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"Destiny Gay" por Cintia24

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Stiles, troto alejándose de su hogar.


En realidad; corrió, como si su vida dependiera de ello. Algo incomodo por llevar puestas sus viejas chanclas y, olvidar ponerse sus zapatillas especiales, para correr y, hasta de ponerle llave a su casa.


Todo con tal de dejar atrás al maniático-enfermo que lo persigue.


Y, es qué ya no ahí una pizca de decencia en los locos.


Prende su IPod, esperando escuchar algo de rock o enganchar alguna radio chévere que pueda alegrarle la mañana.


Aerosmith o Guns N' Roses, no estaría nada mal…


Y es que Stiles, puede olvidarse hasta de su nombre, pero jamás dejara olvidado a su muy preciado IPod.


 


En la casa Stilinski, el teléfono esta sonando.


Pero… no hay nadie que pueda escucharlo.


 


Sonríe a las chicas guapas que se encuentra en el camino. Da algún que otro cumplido al pasar por su lado.


Ellas sonríen ante el chico que corre con chancletas, todo divino. Llenándolas de cumplidos “inocentes”


Les coquetea con descaro a cuanta chica le retenga la mirada.


Y se cansa, justo, cuando encuentra una incomoda banca, donde poder apoyar sus posaderas.


Se sienta.


Se quita los auriculares e ignora al sujeto que se acerca y, se sienta a su lado, con el diario en mano.


Stiles mira a las personas divertirse en el parque; Ahí unos niños jugando béisbol, mientras sus madres, los observan. Unos adolescentes “jugando” mientras creen que nadie los mira. Un chico (con altos cuernos) lavando su moto mientras le hecha agua de la manguera a su pequeño perro pequines, qué le ladra emocionado a su lado.
Stiles escucha el ruido de un diario, cuando su compañero de banca, cambia de pagina.


Interesado-Aburrido.


Decide, entablar una conversación. Quizás, hablar de política, música. ¿Y Por qué no? Algún accidente “Ortomolecular” de algún famoso.


— ¿No le parece que hace un tiempo maravilloso? — le pregunta a su compañero de banco, girando hacia él.


Con los años ha aprendido qué el tiempo es el tema adecuado para iniciar cualquier conversación. Si es una persona bien educada no le negara una respuesta.

Y no quedara como un idiota.

— Creo qué sé viene una tormenta.


— ¡Joder! — Stiles, se sobresalta, resbala y cae de la banca. — ¡Acaso, estas demente! — Ya, en el suelo.


— ¿Solo, por decir; qué lloverá?


— No. ¡Por joderme el día! — Y, murmura con sus ojos achinados rellenos de rencor — Y, por decir que lloverá... — Derek le tiende la mano, para ayudarle a levantarse. Stiles, esta por cogerla. Pero… Derek la quita a unos centímetros.


Stiles, se cabrea. — ¡Que mierda!


— Si puedes cerrarme la puerta en la cara, para salir corriendo, como un cobarde. También puedes pararte tu solito. Aunque… Si, tanto necesitas de mi ayuda.


— Métete tu ayuda en… — Empieza a murmurar stiles. Derek le da un pequeño golpecito con el diario, sobre la cabeza.


Stiles, quiere asesinarlo.


— Ah- ah- ah… no deberías decir obscenidades en un parque para niños. — Stiles presiona sus labios, con evidente frustración, al ver que es cierto, dado que varias madres lo fulminan con la mirada.


Bueno, la que no le esté coqueteando.


— ¿Por qué, me sigues?


— No tengo nada mejor que hacer.


— Admites que eres un pervertido que esta hostigándome.


— Admito, qué estoy siguiéndote pero no creo ser un pervertido… Aunque, nadie me a presionado lo suficiente, como para serlo. — un tenue brillo se disipa en sus ojos, a lo que stiles traga nervioso. — Lo de hostigarte… Solo, si tú me ignoras.


— Te ignoro, por que me hostigas. Ostia, pero es qué eres un cabronazo. — suspiro —, de todas formas quería hablar contigo.


— ¿Enserio? Eso mismo pensé yo , cuando me azotaste la puerta en las narices. “Esta ansioso por hablar conmigo“.

— ¡Me sorprendió verte en mi casa!. — frunce el ceño — al igual, qué el hecho de qué pagaras mis cuentas. ¿Por qué… fuiste tú, verdad?

