Lo último que advirtió fue que lo zarandeaban y una de las manos que a continuación agarraron su rostro estaba completamente fría. Olía a sangre, y también la podía sentir en su boca y su garganta. Después, todo se volvió negro.
Loki continuó haciendo un esfuerzo descomunal para mantenerse de pie. Observó los soldados que estaban atacando a Thor, y le extrañó que éste se moviera tan torpemente. Advirtió que llevaban unos extraños cuchillos.
- Tal vez sea algún tipo de veneno... - pensó mientras volvía a mirar al humano de la máscara. Acababa de desenfundar su estoque, y soltó una carcajada al comprobar que se disponía a atacarlo finalmente. - Eres un completo idiota si piensas que un simple humano puede matar a un dios.
- Pues comprobémoslo.
Le dio el bastón a otro humano y se acercó lentamente adoptando una pose de combate defensiva. El jotun se encontraba realmente mal, pero agarró su daga con firmeza mientras intentaba mantener la mirada fija en él.
- Sólo es un humano. Aunque me encuentre en tan mal estado, él es mucho más débil y lento que yo - se dijo a si mismo mientras veía que se acercaba. - Además... estoy demasiado acostumbrado a luchar contra ese tipo de armas - en ese momento agradeció todas las veces que se había entrenado con Fandral en los patios de combate de Asgard.
Le intentó dar unas estocadas que esquivó a duras penas. Era realmente ágil, y tenía más rango que él.
- Si tuviera una lanza... - pensó mientras empezaba a ponerse algo nervioso.
Al final, no hizo falta que le alcanzara. Se sentía completamente agotado y llegado a un punto no pudo aguantar más. Soltó la daga y se desplomó, quedándose sentado de rodillas en el suelo, mientras mantenía la cabeza agachada y respiraba entrecortadamente. El enmascarado se acercó y le apuntó con el filo al cuello.
- ¿Crees que morirás si atravieso tu garganta?- preguntó mientras reía.
Loki levantó la cabeza, completamente enfadado. Gotas de sudor caían por su frente y ya hasta había empezado a sentir nauseas, pero no iba a dejar que un humano acabara con él así. Agarró el filo con su mano en un rápido movimiento, haciendo que comenzara a sangrar. El humano intentó retirarla en cuanto se dio cuenta, pero se vio incapaz de hacerlo. De pronto, esos ojos que lo miraban llenos de odio comenzaron a tornarse de un tono carmesí, lo cual hizo que se estremeciera bastante. Empezó a notar un frío glacial recorrer su brazo, y en cuanto se dio cuenta de que su estoque estaba completamente congelado, lo soltó.
- ¿Pero qué demonios? - exclamó mientras observaba que la piel del asgardiano se había vuelto de un tenue tono azul, y se dio cuenta de que había dejado de sentir su mano.
Apretó el filo helado y lo partió como si de cristal se tratara y volvió poco a poco a la normalidad mientras intentaba levantarse. Agachó la cabeza, cansado, a lo que el humano sacó su revólver con la otra mano, impaciente.
- A ver si puedes congelar esto... monstruo... - dijo bastante enfadado.
De pronto sintió un fuerte impacto en el abdomen que lo mandó volando contra la furgoneta en la que había llegado. Se levantó tambaleándose de una forma muy cómica mientras veía que el otro asgardiano había derrotado a todos los soldados que tenía cerca. A lo lejos advirtió que el resto de sus hombres también estaban siendo abatidos.
- Tsk... - se enfadó incluso más al comprobar que pese a sus esfuerzos, no había podido con ellos. - Es hora de retirarse... Los he subestimado...
Sacó una pistola de bengalas y lanzó una al aire, por lo cual todos los soldados que aún se encontraban conscientes activaron un dispositivo que tenían en el oído y comenzaron a reagruparse. El hombre enmascarado sacó una especie de detonador y de pronto todos sintieron que un terrible pitido les penetraba hasta el cerebro. Aprovechando la distracción, los enemigos se subieron a algunos vehículos y a un helicóptero que apareció al ver la señal de la bengala.
- La próxima vez estaremos más preparados - comentó el humano antes de montar al helicóptero mientras soltaba una carcajada.
