Escribir, acto que consiste en representar conceptos o ideas mediante letras o signos convencionales, un medio de comunicación que se inventó hace siglos, también la escritura es considerada como uno de las 7 artes clásicas, desde la poesía, la narrativa hasta la composición. Gracias a ella, las personas pueden expresarse a diestra y siniestra; nosotros los que amamos la composición de letras hasta cierto punto somos poetas, y ustedes dirán: Ustedes pueden expresarse mejor que cualquier persona, pero no es tan fácil como todos piensan. A veces uno no sabe si está bien expresarse de esa forma, a veces uno cree que es mejor quedarse callado y apenas y poder escribir algunas líneas para poder desahogarse, pero… no todos los sentimientos pueden ser expresados en una hoja con tinta o en una página en blanco de un documento a computadora.
Algunos sentimientos… a veces es mejor esconderlos aunque te carcoma el alma.
Algunos sentimientos… a veces es mejor decirlos.
-Y entonces, ¿Tienes un amigo en Osaka que nos pueda ayudar con hacer el papel de vocal?-
-Sí, no tiene mala voz y es muy cooperativo.-
-¿Quién es aniki?- preguntaba un chico de cabello negro algo corto.
-¿Recuerdas a nuestro amigo Satoshi? El chico que conocimos en un festival escolar cuando fuimos a Osaka hace dos años.-
-¡Ah! Ese chico, la verdad canta muy bien.-
-Digo, tu también lo haces bien Ryo, pero pues… estás en la batería, te necesitamos más ahí.- decía un chico de tez sumamente pálida y con cabello largo hasta los hombros.
-Gracias por decir que mi voz es fea.- se hacia el indignado el más pequeño de los tres presentes.
-Je, la verdad si nos agrada tu voz, pero pues necesitamos a alguien más.- otro chico con cabello medio ondulado cruzaba las piernas mientras leía algunos mensajes en su celular.
-Por cierto hermano, mañana vas por él, Shuu y yo debemos ir por unas cosas a la tienda de música.-
-¡Pero es tu amigo! No el mío.-
-Anda Ryo, ya sabes que es muy social el chico, a parte, casi parecen de la misma edad.- decía riéndose el mayor de los chicos.
-Ahh, ya que.- encogiéndose de hombros, Ryo se acostaba en el sofá grande de la sala donde estaban charlando los tres chicos.
-Bueno chicos, nos vemos mañana, creo que los dejaré, iré de compras, ya me faltan algunas cosas en mi alacena.- Shuu se levantaba del sofá y caminaba hacia la puerta de
-Oye Shuu, ¿Cómo está todo con tus papás?- decía algo preocupado Nii.
-Bien, como siempre, ya van casi 2 años de que decidí dejar la universidad y empezar con este sueño, sabes bien cuál fue su respuesta así que todo sigue igual.- Suspiraba un poco el peliondulado girando la perilla de la puerta del departamento de los dos hermanos.
-Después de la reunión que tengamos con Satoshi, ¿Quieres platicar un poco?-
-Gracias Nii, aunque ahorita me importa un poquito más la banda.-
-Como gustes, anda ya, que si no te van a cerrar el supermercado.-
-Je, no, no lo creo, adiós Nii.- Shuu daba unos pasos fuera de la casa de los hermanos y se veía como se perdía entre las calles de Chiba.
-Oye, aniki… ¿Shuu está como que muy pensativo en estos días no?-
-A de ser que está preocupado por la banda, es eso.-
-Gracias a él, esto se está haciendo más y más grande.-
-Pero al mismo tiempo él perdió algunas cosas.-
-Desde que éramos niños, él siempre fue muy callado y algo introvertido, pero menos con nosotros.- Ryo sonreía un leve.
-Desde ahí, hemos tratado de estar juntos, y ahora debemos de estarlo más.-
-Oye Nii… ¿Crees que este sueño vaya para largo? ¿O termine pronto?-
-No lo sé hermano, pero mientras tanto, debemos de disfrutar cada momento.- sonriendo un poco, el chico de cabello lacio y largo se retiraba a su cuarto a descansar, dejando a su hermano en el sofá.
-Espero que sea muy muy largo este sueño...-
-Ay, me dijo Takeshi que me su hermano me iba a esperar en la estación del metro, ¡Y no veo a nadie! Según recuerdo, Ryo tenía su cabello oscuro y corto… pero sólo veo a un chico de cabello medio cobrizo y no muy amigable…-
-Mm… ¿Satoshi-san?-
-E-Este…- el nombrado se ponía algo nervioso y tragaba saliva al ver que aquel chico con finta de vándalo se acercaba hacia él.