Derek esta apunto de abrir la boca, cuando algo vibra en los bolsillos de stiles, pero corta antes de que pueda contestar. — Disculpa — le hace señas de que le esta vigilado y, de que lo espere en la banca. Hasta que él regrese, para hacerle sus preguntas y, responda a sus dudas.


Derek asiste y, Stiles camina a unos pasos de la banca.


El numero es de Erica, y eso le da mala espina. Algo esta mal y, lo comprueba al llamarla y, ver que no le contesta. Derek observa con el ceño fruncido a un Stiles qué se esta exasperando.


Stiles marca, y cruza los dedos ante un Derek que alza la cejas, interesado.


Contesta, contesta, nena… ¡anda! por mi Dios, qué esté bien.


— ¡Stiles! ¡Oh, gracias al cielo!. — Suena aliviada, pero esta muerta de terror y, Stiles lo nota en su tono de vos.


—¿ Que sucede Eri?


— ¡El! Es él, Stiles… Va a matarme… — Su voz tiembla en la línea y, Stiles se tensa. — …esta aquí… — Por que erica no suele demostrar tanto su miedo. — …volvió, regreso… — La escucha gimotear, esta llorando y, detrás de sus suplica puede escuchar el sonido de cosas rompiéndose en pedazos. — ¡Y, va ah matarme!. — llora — ¡Ayúdame stiles, ayúdame!.— Suplica en un murmullo. No quiere que su esposo la escuche.


Erica esta en el suelo, sentada detrás de la cama. Hecha un puñado y, mirando con temor asía la puerta que ha bloqueado con un ropero.


Pero sabe que no durara mucho.


— Cálmate y dime…. ¿Dónde, estas?


— En mi casa. Encerrada, en la habitación de arriba. bloque la puerta pero no tardara en abrirla. Stiles, tengo miedo…


— Shhh! — Intenta calmarla, aunque el es un mar de nervios. — Tranquila, busca algo con qué defenderte. — Se mueve de un lado al otro, mirando a su alrededor. — en lo posible que sea filoso o tenga balas.


— Stiles. — gimotea — me-me… ah golpeado… — murmura. — casi, no siento mis piernas.


— Ya tranquila… es solo el miedo, todo estará bien preciosa, te lo aseguro.
Derek suelta un “Stiles? Esta todo bien?” Stiles sube su mano y, prosigue, repitiendo — Toma lo que sea, y no dudes en usarlo. Si el intenta algo…


— ¡Stiles!


— Cálmate, respira. Voy para halla. Estarás bien nena, estarás bien. Confía en mi..
La línea se corta tras un fuerte sonido.


Stiles, maldice. Esta muy lejos de su jeep. Mira a Derek. — ¿Tienes tu auto aquí?.


— No.


— ¡Diablos!. Me cago en…


Frena su monologo. — Bájale y, dime que es lo que pasa.


— Una amiga esta en peligro, su ex quiere matarla y, lo hará si no hago algo. — Derek se preocupa al ver que el corazón de stiles esta demasiado acelerado y, no necesita de sus poderes para saberlo, este párese salirse de su pecho entre cada respiración.


— Calma. — Stiles, marca números, nadie responde.


— Te ayudare.


— ¿Cómo? — suelta desesperado. Parrish no atiende su teléfono. — ¿volaremos en tu alfombra mágica o usaremos una escoba?


— Prefiero las motos, Son mas rápidas. — Sonríe de lado, echándose a correr hasta su objetivo.


— ¡Oye, espera!. — Corre detrás de Derek — Esto es tan irreal.


— ¡hey! — grita el dueño, de la moto al ver a un intruso tomar su posesión.


— Chico, necesito tu moto. — Derek se sube sin esperar respuesta.


Stiles sube detrás de él — Asunto oficial — el perro le ladra a stiles.


— Tu no eres oficial, Stiles — Grita el dueño, que conoce a stiles.
La moto arranca y, se aleja.


— ¡Eso díselo a tu novia, Randy!.— pasan cerca de los chicos que jugaban béisbol. — préstame esto chico, lo necesitare. — toma el bat.


— Claro, stiles.


— ¡Voy a matarte, stiles! ¡Maldito bastardo! — grita, junto con su perro, el cual ladra enloquecido.