Comenzaron a recuperarse lentamente de la conmoción acústica. Thor se incorporó mientras notaba que el mareo de antes ya no era tan fuerte y lo primero que pensó fue en ver cómo se encontraba su hermano. Estaba delante de él, intentando levantarse en vano mientras se tambaleaba y amenazaba con caerse al suelo en cualquier momento.
- ¡Loki!
Corrió lo más rápido que pudo y lo sujetó antes de que se desplomara. Observó que estaba completamente fatigado y al ver su rostro le pasó por la mente aquella expresión de absoluta tristeza con la que lo había mirado antes. ¿Eso era lo que le había provocado el bastón? ¿Lo que guardaba su corazón? Sintió una fuerte impotencia y opresión en su pecho que no pudo soportar. La cara del menor comenzó a llenarse de cálidas lágrimas que caían de esos ojos color zafiro, mientras lo abrazaba desconsoladamente.
El jotun sintió que volvía a recuperar un poco la consciencia al notar aquello húmedo sobre su rostro, y se incorporó de nuevo. Encaró al rubio, y al verlo así por él, sintió que su corazón se estremecía bajo un sentimiento que le pareció el doble de agradable después del mal rato que había pasado. Se miraron fijamente durante unos segundos sin decir ni una palabra, mientras un torrente de emociones los invadía a ambos.
A Loki le sobrevino un profundo sentimiento de incertidumbre al haberse sentido tan feliz con todo aquello. Su cuerpo había aceptado el abrazo como si lo anhelara, sintiendo que no quería separarse. Le había provocado un cosquilleo en su corazón que mitigaba el dolor. Aún así, se negaba a aceptar que fuera su hermano quien le había provocado tal sentimiento de paz. Se agarró el pecho, notando cómo apenas tenía fuerzas ni para moverse. Esa mezcla de emociones... lo estaba volviendo loco y le impedía pensar con claridad. No sabía si sonreír o echarse a llorar. Se sentía enfermo, y sus párpados le pesaban horrores.
Thor lo sujetó de los hombros y, tras secarse las lágrimas, lo levantó del suelo y pasó su brazo por encima de su espalda para llevarlo con el resto. El moreno mantenía la cabeza caída y apenas podía hacer fuerza para seguir la marcha, pero el otro asgardiano lo mantenía agarrado fuertemente de la cintura con su brazo.
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Clint, Natasha y María casi se mueren del susto a ver a Steve abatido contra un vehículo. Un extraño hombre con vaqueros, una chaqueta marrón y un gorro de lana estaba intentando parar la hemorragia que tenía en el pecho con lo que parecía un trozo de su ropa que se habría arrancado. No paraba de llamarlo en ningún momento. Al acercarse, se giró y vieron cómo unos humedecidos ojos grises eran presa del pánico. La alborotada melena castaña le caía sobre el rostro lleno de incertidumbre. Natasha lo reconoció y se estremeció momentáneamente. No entendía qué ocurría ahí, pero el capitán necesitaba ayuda, y ese hombre desde luego estaba haciendo lo que podía por mantenerlo con vida. Ya habría tiempo después para las preguntas.
- En el búnker tenemos un equipo médico excelente - explicó la morena, tras acercarse a examinarlo sin importarle quien era el extraño salvador. - Rayos Steve... ¿Por qué no has pedido ayuda si tan mal te encontrabas... - pensó totalmente frustrada, aunque era consciente de que ellos tampoco lo habían tenido fácil. Habían recibido varios golpes los tres, y Natasha un corte en el brazo, que había estado sangrando bastante.
- El problema está en si podrá aguantar hasta que lleguemos - comentó la espía mientras continuaba intentando parar el sangrado.
- Natasha, ve a la furgoneta y mira si puedes tratarte eso con el botiquín. No tiene muy buena pinta.
- Bien...
Clint se fijó en una especie de proyectil que parecía dirigirse hacia ellos.
- ¿Qué es eso? - preguntó mientras lo señalaba, y acto seguido cargó el arco, nervioso.
Todos se estremecieron y se pusieron alerta. El desconocido cubrió a Steve con su cuerpo, para protegerlo, pero esa cosa pasó de largo sobre sus cabezas. Tony salió de detrás del vehículo donde se guarecía y extendió los brazos mientras se dibujaba una expresión de alivio en su cara.
- Ya era hora...
La armadura se dividió en varias partes que comenzaron a incorporarse a su cuerpo, encajando a la perfección. Vio a los agentes y un extraño a lo lejos, bastante agitados, y se preocupó.
