepte el dinero en euros…yo..

-lo siento...acabo de cancelar la orden, si pudiese retirarse o llamare a la policía…

-Qué?- reaccionó eren totalmente cabreado, había sido un día desastroso, primero casi le violan, sus zapatos se embarraron, le habían estafado y encima ni comida podía conseguir y vaya si le rugía el estómago, estaba a punto de marcharse y maldecir a la chica cuando…

-dele lo que pide por favor…-se escuchó desde atrás la tranquila voz de un hombre, eren reacciono abriendo sus ojos de par en par, esa voz…acaso..  Podía ser qué?

-señor, le diré lo mismo que a este muchacho…solo aceptamos yenes- escuchaba eren como la chica discutía con quien le seguía en la fila pero por alguna razón no se atrevía a voltear para averiguar de quien se trataba.

-lo se…yo le pagare en efectivo…deme exactamente lo que pidió y agréguele un té negro – en ese momento la cara de la chica cambio de un estado de amargura a uno de felicidad, recibió la paga y entrego la orden, sin embargo eren seguía inmóvil.

-Gracias por comprar en café panda, por favor vuelva pronto…

Eren se mantenía quieto con los ojos abiertos de par en par, de alguna manera era como si el corazón se le hubiese detenido en ese segundo, aquel hombre a quien no se había atrevido a mirar se le acerco entonces a un costado para dirigirle la palabra.

-oi, mocoso…estas estorbando en la fila…además.. no tenías hambre?- le dijo el hombre obligando a eren a mirarle, su cara se volteó lentamente y cuando al fin se encontró con sus ojos no lo podía creer, sabía que conocía esa voz, reconocía esos afilados ojos azules, ese cabello azabache cayendo sobre sus ojos, era el, lo sabía, era levi Ackerman…el corazón de eren seguía latiendo intensamente y los nervios y la adrenalina se apoderaron de el, en un segundo su hambre desapareció por completo, aquel hombre a quien había amado en la universidad, aquel quien ni siquiera sabía de su existencia estaba ahora allí mirándole, y dirigiéndole la palabra dentro de este café como tantas veces soñó.

-hace un momento te escuche hablando en japonés así que sé que entiendes lo que digo- le dijo para darse la vuelta- vamos, hay una mesa ahí, acompáñame..

Le dijo mientras se dirigía a la mesa, rápidamente eren se levantó y se marchó tras el siguiéndole…

Notas finales:

que raro es el destino...después de todo creo que el día de eren no fue del todo tan terrible.... dejen sus comentarios y se les gusta el fic recomiendenlo ;)


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