-Si… ¡si eres tú! No has cambiado en nada pues.- aquel chico con cara de maleante sonreía haciendo que el castaño diese un paso hacia atrás.
-¿Te conozco?-
-Ay no empieces, si soy Ryo, el hermano de Takeshi.-
-¡TAKU-CHAN!-
-Sip, si eres Satoshi.-
-¡Ay pero es que no manches maldito Ryo, de verdad pensé que eras un maleante cualquiera que me quería asaltar!-
-¿Eh? ¿Por qué diablos dices eso?- decía algo sorprendido el menor.
-¿Cómo que por qué? Tu cara de pocos amigos, tu finta de: haces contacto visual y te partiré la cara…-
-Ay… sigues igual que hace unos años.- Ryo se ponía su mano diestra en su cara y suspiraba un poco.
-Nee ¿Y dónde está Taku-chan?- decía caminando junto con el chico de cabello cobrizo.
-Está con otro chico que es parte de la banda de la que te comentó, nos esperan en un restaurant cerca de aquí.-
-¡Okey! Y dime ¿De quién fue la idea de la banda? Cuando los conocí, apenas y tu sabías tocar la batería y Takeshi empezaba con su guitarra.-
-La idea fue de Hidekazu.-
-¿Eh? ¿Hidekazu?-
-Es un amigo de la infancia, bueno ahorita lo conocerás.-
-Creo que se le hizo tarde a Satoshi o Ryo se perdió.-
-Hahaha, tu hermano no lo veo tan perdedizo ¿O si?-
-Satoshi y él juntos pueden ser una bomba, créeme.-
-Je… oye estaba pensando, ¿Nos pondremos los mismos apodos que hemos tenido desde hace tiempo? Ya sabes, a veces hay que ocultar nuestro verdadero nombre.-
-De por sí ya los usamos, oh mira, creo que ya llegaron.- el mayor volteaba hacia la entrada del restaurant donde estaban y veía a su hermano junto con otro chico.
-¡TAKU-CHAAAAN!-
-Y me sigues diciendo así, ¡SATO-CHAAAAAAAAAAAAAAN!-
-¿Eh?- el peliondulado se quedaba algo sorprendido y veía a Ryo el cual sólo movía su cabeza de lado a lado.
-Ay, ¡tanto tiempo sin verlos!-
-Igual Sato-chan, pero dime, ¿Cómo has estado?-
-Bien, bueno entre comillas pero eso no importa ahorita.- Satoshi le sonreía un poco a su amigo de tez blanca y se colocaba enfrente del otro chico que estaba en la mesa
-Ishikawa Satoshi mucho gusto en conocerte.- Decía el castaño realizando una pequeña reverencia.
-Mucho gusto, mi nombre es Nagai Hidekazu.- el chico le extendía la mano a Satoshi y este le daba un leve apretón de manos.
-Bien, ya que estamos reunidos los 4, podemos hablar sobre nuestro proyecto como banda.-
-Primero que nada, gracias por ofrecerte a ayudarnos, Satoshi-san, la banda viene más o menos desde hace un año, pero apenas hemos podido entrar un poco más en el ámbito de realizar live house y ese tipo de cosas, pero desafortunadamente, el vocal pasado nos dejó por algunos asuntos personales, y pues estuvimos buscando hasta que a Takeshi se le prendió el foco de llamarte.-
-La verdad estoy muy agradecido con Taku-chan, ya que estaba pensando en meterme en forma a una banda, y pues ahorita siento que me hace más falta que otra cosa.-
-Creo que ya somos dos, Satoshi-san.- el chico con un lunar en el mentón y cabello ondulado sonreía de lado y desviaba un poco su mirada pero en segundos volvía a poner su mirada en el nuevo chico.
-Nee, y ¿cómo es el concepto de la banda? ¿Cuál es el nombre?-
Poco a poco, los cuatro chicos hablaban acerca de la banda, a veces se iban por la tangente y hablaban de otras cosas, desde los juegos infantiles que hacían cuando eran niños, hasta de sus vidas privadas.
-Entonces, ¿girugamesh es el nombre?-
-No preguntes…-
-¡FINAL FANTASY!- gritaban al unísono los dos hermanos.