- Ahora vuelvo, Bruce. Voy a ver qué ocurre ahí delante.
Tras comprobar que la zona era segura, se dirigió hacia allí con los propulsores. En cuanto vio la escena, descendió, totalmente preocupado.
- ¿Pero qué... - se acercó apresuradamente para sostenerlo y comprobar su estado.
- Le han alcanzado, tenemos que llevarlo a la base cuanto antes - explicó María.
Tony estaba en trance. Veía la cantidad de sangre con la que estaba empapada la ropa de Steve, que ya comenzaba a palidecer un poco. Fue invadido por el miedo e intentó no entrar en pánico, aunque su respiración y corazón se aceleraron bastante. No pensaba perder a ningún otro compañero más. Ya había tenido suficiente. Levantó la mirada y se fijó en un hombre que estaba apretando fuertemente la hemorragia. Tenía la mirada perdida y él sí que parecía completamente entrado en pánico. Susurraba de forma imperceptible el nombre del capitán, mientras sus manos no dejaban de temblar. En cuanto pudo apartar la mirada de ese sujeto, se giró hacia la agente, nervioso.
- ¡Se acabó eso de ser sigilosos! ¿Cuáles son las coordenadas? - preguntó, bastante alterado.- Avisa a los del búnker y lo mandaré metido en la armadura. Por suerte, las hago autoajustables... Y puede inyectarle algún fármaco para que aguante un poco más... - se giró y lo agarró de los hombros. - Aguanta, amigo, por favor... - susurró con tristeza y desesperación.
Mientras se recolocaba la armadura con cuidado sobre el convaleciente e informaba a Jarvis de lo que tenía que hacer, apareció Thor cargando a Loki. Tony volvió a sentir un poco de pánico, pero se tranquilizó en cuanto el rubio explicó que se encontraba bien. El asgardiano, por su parte, sintió que se le paró la respiración al ver a Steve.
- ¿Qué...
- Se encuentra en estado crítico. No hemos podido parar la hemorragia. Esperemos que llegue a tiempo a la base... - explicó Natasha con la voz un poco entrecortada.
Todos lo observaban bastante abatidos, temiendo por su vida. Aunque se tratara de un supersoldado, igualmente podría morir.
- Déjame... - murmuró Loki a Thor viendo la escena tan deprimente en la que se encontraban.
El mayor lo soltó lentamente sin entender qué quería, y este se fue dejando caer al suelo, sintiendo que su cuerpo le fallaba. Intentó levantarse torpemente, apoyándose sobre sus rodillas, para acercarse a aquel humano. Todos lo miraban expectantes. En cuanto se encontró junto a Steve, comenzó a acercar una de sus manos. El desconocido observó al jotun con desconfianza, pero no fue él quien intervino.
- ¿Qué pretendes? - preguntó Clint mientras se acercaba y le agarraba el brazo, no fiándose ni un pelo de él.
El moreno soltó un suspiro de pesadez, mientras giraba un poco la cabeza.
- No voy... a hacerle... daño - intentó explicarse mientras respiraba agotado.
- ¿Y pretendes que te crea, monstruo? - preguntó con furia.
El desconocido los observaba con total incertidumbre, nervioso, sin saber cómo reaccionar. De pronto Clint sintió la mano de Thor sobre su hombro. Levantó la mirada para encararlo y vio cómo lo miraba completamente serio.
- Yo sí creo en él - comentó mientras recordaba cómo no había vacilado en parar el rayo en su lugar.
El arquero se levantó mientras seguía mirando al rubio bastante desconcertado. El dios del trueno se agachó para mantenerse al lado del agotado jotun. Éste sintió que su corazón se estremecía al escuchar esas palabras salir de la boca del mayor. Acercó su mano a la hemorragia, y posó su mirada sobre los perdidos ojos del inidentificado salvador. Éste, tras vacilar un poco, retiró el trozo de tela de la herida, dejándola visible. Loki posicionó su palma sobre ella y la envolvió de una tenue luz dorada. Thor notó que se tambaleaba y lo sujetó, mirándolo preocupado. Sabía que no se encontraba bien, y aún así estaba intentando ayudar a ese humano. No reconocía al Loki que tenía delante.
El humano de la melena castaña se puso bastante tenso al observar esa extraña luz, pero no parecía que le estuviera haciendo ningún mal, más bien todo lo contrario.
