Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Oscuro azul de medianoche por Gaaybriela

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-¡Mira, lo está besando!

-Sí, Oh. ¡Se están tocando!

-¡Cállate o se darán cuenta que estamos aquí!

Ioe y yo, subimos a la terraza como todos los almuerzos, pero nos dimos cuenta que estaba abierta la puerta a las escaleras, como buenas moscas en la sopa fuimos a investigar. Detrás de la pequeña bodega que usa el club de astronomía habían dos chicos de tercero y... santa mierda. Estaban teniendo una conversación muy intima ahí.

-¡Te he dicho que no lo hice! -Decía el más bajo, ¡Tenía cara de uke! Definitivamente lo era. El alto seme suspiró.

-Si me dieran comida por cada mentira que dices...

-¡No es mentira! Sólo llegué y ahí estaba él. Me violó... ¡Prácticamente!

-¿y por eso apareciste con cara de inmenso placer en mi casa? Eres una puta.

El pequeño solo se rió, se le tiró encima y empezó a tocarlo. Esta sería la segunda cosa más emocionante que he visto en mi vida, la primera… ¡Ahh! a penas puedo recordarlo sin verme como un tomate. Se arruinó toda la diversión poco después, al parecer los ruidos de uke-senpai despertaron la curiosidad de otros que fueron a llamar a un profesor, por suerte nos encontró a nosotros primero y no vio a los calientes de atrás. Cuando iba bajando las escaleras miré hacia arriba para encontrarme con uke-chan y seme-san sonrojados hasta las orejas, les guiñé un ojo. Ioe se metió en grandes problemas con la junta de profesores, por lo menos no le sacaron su titulo de delegado, ¡Qué haría sin sus privilegios! Ahora me quedaba un problema. Surgieron rumores de Ioe y míos, ¡Las personas piensas que nosotros éramos los calientes en la azotea y por eso nadie nos ve en el almuerzo! ¡Qué asco!

Ann no se acercó desde entonces. Maldición.

-¿Sabes, Cas... -Decía Ioe recostado en una pared a mitad del pasillo. Había esperado ahí desde que entramos del descanso, me lleve un buen susto cuando salía al baño entre clases y lo vi a la par de la puerta.

-¿Qué quieres ahora? No te voy a prestar dinero...

-No es eso, bueno sí, como sea, pregúntale la hora a Andrés.

-Eso yo te lo puedo decir...

-¡Solo pregúntale, idiota! -y me envió hasta su salón. Con el valor de los empujones de Ioe logré tocar la puerta de la clase y sacar a Ann de ahí.

-¿Pasa algo? -Se veía como si estuviese fuertemente perturbado con mi presencia. Pasan muchas cosas, en realidad.

-¿Sabes qué hora es? -Me ardía la cara, si tan solo supiera cavar un hoyo en la tierra para esconder mi cabeza ahí...

-...No, no tengo reloj.

-Deberías de poder ver la hora en el móvil...

-Lo dejé en mi bolsa, que está adentro del salón donde me sacaste, en medio de clase, con un motivo estúpido...

-Lo siento, gracias, ¡Adiós!

Corrí de ahí y aún cuando regrese al lado de Ioe podía sentir mi cara como un horno, demonios, ahora pensará que soy un raro. Solo acepté porque quería hablar con él, no pude imaginar que reacción tendría cuando le preguntara una idiotez. Lo peor es que fueron las primeras palabras que habíamos cruzado después de ese raro rumor de mi primo conmigo, ay...

-¿Te la dio, verdad? -Preguntó Ioe al verme de nuevo.

-¿Qué?

-Si te dio la hora, tonto.

-No... -Me sacará canas verdes este tipo.

-No te quiere.

-¿De qué hablas?

-Hoy me dijeron que a mí nadie me da ni la hora.

-... ¿Eso qué tiene que ver conmigo? Idiota.

Sacaba mis cosas para el segundo período cuando me di cuenta de que varios post-it de diferentes colores estaban al fondo en mi bolso, debajo de los libros. "Puta" era la palabra que más se repetía. Estas personas no tienen nada más que hacer.

-¡Casey! -Entró la castaña que más odiaba con la expresión más tierna del mundo, Paola. Contando al profesor le miramos como si estuviera loca, en verdad, estamos a mitad de la clase- ¡Profesor! ¿Puede Casey salir por un momento? -Él la miró y asintió despacio, no sé cómo pero todos los profesores que saben mi "identidad" no dicen nada, ¿qué habrá hecho Ioe para verme así? soy como su payaso personal.

