Las 8:30am, en el departamento del castaño se veía gran actividad: casi todas las luces del departamento estaban prendidas, se escuchaba el ruido de una secadora y de una licuadora al mismo tiempo, el sonido del radio en una estación de noticias también estaba presente y aunado a esto, la voz del chico se mezclaba con algunas palabras altisonantes.
-¿Cómo carajos me pude haber quedado dormido? ¡Eres un estúpido Satoshi! Quedamos de estar a las 9:00 con Hideyu… digo con Shuu-san ¡y tú sigues aquí tratando de arreglarte tu estúpido cabello tan malditamente rebelde!- peinándose frente a un espejo en su recámara, Satoshi dejaba su secadora y corría a apagar su licuadora donde habia un espumoso licuado de plátano con avena, lo ponía en un gran vaso de vidrio y lo bebía rápidamente.
-Desayuno listo.- dejando el vaso en su fregadero, pasaba a apagar el radio y a desconectar su secadora. –Sólo me falta mi odioso cabello… Ay mamá, me tenías que heredar estas greñas tercas.- haciendo un puchero, Satoshi se trataba de peinar lo más rápido que podría y al notar que quedaba algo deciente su cabello, esbozaba una pequeña sonrisa enfrente de su espejo. –Muy bien Satoshi, ya podemos ir… ¡MALDITA SEA! ¡En 10 minutos no creo llegar con Shuu-san!- corriendo hacia la puerta de su departamento, el vocal se ponía sus zapatos y salía lo más rápido que podía para poder llegar a la estación de metro donde se habia quedado de ver con el chico de cabello ondulado.
5 minutos para las 9 de la mañana, adentro del andén de la estación de Tokio se veía al peliondulado mirando cada tren que pasaba y la entrada de los andenes, escuchaba algo de Rammstein y jugaba con sus dedos simulando tocar el bajo, al parecer el chico llevaba aproximadamente 10 minutos esperando al nuevo chico.
-Quizás se retrasó por algo de su departamento, con eso de que luego los caseros son tan difíciles.- pensaba esto mientras ladeaba su cabeza algunas veces, tratando de estirar su cuello. –Creo que sí se le hizo muy tar…- al voltear hacia si lado izquierdo, veía al castaño correr hacia donde estaba.
-¡Shuu-san! ¡Shuu-saaan! ¡Mil perdones! ¡De verdad discúlpame por haberte hecho esperar!- al llegar junto al bajista, Satoshi le hacia unas cuantas reverencias y Shuu sólo se quitaba lentamente sus audífonos.
-Oye, oye, no hay problema, llegaste en el rango de hora, así que no hay de que preocuparse.-
-¿Cómo no? Si se supone que yo debía de llegar temprano por ser el nuevo.-
-No por ser el nuevo tendrás que llegar siempre temprano, a todos nos puede pasar, y por cierto ¿Todo bien? Pensé que quizás habías tenido un percance a cerca de tu departamento.-
-Todo esta bien, gracias por su preocupación pero…-
-¿Por su? Dime de tu, a parte, seremos compañeros de banda, así que las formalidades quedan atrás ¿ok?-
-Es que de verdad me siento muy apenado y…-
-Mejor vámonos antes de que realmente lleguemos muy tarde a la disquera.-
-¡Okey!-
Al subirse al metro, Satoshi trataba de conciliar su aliento y Shuu le veía con un poco de curiosidad.
-¿Todo bien?-
-Si, si, solo que me agité demasiado, pensé que no te iba a alcanzar.-
-Por cierto, no tengo tu número.-
-No pues así, sí íbamos a poder comunicarnos, que bruto soy ¿verdad?-
-Dirás qué brutos somos, ya que a mi también se me olvidó pedirte tu número.-
-Oye, de verdad ¿no te molestó que haya llegado tan tarde?-
-No, no pasa nada, te digo que llegaste a la hora indicada.-
-Bueno, si tu lo dices.. oye, oye, creo que te debo un helado.-
-¿Por qué?- contestaba Shuu mientras sacaba su teléfono móvil.
