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Corazón de hielo por Dynast

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Notas del capitulo:

Sé que ha pasado bastante tiempo desde que actualicé. Ya lo siento, pero he estado bastante ocupada con la universidad entre trabajos y exámenes. Aún sigo, pero bueno, poco a poco continuaré la historia. Además, voy a aprovechar que acaba de salir la película para añadir algún guiño ;D


Al final ha resultado que algunas cosas que creía que iban a ocurrir han ocurrido realmente, huhuhu... Pero como esta es una historia alternativa, los personajes que aparecerán serán diferentes, tranquilos, no va a aparecer Ultrón por ahí x,D

- Esto me ha hecho recordar... que hace un tiempo leí un artículo que argumentaba la teoría de que el ser humano es bisexual de nacimiento - empezó a explicar Bruce algo avergonzado.


Habían vuelto a la habitación para limpiarse y ambos habían decidido tomar una ducha para refrescarse y tranquilizarse un poco. Tony lo escuchó atentamente e hizo una mueca con la boca mientras abría los ojos.


- Mn... Interesante... - comentó, instándole a continuar.


- Según decía el artículo, si dejaran a un grupo de humanos viviendo aislados de todo tipo de influencia social con respecto a roles de género o patrones de sexualidad, con el nivel educativo que tenemos hoy en día, seguramente se terminarían formando parejas de todo tipo.


- Bueno, si fueran seres primitivos, supongo que optarían por la heterosexualidad para la supervivencia de la especie.


En ese momento Bruce soltó una carcajada.


- ¿A qué te refieres específicamente con lo de "seres primitivos"? ¿Sabías que en el reino animal también existen ese tipo de conductas?


- Sí, algo había oído. Aunque estoy completamente seguro de que mucha gente querría ocultarlo bajo tierra eternamente - enarcó una ceja, algo fastidiado.


- Ya, bueno... El nivel de tolerancia de este planeta aún es... - se recolocó las gafas, algo entristecido. - Debería mejorar... bastante.


El ingeniero soltó un suspiro.


- ¿Podemos cambiar de tema? Nosotros no vamos a poder hacer nada con esa gente. Así que desisto en seguir utilizando mi mente para ocupar pensamientos que jamás van a llegar a nada.


- Si no se intenta cambiar algo, jamás lo hará por sí mismo - comentó Bruce, mientras sonreía de medio lado.


- Bueno pues... - hizo una pausa para sacar el pijama del armario - que escuchen lo que dice la gente más tolerante y allá cambien ellos por sí mismos. Cada cual debería ser consecuente con lo que es y lo que piensa, y atenerse a las consecuencias que ello conlleva. Todo se resume a eso - soltó una carcajada. - No hay cosa que me fastidie más que un capullo que intenta parecer una buena persona.


El físico se cruzó de brazos. Esa conversación definitivamente estaba tomando un rumbo algo extraño.


- No todos tienen capacidad para etiquetar tan fácilmente a los demás - murmuró con un tono calmado.


- Pues para mí es muy sencillo: o eres bueno o eres malo. En este contexto. En otros contextos pues bueno, pues habrá otras categorías. Por ejemplo: tú y yo - en ese momento Bruce lo observó fijamente, confundido. - Está claro que no somos humanos normales. ¿Y qué problema hay con eso?


- ¿Por cuál de los motivos estás diciendo exactamente que no somos "normales"? - preguntó mientras reía.


- Oooh... - abrió los ojos de forma teatrera y se acercó a él para rodearlo con sus brazos, de forma seductora. - ¿Quién es el que está ahora poniendo etiquetas?


- ... Y es muy dañino hacerlo.


- Pues yo estoy orgulloso de no ser "normal", de la misma forma que estoy orgulloso de mi imperfecta personalidad - dicho eso se acercó a su rostro y lo besó con gentileza. Bruce entrecerró los ojos mientras se sonrojaba un poco y movió sus labios contra los suyos para devolverle el beso. Tony se separó lentamente de él y le acarició la mejilla. - Y si tú fueras ese simple científico aburrido que ansias ser, seguramente no nos habríamos conocido - comentó algo entristecido. Acto seguido cambió a una actitud burlona, mientras volvía a sonreír. - Pero tampoco te culpo por desearlo - comentó mientras desviaba la mirada y le daba unas palmaditas en el pecho.- Una bonita científica de carácter agradable hubiera sido mucho mejor que alguien tan desastroso como yo.


No lo había dicho con mala intención, en serio que no lo había hecho. Comenzó a frotarse la cabeza mientras se compadecía de sí mismo, aún sin encarar a Bruce, y de pronto sintió cómo este se dejaba caer de golpe en la cama. Se giró, sorprendido, y se lo encontró sentado en el borde, con las manos cruzadas sobre su cabeza agachada y su cuerpo encorvado hacia delante.


- ¿Bruce? - frunció el ceño, extrañado, y rápidamente se dio cuenta de la situación. Se puso realmente nervioso y se agachó junto a él - Oh, ¡joder!, ¿seré idiota? ¡Por supuesto que iba a haber tenido a alguien! - intentó agarrarlo de la mano - Bruce, yo...


- Está bien - dijo finalmente éste, con una voz calmada, mientras apartaba su mano. - Ya lo tenía olvidado. Ahora ella es feliz, así que está bien.


Levantó la cabeza finalmente, para mirar a Tony con una sonrisa. El ingeniero en ese momento se dio cuenta de que no sabía absolutamente nada de su pasado. Por su reacción habría tenido una novia antes de su incidente. ¿Habría tenido que dejarla de lado? ¿De la misma forma que él tuvo que dejar marchar a Pepper? No... Esto era diferente. Él se habría tenido que separar de ella aunque ambos siguieran amándose mutuamente, aunque pudieran estar juntos... Sólo por su seguridad, porque al principio a lo mejor había sido incapaz de controlar ese poder.