— ¿Su novia? — Apretando un poco los dientes y, juntando sus cejas.


Con media sonrisa, pero igual de preocupado por su amiga — Tu solo sigue, te diré por donde…

 


 

 

Cuando stiles llega a la pequeña casa, en medio del bosque. Sale de la moto, sin esperar a Derek y, corre con su bat hasta la puerta de la entrada.
Se asusta al encontrar todo hecho un desastre.


— Stiles.


Stiles no espera y, sube las escaleras en busca de Erica.


Logro dar con boyd por Wassap y, el se encargara de ir por Parrish.
Derek olfatea el lugar, huele a sangre.


Stiles baja, desesperado. — No ahí nadie en la casa. — Sus manos se mueven de un lado al otro, mareando a Derek. — El ropero con el que trancaba la puerta esta en el suelo… ahí sangre y-y… Erica no esta. ¡No esta, Derek! — Derek, trata de no sorprenderse al ser llamado por su nombre y, no por algún adjetivo, subjetivo o lo que sea…


— Esta viva. — Derek lo ah asegurado. Stiles abre los ojos sorprendido. Derek se maldice, ahora tendrá que explicarse.


El ceño del castaño se frunce. — ¡Claro, que esta viva.! — Stiles, no se ah dado cuenta de que en realidad lo estaba afirmando, suspira e intenta calmarse.
Stiles observa el bosque. — Nos dividiremos. — Derek asiste.


— Yo iré por aquí. — Derek empieza a correr adentrándose, entre los árboles que ahí frente a la casa. Dirigiéndose directamente hasta donde lo lleva el olor a sangre.
Stiles, no correera peligro, yendo por otro lado.


— Claro, yo iré por acá… entonces — no hace mucha distancia, cuando un par de camionetas y, un auto de oficial, estacionar frente a la casa. — ¡Boyd! ¡Parrish! Y… Victoria argent?. Que carajo…


La ve bajar de la camioneta del oficial. Caminando, como profesional de valet, intentando evitar que sus zapatos de marca, se manchen con el lodo y, las hojas del suelo.


— ¡Que hace ella aquí!


— No pudimos hallar a Melliza. — boyd resopla. — la señora se ofreció. — la señora de cabello corto y rojizo. Mira con soberbia y, una clara demostración de odio hacia Stiles, aunque lo oculta de Parrish.


— Solo quiere ayudar — Suelta, Parrish.


— Oh, claro. Por supuesto. — Suelta, ella con poca convicción.


— No ahí tiempo que perder. Estoy con un amigo, creemos que la ah llevado al centro del bosque. Nos separaremos.


Eso no sucede.


Boyd se acerca a uno de los árboles, ahí un Pedazo de tela rajada, enganchada entre las ramas. La toma entre sus dedos, la olfatea. — Es fresca. — Sus ojos brillan. — Fue por este camino


— ¿Cómo lo sabes? — pregunta, victoria interesada.


— Estuve… un par de años, con los niños exploradores y, el papa de stiles… me enseño algunas cosas, mientras le cuidaba en el hospital. En el tiempo que nos turnábamos.


— Gracias al cielo qué tu lo escucharas. — suelta Parrish y, stiles asiste.


— Mi amigo se fue por el otro lado, cubriremos dos caminos de todos formas — suelta. — Démonos prisa.

 


 

Derek se sorprende al encontrarse con el cuerpo de una chica, morena en el suelo. Sin vida y, con la sangre que brota, fresca. Traga en seco, e intenta buscar mas pistas.


Pobre stiles, cuando sepa lo que le ah pasado a su amiga. Derek para de examinar el cuerpo, cuando se da cuenta qué la joven, fue atacada por un lobo y, no cualquier lobo, un alpha.


¿Acaso, había otro además de su padre en Beaicon Hill?.


Stiles, esta solo. Debe volver por él. Es entonces qué escucha lo que parece ser la marcha fúnebre, tarareada.


Y no es el único.

 


 


La chica qué esta asustada cerca de una fogata, también la escucha.


Esta llorando y, se mueve de atrás a adelante. Suda y, esta tan pálida como un pedazo de carne, sin sangre. Se encuentra atada de pies y manos. Llora cerrando sus ojos y, párese que sus labios están orando, a pesar de estar amordazada.