-Porque aparte de que me esperaste, te andaba exasperando con mis disculpas por llegar tarde.-
-Je, bueno pero será un helado para los cuatro, después de que firmemos el contrato, iremos a festejar.-
-¡Yay!-
-Espero te agrade nuestro ambiente.-
-He tratado mucho a Taku, digo Nii y a Ryo, sé que ellos son unos borrachos empedernidos, pero no son pesados cuando beben, sólo Nii-chan te confunde o habla burrada y media.- decía riéndose un poco Satoshi.
-Oh si, ese Nii, cuando recién empezábamos la banda, había veces en las que si se ponía muy mal, pero nunca hizo nada malo o fuera de su moral, hasta cierto punto, puede ser un desastre pero sabe sus límites, igual que cuando éramos niños.- Shuu guardaba su reproductor de música y Satoshi miraba atentamente la ventana.
-Shuu-san, ¿por qué fue que empezaron con este sueño?- decía el castaño regresando su mirada a su compañero bajista.
-¿Por qué? La verdad, surgió porque los dos desde niños, habíamos amado la música, nuestros padres nos fomentaron un poco con el gusto hacia la música, quizás mis padres no tanto, pero los de Nii siempre le ayudaron con eso.-
-Je, me acordé de que a mi mamá le gustaba X-Japan, y desde ahí, también empezó mi gusto por la música.- Satoshi sonreía un leve y decía con cierta ternura: -Creo que a nuestros padres se les debe un poco que estemos en esto.-
Se hacía un ligero silencio entre aquellos chicos.
-Este, amm…- Satoshi sentía algo diferente en el bajista, por lo que captaba que algo había dicho erróneo.-
-Después, en la escuela secundaria fue cuando tocamos por primera vez en un festival escolar, admito que estaba tremendamente preocupado y nervioso, Nii estaba caminando de un lado a otro, y yo, bueno, desde esos días empezaba con mi vicio de fumar, por lo que tenía ya 5 cigarros a medio fumar en un cenicero, cuando anunciaron que íbamos a salir al escenario, mi corazón empezó a latir tan rápido que un suspiro fue lo que ayudo a salir esa tensión que sentía.-
-Es una sensación indescriptible, ¿Verdad?-
-Si, se siente algo entre miedo y emoción, entre desesperación y éxtasis.-
-Como cuando vas a comer algo demasiado rico que te prepara tu mamá.- el vocal ponía una cara de absoluta felicidad y ante esto, Shuu se reia un poco.-
-Como cuando tu abuela te hace unos Taiyakis en tu cumpleaños.-
-¡Pan en forma de pez!- Satoshi se exaltaba un poco y Shuu lo miraba extrañado.
-¿No te gusta?-
-Es que se me hace raro un pan en forma de pez, aunque si, saben muy ricos, cuando era niño los probaba pero salados.-
-¿Salados?-
-Si, ¿nunca los has probado así?-
-No, mi abuela sólo los cocinaba con relleno de frijol dulce o chocolate.-
-¿Rellenos de chocolate? Creo que me acaba de dar hambre.- al momento que decía esto, el chico de cabello castaño se tomaba su estómago y recordaba que sólo había tomado un licuado de plátano con avena.
-En cuanto salgamos de la firma del contrato, vamos a comer al naritake.
-¡Yay!- Satoshi alzaba sus brazos y al percatarse que había sido demasiado efusivo, los bajaba y se rascaba su mejilla izquierda riéndose un poco. –Jejeje… perdón.-
-Nii también festeja así, no te preocupes.-
-Jeje, gracias por no apenarte por ir con un chico que actúa así.-
-Je, todos podemos actuar así cuando nos emocionamos, venga, no hay que avergonzarse.-
-Gracias.- Satoshi sólo sonreía y suspiraba mirando el cielo despejado de las calles de Tokio.
Al bajar de la estación de metro, el peliondulado y el vocal caminaban lo más rápido que podían para llegar puntuales a la disquera.