Loki seguía teniendo una extraña mezcla de dolor y calidez en su pecho, mientras poco a poco iba notando como las escasas fuerzas que le quedaban se desvanecían por esforzarse en utilizar su magia en ese estado. Advirtió que lentamente, el flujo de sangre que salía de aquel cuerpo iba desapareciendo, e hizo un último esfuerzo mientras empezaba a emborronársele la vista. Al final la hemorragia paró, por lo que todos se quedaron bastante sorprendidos y aliviados. Tony cayó en la cuenta de que era la segunda vez que lo veía utilizando ese tipo de magia.
- Menos mal... - murmuró María, bastante aliviada.
- Aah... - se quejó de forma casi inaudible el moreno, viendo que había llegado a su límite.
Su mano comenzó a temblar y de pronto se desmayó sobre el cuerpo de Steve.
- ¡Loki!
Thor lo agarró con fuerza y observó con ansiedad su estado. Estaba completamente agotado, pero respiraba y parecía que no corría peligro. Todos lo observaban bastante extrañados. ¿En serio había salvado la vida a Steve aunque se encontraba tan mal? Aquello parecía sacado de un sueño. Tony ordenó a Jarvis que terminara de colocarle la armadura y lo monitorizó una vez estuvo dentro.
- Esta muy débil pero parece estable, señor - le comunicó la máquina.
- Bien, pues llévalo a las coordenadas que te he señalado. María ya se ha encargado de que no te pongan ninguna objeción a entrar. Ve con cuidado y vigila sus constantes.
La armadura asintió con la cabeza y despegó. Tony dio media vuelta hacia donde estaba Bruce e intentó cargarlo a la espalda, pero el dolor que tenía lo estaba matando.
- Que alguien me ayude a meterlo donde sea... - suplicó mientras intentaba mantener el equilibrio con él encima.
Thor dejó a Loki tumbado en el suelo y cogió a Bruce para ponerlo junto a él.
- Voy a revisar cómo se encuentra el vehículo - explicó María.
Aunque había recibido algún que otro golpe y se encontraba bastante abollado, el motor y el resto de sistemas seguían funcionando bien. Por suerte todo lo que fabricaba SHIELD era bastante resistente.
- Sólo ha sido dañada la antena - comunicó al regresar. - Pero podemos hablar por los móviles.
- Bien, pues metamos a estas dos bellas durmientes y vayamos hacia allí - comentó Tony intentando dar un toque de humor para alegrar al personal, puesto que habían tenido que pasar por un momento bastante estresante. - Sólo un último detalle... ¿Qué hacemos con él? - preguntó señalando al extraño de la melena castaña.
Había observado toda la escena bastante alterado sin decir ni una palabra, escuchando atentamente la conversación y siguiendo a Steve con la mirada en todo momento. Ahora estaba sentado sobre el capó de un coche y observaba a todos con suspicacia, esperando su siguiente movimiento. Se veía más tranquilo que antes, pero sus ojos seguían denotando un nerviosismo casi demencial. Advirtió que se fijaban en él, y levantó la cabeza para mirar a la pelirroja puesto que era la única que reconocía de los allí presentes. Ésta, por su parte, ató cabos y decidió arriesgarse a hablar. No estaba muy segura de lo que pasaba por la mente del castaño, pero esto seguramente ayudaría a Steve.
- Él es... un antiguo amigo de Steve... - comentó mientras lo miraba fijamente. - Pienso seguir tus pasos vayas donde vayas, sólo por si acaso...
- Lle-Llevadme con... S-Steve - pidió el sujeto con un tono agónico, al escuchar las palabras de Natasha.
- Oh, al final decides hablar - pensó la espía a la par que seguía notando que los miraba a todos con desconfianza e inquietud.
María echó un vistazo al sujeto y vio sus manos ensangrentadas y la ropa hecha trizas por haber intentado parar la hemorragia del rubio. No lo reconocía, pero no tenían tiempo para ponerse a pensar ahí parados. Lo principal en ese momento era salir de ahí cuanto antes.
- Nos lo llevamos. Entrad todos al vehículo. Nos vamos.
La conductora puso el coche en marcha y retomó la ruta para ir al búnker. Mientras marchaban, Thor observó los soldados que habían sido dejados atrás.
