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"Destiny Gay" por Cintia24

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Se dice que un buen cuento de hadas inicia con un bello día soleado. Con personas sonriendo. Animales saltando y, capullos renaciendo. Con mariposas revoloteando en la inmensidad y, las voces de chiquillos jugueteando en el viento.

Se dice que muchas mujeres llaman princesas a sus hijas en honor a esas historias que las hicieron felices en la infancia o que tal vez; Les hace ilusión pensar que una vida diferente les espera a sus retoños. Que ellas pueden obtener lo que sus progenitoras no lograron encontrar: Un Príncipe.

Un hombre que las cuide y, las ame tanto o más que su familia. Un hombre al que le sobre valor y, no solo belleza. Un hombre que con su inteligencia y, sutileza pueda vencer a los más temibles adversarios. Un hombre que no tema arrodillarse ante la mujer que ama. Alguien que evite a toda costa verla llorar o le preste sus brazos, cuando siente qué ya no puede más. Que no le tema a la vergüenza de decirle ¡Te Amo!, cada mañana.

Aun si, ahí personas observándolos.

Erica creyó encontrar todo aquello.

Una maña soleada, con pájaros cantando y, niños riendo en el parque.

¡Que gran cliché!

Una vez escucho decir qué "El amor se gana y, no se obtiene tras una mirada".

Esta segura que era parte de un sermón de su mejor amigo Stiles. Pero recién ahora le da valor a aquellas palabras. Y, sabe qué debió haber hecho caso, al bocaza de su amigo.

Al menos; Ese día de verano.

Debió haberlo hecho.

Debió haber tomado sus cosas y, jamás mirarle a los ojos. Ignorar su voz encantadora y, salir de ahí. Sin voltear a verlo.

Solo seria Uno más del montón. Solo seria alguien que con el tiempo… Se convertiría en un lindo recuerdo...

 


 

Ese dia;Fue todo lo contrario.

Sus carpetas se resbalaron de sus brazos, pero no cayeron. Entre sus libros había una hoja importante que le daría una A en su materia menos fuerte. Y su liberación de la secundaria se iba volando por culpa del viento travieso.

"¡No!"Antes de siquiera poder hacer un paso para ir a buscarlo. Sus ojos se toparon con un hombre tomando aquella hoja. Aquel sujeto se giro y, la miro. "Déjeme adivinar… ¿Sé le perdió esto? Encantadora señorita."

Después de aquello. Se escuchaban las campanas en la iglesia de Beaicon Hill y, un corto tiempo después. Se escuchaba a la Princesa Gitana. (Como le llamaban sus tres mosqueteros: Danny, Scott y, claro esta Stiles.) Llorando en la sima de su torre. Su príncipe convertido en un ogro por dentro y, sus sueños destrozados.

"Nunca desees un cuento de hadas, Princesa. Por qué esto es la realidad y, en la realidad; En todo inicio de un cuento perfecto, precede un final atroz. Y puede que no te agrade conocerlo." No recuerda quien le dijo eso. Pero podría culpar al bocaza de siempre.

 

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Actualidad;

Con su cabeza apunto de estallar por el juego de sonidos que la rodean. Y las palpitaciones a mil revoluciones. Intenta calmarse. Mantiene sus ojos cerrados con fuerza. Pero sigue escuchando aquellos molestos sonidos; Son voces demasiado cerca y, luego demasiado lejos.
Y el impacto de algo chocando barias veces. Como el agua de la regadera o el agua de lluvia.

Esta segura de haber abierto sus ojos- Pero no ahí luz- Sus parpados luchan intentando abrirse. Pero es ilógico, por que ya están abiertos. Sus ojos intentan ver algo. Pero solo encuentra más oscuridad.

Su cuerpo se vuelve insoportable, le duele todo.

En especial: Su muñeca.

Se retuerce y encoje en una cama que a pesar de ser muy blanda. Siente como si fuera de clavos; Por que el roce de su piel con las sabanas empeora el dolor que se expande por todo su cuerpo.

Su mente esta en blanco.

Pero rápidamente se proyecta- Un rostro- en su cabeza.