-Espero que esos dos ya hayan llegado.-
-Nii es cumplido, y siempre despierta a Ryo por si se queda dormido.-
-Ryo es un dormilón.-
-Y no conoces al líder, ese sí es un dormilón.-
-Oye…-
-¡Ryo-kun!- Satoshi le daba un golpecito en el hombro al menor de los 4 en señal de saludo.
-No te perdiste, ¡wow! Si no, tu padre me iba a hablar para regañarte.-
-No soy tan perdedizo Nii-chan.-
-El perdedizo es mi pequeño hermanito.- Nii le alborotaba lso cabellos a su pequeño hermano y este le daba un buen golpe en su costado
-¡Me pierdo siempre que me presionas para llegar temprano!
-Ustedes nunca cambiarán.- Shuu les sonreía un poco y Ryo le repetía al nuevo chico de girugamesh:
-Cuando veas que Shuu-san se duerme hasta en el baño, sabrás lo que es un verdadero dormilón.-
-Oye, a veces mi insomnio no me deja.-
-Hasta en el baño… ¡ahahahahahah! ¿cómo los abuelitos?- Satoshi y Ryo empezaban a tener una típica conversación donde se burlaban de alguien.
-Ah… ese Ryo, creo que desde que nos conocemos, siempre te ha hecho un poco de burla.-
-Déjalo, así son los hermanos menores.-
-¿Y has hablado con el tuyo?-
-Apenas antier hablé con él, dice que todo está bien en su trabajo.-
-¿Y tus padres?- ambos chicos caminaban detrás de los de menor estatura, subiendo a un algunas escaleras para llegar a la oficina del director de la compañía disquera.
-Me imagino que están bien.-
-¿Por qué no les has llamado?-
-Así estamos mejor los 4… y al parecer Satoshi-san se acopla demasiado rápido.- veía como el vocal estaba sentado platicando con Ryo.
-Como siempre cambiándome la conversación por algo de la banda… y si, él es así de social.-
-Y es casi igual que tú al emocionarse.-
-¿De verdad?- se sorprendía un poco el mayor de la banda.
-Nos quedamos de ver en la estación de Tokio, él vive cerca de ahí y pues yo vivo a tres estaciones, así que nos venimos juntos.-
-Qué bueno que lo acompañaste, te juro que si se perdía, su papá me mataba.-
-¿Es hijo único?-
-Creo que s..-
-¿Miembros de “girugamesh”?- salía una señorita de una oficina con unos papeles en la mano.
-Si.- contestaban al unísono los 4 chicos.
-Pasen por favor.-
Los cuatro chicos ingresaban a aquella oficina, algo nerviosos y ansiosos.
-Diablos, estoy sudando frío.- decía Shuu dando un gran suspiro.
-Todo va a estar bien, relájate, el líder siempre debe de mostrar un semblante de confianza, no te preocupes, todo va a estar bien.- el chico que iba a fungir como vocal lo decía despacito y le mostraba una leve sonrisa al bajista.
-Semblante de confianza… ¿eso es lo que me hace falta para realmente creer que puedo liderar este pequeño gran sueño? Y si es así, ¿Por qué diablos no empiezas Nagai Hideyuki?- Shuu suspiraba de nuevo y se erguía un poco y miraba al señor que se iba a convertir en su director de disquera.
Pasaba una hora y los chicos salían de aquella oficina algo cansados y a la vez emocionados.
-Hemos firmado…- Decía Ryo algo anonadado.
-Ya tenemos disquera…-
-¿Corro en círculos trianguilares o que demonios hago?- Nii esbozaba una gran sonrisa y su hermano le deba un golpe en su hombro derecho.
-¡MALDITO NII! ¡HEMOS FIRMADO! ¡HEMOS FIRMADO!- al parecer, Ryo estaba más que emocionado, y lo demostraba golpeando a su hermano fuertemente.
-Shuu… ¡VENTE PARA ACÁ TU PEQUEÑO MONSTRUO AMARGADO!- Nii abrazaba a Shuu y este se reía un poco.
-Acabamos de empezar como banda…- Shuu seguía algo incrédulo y shockeado, pero su amigo lo sacudía varias veces haciéndolo salir de su shock un poco.