Ella nota los bidones qué huelen a asido en el suelo, también observa un gran tacho, donde cabria un cuerpo. No ahí que ser un genio para imaginarse, lo que ese lunático quiere hacerle… y, eso la asusta más.


Un hombre aparase frente a la chica. El mismo que ocho meses atrás era el amor de su vida. El qué juraba que la cuidaría con su vida, de cualquier peligro que se presentara. Y ahora su mayor peligro era él. Se caso a los dieciséis años, tenia algo de sangre gitana en las venas. Por lo que no fue raro para su familia.

 


Deucalion era un joven de veinte años, un amor. Siempre romántico y, cuidando de ella. Religioso a pesar de su nombre… pero de un día para el otro. Regreso a su hogar: la torturo de formas qué ni siquiera su mente podía recordar. La había golpeado, hasta perder la conciencia. El sheriff la había salvado aquella vez… y, a pesar de amarlo. Dio su testimonio para que terminara tras las rejas, donde debería de estar…


En vez de preparando su final, en esta historia.


Erica logra verlo, a pesar que sus ojos, están llenos de lagrimas y, lagañas.


Tiene un claro aspecto británico, viste de negro y, tiene una flor blanca en el bolsillo — * ¿ querida, me has extrañado? — los ojos de Erica trasmiten odio y, miedo. — has sido una mala esposa, lo sabes… Si, lo sabes. — le quita la mordaza.


— Suéltame, por favor… Deu..— le da un cachetazo, que la hace perder el equilibrio y de estar sentada, terminar recostada en el suelo.


Erica no puede evitar fijar su mirada en la navaja, que Deucalion pone a su lado.


— ¡Ya deja de chillar! — grita, — ¡Tú me enfermas! — Erica, hace el cruel intento de acallar su propio llanto.


El la toma del cabello y la jala hasta estar, rostro contra rostro. — Eres tan hermosa… pero detesto ver, como te miran. — Sus ojos azules, destilaban odio, pero parecía mirar mas halla de ella. — Detesto observar que por mas que te marque como mía, ellos te sigan viendo bella. Pero no pasara mas… "ma chèrie" (querida).

 Acaricio, con su pulgar el rostro de la chica que tiembla en sus manos. — No. no pasara… — le tira del cabello. — ¡¿Y, sabes por que?! — la acerca mas y, la besa. a pesar de que Erica intenta apretar sus labios para que no la bese, la suelta y vuelve a jalar de su cabello. —¡¿Qué, si sabes por qué?!— ella negó en silencio, con sus lagrimas recorriendo hasta los dedos del alto y, despiadado hombre. — Por que… yo voy a asegurarme de ser él ultimo en ver tu belleza.

Deucalion esta apunto de besarla de nuevo. Pero, alguien los interrumpe.


—* ¡ Suéltala!


Deucalion; Se levanta, sujetando a Erica del cabello y, haciéndola levantar del suelo. Pegándola a su cuerpo, en el proceso. Levanta la navaja y, la presiona sobre el cuello de Erica.

— Pero… si, es el retoño del sheriff… — Suelta, con burla. — Escuche qué alguien le dio, su merecido a ese viejo. Con todo respeto. — Chasqueo la lengua y, escupe a un costado. — Es una pena que no halla acabado el trabajo.


Stiles, da un paso hacia adelante. Boyd le pone una mano en el hombro. — Solo quiere que bajes la guardia.


— Negrito listo. — Boyd no puede evitar el apreté de dientes, con solo ver la condición en que esta, aquella chica rubia, amiga de Stiles. Desea romperle el comedor a ese sujeto.


Parrish no puedes permitirlo. Esta apuntando su arma reglamentaria, en la frente de Deaucalion. Pero no puede dispararle.


No cuando, con solo un movimiento, la bala puede acabar con la persona equivocada.

— ¡Suéltala! Sabes, qué no puedes salir de esta, te tenemos acorralado.

Deucalion da marcha atrás, arrastrando con él a Erica. — Dispara, anda dispara… — se ríe. — no eres mas que un inútil. — el arma tiembla en las manos de Parrish.


Derek se tensa. La chica aun esta con vida, puede verlos a lo lejos… la qué encontró solo fue la primera y, si es por el, la ultima desafortunada.


Deucalion baja la navaja hasta la cintura de la chica y, se la clava.