Y él, en cambio, ahí estaba ahora, frente a alguien con semejante pasado. Él, una persona que tenía tanto, que estaba siempre rodeado de tanta gente, que tantas personas lo conocían y querían... y sin embargo, se sentía tan solo. Había caído en ese vacío existencial que de forma tan patética había intentado llenar con el alcohol. ¿Qué más ansiaba? Vale que ahora su vida pendiera de un hilo en todo momento, o más bien de ese reactor que llevaba en el pecho. ¿Y qué? ¿Cuántas veces más iba a tener que burlar a la muerte para darse cuenta de que merecía la pena seguir en pie? ¿Iba a tener que estar alguien siempre ahí para que pudiera salir adelante? ¿Qué clase de persona sería entonces? Cuando otros muchos lo habían pasado bastante peor que él y ahí seguían, caminando entre las sendas del destino, luchando con una sonrisa en sus labios. Personas como por ejemplo ese hombre que tenía ahí delante.


Y más lejos de intentar hacer algo por él, había sacado esa complicada personalidad suya y había bromeado sobre algo que definitivamente no tenía ni pizca de gracia. Se dio cuenta de todo, esos pensamientos pasaron por su cabeza como un relámpago, por esa cabeza privilegiada que tenía pero que en ocasiones desearía que le funcionara con mucha más lentitud.


Descendió su brazo y se quedó abatido sobre el suelo, con la cabeza agachada, como si de pronto toda la vida se hubiera ido de él. Se había quedado completamente serio y tenía la mirada perdida. Bruce lo encaró, preocupado, pero fue incapaz de moverse un milímetro porque se había quedado bloqueado. Cuando por fin fue a reaccionar, sintió que el otro genio le agarraba del pantalón.


- Lo siento... Bruce - murmuró aún con la cabeza agachada sin hacer contacto con la mirada. - De todas las personas... a ti... No mereces que te haga daño. Controlaré más lo que diga cuando estoy contigo - hizo una pausa para apretarse los labios. - Lo siento... No te pongas triste. Por mi culpa, no soportaría verte... llorar.


El físico visualizó cómo comenzaba a temblarle la mano y tras soltar un suspiro y observarlo con una expresión entristecida, se acercó y lo agarró suavemente de la barbilla para que lo encarara.


- Tonto... Mira quién es el que está llorando... - comentó mientras volvía a sonreír y se sonrojaba levemente.


- No, yo no... - se secó rápidamente los ojos, nervioso y avergonzado. Volvió a mirar a Bruce, totalmente serio - ¿Qué puedo hacer por ti? - preguntó, aún algo abrumado.


El físico sonrió y se levantó de la cama mientras agarraba al otro genio de los brazos.


- Ven, levántate - éste le obedeció y vio cómo lo invitaba a tumbarse con él en la cama. - Quiero que... me reconfortes un poco... - comentó, avergonzado.


Dicho eso, esperó a que Tony se tumbara junto a él. Seguía deprimido y no dudó en abrazarlo cariñosamente. El ingeniero se sorprendió pero agradeció infinitamente la muestra de afecto. Gracias a ello, su corazón había dejado de doler. Cerró los ojos y comenzó a relajarse.


- Juraría que eres tú el que me está reconfortando a mi - comentó, queriendo sacar levemente su tono burlón.


- ¿No es acaso lo mismo? - preguntó el físico, divertido.


Tony sonrió, feliz, y decidió rodearlo él también con sus brazos.


_______________________________________________


- ¿Entonces está bien que me quede yo en esta habitación? - preguntó Steve al llegar a la zona.


- Sí, claro. Natasha y yo nos vamos a una del fondo - contestó Clint.


- Así que me voy a quedar sola... - murmuró María, mientras los observaba con picardía.


El arquero comprendió el matiz de la mirada y se puso algo nervioso.


- A ver... Si preferís quedaros las dos juntas a mi me da igual. Ya me voy yo a la otra habitación - explicó mientras levantaba las manos.


- ¿Te da igual? No seas tan mentiroso - comentó Natasha mientras le daba un golpecito en el hombro y sonreía con malicia.


- Bueno... - observó a la pelirroja y se sonrojó levemente.


Bucky se sentía bastante fuera de lugar, así que tras echar un vistazo de nuevo a la habitación, entró y se tumbó en su cama. Steve lo siguió en cuanto se dio cuenta.


- Espero que podáis solucionar este percance - comentó, algo descolocado. - Descansad bien. Mañana vamos a tener que estar todos al cien por cien de nuestro potencial.


Hizo un gesto de formalidad para despedirse y finalmente se metió en la habitación. Dedicó unos minutos a investigarla, mientras su acompañante seguía tumbado en la cama, mirando hacia la pared. Se terminó dando cuenta de su actitud y se fijó en él. Se acercó con cuidado, extrañado porque siguiera con toda la ropa puesta y ni hubiera desecho la cama.


- ¿Estás dormido? - preguntó en voz baja.


- ... No... - respondió éste con un tono apagado.


- De todas formas será mejor que te cambies - abrió uno de los armarios y le lanzó un pijama encima del colchón.


Comenzó a cambiarse él también, mirando por el rabillo del ojo al castaño y percatándose de que no se había movido ni un milímetro. Terminó de recolocarse la camiseta y se giró para observarlo con preocupación mientras se cruzaba de brazos.


- ¿Estás bien, Bucky? - preguntó finalmente.


- ... Lo siento...


- ¿Eh?


Se dio cuenta de que se encogía más y parecía que le temblaba la voz.


- ... Lo del disparo... - murmuró en un tono más bajo.