- ¿No vamos a hacer nada con ellos? - preguntó, algo confundido.
- Ya he contactado con algunos... amigos... para que se encarguen - explicó Clint.
Como les había comentado la morena anteriormente, en cuanto salieron de Nueva York puso en marcha el sistema de camuflaje del vehículo. El búnker tampoco parecía encontrarse demasiado lejos de la ciudad, pero tuvieron que atravesar caminos bastante tortuosos hasta llegar a una especie de parque natural.
- A partir de aquí es a pie - comentó mientras aparcaba el coche bajo las ramas de unos árboles.
Cogió un toldo de camuflaje que había en el suelo tapado con una montaña de hojas y lo puso por encima. A no ser que te acercaras lo suficiente era imposible intuir que ahí debajo había algo. Thor cargaba con Loki, y al final fue Clint quien tuvo que llevar a Bruce. Tony se tambaleaba un poco por el dolor de espalda pero podía seguirles el ritmo. El extraño iba tras ellos, y María que iba en cabeza lo observaba de reojo a ratos cuando se giraba para mirar al resto del equipo. Natasha lo advirtió, y se adelantó disimuladamente hacia ella.
- ¿Quién es realmente? - preguntó, muy seria, queriendo urgentemente adquirir información sobre ese desconocido que iba a acceder a un búnker secreto de SHIELD.
- Su nombre es James. Nos encontramos con él durante el incidente de Hydra, pero como... enemigo.
La morena se estremeció de pronto, girándose bruscamente para mirarlo con ira. Los tres vengadores que seguían conscientes la observaron extrañados.
- ¿Cómo que enemigo? ¿Qué hacía con Steve entonces? - preguntó totalmente fuera de sí.
- Eso es lo que desconozco. Steve lo conocía. Él me dijo algo sobre que... - se giró un momento para observarlo - le habían lavado el cerebro... y no recordaba nada.
María puso una cara de total asombro y recordó haber visto una mano metálica en ese hombre.
- ¿No me digas que él es... aquel soldado...? - preguntó completamente desconcertada.
- Así es.
- ...
La agente se sentía totalmente descolocada. Iba a tener que meter en la base a un soldado creado por Hydra. En cualquier otra situación se habría negado rotundamente, pero esa escenita que había montado con Steve le hacía tambalear un poco su desconfianza.
- Quiero que lo vigiléis, el agente Burton y tú. No le quitéis el ojo de encima en ningún momento - ordenó a la pelirroja, a lo que ésta asintió con la cabeza.
Finalmente llegaron a unos peñascos donde la morena se detuvo. Tony y Thor se estremecieron un poco al observar cómo aparecían de repente un par de torretas de entre las rocas y les apuntaban. María se adelantó unos pasos para que la reconocieran y dio órdenes.
- Traigo al resto de Vengadores, pero necesito un equipo para escoltar a un soldado inidentificado que acudió a ayudar a Rogers. Hay que realizarle un cacheo exhaustivo antes de entrar en la base. Desconozco si alguien nos ha seguido así que prepara también un equipo de exploración.
Todos esperaron unos minutos y de pronto los peñascos comenzaron a moverse, apareciendo tras ellos una puerta metálica. Ésta se abrió y vieron aparecer dos grupos de soldados. El más grande pasó de largo y comenzó a hacer guardia tras esconderse en diferentes puntos mientras informaban mediante comunicadores. El grupo más pequeño, compuesto por cuatro soldados, comprobaron que el extraño no estaba armado y lo escoltaron a empujones hasta la entrada, donde comenzaron a registrarlo. Le obligaron a quitarse la chaqueta y lo cachearon por encima de la destrozada ropa tras revisar sus bolsillos. Al terminar, uno de ellos se dirigió hacia María.
- Puede tener algún chip bajo la piel o en alguna parte de su cuerpo. Vamos a llevarlo a una sala vigilada para terminar de registrarlo.
La morena asintió y comunicó al resto que la siguieran por los pasillos. La puerta se cerró a sus espaldas en cuanto entraron. El búnker era bastante grande, pero María se limitó a llevarles primero al área de recuperación. Ya tendría tiempo de enseñarles el resto de las instalaciones.
Todo estaba perfectamente señalizado y se cruzaron con varios trabajadores y soldados que los observaban con nerviosismo por lo que había ocurrido, y admiración por tener ante ellos a semejantes héroes. Alguien retrocedió espantado al reconocer a quién llevaba Thor en brazos, no entendiendo absolutamente nada.