— ¡Erica! — Es el grito desgarrador de stiles, al ver como su amiga es herida ante sus ojos.


Derek no alcanza a llegar para evitarlo.


La lanza al suelo y, huye, llevándose un pequeño bidón de asido, con él.


Todos corren a auxiliarla.


Derek va detrás de Deucalion.


Victoria presiona la herida intentando evitar que mas sangre salga. Erica suelta sangre por la boca y, sus ojos están dilatados. Stiles, apreta los puños y sale corriendo detrás de aquel animal.


 


Cuando llega saca sus garras, pero siente a su Stiles cerca y, las guarda de nuevo. Quizás no haga falta. Solo es un humano enfermo. — ¿que haces aquí.? — suelta Derek girándose hacia él — regresa, yo me are cargo. — stiles, lo ignora y mira por todos lados esperando encontrarse con aquel sujeto.


Derek, resopla y, poniéndose espalda contra espalda. Tratan de ver al demente-britanico.

 


 


Boyd recibe una llamada. Mira el nombre y, aunque no quisiera. Debe contestar.


— Habla.


— Trae a ala chica.


— ¿Qué?


— ¡Que la traigas! Tú alpha quiere verla.


— No puedo — se aleja de victoria que alza la ceja y, lo observa. — Esta herida y, victoria Argent, la esta curando.


— Te eh dicho que nos traigas a la chica. ¡Tiene que ser Ya.! — Cora suspira — Esta muriendo.


Boyd se tensa. — ¿Puedes hacer algo por ella?.


Cora suena molesta, cuando vuelve a responderle — Hare mucho por ella. Si, la traes. — Suena determinada. — es importante para mi futuro Boyd, créeme que deseo que este bien. — ordena por ultima vez. — Tráela.

Boyd se acerca al cuerpo de Erica y, la toma entre sus brazos, alzándola. — La llevare con una amiga. Usted no podrá curarla, es una herida profunda y, el hospital esta lejos. — sostiene caminando hacia su camioneta.


— ¡No puedes hacerlo!.


— Lo estoy haciendo.


— No puedes permitirlo, oficial.


— Lo siento, pero el tiene razón, la chica no llegara a tiempo, y, lo importante es salvarle la vida. — Boyd. Dejo a los dos discutiendo detrás de él. Parrish esta distrayendo a la bestia.


Arranco, su camioneta y, partió, con Erica recostada en el asiento trasero.


Parrish sonrie. — Además, ya se ah ido. No podemos hacer nada.


— Levantar una queja, demandar. Ahí mucho que se puede hacer, si no se es incompetente.


— ¿Esta acaso usted insultando a un servidor de la ley, señora? — Parrish estaba muy molesto. No le agradaba en lo mas mínimo Victoria Argent, Menos siendo él tan amigo del sheriff. Si hubiera podido traer a Melliza no hubiera optado por Argent, pero ella estaba justo recibiendo una boleta por alta velocidad ,cuando boyd le llamo.

 


 


Derek a escuchado algo. Como un zumbido y, huele a lobo… si, a eso huele. Huele a alpha. Camina alejándose un poco de stiles.


Error que no repara en darse cuenta.


La navaja vuela cerca del rostro de Stiles, que la esquiva con su sentidos de supervivencia. El tipo es rápido, acaba de acercarse y, saltar sobre él.
Derek corre a auxiliarle.


Stiles intenta quitárselo de enzima. el bat es quitado de su mano y, lanzado a un lado. Puede sentir el ruido de algo liquido moviéndose en un bidón.


Y eso es.


Deucalion intenta lanzarle asido. Stiles, intenta ponerle los pies en el estomago, para empujarlo para atrás. A perdido sus chancletas hace rato y, sus intentos son fallidos.


Pero es Derek el qué sujeta al tipo de su camisa y, lo jala hacia atrás, lanzándolo al suelo.


Deucalion cae de espaldas, el bidón se abre, en el aire y, el asido cae en su rostro. Quemándolo en carne viva. Se arrastra y, da vueltas en el suelo. Entre gritos y, alaridos. Pero jamás suplica ayuda.


Stiles, respira entrecortado y, sorprendido. Derek lo levanta del suelo y lo abraza, sintiendo que el miedo se a desparramado, en forma de hormigas por todo su cuerpo. No sabe cual de los dos es el que se ah asustado, más.