- ¿Aún estás dándole vueltas a eso? - preguntó con un tono tranquilo tras soltar un suspiro. - Oye... - se acercó con cuidado ya que le había parecido comenzar a escuchar un tenue sollozo.


Efectivamente, al girar un poco su cuerpo y acercarse a él, entrevió la triste expresión que tenía el soldado. Éste, en cuanto se dio cuenta de que tiraban de él, se resistió para apartar la mirada.


- ... - Steve dejó de tirar de él al ver que no cedía. - Deja ya de torturarte. Ese no eras tú, no sabías lo que hacías.


En ese momento, James se giró bruscamente, sorprendiendo a su compañero y agarrándolo fuertemente de un brazo. Tenía una expresión agónica.


- ¿Y acaso ahora lo soy? ¿Ahora lo soy? ¡Eh! ¿O cuándo voy a volver a la normalidad? ¿A recordar todo? ¿¡Qué demonios soy ahora!? - empezó a preguntar entre gritos, empujando a Steve con fuerza contra la pared.


- Oye Bucky... cálmate... - le murmuró éste con una voz sosegada mientras le agarraba el brazo metálico con el que estaba siendo empujado.


El castaño se observó la extremidad durante un instante, con agonía, y lo soltó, aturdido, al darse cuenta de lo que estaba haciendo. Continuó observándose el brazo mientras volvía a sollozar y terminó quedándose al borde de la cama, agarrándose la frente con el mismo, con la cabeza agachada. Steve se acercó lentamente y, tras dudar un poco, lo abrazó con gentileza por la espalda.


- Lo siento... - susurró el castaño sin levantar la cabeza. - Sólo me pongo así cuando estoy contigo - confesó, con frustración.


Steve hizo memoria y se dio cuenta de que tenía razón. Se comportaba de forma totalmente diferente cuando estaban con el resto del equipo y cuando estaban ellos dos solos. En el segundo supuesto, siempre se encontraba mucho más relajado, no tan alerta. Es como si estando con él rompiera esa barrera que parecía que siempre se llevaba a todas partes, y también dejaba de lado ese semblante sombrío y vacío que mostraba. Sólo había apreciado un familiar cálido brillo en esos ojos grises cuando se habían encontrado únicamente ellos dos en una habitación.


- Está bien, desahógate todo lo que quieras - apoyó su cabeza sobre su hombro, pensativo. - Me da igual lo que recuerdes o lo que no, sigues siendo tú - lo abrazó con más fuerza. - Te quiero, Bucky, así que no pienso alejarme de tu lado hasta que estés bien. Continuaré ayudándote a reconstruir tu memoria, da igual el tiempo que haga falta.


Vio cómo el castaño dejaba de sollozar y agarraba sus brazos, tranquilizándose finalmente.


_____________________________________


A la mañana siguiente, el jotun se despertó bastante temprano en la habitación contigua. Nada más desperezarse un poco, observó el gran cuerpo del Thor abrazándolo completamente mientras dormía profundamente realizando calmadas y amplias respiraciones. Intentó retirar el brazo que rodeaba su tórax para salir de la cama, y parecía que lo había conseguido, pero el rubio de pronto lo apresó más fuertemente.


- No... Ven con nosotros... al río - balbuceó mientras Loki terminaba de soltarse intentando no despertarlo.


Se giró un momento sentado en el colchón, observando cómo había quedado Thor desparramado a lo largo de la cama, con los brazos estirados en su dirección. Las sábanas le tapaban hasta la mitad del abdomen y parecía buscarlo a él, porque estaba cerrando sus manos levemente en espasmos.


- ¿Qué demonios está soñando? - pensó para sí el moreno.


Se acercó un poco, movido por la curiosidad, y se dio cuenta de cómo el rubio se había empezado a alterar un poco ya que hacía leves movimientos con la cabeza y las manos y alguna mueca con su cara.


- Hermano... - volvió a murmurar dormido.


En ese momento Loki sintió cómo su corazón se contraía fuertemente y soltó un suspiro, sorprendido. Él y su hermano en un río... Oh vaya, eso le traía un reciente recuerdo bastante desagradable. Su pecho comenzó a doler y en un infantil impulso deseó poder mitigar ese malestar molestando el descanso de su hermano. Se acercó un poco a su oído y deseó con todo su ser que por favor no se despertara con lo que iba a hacer.


- Iré... si me prometes que no dejarás... que me ahogue - le susurró, entrecortándosele un poco la voz por los nervios.


Se separó despacio, sin quitarle la vista de encima a su rostro, esperando a que reaccionara mientras apretaba sus labios, muy impaciente. Desvió la mirada, frustrado porque no parecía funcionar, y de pronto lo hizo.


- No... no dejaré... - contestó volviendo a sufrir algún espasmo en sus manos, como si quisiera agarrarlo.


El jotun se quedó en trance durante un instante, mientras el dolor que sentía se desvanecía lentamente, hasta que salió de él al ser mencionado de nuevo.


- Hermano... - se giró con rostro apático hacia el rubio. - Te quiero...


En ese instante abrió bastante los ojos, se volteó bruscamente y volvió a mirar a la nada, con sus ojos incapaces de quedarse quietos en un punto. Soltó el aire contenido en sus pulmones lentamente y una solitaria lágrima cruzó su pómulo mientras agachaba la cabeza y comenzaba a tranquilizarse gracias a una calidez que lo envolvió durante un instante. Cerró los ojos y volvió a respirar profundamente otro par de veces, aturdido. Entonces, un amargo sentimiento se entremezclo con esa calidez, e hizo que volviera en sí.


- Ojalá yo también pudiera quererte... - susurró con un tono desolado.