 


 

Es un hombre de piel clara, muy apuesto. Su cabello párese desordenado, sin estarlo. De cabello negro como la noche pero también varias mechas blancas como la nieve. Su rostro joven y, viril. Aunque sus ojos azules reflejan sabiduría y, guardan el secreto de muchas historias. Su voz suena gentil. Pero tan seguro como un capitán en un barco. − Esta herida y, se encuentra en mi humilde mansión. − Entonces nota que se encuentra recostada en lo que parece una camilla. Observa el techo. No sabe si es muy alto o sus ojos están imaginando cosas. Pero los dibujos le hacen creer que esta en una especie de capilla antigua. La voz varonil vuelve a hacerse presente a su lado. Gira su rostro. − No se asuste, somos amigos.

Sus ojos están húmedos, sabe que esta llorando. No ahí que ser muy inteligente para saberlo. − Ahora lamento sonar cruel. Pero tienes dos opciones, pequeña: Te quedas con nosotros y, aceptas una nueva oportunidad. O te marchas a un mundo mejor… Nunca más volverás a saber lo que es respirar. En mi opinión. No creo que sea justo que tengas este final. − Erica esta confundida. Ha escuchado cada palabra pero no cree estar segura de lo que ese hombre le esta ofreciendo. − Estas perdiendo mucha sangre niña. ¿Quieres que reinicie tu vida? − Pero eso es bastante directo. Erica solo recuerda ver sus manos elevándose asta el sujeto. No le sale la voz. Pero pareciera que sus ojos le dan la respuesta. Por que el asiente tomando su mano y, luego unos colmillos salen. Sus ojos se vuelven rojos y, los rasgos en sus rostros se vuelven bestiales. Los colmillos se clavan en su muñeca, succionando con fuerza. Y recuerda haber visto, los distintos caminos de sangre que se abren paso, alrededor de su muñeca, el dolor punzante de sentir que se esta quemando con fuego. Su garganta explotando en gritos y, por ultimo, encontrarse la misma oscuridad en la que esta ahora.

 


 

Boyd se encontraba limpiando su moto, en el enorme garaje subterráneo de la mansión. La cual se encuentra escondida en el medio del bosque. Muchos han estado parados frente a ella. Prácticamente la han traspasado. Pero ahí una antigua protección familiar en ella. Que impide que alguien ajeno a la familia o a lo sobrenatural, la encuentre.

La mansion estaba equipada con todo lo que uno pudiera deciar o encapricharse; Motos, Autos, Camionetas... Celulares,Wife; Lo que se les ocurra.

El señor Hale les hacia regalos bastante costosos a los miembros fieles de su manada. Boyd era casi un hijo en la familia Hale.

Los bellos de sus brazos se erizaron tras escuchar el grito brutal que sale de la habitación del nuevo miembro. Una chica, − ¡Esto es genial! otra mujer hormonal.−A Boyd no le agradaba mucho la idea… pero tampoco le hubiera gustado que aquella chica muriera.

Extraña el club.

Le trae nostalgia de cuando trabajaba para el tío de Stiles. Adrián era un buen hombre. Es una lastima que tenga que engañar al sobrino de esté.

Pero…

También tiene un deseo enorme de protegerle por el simple hecho de que Adrian.R. Harris fue la primera persona que les tendió una mano a él y, su hermanita. Cuando morían de hambre y, frió en la calle.

Y esta entre un dilema moral.

Por que parte de él, quiere confesarle la verdad a Stiles. Y, la otra parte quiere ser fiel al hombre que les otorgo una nueva vida a él y su hermanita. Y eso hace que vuelva a un principio. Por que de no ser por Adrian… Hale no tendría nada que salvar.

Boyd corre a gran velocidad. La lluvia paro hace unas horas y, el cielo se esta abriendo con magnificencia. Stiles ha dejado de atormentarlo con mensajes y, no sabe si eso es bueno o malo. Por que ese chico odia quedarse sin poder hacer nada. Los gritos se vuelven prácticamente gruñidos y, luego gimoteos. Eso le preocupa. Y se apura en su deber de ver que sucede con la nueva.

Intenta no llevarse con él a algún sirviente.

Sube las escaleras, dispuesto a lo que sea.

Si tiene que sacar garras, las sacara.

Prácticamente; Asota la puerta contra la pared. La chica no esta. Se asusta; pero sus oídos lo dirigen a su ubicación. Eso es malo. En su estado ella necesita oscuridad… su piel es demasiado sensible a cualquier golpe de calor que pueda recibir. Necesita oscuridad y, humedad. Su transformación aun no esta completa.