El lobo quiere vengarse y, se suelta de stiles.


Pero… Stiles, al ver que Derek intenta acercársele, lo retiene con sus dedos, envueltos en el brazo del morocho. — Déjalo, tiene lo que se merece. Derek le mira a los ojos, Stiles algo nervioso le suelta. Ambos dirigen la mirada al hombre en el suelo. Pero ya no esta…


— ¡¿Qué diablos, se escapo.?!


— No ira muy lejos, seguramente morirá en el camino por el bosque. — Sostiene Derek.


Derek no puede estar mas equivocado.

 



Ah tanteado árboles, pues no puede ver nada.

Deucalion cae, rindiéndose a morir.


— ¿Quieres vengarte, no es así…?— Si Deucalion lo hubiera visto, se reiría de la sotana que lleva puesta. — Te ayudare si me ayudas. — él hombre no necesita una contestación. — Serás parte de mi manada.


Sonríe, y le clava sus dientes en el brazo.


Mientras Deucalion se retuerce del dolor. — Ahora sere tu alpha.

 



Stiles, estaba eufórico, se habían llevado a Erica.

Al menos fue boyd.


confía en él.


Sabe que cuidara de la chica, pero la preocupación no lo deja en paz.

Victoria es un dolor de cabeza.


— Seguramente, lo mataron. Y, sin un juicio justo y, ahora vuelven luego de deshacerse del cuerpo.

 


¡¿Juicio?! Piensa stiles.


— ¡Juicio! ¡¿Juicio?! ¿Esta usted, completamente loca…? no responda, no hace falta.

 

—Maleducado, atrevido, despota...

— Botellita de jeres..

—cállense. — El oficial no los soporta mas.


— Tú eres el principal sospechoso. — Stiles enarca una ceja. — ¡Parrish! arréstelo.


— No lo are, si Stiles, dice que huyo luego de atentar contra su vida y, que el derrame de asido, fue un accidente. Le creo.


— No puede dejar las cosas, así como así. — Le grita Victoria a Parrish. — Tiene que arrestarlos. ¡han quemado con asido a una persona.! Y, puede que este muerto. Tienes que encarcelarlos. Si no lo haces, buscare un juez y, él si me escuchara. — Amenazo, con el deseo de ver al hijo del sheriff, pudriéndose en una carcel.


Es Derek que se pone enfrente de la falsa pelirroja — Soy abogado señora, y se muy bien, hasta donde me ampara la ley. — le apunto con el dedo — Por lo mismo le imploró, qué no me busque o me encuentra. Y deje en paz a Stiles.


Parrish recibe un llamado por radio, y suspira cansado al ver la moto en la que Derek y, stiles llegaron — ¿Estas seguro qué es esa moto?. Bien.


— ¡No necesito que me defiendas! — Colérico stiles.


— Quizás, si. — Stiles mira a Parrish. — Tomaste la moto de Randy Sherman. — stiles, le sonríe inocente.


— fue un préstamo — alega Derek


— La denuncia que puso, contra stiles no dice lo mismo.


— ¡Joder!


Victoria sonríe.


— Lo siento stiles tendré que arrestarte. Hasta que aclaremos esto.


— Yo fui el que tomo la moto.


— Idiota, cállate.


— Entonces usted también ira.


Stiles sube a la parte trasera del auto del sheriff a cargo, Parrish. Suspira. — Parrish necesito saber que Erica, este bien. Necesito avisarle a los demás.


— Yo me encargare. — Derek sube al lado de stiles — ¿tienes abogado?


— Acabas de arrestar al único idiota que conozco que sepa de leyes.


— Lo siento. — suelta Derek apenado.


— ¡adiós stiles! — suelta, burlona. Victoria caminando muy victoriosa hacia su camioneta.


Stiles, gruñe. A Derek le encanta

.
— Supongo que tú si conoces… — Suelta el oficial.


— Si. desgraciadamente si… — resopla. Tendrá que llamar a su madre.


 

 

Boyd caminaba con el paquete acurrucado en sus brazos, Erica no pesaba, mucho. Y Boyd con su poder de lobo, la tenia, como una pluma sobre sus brazos.


Espera que stiles no sospeche nada.

Isaac pedirá su cabeza en una bandeja. Por qué le había prometido buscar información, sobre su atacante. De ahí el hecho de estar cerca de Parrish y, victoria. Cuando stiles le mando el mensaje por Wassap.