Acto seguido se levantó y comenzó a vestirse mientras le daba vueltas a un montón de cosas en su cabeza. Estaba completamente destrozado, devastado, pero tenía que seguir, debía seguir. Esa base donde tenían el bastón, todo lo que habían estado hablando anoche, tenía que ponerse al día, y eso decidió hacer. Salió de la habitación y recordó perfectamente dónde se estaban quedando los científicos durmiendo. Por suerte no habían sido tan paranoicos como para poner un código de seguridad a su puerta, así que simplemente entró y comenzó a buscar la tablet que había visto que tenía Tony la noche anterior. Con su extremo cuidado y sigilo, los genios ni por asomo advirtieron su presencia mientras disfrutaban de su placentero sueño. Al asgardiano le extrañó que estuviera cada uno en su cama, hubiera apostado bastante a que se los iba a encontrar de forma estúpida abrazados los dos en una misma cama o algo por el estilo.


Tras registrar toda la habitación, terminó encontrando una bolsa y dentro la susodicha tablet. Observó que tenía un cable y estaba conectada a un enchufe que había junto a la cama. La pantalla estaba ligeramente iluminada, y al tocarla, se encendió. Ni siquiera la había apagado ni dejado en suspensión, lo cual le hizo pensar que antes de acostarse sí que habían debido de estar lo suficientemente ocupados como para cometer tal despiste.


La desenchufó y salió de la habitación tras guardarla entre su ropa. El siguiente paso fue más sencillo que lo que pareció en un principio: fue oteando los pasillos en total sigilo hasta encontrar un sujeto válido y una habitación válida. Noqueó a dicho humano y, tras dejarlo tendido en el cuarto, que resultó ser un pequeño almacén, adoptó su apariencia y se dirigió a la sala de descanso a desayunar algo. De esa forma no habría nadie que pudiera molestarlo, hasta que ese humano mecánico se diera cuenta de su localización. Pero intuía que hasta entonces tendría suficiente intervalo de tiempo.


_______________________________


El otro asgardiano se quedó un buen rato más en la cama, durmiendo plácidamente, hasta que unos golpes lo terminaron despertando. Aún medio dormido, tanteó el colchón, descubriendo que estaba solo.


- ... ¿Loki?


Se frotó los ojos para desperezarse y lo buscó por la habitación, pero no lo veía por ninguna parte. Seguía escuchando bastante ruido fuera, y alguien abrió apresuradamente su puerta mientras se estaba sentando en el borde de la cama.


- ¡Thor!


Era Tony, y parecía realmente alterado. En cuanto entró, encendió la luz, cegando por completo al rubio.


- ¿Qué ocurre? - preguntó éste, tapándose la cara con una mano.


- ¡La tablet! ¡La han... - comenzó a mirar en todas direcciones por la habitación, incluyendo el cuarto de baño que estaba vacío, y acto seguido observó a Thor, extrañado. - ... ¿Y Loki?


- No sé... dónde está. Me acabáis de despertar... - contestó con desdén tras bostezar.


- ... - el genio se quedó pensativo mientras se frotaba la barbilla con su mano. - Oh, mierda... - activó la pulsera de su muñeca y advirtió que el otro asgardiano no había salido de la base.


- Vamos Tony, tenemos que encontrarla cuanto antes - comentó Bruce, que acababa de aparecer bastante sofocado. - Si la han encontrado y revelan nuestros planes, no servirá de nada todo el trabajo que hemos estado haciendo.


- ... Creo y espero saber quién la tiene... - murmuró el ingeniero volteándose lentamente.


- ¿Eh?


- Sígueme, vamos - ordenó mientras comprobaba su localización exacta con la pulsera.


Ambos desaparecieron de la puerta, y Thor comenzó a vestirse rápidamente para seguirlos. Fuera en el pasillo estaba parte del resto del equipo un poco alterado, y en cuanto Tony les dio la señal se dirigieron todos al área de descanso. Llegaron allí, pero sólo vieron trabajadores de la base desayunando.


- ¡Ha! Muy astuto... - pensó el ingeniero en voz alta mientras terminaba de dar con su paradero.


Finalmente observó un guardia con una tablet en una mesa, mirando muy concentrado la pantalla del aparato mientras se tomaba un café. Todo el equipo se acercó y lo rodeó, y Tony se sentó en el bando de en frente. En cuanto el susodicho se dio cuenta de que lo habían rodeado, levantó la mirada y observó al ingeniero con aire desinteresado.


- ¿Algún problema, señores? - preguntó ese sujeto abriendo los ojos de forma cómica.


- Soldado, ¿se puede saber por qué tiene en su posesión ese ordenador portátil? Es propiedad del señor Stark - le comunicó Steve de forma autoritaria agarrándolo del hombro, no enterándose de nada sobre la situación ya que únicamente se había limitado a seguir a los genios cuando los vio marcharse por el pasillo.


- Señor Stark, ay dios... - Tony agachó la cabeza y comenzó a reír mientras posicionaba sus manos delante de su cabeza.


En ese momento aparecieron Natasha y Clint, algo alterados después de haber estado correteando por la base.


- En Seguridad no han advertido que nadie haya salido de la base, así que no se lo han podido llevar a ninguna parte.


Se acercaron y se sorprendieron al descubrir que lo tenían ahí delante. Tony se incorporó y tras apretarse los labios, decidió hablar.


- Has armado un buen revuelo entre nosotros. Pensábamos que habría alguien de Hydra infiltrado en la base que se lo habría llevado - el guardia lo miró fijamente y sonrió, divertido. - Desconozco si ha sido a propósito pero nos has jugado una buena broma...


- Sólo quería algo de tiempo para mirar todo esto tranquilo. Vamos a tener que hacer un buen viaje por lo que veo...