-¡Lo sabía!-
-Y a parte suena muy bien.-
-Jeje, si, oye Nagai-san, ¿los sobrenombres son necesarios? Ya me acostumbré a decirle Taku-chan a Takeshi y pues… Ryo… bueno él siempre ha sido Ryo.- Se reía un poco Satoshi.
-Un poco, hablando con el manager, nos comentó que para proteger nuestras identidades, podemos sólo cambiar algunos trazos de nuestros nombres y así, darles otro significado, en el caso de Takeshi, el opto por llamarse Nii, desde que éramos niños, él era como el big bro de los tres.-
-Obvio, ustedes dos siempre se metían en problemas, y a parte mi madre me regañaba por culpa de Ryo, so… el papel de big bro lo tengo desde hace muuucho tiempo.-
-¡Oh si es cierto! Bueno, creo que iré pensando en un buen sobrenombre o un cambio de trazos.-
-¿Entonces? ¿Sí entras en este pequeño sueño?-
-Como ya dije… en estos momentos, es lo que más me agradaría Nii-chan…-
-Bien.. entonces ¿Todos listos?-
-¡Si!- Cada uno ponía una mano encima del otro, empezaba el chico de lunar y terminaba su mejor amigo de la infancia.
-¡A echarle ganas!-
-¡Siii!-
Cada uno se reía un poco y levantaba sus manos en señal de estar muy animados, terminaban de comer lo que habían pedio y salían del restaurant.
-Bueno, hasta mañana, ya saben dónde, en la disquera a las 9am.-
-Oke Nii-chan.-
-Te adaptas demasiado rápido Sato-chan.-
-De Takeshi a Nii, hay una gran diferencia, pero es el mismo chico con una misma esencia.-
-Oye, ¿sigues componiendo canciones?-
-Este, más o menos, mañana si gustan les traigo algunas canciones que hice.-
-Ok, muchas gracias.-
-Bueno, nosotros nos despedimos, te vas con cuidado Satoshi, no quiero que te andes perdiendo por ahí que si no, tu padre me va a regañar.-
-jHahahaha, naa, no te preocupes, cualquier cosa te hablo.-
-¡Hasta mañana!-
-¡Si! Y Ryo… ¡ya quita esa cara de malicioso que das miedo!-
-¡Cállate!- mostrándole la lengua, el menor se burlaba de Satoshi y caminaba con su hermano de camino a su casa.
-Ay ese Ryo, siempre le causó problemas a Nii-chan.-
-Je, si un poco.-
-¿Hacia dónde vas ahorita Nagai-san?-
-Cerca de la estación más cercana de aquí, en si, vivo en Tokio.-
-Al parecer vamos al mismo camino.-
-¿De verdad?-
-Si, mi papá me está ayudando a pagar un departamento cerca de la estación de Tokio.-
-Vaya, yo vivo tres estaciones después de ella.-
-Ya veo, pues vámonos que necesito llegar a desempacar algunas cosas, llegue antier pero me faltan muchas cosas por poner en orden.-
-Ok, yo quizás pasaré a buscar nuevas cuerdas para mi bajo.-
Ambos chicos llegaban a la estación del metro, al subirse, se sentaban juntos.
-Y entonces, ¿Tu fuiste el de la idea de la banda?
-Si, hace dos años vi a Nii por la universidad, y cuando empezamos a charlar un poco, surgió la idea, él no estaba tan convencido pero a fin de cuentas acepto.
-Ay ese Nii-chan… entonces, ¿tú eres el líder?-
-Eso todavía no lo tenemos planteado, pero él también insiste en decirme así.-
-Por cierto Nagai-san, ¿Cuál es tu sobrenombre? Ahorita me acordé de uno para mi, en mi caso, me gustaría sólo cambiar algunos trazos de mi nombre, que significaría Left Spirit, y curiosamente, soy surdo, pero ¿Cuál es el tuyo?-
-Shuu.-
-Shuu-san, suena bien pero…-
-Tiene muchos significados, pero sea cual sea que le des, todos me quedan.-
-Oh… nee Shuu-san, ¿Tu también viviste en Tateyama como Nii y Ryo?-
-Si, mi familia es de ahí.-
-¿Es un lugar bonito?-
-Si, a veces mi abuela me llevaba al mar para recoger algunas conchas, era una vista muy hermosa.-
-Me gustaría un día ir hacia allá.- decía algo sonriente el nuevo integrante de girugamesh.
-Un día iremos, quizás de vacaciones o de tour.-
-De tour, presentarse en vivo…- El castaño veía hacia la ventana y su mirada se veía muy contenta.