Cora apareció en la puerta de la mansión Hale.

Parecía la copia de Abril Laving. Con sus traje entre punck y, pop. Es una chica rara, siempre lo pensó. camino frente a el, guiándolo por la casona. Cora paro frente a una gran puerta de madera, con el dibujo de tres círculos entrelazados. Igual al tatuaje de Derek, pensó. solo que esos eran espirales.


Camina hacia el centro de la gran habitación.


—Usted sabía lo qué él haría, ¿no es así?


Los ojos de Cora resplandecieron como un cristal en su cara pálida y fingidamente asustada.— ¿Hacer qué, Boyd? —preguntó tan cortésmente que el estuvo a punto de lanzarle algo por la cabeza. quizás a la chica que llevaba en sus brazos.


—Tu sabe a lo que me refiero.


— ¿Ah, sí?


— Lo tenías planeado.


— ¿Qué estás insinuando, Boyd?


— Si, tu sabias lo que pasaría está mañana, ¿Por qué no nos avisaste antes?.
Sonrío, era obvio que boyd la descubriría.


Los calladitos son los mas astutos.


— A veces, Para que el destino, cumpla su curso, solo ahí que planchar las partes arrugadas.

— ¿Y Ella, era una?.

— Así es.

— Dependes de ella..— sostuvo.

— Y, tu igual que yo. — se acerco y acaricio el rostro de erica en los brazos de boyd. Puso su mano en la frente de la chica. Ardía en fiebre. Con el rostro serio, aseguro — Ambos dependeremos de ella.


 le hizo una seña para que la colocara en una camilla que había en el centro del cuarto.


Así lo hizo — ¿Yo? — ahora estaba mas que interesado por saber. — ¿Por qué los dos?


— Me encanta que por fin, me dirijas más de dos palabras… pero no puedo decirte más.


La puerta por la que entraron se volvió a abrir.


— ¡Papi, al fin llego.! — Grito, Cora emocionada.


Al hombre le brillaron los ojos rojos, Boyd se agacho a un lado de la camilla. Su alpha merecía su respeto.

 


 

— ¡Esto es increíble!. Esperaba concerté en una cena familiar y, no encerraos, tras las rejas.


Stiles, no sabe por que esa mujer lo esta retando. Pero siente el extraño deseo de pedir disculpas. — lo… siento?


— Talía no empieces.


— ¿Quien es ella?


— Soy su madre.


— Oh, dios.— stiles, observa a la atractiva mujer, vestida de punta en blanco. — tus padres son separados? es viuda, o algo asi.. le interesa un amante. — Suelta en broma.

— Ni se te ocurra. — stiles, repele la idea. No le atrae nada que tenga que ver con Derek Hale, pero quiere picarle en el ojo. Le guiña un ojo a Talía, con su media sonrisa. — Ni siquiera lo pienses. — dice sujetándolo del cuello de la camisa...


Talia se ríe. — Es bueno saber que aun me ven atractiva algunos jóvenes


— Madre — la regaña.


— Señora permítame decirle que luce como una quinceañera, ¿Cuántos, años tiene?. Se que no es bueno preguntar… pero en usted seria halagó.


 

 

La mujer se ríe y, una hora después ambos son chicos libres. Si Stiles, no tuviera un prontuario de travesuras tan grande, no hubiera pasado una hora. Talia le presta el auto a Derek, para que lleve a Stiles a su casa.

 

Mientras estuvieron encarcelados, luego de varios insultos, quejas y, monólogos de Stiles. Derek le aclaro, qué la qué pago el hospital de su padre, fue Talia, su madre. Que el apenas se había enterado del desatino del sheriff. Y que se disculpaba, pero qué no había nada de malo, en ello. Su madre solo quería ayudar…


Stiles, aun se sentía en deuda. Le pregunto a Talía que podía hacer por ella. Derek estaba lejos, pero escuchaba a la perfección.


Talía sonrío. — Quisiera que Derek, se relajara un poco. El hecho de ser abogado, lo esta consumiendo. Podrías darle trabajo en tu club.


—Seamos socios.— Soltó stiles a la madre de Derek.— Le daré el veinte por ciento de lo que ganemos hasta cubrir los gastos qué cubrió de mi padre.