- ... ¿Y el guardia a quién has suplantado?


- Está en...


- ¿Qué hacéis todos aquí? ¿Lo habéis encontrado? - preguntó Thor al descubrir a todo el equipo ahí delante en corro.


- De nuevo el último en llegar - bromeó Clint.


- Por lo visto el tremendo susto que nos ha despertado esta mañana ha sido cosa de tu hermanito...


- ... ¿Loki? - preguntó el capitán, descolocado, mientras observaba el guardia sin soltarle el hombro.


En ese momento todos observaron cómo ese cuerpo se cubría de un manto iridiscente de tonos dorados y verdes y de la silueta que habían visto aparecía, efectivamente, el asgardiano. Steve retiró la mano, sorprendido, mientras fruncía el ceño.


- A ver... creo entender para qué necesitáis mi ayuda - empezó a explicar totalmente tranquilo mientras se levantaba. - Pero-


En ese momento el capitán lo agarró del cuello del traje, bastante molesto.


- Podrías haber esperado a que te contáramos todo.


- Eh eh eh... encima de que os ahorro trabajo y tiempo...


- ¿Y el guardia? - insistió Tony, por lo que a continuación Steve lo zarandeó para que hablara.


- Lo he dejado inconsciente en uno de los almacenes que están de camino a los dormitorios. Juro que sólo le he dado un pequeño golpe - comentó levantando las manos de forma teatrera. - Lo siento, de otra forma tendría que haber esperado encerrado en la habitación hasta que todos vosotros decidierais despertaros - puntualizó, soltando una risilla.


El rubio lo soltó y le dio unas palmaditas en los hombros. Podía entender por qué había actuado así, aunque no hubiera estado bien, pero viniendo de él era lo menos malo que podía esperarse.


- Bueno, este es el poder que nos va a venir tan bien - comentó Natasha, cruzándose de brazos.


Acababan de soltarle del cuello, pero Clint se aproximó para agarrarlo de nuevo, totalmente iracundo.


- Escúchame bien, maldito. Como nos la juegues, no descansaré hasta ver clavada una de mis flechas entre tus ojos - le comentó con tono amenazante.


El asgardiano se soltó del agarre y se limitó a recolocarse el cuello mientras lo observaba totalmente serio y con aire de superioridad, como si ni tan siquiera mereciera la pena molestarse por algo así. El arquero apretó los dientes, más molesto aún por semejante actitud.


- Está bien, terminad de prepararos y nos pondremos en marcha. Ya está lista la nave. Voy a avisar en seguridad y de paso mandaré que busquen al guardia perdido - comunicó María, algo cabreada también por el susto que se habían dado.


_________________________


Se pasaron unas cuantas horas sobrevolando el océano Atlántico. El gran azul era lo único que veían a través de las ventanillas mientras algunos de ellos seguían dándole vueltas a la información que disponían sobre la base. Loki no se había unido al grupo y seguía mirando a través del cristal de forma apática.


- Qué paisaje más aburrido... - murmuró, entrecerrando los ojos.


- Y pensar que hace pocos días tuve que hacerlo para ir donde Stark... Ahora de vuelta a Europa - se quejó Thor, que se había sentado a su lado hacia un momento, sintiendo que le empezaba a doler la cabeza.


- Cierto, que fuiste a ver a esa humana... - recordó con un tono sarcástico.


- Loki... - lo llamó en tono bajo mientras agarraba su mano.


El jotun se giró, algo sorprendido, y observó el rostro de Thor mirándolo con cariño. Descendió la cabeza para visualizar su mano y rápidamente miró al resto de vengadores que estaban a unos pocos pasos de ellos. Se puso nervioso y retiró la mano.


- Idiota... - susurró, a la vez que giraba su cuerpo para apartarse de Thor.


El rubio se fijó en que la oreja que asomaba entre su cabello se había puesto completamente roja, y sonrió, antes de volver con su equipo.


_____________________________


Finalmente llegaron a su destino, tras varias horas de viaje en una de las naves más rápidas del planeta. Comenzaron a descender a una distancia bastante prudencial, ocultándose entre bastas montañas, aunque tenían activado el sistema de camuflaje. María salió de la cabina de piloto y se dirigió a ellos.


- Bueno chicos, a partir de aquí tendréis que ir andando o como gustéis - miró a Tony. - Pero recordad que la misión es inicialmente de infiltración, así que si sois vistos, se tendrá que modificar toda la estrategia.


- ¿Por qué me miras a mí? Yo puedo ser realmente sigiloso - comentó el ingeniero sonriendo mientras se le colocaba la armadura y observaba a Thor. El rubio le devolvió la mirada y escuchó a Loki reírse.


- Yo puedo ser tan silencioso como un lobo acechando a su presa - murmuró, molesto.


- Disponéis todos de comunicadores, así que utilizadlos. - continuó María - El primer paso será informar al infiltrado del camino que debe seguir en todo momento. No tenemos planos detallados de la parte superior de la base, pero suficiente para orientaros. Y sólo en caso de que algo salga mal... Hay otro par de naves a un par de kilómetros de aquí.


- Oh vamos, ¿tan poco confiáis en nosotros? La vez anterior nos pillaron por sorpresa, y no disponíamos de nuestro fantástico equipo - dramatizó Tony, dándose una palmadita en la armadura. - Con JARVIS analizando la base en todo momento, esto va a ser pan comido.


- Eso espero... - murmuró Steve tras terminar de colocarse la máscara. Se giró hacia Bucky y le puso la mano sobre el hombro. - Vamos.


- Bieeen, porque empezaba a aburrirme... - comentó Loki, siendo el primero en salir por la rampa.


- ¿Recuerdas cómo es el traje que debes simular? - preguntó Bruce mientras se recolocaba las gafas.