-Si idiota, ¡EMPEZAMOS YA COMO BANDA! ¡Y todo lo que le dijiste al director fue tan genial! ¡Demostraste tanta seguridad que le gusto todo!-
-Una banda… ya con contrato y todo…- Satoshi murmuraba mientras veía lentamente a sus futuros compañeros de banda.
-Sólo nos faltaba decir que te teníamos a ti y ¡tada! Mañana ensayaremos un poco y..- Ryo no terminaba su frase cuando Satoshi soltaba un gran grito.
-¡UNA BANDA YA CON CONTRATO! ¡UNA BANDA YA HECHA Y DERECHA! ¡MALDITA SEA QUIERO LLORAR O NO SÉ QUÉ DEMONIOS!- el vocal estaba temblando un poco pero al sentir el agarre de alguien más se controlaba un poco.
-Creo que brincar, gritar, vitorear, golpear a alguien de la emoción, y llorar, se quedan cortos para poder expresar lo que sentimos.-
-¡AY CON UN DEMONIO VÉNGANSE LOS 3 PARA ACÁ!- Satoshi hacia un círculo con sus nuevos amigos y decía algo más calmado.
-Chicos, de verdad, les agradezco demasiado que me hayan incluido en este sueño… y perdón si quiero llorar pero no saben la gran ayuda que me han dado con esto…-
Shuu le daba un leve golpe en la cabeza a Satoshi y decía: -El camino es demasiado largo, y estará lleno de piedras y pedradas que nos harán decaernos y quizás querernos rendir… pero estando los 4 juntos no creo que puedan vencernos.-
-Este tipo de discursos fue por el que te digo que quedas perfecto para líder Shuu.- le sonreía su mejor amigo de la infancia.
-¿De verdad piensan que yo pueda ser el líder?-
-Más que obvio amargadin.-
-Apenas tengo dos días de conocerte Shuu-san, pero puedo admitir, que serás muy buen líder y nos ayudarás a cumplir muy bien este sueño colectivo.-
-Chicos…-
-Ay… ¿puedo llorar?- decía Satoshi tratando de no llorar.-
-No veo nada de malo con eso, ¿verdad chicos?-
-Shuu lloró después de que salimos a tocar en nuestro primer concierto en la escuela.-
-¡Oye Nii!- el chico bajista se sonrojaba un poco y el vocal con algunas lágrimas en sus ojos se reía.
-Creo que está bien llorar un poco, pero más cuando es de emoción.-
-¿Qué tal si para terminar de emocionarnos a gusto, vamos a comer al naritake?- Decia Shuu mirando a los tres chicos casi llorando.
-Creo que allá podré llorar más a gusto.-
-Son unos debiluchos…- Ryo se restregaba sus ojos y su hermano le abrazaba fuertemente.
-Pero si eres bien llorón también, deja de hacerte el macho.-
-Cállate Nii…- Ryo le daba varios golpes a su hermano y este no lo soltaba.
-¿Qué se ha de sentir tener un hermano que te apoye de esta forma? ¿Qué se emocione contigo?- Satoshi se secaba sus lágrimas y se reía al ver a los dos hermanos peleándose.
-¿No tienes hermanos, Satoshi-san?-
-Nope, soy hijo único.-
-Oh ya veo.-
-A veces hubiera deseado haber tenido un hermano o una hermana.-
-Es un poco molesto pero también, pues puedes disfrutar de este tipo de cosas.-
-¿Y tu tienes hermanos Shuu-san?-
-Uno, y es menor que yo.-
-Me imagine a tu hermano molestándote como lo hace Ryo a Nii.- Satoshi se reía un poco pero notaba que Shuu no reía nada.
-Hubiese sido genial que nos molestáramos…- Shuu hablaba algo quedito pero era audible para el vocalista.
-Creo que no debí de haber dicho eso ni haber dicho lo de antes.-
-¿De que hablas?- confundido, Shuu miraba a Satoshi y este desviaba su mirada para mirar al par de hermanos.
