Pov´s Ryu
Mis jodidos hermanos se fueron sin mí, los muy hijos de mi misma madre, no me dejaron más opción que correr, pero con el gran poleron negro que tengo me da calor demasiado rápido y mis jeans, parece que es verdad eso de que con negro te da más calor.
Estaba corriendo con la cabeza agachada cuando siento un golpe en la pierna y caigo al suelo.
-Oye ¿Qué te pasa?- Realmente me cabrea y me saca de los cojones que lleguen y te golpeen.
-Perdón- ¿Quién es?, levanto un poco la cabeza y veo a un chico atractivo en bicicleta, de cabello castaño y ojos cafés que me extiende la mano de manera amistosa en cambio yo la tomo con fastidio.
-No es nada- Digo agachando la cabeza.
-Parece que tienes la costumbre de mirar hacia abajo-Dijo sonriendo ¿Quién se cree? –Bueno, nos vemos- El chico se aleja y yo lo quedo mirando con cara de bobo, ojala no se me haya notado mucho, como sea, sigo corriendo hacia el instituto hoy es mi primer día no puedo llegar tarde maldición, “los hermanos se tienen que cuidar y proteger”, si claro cómo no, incluso Yu, sigo mi camino insultando mentalmente a mis queridos hermanos.
Llego y veo que aún siguen llegando alumnos, hay que suerte, por un segundo pensé que no llegaba, me acerque a una mujer seguramente una
Luego me dijo donde quedaba el salón y al final me miro raro, como todo el mundo, es tan poco normal que una persona vista de negro.
Corrí por los pasillos ignorando las miradas de curiosidad hasta que llegue.
-Salón 1-B- El instituto Doblas Michaels no es pequeño, abrí la puerta y otra vez, todos mirándome como el bicho raro.
Ignóralos, Ignóralos, me dije a mi mismo mientras me sentaba. No quiero que esto sea igual que en primaria.
-----Flashback-----
Chico 1: Oh miren aquí viene el emo.
Chica 1: No puede ser realmente es raro.
Chica 2: No le digan nada quizás se suicida.
Chico 2: No me digas quieres una navaja.
Chico 3: En esta escuela no queremos raritos.
Chica 3: mírenlo, que asco, ojala ni se me acerque.
Todos los días eran así, llenos de burlas, los profesores nunca hicieron nada, de hecho ellos empezaron.
Profesor 1: No puedes venir como emo.
Profesor 2: Porque no mejor sales y dejas de amargar mis clases.
Profesor 3: Gente como tu deprime más que nada.
Me cambiaron muchas veces, pero siempre era igual, ahora no otra vez, por favor, no…
Siempre recibí escupitajos, me derramaban bebida, me rompían las cosas, me dejaban insectos en los casilleros, me quitaban la ropa, me daban golpizas, tengo miedo.
----Fin Flashback----
El profesor entro al salón y me dijo justo lo que no quería oír.
-Examen de inicio de clases-
Pov´s Sho
Llegue mínimo unos 20 minutos atrasado a clases, pero no alertaba a nadie más bien me miraban como si ya fuera costumbre, me gusta llamar la atención por lo que desde el año pasado entro un poco más tarde, aunque por alguna razón nunca me dicen algo.
Mi mente está completamente llena de un chico con el que choque hoy en la mañana, realmente era lindo, aunque no pude ver sus ojos, maldición.
Entre y todos me miraron, algunas chicas con corazones en vez de ojos pero, no es tan impresionante, no alcanzo para estar entre los más deseados del instituto.
-Bien hoy haremos un examen de ingreso- Dijo la profesora, parece que es nueva, es alta con un gran cuerpo, de piel blanca, cabello Negro y ojos de color amatista.
Tome asiento, la profesora me miro de manera juguetona y yo por mi parte solo sonreí, pero mi sonrisa se esfumo al darme cuenta de que el examen era de matemáticas. No entiendo nada de NADA.
1) El resultado de X + 4 – 8 : 25 No se
2) ¾ : 6 = 90-X No estudie
3) X2-49 es: ¡Pez! La respuesta es Pez
Realmente no entiendo nada.
El timbre sonó justo cuando había terminado de colocar escusas, deje mi “examen” en el puesto de la profesora y estaba a punto de salir corriendo cuando ella me llama.
-¿Alumno Yukina Sho verdad?- Pregunto
-Si- Dije volteándome con cara de pánico ojala no vea mi prueba.
- Le parece si nos vemos algun día- Dijo mientras tomaba mi prueba –Puedo hacer clases especiales- Dijo de manera coqueta, aunque a la mierda.
-Sí, sí. Claro- Y salí corriendo, estaba en el pasillo cuando escuche cosa como:
“mira que chico más raro”, “los nuevos realmente dan miedo”, “parece sacado del cementerio”, me di vuelta y era el, el chico al que voy a culpar de que me vaya mal en la prueba, el chico que no he podido sacar de mi mente, el chico que viste con un gran poleron negro.