- Sí, sí, sí... - contestó haciendo un ademán con la mano y transformándose mientras seguían caminando hacia los árboles. Se giró y los sonrió a todos con un rostro completamente nuevo - ¿Así está bien? ¿O no os gusta el rubio? - preguntó antes de soltar una carcajada y comenzar a andar a paso ligero.


El resto se mantuvo a una distancia prudencial mientras Jarvis y Loki se encargaban de escanear la zona por si encontraban cualquier tipo de artefacto de vigilancia. Terminaron encontrando un puesto, por lo que Loki se acercó con total sigilo y observó que había cuatro hombres. Tras examinar sus pautas de movimiento con detenimiento durante unos minutos, se fijó en que uno de ellos se apartaba del puesto para fumar.


- Muy mal... Eso te va a terminar matando... - pensó para sí, haciendo una mueca malévola.


Se acercó a él, comprobando que los otros tres no alcanzaban a verlos en esa distancia, y lo acuchilló en el cuello sin vacilación, mientras le tapaba la boca con la otra mano. Ocultó el cadáver entre los arbustos y copió su rostro para volver al puesto.


- ¿Cómo está la situación? - le preguntaron por el audífono. Observó a los soldados y soltó un suspiro.


- Aah... Un día aburrido - murmuró en ese extraño idioma, imitándolo a la perfección, mientras simulaba los movimientos que había estudiado hace unos minutos. De pronto recibió una llamada al móvil que había cogido del soldado - Qué rapidez - pensó para sí. - Hail Hydra - comunicó, teniéndose que contener la risa de una forma sobrehumana. Observó a los otros humanos. - Entendido. - Se giró hacia ellos. - Va a salir un cargamento de la base y necesitan escolta. Algo urgente. Parto hacia allí. - Los soldados lo observaron algo dubitativos, pero terminaron asintiendo. Agarró el arma con más firmeza y salió de allí a paso ligero. Cuando se hubo encontrado lo suficientemente lejos, comenzó a murmurar por el comunicador. - ¿Y este os parecía mejor plan que acuchillarlos a los cuatro? No me gusta ese momento de silencio que han guardado, seguro que han notado el acento o la diferencia de tono de voz.


- No importa, ahora vamos nosotros detrás. Era simplemente para verificar que no abrieran fuego, porque se escucharía a bastante distancia. Les noquearemos antes de que puedan hacer nada.


- Bien...


Mientras se dirigía a la base, ojeó la identificación que había cogido del cuerpo del soldado, para memorizar su nombre, entre otras cosas. Continuó actuando según las pautas que había visto en los informes y lo que le había comentado el resto del equipo. Realmente era bastante similar a cuando se hacía pasar por un guardia asgardiano. De hecho, esto era más interesante, porque así tenía que improvisar por primera vez, y las primeras veces siempre eran las más divertidas y emocionantes.


Tras presentarse en la puerta y dejar que le dieran el visto bueno para entrar, inventándose una buena excusa para engañar a esos humanos, terminó entrando en la base. Verificó la localización de las cámaras y demás detalles de interés, gracias a que llevaba incorporada una especie de monóculo con cámara que, lógicamente, había ocultado con la ilusión. El resto del equipo veía lo que veía él, y al mismo tiempo podía visualizar todos los escaneos que realizaba JARVIS y los datos que mandaba. Tenía que admitir que la tecnología de esos humanos lo había sorprendido un poco.


- Esperemos que no se termine volviendo en su contra... - pensó tras sonreír con malicia.


Avanzó por los pasillos con decisión para no salirse de su actuación, mientras iba recibiendo indicaciones sobre por dónde debía avanzar. Era una tarea realmente complicada, pero la estaba llevando a cabo de una forma extraordinaria. Nadie le prestaba atención tan siquiera por lo bien que camuflaba sus movimientos y la fluidez con la que actuaba.


- Sería un gran espía - comentó Natasha desde la posición en que se habían quedado en el exterior.


- Sí, parece que esto del engaño es algo innato en él... - murmuró Clint, sonriendo de medio lado mientras fruncía el ceño.


- Ahora tenemos que dividirnos. Los grandotes, ya sabéis por donde tenemos que ir - bromeó Bruce mientras observaba a Tony y Thor.


- ¿Grandotes? Querrás decir la maquinaria pesada - le respondió Tony, divertido. - Y vamos con recarga de batería infinita incluida, menuda ganga.


El asgardiano frunció el ceño mientras hacía una mueca y giraba el martillo, impaciente.


- Cuando queráis. Ya estoy deseando dar unos cuantos golpes.


Los tres se dirigieron a la localización de la compuerta, y terminaron dando con ella mientras Loki seguía dando vueltas por la planta superior. Se escondieron, y observaron que efectivamente esa zona también estaba vigilada con cámaras y guardias.


- Ahora sólo queda esperar... - susurró Tony.


El jotun comenzaba a cansarse ya de dar vueltas por pasillos. Esa base era bastante grande. Sólo esperaba no haber estado dando vueltas en círculo porque ese maldito programa no diera con la sala de vigilancia.


- Es ahí - dijo de repente, tras señalar una puerta.


Se las ingenió para entrar y observó la situación. Sólo había dos hombres, pero vio una tercera silla vacía. Se dio cuenta de que tampoco podía quedarse ahí esperando a que apareciera el tercero, o resultaría altamente sospechoso.


- Maldita sea, esto va a ser más complicado de lo que pensaba...