-Oigan ¿vamos a comer o no? Ya me ruge la tripa.- el baterista tenia los ojos llorosos pero tenía una gran sonrisa en su rostro.
-Eres un tragón.-
-Ay ya, ¿Qué ustedes no tienen hambre?- Ryo se acercaba a Satoshi y le decía: -Tus gruñidos de tripa son peores que los míos.-
-¡O-ye Ryo!- en las mejillas del vocal había un leve rubor y Nii le pasaba un brazo por los hombros.
-Anda sabemos que eres el más comelón de los 4 aquí presentes, así que vámonos de una vez a comer y a celebrar.-
-Pero no tanto.-
-¿De verdad eres muy comelón, Satoshi-kun?-
-Si…- seguía sonrojado el chico de cabello castaño.
-No pues, ni te preocupes, que aquí los cuatro seremos muy comelones.-
-Que consuelo me das… ¡Voy a engordar!-
-Hahahah aquí el gordo es Shuu-san.-
-¿Cual gordo Ryo?-
-Nope, el gordo soy yo.- Nii hacia una pose triunfal y los otros tres le soltaban unos leves zapes.
-¡No seas payaso!-
-Hahahaha, los 4 nos pondremos gordos si comemos mucho.-
-Ay si, Satoshi se pondrá anoréxico.-
-No podría, mi debilidad es la comida.-
-Ok ya, vayamos a comer antes de que de verdad nos pongamos obesos si nos damos un atracón.-
-¡YAY!- Nii y Satoshi brincaban y se emocionaban como niños chiquitos, mientras que Ryo y Shuu solo movían la cabeza de un lado al otro pero sin dejar de sonreír.
Ya en el restaurante donde habían decidido ir, los 4 chicos empezaban a comer de todo un poco, desde ramen hasta buenos platos surtidos de pollo o puerco frito y carne de res.
-Y ¿decías Shuu? Nos estamos atascando de comida.- Ryo estaba comiendo algo de pescado mientras los demás le daban buenos mordiscos a la carne de cerdo y res frita.
-Bueno, es imposible no comer.-
-Nos vamos a empachar… ¡PERO DE GUSTO!- Nii tomaba grandes cantidades de alcohol mientras que Shuu apenas y llevaba la mitad de un tarro de cerveza.
-No quiero que se pongan tan ebrios chicos.-
-No lo harán, saben que mañana debemos de ensayar y pues no podemos presentarnos así.-
-Tienes razón pero… pues me preocupan, y más Ryo, él es el menor aquí.-
-Aunque no lo creas, es el que más toma y parece que no ha tomado nada.-
-Tu mamá se va a enojar Ryo.-
-Naaaa, con que le diga que esta mi hermano conmigo.-
-Ryo… tu mamá no es Nii-chan.-
-¡Ahahahahahah!-
-Tus ocurrencias Satoshi.- Nii tomaba un poco más y al terminarse su cerveza, sonreía ampliamente.
-¿Y esa sonrisa?- decía Shuu mientras acababa de comer su plato de ramen.
-Simplemente estoy muy feliz, y no sé qué más hacer aparte de sonreír.-
-Nee, ¿Qué se siente subir al escenario aunque sea por pocos minutos?- el vocal preguntaba dejando su plato ya vacío.
-Se siente como cuando te masturbas.- el más pequeño de todos decía eso y Shuu escupía un poco de la cerveza que estaba tomando.
-¡AHAHAHAHA ESTÚPIDO RYO! ¡AHAHAHAHAHAHA!-
-Oh… que… ¿fuerte?-
-¿Por qué siempre sales con cosas así Ryo? Me das pena hermanito.-
-Me doy una idea de lo que hablas Ryo. Empiezas poco a poco y terminas con un gran clímax… todo te duele pero al mismo tiempo te sientes bien.- Shuu tomaba de nuevo más cerveza hasta dejar su tarro sin una gota de ese líquido ámbar-
-Este… que raras analogías.-
-Creo que somos unos sucios ¿verdad?-
-Si ya sabes como soy… bueno de mi si no te puedes sorprender.- Ryo al parecer ya estaba algo ebrio.