El cuarto donde estaba era oscuro y, frió. Suena cruel. Pero es el cielo vestido de infierno para aquel que pasa de humano a hombre lobo.

Entra pensando en mil situaciones pero… Pero se sorprende al ver a la chica de cabello ondulado y, casi rubio, hecho una maraña, los ojos brillosos y, la piel compitiendo con el brillo del sol que se asoma por la ventana. Sentada sobre sus piernas, en el suelo. Con el cuerpo a medio cubrir por unas sabanas que seguramente arrastro asta aquel cuarto. La muchacha sigue llorando sin notarlo aun ahí. Abrazándose a si misma. Con un cuerpo arrebatador que le quitaría el aire al mas impotente mortal. Y Boyd no es la excepción.

La chica se asusta nuevamente al verlo y, eso es malo. Por que ignora las reacciones de su propio cuerpo.

− ¡Cora! − Grita demandante Boyd.

Se acerca lentamente a la chica asustada que observa sus manos, aterrada. Al ver que tiene enormes garras saliendo de sus dedos.

− Tranquila. − Alza sus manos a la altura del pecho − Nada malo te pasara…

− que… que soy? Yo-yo… duele… esto es-es… − las lagrimas escapaban tras lo confundida que sentía. Boyd se quito la chaqueta y la cubrió con ella. Fue hasta la ventana y, la cerro. Luego acomodo las cortinas, volviéndola a las penumbras.

− Es una nueva oportunidad, querida… − Boyd se sorprendió al ver a su señora tan cerca de ellos. Ni siquiera había presentido el golpeteo de sus tacos al moverse. − ¡Hola, mi nombre es Thalia Hale! Y a partir de ahora; Puedes ver en mí a una amiga y, una madre…

Erica esta sorprendida ante las palabras de la mujer… Era bastante atractiva y, vestía, como una de esas ejecutivas sexy de las películas de sus mosqueteros, bueno de dos de ellos. Obviamente, a Danny le iban más los ejecutivos sexys.

Erica abrió sus ojos sorprendida al ver a la mujer en un parpadeo. A un ápice de distancia y, sujetando sus manos con garras, sin temer qué pudiera lastimarla. Le acaricio los nudillos y, le hablo suavemente. Diciéndole − "Todo estará bien. Poco a poco, lo entenderás, todo. Pero… por ahora necesitas descansar…"− la mujer la acurruco lentamente sobre su pecho, abrazándola. Las grandes uñas desaparecieron de sus dedos y, se sintió vencida por un repentino sueño. − "Buena Niña" − Sus ojos volvieron a cerrarse. Talia le acaricio el cabello y, se lo hecho tras la oreja. Beso su frente. Y Boyd se pregunto. ¿Por que esa mujer era tan maternal con desconocidos? Pero mejor no preguntar el origen de un posible Bing Bang.

−Boyd, tendrás que encargarte de la pequeña Erica… − ¡¿pequeña?! −Cora nuevamente entro en un plano astral. No se cuando despierte de su meditación. − Tomo a erica estilo princesa la levanto del suelo como si pesara menos que una pluma. Y la coloco sobre los fuertes brazos del muchacho. Le acomodo la chaqueta del joven. − ¡¿Me harás el favor de cuidarla?! Recuerda, que ahora es parte de nosotros.

− Lo se, la cuidare. − Soltó, con convicción. − Yo la protegeré.

Talía asiste con una sonrisa que no deja ocultar en sus labios. − No tienes que decírmelo. − Le da una pequeña cachetada cariñosa y, se aleja dejando como siempre desconcertado al chico. − Ya lo se.

 


 

Al despertar esa mañana.

Stiles, ya no hace el intento de sorprenderse.

¿Para que?

−Eso si, eh… Que luego no se queje ese lobo del demonio. Si, le llamo "perro callejero".
Firuláis ¿Dónde, se ha metido?. Oh, debería ponerle… Rin tintín, Lassie? − Medita Stiles en sus pensamientos.

− Mejor no.