Cogió su daga y acuchilló a ambos a una velocidad asombrosa, antes de que pudieran reaccionar tan siquiera. No sabía cuándo aparecería el tercero, así que empezó a ponerse realmente nervioso. Se abalanzó sobre los mandos y recibió las instrucciones para desactivar las cámaras lo más rápido que pudo. Habían sopesado la posibilidad de que también se pudiera abrir la compuerta desde ahí, pero no hubo tanta suerte. De todas formas, lo imprescindible estaba hecho. Tras verificar que su misión había sido completada, se apartó de ahí y volvió a mirar los cadáveres de los humanos.


- Loki, tienes que salir de ahí. Ahora - le comunicaron por el audífono.


- No... - murmuró, tras haberle pasado otra idea mejor por la cabeza.


- ¿Qué?


De pronto se quedó estático en la sala, analizándola con detalle.


- ¿Se puede saber qué haces? - le preguntaron, bastante nerviosos.


El moreno se quitó el aparato de la oreja y cerró los ojos para concentrarse completamente.


- Está bien, puedo hacerlo. He mejorado bastante en esto, puedo hacerlo - se dijo a sí mismo mientras volvía a topografíar la sala.


De pronto todo comenzó a cubrirse de un manto irisado y los guardias volvieron mágicamente a la vida y los controles a funcionar perfectamente. Sintió un leve mareo al tener que mantener ambas ilusiones, pero se estabilizó al agarrarse a una silla. Observó en el reflejo de la pantalla del móvil que la ilusión que tenía sobre sí mismo seguía intacta y volvió a colocarse el aparato en el rostro, mostrándoles lo que había creado.


- ... Increíble - escuchó a través del micro.


Soltó una risilla de satisfacción y superioridad y salió de la sala de vigilancia para seguir con su discreto plan de no levantar sospechas. Tenía que mantener una concentración sobrehumana para mantener la ilusión. Podía distanciarse de ella, pero era como si siguiera conectado con un fino hilo que no podía permitir que se rompiera. Era algo bastante difícil de explicar, pero ya lo había probado otras veces, por suerte, así que estaba convencido de que podría mantenerlo mientras no hubiera algo ajeno que lo distrajera por completo.


- Vía libre - comunicó Natasha al equipo.


- Perfecto - respondió Tony por el otro grupo.


Los espías comenzaron a avanzar de forma sigilosa hacia la puerta principal, junto al capitán y Bucky que los seguían también entre las sombras. Habían decidido atacar al atardecer precisamente por eso mismo. A esas horas los soldados, en caso de tener, aún no habrían activado sus sistemas de infrarrojos para ver en la oscuridad, pero ya había comenzado a haber suficiente falta de luz como para que sus ojos se volvieran torpes. Y ellos sí que llevaban equipamiento especial. Se encargaron de todos los guardias, uno a uno, como si fueran depredadores cazando pacientemente a sus presas. Noqueándolos antes de que pudieran reaccionar, con golpes limpios o disparos silenciosos. Y la misión fue todo un éxito. Habían conseguido que nadie diera la voz de alarma.


El otro equipo lo tenía más complicado. Tenían que reventar la compuerta pero de una forma lo suficientemente sigilosa como para que no se dieran cuenta los de dentro, en caso de que hubiera alguien. Aunque tenían bastante claro que seguramente tendrían que terminar haciendo algo de ruido y silenciarlos antes de que avisaran al resto de la base.


- ¿Crees que el grandullón podrá controlarse?


- Sigo pensando que no es la mejor idea... - contesto el físico tras recolocarse las gafas.


- Bueno, si no crees en ti mismo, ya lo haré yo por ti.


Tony se acercó a la compuerta de metal y comenzó a trazar una línea con su láser, en forma elíptica, para abrir un agujero.


- Bueno, y ahora, a ver si esto funciona. Musculitos, ayúdame.


- ¿Me dices a mi o a él? - preguntó el rubio mientras sonreía.


Ambos comenzaron a empujar, pero ese gran círculo de metal no parecía moverse ni un milímetro.


- Pues nada, plan B. Cabréate, Bruce.


El físico soltó un suspiro mientras se cruzaba de brazos.


- Está bien, guárdame esto... - desistió, mientras se quitaba la camisa y los zapatos.


- Uuuh... que streaptease más gratuito... - murmuró con tono burlón el ingeniero.


- ¿Streaptease? - preguntó Thor, descolocado.


Bruce volvió a suspirar y apoyó los brazos contra la compuerta.


- ¿Pero cómo vas a... - preguntó, aún dubitativo.


- Oh por el amor de dios, deja de preocuparte tanto. Todo va a salir bien - intentó tranquilizarlo mientras le ponía la mano encima del hombro. - En cuanto empujes esa cosa y podamos entrar prometo que haré que vuelvas a ser tú mismo.


El físico no parecía convencido del todo, pero finalmente cerró los ojos, se concentró en cambiar de forma y de pronto sus compañeros vieron cómo comenzaba a crecer y la compuerta cedía.


- No somos nadie... - dramatizó el ingeniero mientras se retraía el casco, dejando al descubierto su cara, y hacía un gesto teatrero.


Finalmente ese trozo circular de compuerta cayó contra el suelo hacia el interior, y observaron que la zona estaba a oscuras.


- Oh, perfecto - murmuró Tony.


Observó algo nervioso a Hulk, que se había quedado ahí delante, estático, pero respirando muy fuertemente y apretando sus puños. Estaba gruñendo, y parecía que se estaba intentando contener todo lo que podía, pero aún así temía que en algún momento se descontrolara y emitiera algún grito gutural que alertara a todos.


- Ey, grandullón, ven aquí - lo llamó el ingeniero con un tono amable.


Hulk se giró y lo encaró. Vio que se retiraba su armadura y andaba unos pasos hacia él, con su mano extendida. Thor observaba la escena y oteaba los alrededores, vigilando y confiando en lo que estaban haciendo sus compañeros.