-¿Estás emocionado verdad?-
-E-este un poco, todavía ni firmo un contrato y ya ando de esta forma.- se sonrojaba un poco.
-No eres el único emocionado…- Shuu también volteaba hacia la misma ventana que veía Satoshi e inconscientemente sonreía. -Este es el inicio de un pequeño gran sueño…-
-Sip, espero poder ser de mucha ayuda.- Satoshi le hacía de nuevo una reverencia a lo que el peliondulado sólo se reía y le daba un ligero golpe en su hombro.
-No hagas eso, y vas a ver que lo serás.-
-Gracias…-
Los recién conocidos se despedían, puesto que el chico nuevo se bajaba en la siguiente estación.
-Nos vemos mañana Shuu-san.-
-Ok, recuerda que es a las 9am.-
-Este… ¿Tienes al dirección?-
-Si quieres nos vemos en esta estación, en los andenes en los vagones de en medio.-
-¿No te molestaría eso?-
-No, digo, no nos separa mucho.-
-Ok… y de nuevo muchas gracias por todo…-
-No hay de que, gracias a ti…- Shuu sonreía un poco y el castaño le devolvía la sonrisa.-
-¡Bye bye!- se abrían las puertas del metro y Satoshi bajaba rápidamente del vagón.
Las estaciones del metro pasaban rápidamente, se veía como un chico con semblante algo serio pasaba entre la gente, sacaba un cigarrillo a las afueras de la estación, lo prendía e inhalaba un poco de aquel tabaco; había sido un día algo agotador, y todavía le faltaba comprar algunas cosas, pero al acordarse de lo bien que se lo había pasado con los otros tres chicos, apagaba el cigarrillo que recién disfrutaba, lo guardaba en su cajetilla y se ponía sus audífonos.
Al llegar a la entrada de su departamento, suspiraba un poco, abría la puerta y decía quedito:
-Tadaima…- lentamente entraba a su hogar prendía las luces. Se cambiaba sus zapatos por unas pantuflas y caminaba hacia su sala. El departamento era pequeño pero demasiado ordenado, la sala contaba sólo con dos sofás, uno individual y uno más grande como para tres personas, habia una pequeña televisión y una mesita de centro. La cocina comedor contaba con una mesa algo grande, una estufa pegada junto a la ventana que daba a la calle, algunos aparatos electrodomésticos y un pequeño refrigerador; en su recámara había un futón no muy ancho y un pequeño escritorio, donde debiese de ir algún cuarto para invitados o un cuarto de lavado, estaba un pequeño estudio, con una computadora y un bajo eléctrico. Todo estaba en su debido lugar, pero algo faltaba en ese pequeño departamento.
–Y como siempre, nunca hay un “Okaeri…”- dejándose caer en el sofá más grande, Shuu cerraba sus ojos y ponía un brazo encima de sus ojos.
-Abuela, a veces te extraño un poco, eras a la única que veía en esos días donde mis padres, por trabajar y tratar de darnos una buena vida, se iban a trabajar, dejándonos solos a mi hermano y a mi, ahora, ni si quiera puedo decir: Okaeri abuelita… espero, que este sueño que he tenido desde pequeño, llene aquel vacío que siento…- poco a poco, Shuu caía en los brazos de Morfeo recordando aquellos días donde su abuela era quien cuidaba de él.
En otro departamento, se veía al castaño entrar con suma alegría a su departamento.
-¡Tadaimaa! Ahorita que acabe con este desastre de cosas, le hablaré a mi papá para que sepa que estoy bien, y de paso a mi mamá, aunque eso de hacer doble llamada es un poco tedioso, pero qué le voy a hacer.-
El chico comenzaba a ordenar sus cosas y al levantar una caja, salía una foto.
-Oh, pensé que todas las había puesto en un ál…- el chico la levantaba y la veía fijamente, su semblante cambiaba un poco. -Oh.. ya veo qué foto es… creo que debí de haberla dejado en el cuarto de mi casa, aquí esto no debe de estar…- el castaño ponía aquella foto en otra caja y se acostaba en su futón.
-Espero que el sueño de los tres chicos me ayude a formar parte de ese sueño también, y olvidarme de otras cosas…-
-Formar parte de un sueño…
Es como cuando soñamos:
No queremos despertar, porque sólo ahí es donde podemos sentirnos realizados.
Es donde podemos olvidarnos de aquello que se llama “realidad”
Olvidar, soñar, tratar de vivir…-