— Me parece bien. Pero mi hijo estará a cargo.


— Tiene que estar bromeando. — rogó — Su hijo y, yo no podemos estar juntos, ni siquiera por una hora. Nos mataremos. Yo lo matare.

— Hoy estuvieron juntos todo el dia. Dudo que eso pase… que quede claro, has hecho un trato.


Un trato con un Hale.
Un trato con el diablo.


Stiles suspiro con aquel pensamiento.


— ¡Qué suspiro tan profundo! —comentó él.


Stiles estaba cabreadisimo. —Esta noche ha sido algo especial, ¿no te parece?


Derek freno el auto. Y stiles, intento saltar del asiento. Pero algo no lo dejo, el cinturón


Boyd había llamado, diciendo que Erica estaba bien. Eso lo tranquilizo, un poco. Pero maldijo a su amigo, cuando esté le aclaro que estaba en reposo y, que no debían verla hasta que sanara por completo.


—Podríamos tomar un..


—No... voy a invitarlo a entrar —no lograba soltar el cinturón de seguridad porque sus manos temblaban—. Necesito estar solo.


—Stiles —sus manos firmes se posaron sobre sus hombros—, tenemos que hacer planes para el club, así que tendremos que vernos muy pronto. Cenaremos juntos; estoy libre el jueves por la noche.


—Pareces muy seguro de que yo también estaré libre.


— ¿Y no es así? —sus ojos examinaron su palidez, y su boca en forma de corazón tenía un aspecto muy atractivo. De súbito, se inclinó hacia el joven y su boca rozó el cachete del castaño, cuando el esquivo su rostro, al verlo acercarse.—. ¡No tiembles tanto, no voy a comerte!


—Si esperas algo de mi, vas a sufrir un cruel desengaño.— azoto la puerta una vez, bajo. Derek agradeció en silencio, que no fuera su preciado Camaro —Yo... yo no me siento así, contigo.


—Todo es posible —su voz tenía una nota burlona—. Te llamaré por teléfono para la cita del jueves por la noche, y me gustaría que estuvieras disponible. Si tu jefe te necesita,— Stiles era su propio jefe, y el lo sabia. —le dirás que ya tienes un compromiso.


Al menos que se refiriera a su padre, en ese caso… de ninguna manera. Era como pedirle a lucifer una noche libre.


Stiles sintió que estas palabras lo herían. Se sentía un esclavo ante las demandas de Derek.


derek se apollo en el auto, stiles queria darle una puntapie en la rodilla.—¡Esto no será una citaaaaa! — Derek lo sujeto de la mano cuando esté te giro para irse.


—Por favor, déjeme ir, estoy cansado, fulminado, destrozado.


—Estás rendido por unas nuevas y extrañas emociones, ¿no es así? Bueno, por lo menos, podrás dormir tranquilo en lo que se refiere a tus hermanos. Ellos ya están bien, y la chica igual.


— Si, lo que sea.


Lo soltó y el salió desapareciendo en la noche fría y lluviosa. El auto no se alejó hasta que el castaño entró, en su hogar.

 

 


El Camaro se detuvo frente al edificio alto donde Derek tenía su pequeño apartamento. le había devuelto el auto a su madre y, recogido el suyo. sonríe recordando el bat que el chico dejo olvidado en el asiento trasero. 

 

 

Aún sentía en su mano aquel hormigueo que aparecía en cuanto tocaba la piel suave del castaño. Un sentimiento calido, lo lleno de renovadas esperanzas.— No Se arrepentirá, de darme esta oportunidad. Eso lo puedo jurar, por mi vida. —subió corriendo por la escalera que conducía a la puerta principal del edificio.


Tenia que asearse y, volver a su disfraz de lobo.. O mascota.

No quería que stiles, se preocupara por el. Su estomago gruño. Eran las siete de la tarde, casi noche. Comería algo y, volveria al lado de su compañero.


Había una nota de Isaac en el heladera. Diciéndole que no volvería esa noche. Ya listo para partir, se en contro con… Ethan qué estaba en el sillón viendo una película y, con el ceño fruncido. Aidan parecía estar arreglándose en su cuarto, y se notaba algo risueño. Casi tubo que parar a olfatear, para ver si no se había equivocado de gemelo. Con los hombros hundidos les resto importancia.

Y se fue… en busca de su castaño.


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