La morena se paró frente a una puerta, finalmente, e introdujo un código en la pantalla que tenía junto a ella para entrar. Había una gran sala de descanso con sillas y una mesa con ordenadores donde estaban sentadas un par de personas. Ambos lados de la sala daban a puertas con habitaciones, mientras que en el fondo había otras dos salidas. Observaron que había enfermeras que entraban y salían sin parar a una de las habitaciones que había a la derecha. Una de ellas se acercó hacia María en cuanto la vio llegar.
- Hemos conseguido estabilizarlo, pero había perdido mucha sangre. Estamos esperando los resultados de análisis para valorar que ninguno de sus órganos haya sufrido daños debido a la falta de flujo sanguíneo.
- Buen trabajo - comentó agarrándola del hombro en muestra de agradecimiento.
La enfermera entró por una de las salas del fondo y salió una persona con bata de la habitación. La morena se acercó para saludar.
- Elise ya te habrá comunicado su estado.
- Parecía apurada, pero ya veo que estáis haciendo un buen trabajo.
- Esta chica... - sonrió de medio lado. - Bueno... - volvió a ponerse seria - ha recibido un balazo en la pierna, afectando únicamente a estructuras musculares. En cuanto al disparo grave... - se paso la mano por delante de la boca, pensativa - no sé cómo pero cuando llegó aquí no estaba sangrando, a lo cual no le encuentro ninguna explicación lógica, pero es un alivio. Tal vez su acelerada capacidad para...
- Le han aplicado algún tipo de magia... - interrumpió la agente.
- ... ¿Magia? - preguntó la médico, sorprendida. - Guau... lo siento pero eso escapa de mi conocimiento.
- ¿Entonces...?
- Veamos... de la pierna se recuperará más rápidamente que cualquiera de nosotros. En cuanto a la otra bala... no ha salido del cuerpo. Desconocemos si tiene alguna hemorragia interna, así que le realizaremos una laparoscopia exploradora y le retiraremos la bala sólo si la extracción no supone un riesgo vital. Aunque la bala haya impactado sólo un lateral, un pulmón ha sido dañado. Carecemos de experiencia con estos sujetos como para saber cómo va a evolucionar, pero cualquier humano normal podría salir de esto con más o menos secuelas. Por ahora el otro funciona bien, y le hemos colocado un respirador. No parece tener afectados el resto de órganos, pero tenemos que verificarlo. La propia metralla o fuerza expansiva ha podido dañarlos. - Dirigió la mirada a los otros dos miembros abatidos que estaban dejando en las sillas - ¿Cómo os encontráis el resto?
- Burton, el asgardiano y yo sólo necesitamos descansar un poco. Romanoff ha recibido un corte en el brazo que se ha intentado tratar ella misma, y Stark se ha golpeado la espalda, estaría bien que les hicierais una revisión a ambos. A Banner le han suministrado algún tipo de... sustancia... - lo miró, preocupada. - No sabemos de qué se trata ni si al despertar se pondrá violento... mejor os lo lleváis a otra sala... Y en cuanto a Loki...
- María... ¿Qué hace ese ser aquí? Si no te conociera, ahora mismo creería que has perdido la cabeza, en serio - comentó muy nerviosa mientras observaba al moreno tendido en un sillón, inconsciente.
- Es... - suspiró con pesadez - una larga historia... pero no supone una amenaza, o eso creemos. Ha sido él quien ha utilizado la magia.
La médico se quedó totalmente sorprendida y fascinada por la revelación, pero salió del trance dándose cuenta de que su labor aún no había terminado.
- ¿Y a él que le ocurre? Se trate de lo que se trate, tampoco sé cómo funciona el cuerpo de un extraterrestre...
- Su hermano ha comentado que le alcanzaron con el mismo bastón alienígena que portó él, pero desconocemos qué efectos posee. Por ahora dejadlo en una cama en observación. Le pediré a Thor que lo mantenga vigilado, así que calmaos tú y el resto del personal.
- Está bien, está bien... pero cuando despierte déjame que hable con él sobre esa... "magia"... - comentó mientras sonreía.- Nos vendría muy bien aquí.
María sonrió también, viendo que se tomaba las cosas con tranquilidad.
- Gracias por todo, Jessica.