Me acerque a él y rodee sus hombros con mi brazo.
-Hola, nos volvimos a ver- Dije alegre.
Me miro con curiosidad, al fin, sus ojos son verdes, verde esmeralda, aunque sin brillo… esa será mi meta, devolverle el brillo a esos ojos tan bonitos para que se vean más bonitos.
-Oh, el chico de la bici- Dijo frio.
-Sip- Dije con ánimo, pero al ver como todos lo miraban como si fuera un fenómeno-¿Vamos a otro lugar?- Pregunte aniquilando con la mirada a todos alrededor.
-No tranquilo… ya me acostumbre a que me vean así- Dijo con pena.
-Oye cambia eso tan frío, ¿no crees en la luz al final del túnel?-
-Aveces la luz al final del túnel es un tren- Dijo con una pequeña sonrisa.
-No importa, entonces yo soy tu tren- Dije con confianza mientras lo llevaba hasta el patío al aire libre.- Déjame conocerte- Le susurre al oído y vi como los colores del arcoíris se colocaban en su rostro inocente.
Pov´s Nao.
Me despedí de Nii-chan y me fui a la secundaria, al fin, mi último año de secundaria, no quiero deshacerme de mi único amigo Toma, pero, la secundaria es horrible, no me dejan comer dulces en clase y no me dejan comer dulces en clase, que mayor tortura para mí.
Me froté los ojos y apenas si podía entrar, las chicas estaban amontonadas, seguro era siguiendo al tal Ren Usami, yo no sé, nunca lo he podido ver, siempre esta tan rodeado de chicas que no puedo ni mover cuando se acerca.
Estaba por ser arrastrado por la ola de fangirls, cuando una mano me rescata.
-¡Gracias al cielo Toma!- Grite mientras abrazaba al chico de cabellos rubios y ojos miel, siempre hemos estado juntos.
-¿Te volviste fan de Ren o qué?- Pregunto
-Nunca he visto al tal Ren- Admití.
Todo quedo en silencio.
-Nao, corre- Dijo Toma con cara de susto.
-¿Eh?- Me di vuelta y vi cómo, las chicas del fan club Ren me miraban molestas y con los ojos rojos.
-Ya, ya chicas- Dijo un chico saliendo de entre todas ellas, un chico realmente atractivo, con cabello castaño y un ojo morado, mientras el otro era de un cálido verde.
Quede lo suficientemente quieto como para ser comparado con una estatua.
-Miren tenemos a un chico atractivo- Dijo Ren -¿y tú media naranja, es aquel chico?- Dijo señalando a Toma.
Me debo haber puesto rojo, mi corazón latía a mil, bueno eso hace un chico popular ¿verdad?, debe estar jugando.
-Naah, yo soy el fruto prohibido- Dije con total confianza y vi cómo se le formaba una pequeña risa.
-Me agradas, ¿Almuerzas conmigo?- Pregunto y todas las chicas reclamaban “Ren-sama almuerza conmigo”.
-Él no es parte de tu fan club de falda corta- Dijo Toma agarrándome del brazo, y mirando fijamente a Ren.
Toco el timbre y nos tuvimos que ir.
Revise en el fichero que clase me había tocado.
-Bien salón 3-D- Dije -¿Y tú?- Le pregunte a Toma
-3-A- Me respondió.
-No, es el primer año en el que vamos a estar separados- chillé
-Te toco con el mejor- Dijo con rabia
Revise la lista y ahí se encontraba USAMI REN SALÓN 3-A.
-Nos vemos en el recreo- Dije alegre.
-Si- Respondía el apagado
Entre al salón y otra vez, un grupo de chicas todas sobre un mismo chico.
Me senté en el único puesto vacío, pero de repente todo a mí alrededor se llena.
Atrás se había sentado Ren.
La profesora entra y todas las chicas vuelven molestas a su puesto.
Saco un pedacito de mi hoja de papel y escribo.
“¿Por qué te sentaste aquí, no estabas al otro extremo?”
Lo pase para atrás.
Y solo un par de segundos más tarde lo recibí de vuelta.
“Aquí la vista es mejor”
Recibí, las mejillas me ardían, pero es obvio que no es por mí, él es un chico popular y yo, solo soy yo.
Mire por la ventana.
-Si es precioso el paisaje desde aquí-Susurre.
-No me refería a ese paisaje- Dijo Ren.
Pov´s Ren.
Este chico es, un tesoro nacional, es demasiado inocente, no entiende las indirectas.
Algo tan dulce tiene que ser mío, aunque sea solo por el rato, aunque sea solo para quitarle la inocencia, va a ser mío.