-Te di solo espero que un día no salgas corriendo desnudo por la calle persiguiendo un gato…-
-¡AHAHAHAHAHAHAHA!- Tanto Satoshi como Shuu soltaban una gran carcajada sorprendiendo a los dos hermanos.
-¿Shuu riéndose a carcajadas?-
-No pasaba desde hace unos meses.-
-¿Pues qué? Sé que a veces me he puesto algo depresivo, pero al estar con ustedes se me olvida eso.-
Satoshi tomaba sus palillos, pescaba un trozo de pollo frito y se ponía algo serio.
-Ustedes son como mi segunda familia, se me olvidan los problemas de la primera.-
-Oye Shuu, deberías de ir a ver a tus padres antes de que empecemos con los ensayos y lo pesado.-
-Una llamada telefónica bastará.- Shuu se veía demasiado indiferente ante ese tema.
-Creo que sería mejor que los visites.- Satoshi opinaba y al mismo tiempo se tapaba la boca. –Creo que no debí de haber hablado, no te conozco y ya ando diciendo cosas.-
-No pasa nada, porque me estás diciendo la verdad, si me dijeras mentiras, ahí si me enojaría, quizás todavía no sepas mucho de nuestras vidas, quizás menos de la mía por que apenas y me conoces, pero, tenemos muchos años para conocernos, mientras no me mientas, no habrá porque me enoje.-
-Es que pues siento que soy algo entrometido.-
-Te interesas por los miembros de la banda, y eso no es ser entrometido.- decía Nii.
-A vece si… oigan, creo que me retiro.- Satoshi tomaba sus cosas y se levantaba de su asiento.
-Oye ¿Estás bien?-
-Sato-chan, no eres entrometido.-
-Perdón, olvidé que todavía no he acabado de desempacar.-
-Oye…- Shuu le tomaba de un brazo y Satoshi volteaba a verlo y el bajista notaba algo de tristeza en su cara.
-Perdón pero de verdad, necesito irme.-
-Pues nos vamos todos.-
-No, no, no sacrifiquen su felicidad por mi.-
-Ay por Dios, habrá otras oportunidades para ponernos hasta el gorro, a parte, te vas a perder y van a regañar a Nii-san.-
-Oye si, el líder tiene razón, te pierdes, nos quedamos sin vocal y a mi me va en feria.-
-Mi papá no es un monstruo.- Satoshi sonreía un leve y Shuu se levantaba junto a él.
-Nos quedamos sin vocal, y toda la burbuja que es girugamesh se va al demonio.-
-Hideyuki…-
-Recuerda que soy Shuu, ¿vale?-
-Gra-gracias…-
Los cuatro chicos pagaban la cuenta y salían de aquel restaurant.
-Nosotros dos vivimos un poco más lejos de aquí y en sentido contrario a ustedes.-
-Se van con cuidado ¿ok? Si no, después me quedo sin batero y guitarrista.-
-Ay, ay, si, mamá Shuu.-
-¿Mamá Shuu?-
-Ahahahaha, ok ya, nos vemos mañana.-
-Onii-chan… tengo sueño.-
-Me llevo a mi pequeño hermano latosos que dice que subirse a un escenario es como masturbarse.-
-Pero si Shuu-chaaan también lo diceeee.-
-Ryo…-
-Jejejeje, ¡cuídense!-
Alejándose lentamente, los hermanos desaparecían entre el tumulto de gente. Tanto Satoshi como Shuu caminaban hacia la estación del metro y ahí esperaban el vagón.