- Lo has hecho muy bien. Ahora intenta tranquilizarte - agarró la mano que Hulk le había extendido y la posicionó en torno a su cabeza con cariño. - ¿Vale? - le dio un beso en la palma y le dedicó una cálida mirada, totalmente exenta de miedo y que sólo expresaba tranquilidad y amor.


Hulk se estremeció durante un instante y se acercó a él. Se agachó y Tony se aproximó más para abrazarlo. Había leído en sus movimientos que era lo que deseaba que hiciera. Apenas podía rodear ese enorme torso, pero hizo lo que pudo. Sintió cómo ese gigante acariciaba su cabeza, y sonrió, bastante feliz porque estuviera haciendo efecto.


- Te quiero, grandullón - le confesó, mientras frotaba su cabeza contra él.


Escuchó un leve gruñido con cierto matiz emotivo, y a los pocos segundos, ese cuerpo comenzó a encogerse otra vez. Cada vez que lo hacía, Bruce se mostraba realmente cansado, y esa vez no fue una excepción. Normalmente la fatiga era proporcional al tiempo que había estado despierto el otro tío, pero simplemente por transformarse ya se sentía como si hubiera estado corriendo durante horas. Todos los músculos y articulaciones de su cuerpo se resentían.


Tony lo sujetó y volvió a vestirlo. Lo dejó un momento sentado contra la compuerta mientras recuperaba la respiración, y lo ayudó secándole con un pañuelo el sudor de la frente.


- Estoy bien - comunicó finalmente. - Sólo espero que no tenga que hacer esto muchas veces hoy...


- Si todo sale bien, sólo necesitaremos utilizar esto - comentó Tony mientras le daba un toquecito con el índice en su cabeza.


- Realmente agradezco que hayamos optado por un plan más... tranquilo...


- Será mejor que avancemos. Quien sabe cuándo podrían aparecer esos humanos - comentó Thor, que seguía observando el exterior ya que seguían sin encenderse las luces de dentro.


Tony se puso de nuevo la armadura y pasaron los tres.


- Será mejor que no las encendamos. Colocaros las gafas - murmuró Tony, activando él también su visión en la oscuridad.


Thor observó un momento el artefacto y se lo colocó, quedándose maravillado con su funcionamiento. Miró hacia delante y observó unos cuantos camiones y un par de naves sobre una gran pista. A los laterales había grupos de enormes cajas y una cristalera que daba a unas cabinas.


- Venir a estas horas definitivamente ha sido muy buena idea - comentó Tony.


Thor se acercó a Bruce y le dio una palmada en la espalda.


- Me alegra que cada vez puedas controlar mejor a ese gigante verde.


- Pues no te imaginas lo que yo lo agradezco...


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- Ya está despejada toda la planta - comunicó Clint. - Acabo de alcanzar al último soldado.


- Arriba tampoco queda nadie - informó el capitán, que venía acompañado de Bucky.


- JARVIS, ¿rastreas algún signo más de actividad en esta zona? - preguntó Natasha.


- Negativo - confirmó la máquina.


- Entonces supongo que ya puedo deshacer esto... - murmuró Loki que también estaba ahí presente.


Deshizo ambas ilusiones. Tenía miedo de no poder controlarlo si únicamente eliminaba una, así que había mantenido ambas durante todo ese tiempo, y lo había agotado psíquicamente una barbaridad. Al quitarse semejante peso de encima, sus piernas fallaron y se deslizó hacia el suelo, quedando ligeramente encorvado hacia delante, mientras respiraba fuertemente. Steve se agachó hacia él para examinarlo, y Loki hizo un esfuerzo para abrir los ojos y devolverle la mirada.


- Estoy bien... - murmuró, intentando hacerse el duro, aunque la verdad es que sentía que todo le daba vueltas y le dolía la cabeza horrores.


- Has hecho un gran trabajo. Con tu ayuda completaremos este cometido con mucha más facilidad y con menos violencia y muertes.


- Oh vaya, y eso debería alegrarme, supongo. Ya sabes, matar humanos está mal, y todo eso... - murmuró con tono burlón, para soltar una risilla a continuación. Se incorporó torpemente y observó  los alrededores, para después volverse hacia el equipo - ¿Y ahora?


- JARVIS está analizando la entrada subterránea. No debería tardar mucho más. Tal vez se encuentre en el sótano donde están Tony, Bruce y Thor - comunicó Natasha.


- Mira por donde... - murmuró el asgardiano tras hacer uso de su sobrehumana audición y haber percibido unos pasos que se acercaban subiendo las escaleras que daban al sótano. - O son ellos, o más diversión.


Pero no, para desgracia del jotun, no eran más soldados a quienes poder cortarles la yugular. Era el otro equipo, que habían limpiado la zona de abajo. Thor y Tony iban delante, y Bruce se había limitado a seguirles sin entrar en combate, visto que se apañaban bien ellos solos.


- No sé cómo, pero lo hemos conseguido. Chicos, ¡somos capaces de hacer misiones discretas! Jamás lo hubiera imaginado - exclamó Tony, y a continuación se puso en contacto con JARVIS - ¿Qué tal va eso, colega? Los de abajo no tardarán demasiado en darse cuenta de que no reciben señales del exterior.


- He detectado una composición diferente en la superficie de una sala en el sótano. Tal vez se trate de una escotilla. Además, en esa misma sala he detectado un monitor compatible con el mecanismo de apertura.


Tony levantó las manos, con prepotencia.


- Fácil, fácil.


- Pues en marcha - ordenó Steve.

Notas finales:

Ahora viene lo divertido, ¿qué habrá en la auténtica base subterránea además del bastón? ;)


Hasta la próxima, que seguramente no sea hasta verano x,D Me disculpo de nuevo uwu'


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