− No, quiero terminar con unos colmillos incrustados en el trasero. Huí!. Ah veces pienso que me entiende. ¡Ya le encontrare el nombre adecuado! No puedo llamarle lobo toda la vida. ¿Oh, si? − Sigue divagando en sus pensamientos.

−En fin.

Luego de darse su tan ansiada ducha matutina y, es que Stiles ama las duchas. Se cambia de ropa y, también cambia las sabanas de su cama.

−Culpa de ese animal.

Debe hacerlo todos los días.

Pero tampoco se anima a decirle que duerma en otro lado… − ¡Ya vera, ESA BESTIA, cuando venga mi padre! Se las va a ver en feria. − Si. De ilusiones se vive.

Desayuna.

Jugo de naranja con dos tostadas untadas en dulce de frutilla. Toma una mas por que no lo resiste.

También ama las frutillas.

Toma sus llaves mientras va terminando con su tostada. Abre la puerta y, justo cuando se esta relamiendo los restos de mermelada del labio superior. Se queda tieso.

− ¡Joder contigo! − Grita exasperado.

Esta por cerrarle la puerta en la cara. Cuando Derek lo jala de su camisa Azul. Y, lo atrae hacia fuera de la casa.

− No volverás a cerrarme la puerta en la cara. − Y casi suena a una amenaza. Por lo que Stiles frunce el ceño.

− ¿Que diablos pasa contigo?. ¡Respeta la propiedad privada!. ¿Quieres? ¡Oh, lo siento!. Olvide que estoy hablando con un homosapiens. − Se vuelve y, cierra la puerta de su casa. Cuando gira Derek esta a nada de distancia de el.

− Estoy de visita

− Estoy de salida − lo empuja.

− Claro, Te vienes conmigo. − lo sujeta del hombro evitando que se marche.

− Suéñalo. − Se relame los labios. Derek observa esto y, vuelve a caer en la distracción de ver los labios de Stiles. Se pregunta "¡¿Cuando podrá besar a un Stiles conciente?! Resopla.

Stiles se tensa al ver aquella mirada sobre el. Específicamente sobre sus labios. Se cubre con el puño y, se va. Dejándolo atrás.

Esta subiendo al Jeep que estaba aparcado fuera de la casa. Derek lo sigue y, se sube sin ser invitado.

− Oye, que te eh…

− Yo solo quiero…

− NO! No y no… − Stiles golpeo varias veces el volante de su jeep. Derek sabía que se avía pasado de rosca… pero quería estar cerca de Stiles y, no como un simple lobo. En pocos segundos su celular sonaría. Y el recibiría una mala noticia. Debía de estar ahí junto a él.− Aun no es jueves. Déjame respirar un poco lejos de ti. Solo unas horas…− Suplica, sabiendo algo del extraño que se ah aficionado, con su vida entera. No es fácil de convencer. Ni recibe un; No. como respuesta.

− Lo siento, Stiles. Pero me necesitas.

Stiles esta apunto de abrir su boca para decir varias cosas, nada bonitas a Derek Hale.

Pero en su teléfono suena una canción qué no recuerda haber puesto en él. Y eso lo sorprende e inquieta.

Era la canción favorita de su tío. "Start of something good" de Daughtry. Adrian, Siempre tenia la maldita manía de cantarla, cuando parecía algo triste. Y el castaño tiene un extraño mal presentimiento que le hace dudar en contestar. − Contesta, Stiles. − y no esta seguro de por qué, pero sigue la orden de Derek, Al pie de la letra.

− Hola?. ¡Parrish! ¡¿Qué, sucede?! − Se suponía Que iba camino a ver a su padre a la clínica. Pero al parecer hoy no era un buen día. Derek Hale puso una mano en su hombro. Dándole apoyo, consuelo. Stiles apretó con fuerza el aparato en sus manos y, recibió una de las noticias más desagradables de su vida, las lágrimas cayeron por su rostro.

 


 

"Start of something good" hermosa letra. Alguien recordaba esa misma canción.

Siendo trasmitida en un viejo radio en su antiguo cuarto de preparatoria.

Peter no esta físicamente ahí. No ahora… pero lo estuvo años atrás…

 


 

Gira sobre su litera.

Su compañero de cuarto no esta. Y, se siente mas a gusto… estando a solas. Su mente no quiere pensar en nada y, solo lo obliga a recordar aquel beso; Demandante y, posesivo.