-¿Nos vamos en este tren? Para que no llegues tan tarde.-
-Si pero de verdad perdón por todo.-
-Creo que me debes ya dos helados, no me pidas tanto perdón, no has hecho nada malo.-
-Es que creo que…-
-Me debes ya tres helados, así que, ¿Qué tal si me compras uno mañana?-
-¿Mañana?-
-Y así tendremos tiempo para conocernos más, ¿te parece?-
-¿Llevo un bote de helado al estudio?-
-Si gustas, pero me gustaría conocerte un poco más Satoshi.-
-Gracias…-
-No puedo ser buen líder si no conozco a todo mi personal, y pues creo que yo también te debo un helado, ya que con el consejo que me dijiste antes de hablar con el director de la disquera, pude dejar de sentirme tan nervioso.-
-Je, si se te notaba lo nervioso pero convenciste perfecto al director del porqué el cambio de vocal.-
-Fue gracias a ti, y de verdad, creo que tu también serías buen líder.-
-No, no, tu empezaste esto, no puedo quitarte créditos.-
-Todos somos girugamesh, ¿ok?-
-Si, lo sé pero..-
-Anda, vámonos a casa que debes de hacer muchas cosas y yo acá quitándote tu tiempo.-
-Je, vámonos entonces.-
Durante el camino, los chicos platicaban sobre sus experiencias al subir al escenario y sobre cómo se sentían cuando terminaban de componer alguna canción o simplemente de tocar alguna guitarra.
-¿Cuántas canciones le enseñaste al director?-
-4, aunque las otras dos las deje en duda por que eran muy… bueno es que a veces saco todo lo que siento en las canciones.-
-Está bien Satoshi, a veces debemos de desahogarnos de alguna forma.-
-Si, y por cierto ¿Tú que sientes cuando escuchas música, Shuu?-
-¿Qué siento? Depende de la música que escuche, puedo sentir desde emoción, enojo, calma, cierta excitación cuando escucho unos buenos acordes de bajo… cuando me interesé por la música en la secundaria, lo tomaba como algo nuevo que me alteraba y me emocionaba un poco.-
-Algo así siento yo también.-
-Quizás sea como cuando dicen que se enamoran a primera vista.-
-No lo creo.-
-¿Por qué no lo crees?-
-Porque no creo en el amor a primera vista.- Satoshi miraba fijamente el paisaje que pasaba ante sus ojos mientras el tren iba en movimiento.
-¿No existe el amor a primera vista?-
-No… esa se me hace una idiotez.-
-¿Por qué?-
-Por que debes de conocer bien a esa persona, ya que si sólo te gusta al verla por unos minutos, segundos u horas y no has entablado conversación con ella, y ya te gusta, sólo te esta gustando su imagen, más no la persona como tal. Y la música es lo mismo, si sólo la escuchas por unos minutos pero no aprecias la letra de esta, o no aprecias bien los buenos sonidos mezclados de todos los instrumentos en ella, significa que solo te vas por lo superficial, no por los sentimientos.-
Shuu se quedaba callado unos segundos, observaba al vocal algo alterado y frunciendo su ceño.
-Creo que ahora yo te debo otro helado…-
-Perdón si fui algo grosero, pero tengo mis razones para decir que ese maldito amor no existe.
-No te preocupes, por cierto, aquí bajas.-
-Oh shit, mañana nos vemos.-
-Si.-
-Y Shuu-san.-
-¿Mande?-
-Gracias por hacer esta banda.- Satoshi le hacia una reverencia y salía corriendo del vagón del metro.
El líder de la banda se quedaba pensando, ¿Le faltaba conocer aún más a los integrantes de su banda? ¿A él también le hacía falta conocerse a si mismo? Tenia demasiadas preguntas en su cabeza que esta empezaba a dolerle.
En el departamento de Satoshi, este llegaba y sin decir más, se acostaba en su cama.
-Amor a primera vista…. Esa mierda no existe.- aventaba un cojín contra su armario e inhalaba fuertemente varias veces. –Y si existe, está lleno de mentiras.-
Shuu estaba en su balcón, fumando un buen cigarrillo y mirando la cuidad de Tokio en un agradable atardecer.
-Abuela, hoy sentí que me hace falta conocer muchas cosas, y a muchas personas también, pero hay cosas que quizás no digamos de nuestra vida personal, pero algunas cosas, me gustaría saberlas, pero es mejor no decirlas que decir mentiras.-
-Mentiras, si, eso sólo puede ser peor que otra cosa.-