-Dime, ¿Qué ha pasado? –Decía ella exaltada- De repente en el tablero de anuncios dice que eres una puta -Frunció el entrecejo dando un pequeño grito de exasperación- Estaba tan enojada que golpee el vidrio y saque el cartel de ahí. Miré a sus manos, al darse cuenta de esto rápidamente las escondió, varías vendas estaban colocadas encima de sus manos de tal forma que parecían guantes. Es extraña... Nunca he hecho nada a su favor, ni tengo nada ni a nadie para que quiera aprovecharse. Sin duda no es mala, en absoluto. Me pregunto si por eso Ann se enamoró de ella...

-Es mentira, eso de Ioe y tu, ¿Verdad? -Asentí- De todas formas, la única persona que puede gustarte es Ann.

Vi su cara, su sonrisa, como se movían sus labios pero no entendía lo que decía, Paola sabía, ¿Por qué ella sabía? Recordé como Ann quería decirme algo el otro día, ¿Sería de eso? No, Eso no es posible... El único que sabe es Ioe, pero Ioe no me traicionaría, eso creo. Cerré los ojos un momento.

 

 

Cuando nací, nadie me estaba esperando y si no fuese porque mi madre no podía ni moverse debido a la situación hubiera escapado apenas teniendo la oportunidad. Mi padre se había quedado en casa para no mantenerse solo, a nadie parecía importarle que tuviera más de cinco amantes cada dos meses. De todas formas cargaron conmigo, desde que recuerdo he estado cerca de mi primo, él cuidaba de mí, me llevaba a su casa, me metía en su cama. Decía que no había nada que quisiera más que a mí. Tenemos una grabación que hizo mi tía donde él juraba que se casaría conmigo, aunque ahora le de tanta vergüenza. (Como adolescente tímido borró la evidencia, pero olvido que yo tenía una copia para casos como este...) A fin de un largo año, cuando apenas tenía 10 años Ioe desapareció, le siguió mi padre meses después...

Estudié todos los libros que teníamos, mi madre era aficionada por ellos. Cuando pasé el examen de admisión para una preparatoria poco conocida pero realmente impresionante, lo vi. El mismo cabello, color de ojos, sonrisa cálida... Salí corriendo al verlo que no me di cuenta a quién tenía en frente y choque.

-Joder -El chico que choco conmigo recogía sus cosas del suelo.

-¡Perdón! -Le ayudé como podía sin dejar de ver a mi primo. Toqué una mano suave, tan suave como pétalos, ojos como el café recién hecho con mucha crema, sus labios rosados y carnosos, ¡¡...!! ¡Tenía un lunar de puta! justo en el lado superior izquierdo de esos labios, su cabello ¿celeste? ¿Qué...?

-Ah, déjalo –dijo- tenías prisa, ¿No? Adiós.

Me sonrío, vaya. Como pude salí de ahí algo atontado hacia Ioe. De frente hasta podría decir que era guapo. Me reconoció al instante y me dio un gran abrazo. Miré a todas partes buscando una mata celeste que encontré junto a una castaña que brillaba con luz propia. Demonios, desearía tener una oportunidad.

 

 

Escuché de casualidad lo que dijo Paola al final, esta tía, de verdad... -Pao -la miré con cariño sacado del fondo, muy...muy al fondo de mi corazón- Gracias.

Me fui sin esperar respuesta. Si no mal recuerdo estaba por aquí... El salón de música. Tome el violín entre mis manos y me acerque a la ventana que daba al segundo patio interior donde casi nadie solía ir.

Pude ver a Andrés.

Deslice el arco en mi mano alzándolo para tocar las cuerdas.

Paola estaba con él.

Sonó una suave melodía.

Aflojé el agarre cuando Ann salió corriendo de ahí. Si cerraba con fuerza mis ojos podía escuchar los pasos del peliceleste como una lluvia que se cernía sobre mí. Se abrió la puerta cuando metía el instrumento a su maletín. Las lágrimas derramadas del chico se perdían en el aire cuando las quitaba violentamente de su rostro. El sonido de sus pasos de detuvo frente a mí. Cayó de rodillas tapándose el rostro, sus delgados dedos temblaban. Aún mirando el suelo, como si algo hubiese pasado me tomó de los paletones de la falda obligándome a arrodillarme y se quedo así, de alguna forma escondía su cara en mi hombro para que no le viese.

-Ayúdame... -Su voz temblaba como la gelatina.

-¿Cómo?

-Ámame.

Es lo que no dejas que haga. Me trague las palabras en un sollozo sordo. Qué clase de persona soy, alegrándose por esto...

 

Notas finales:

Oh, lo siento, ¿Habia dicho que las cursivas son para hacer énfasis del pensamiento del protagonista o para hacer algún recuerdo? Ja. 

 

Un review para esta alma que muere por sabíduria?uvu


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).