Su cuerpo le tiembla y, se ruboriza. Se gira nuevamente. − ¿Y, si… Kelly nos vio? − se cuestiona en un murmullo. Ella parecía muy callada.

Después de su patética huida.

− ¡Al diablo Kelly! − No le importa si lo vio o no…

Bueno.

Quizás le sirva de testigo.

− ¡No es que valla a acusarlo! − Claro que no… pero al menos ella le diría que alucino... Y que… Adrian. no lo lanzo contra un pizarrón. Lo sujeto de las manos y, le dio el beso más ardiente que haya sentido en lo que llevaba de su maldita existencia... o que si lo hizo. Por que también es descabellado pensar en que el tubo una especie de fantasía con su profesor de literatura, física y, bellas artes. − Adrián… − Y, joder que "Adrián" ahora suena terrible mente sensual al pronunciarlo en vos alta. Y eso le hace hormiguear toda su piel.

Las clases deben haber empezado. Pero el se debate entre ir… o no hacerlo.

Entonces encuentra una decisión que él llamaría: Termino medio.

 


 

− Romeo sabe que su corazón esta hecho un acordeón. Y hasta respirar le duele. Confunde el día con la noche… y, cada noche que representa el fin de un día y, el comienzo de otro − Sus ojos se mueven en busca de quien tendría que estar ahí, burlándose de sus palabras. − Cree que nada lo aria sentir tan mal como se siente… Desea ver a su Julieta. Pero sabe que tiene prohibido amarla. Y el silencio lo hunde más en su soledad.

La voz de Adrián le llega desde la azotea. Cierra los ojos y, escucha el resto de la clase… casi puede imaginar cada gesto. Detrás de cada frase. Suspira. Y, se pregunta. "¿Que diablos me pasa?"

− Lastimosamente la vida nos recuerda qué nunca se llega a predecir cuanto dolor podemos llegar a sentir en ella. Y, lo que creemos doloroso… suele ser poco" hasta del tamaño de un fríjol" comparado con lo que nos espera…. El destino.− La campana suena. Y, Peter parece despertar del trance en que lo ah dejado la suave voz de su profesor.

− Bien clase. Espero que algo les haya quedado de ser mis estudiantes.

− Púes…− pensó Peter con los cachetes ardientes. Entonces frunce el ceño-¡Acaso, besas a todos los de tu clase, idiota! − Resopla y, se calma.

 


 

Una hora después. camina por el campus, sus reflejos lobunos no son tan buenos como los de su hermano. Por es Kelly logra sorprenderlo cuando intenta huir de la clase de arte. Al parecer la ultima clase que les toca con Adrian.

− Peter. ¡¿Qué haces?!

− ¿No deberías estar en clase?.

− Lo estoy, tontito. − Le besa la mejilla. Solo por que peter ha corrido su rostro antes de que kelly tocara sus labios. − Por ser el ultimo día del profe. − kelly intenta demostrar que no esta enojada. Por tratarla con indiferencia. Pero Peter puede leer sus emociones, como un libro abierto. Cosa que también creía con Adrian Harris. Pero al parecer ese libro tiene una tapa demasiado dura y, difícil de abrir. − Tomaremos arte en el patio del campus. Ven todos te esperan, es mas pasaste por frente de nosotros y, ni siquiera lo notaste. En que pensabas, cabeza de chorlito. − sonríe y, lo arrastra hasta donde están los demás.

Peter no sabe por que razón, su corazón intenta escapar de su pecho, con solo ver a su profesor dando clases de espaldas a él.

 


 

En la actualidad;

Scott se pregunta si Isaac dejara de mantener su distancia. Sabe, que lo esta cuidando. Solo por que su madre le pidió que lo hiciera. Y, eso lo molesta.

Isaac esta sentado a un lado de la ventana leyendo uno de sus libros. Parece inmerso en la lectura y, Scott no ha parado de bufar ante el hecho de ser horriblemente ignorado. Pero eso no será por mucho tiempo más. De eso esta seguro. Y puede apostar su vida en que Isaac dejara de leer ese estupido libro, para prestarle atención solamente a él.

Y si ahí algo que Isaac debería saber de Scott es que es bastante decidido, cuando quiere algo. Y no sabe cuanto. Pero pronto lo averiguara.


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