Los rayos solares golpeaban bruscamente el rostro de Luhan iluminándolo con sus suaves luces mañaneras.
Él se levantó como diariamente lo hacía. No había nada fuera de lo normal que lo hubiese sorprendido hasta que se dirigió a paso lento al baño a hacer necesidades humanas y…
—¡AHHHHHHH! ¡¿Qué es esto?! —Gritó estrepitosamente y cayendo hacia atrás por la impresión, haciendo despertar a los chicos que se habían quedado a dormir esa noche en la casa de Luhan.
El día anterior, la casa de Luhan se había llenado de invitados jóvenes por la fiesta que sus amigos y él habían organizado muy bien por el cumpleaños de Kyungsoo. La fiesta había durado toda la tarde, la noche y parte de la madrugada.
Los once sobrantes más, habían decidido quedarse a dormir en la casa de su amigo chino Xiao por causas de tiempo. Era muy tarde para volver a casa y como entre ellos ya se conocían DEMASIADO bien, no habría ningún inconveniente.
Por el grito ahogado que Luhan soltó, Minseok se levantó gracias a su sueño ligero y se encaminó rápidamente al cuarto de baño para cerciorase de que su amigo se encontrase bien.
—¡¿Qué sucede, Lu…?! —Su pregunta fue interrumpida por lo que sus ojos atraparon ante cierta escena y viendo con espanto lo que Luhan traía entre sus piernas.
—¡¿Qué es esto?! —Preguntó Luhan preocupado por aquel material.
Los demás despertaron y fueron rápidamente llegando al cuarto de baño donde los mayores del círculo de amigos se encontraban.
Todos se impresionaron, se asustaron y se confundieron ante dicha escena. Así que se limitaron a preguntar.
Se trataba de un cinturón de castidad.
¿Y qué rayos era eso? Un cinturón de castidad consistía en ser un tipo de calzoncillo de metal. Cubría la parte del miembro masculino, y cubría con otra fibra de metal, su trasero.
Luhan en seguida se mostró desesperado y asustado, a lo que reaccionó al instante e intentó quitarse aquello totalmente desconocido para él. Pero falló notoriamente, pues al querer bajarlo, algo lo impedía, haciéndole doler. Justo a la altura de su cintura, se encontraba una especie de cerradura pequeña, a lo que obviamente se percató de que tendría que haber una llave para abrir.
—¡Una maldita llave! ¡Hay que encontrar una jodida llave! —Gritó Luhan corriendo por todo el lugar.
Los demás salieron de su trance y se encaminaron a buscar alguna llave. Pero no encontraban nada. Solamente latas, botellas y residuos que pertenecían a la consecuencia de una fiesta de alocados adolescentes.
—¡Aquí hay algo! —Gritó Sehun, a lo que todos se acercaron a él — Es una especie de… Carta.
—Léelo, léelo —Le apuró Jongdae.
“Hola, querido Luhan.
¿Recuerdas lo que ayer me hiciste?
Supongo que no. Estabas totalmente inconsciente de lo que provocabas y de lo que realizabas. Y aunque no recuerdes nada debido al alcohol y/o amapolas que hayas consumido, yo te devolveré lo que me has hecho.
¿Están tus amigos cerca? Si es así, llámales. Bien, ahora que están todos juntos, sigan leyendo: Le he colocado a Luhan un cinturón de castidad cuyo poder es reguardar la castidad de nuestro pequeño amigo. Ahora, él necesita una llave para poderlo abrir y liberarse. Si eso no es rápido, él sufrirá una infección muy grave debido al metal que se puede llegar a oxidar rápidamente. Ustedes deben encontrar la llave cerca de toda la ciudad de Seúl. No se preocupen, pondré pistas para que puedan llegar. El que gane, le quita la “castidad” temporal a Xiao Luhan. Después de eso, aquel ganador –y sólo el ganador-, podrá darle duro cuantas veces quiera. Interesante, ¿cierto? Sé que para varios esto será un milagro, pues he descubierto los sentimientos serios que sienten algunos hacia Luhan. ¿Aman a su amigo? Ayúdenlo.
-T.
PDT: No pueden llamar al hospital y menos a la policía. Si es así, nunca encontrarán la llave, y el metal es muy resistente para que puedan romperlo. Sin ayuda de la llave, no se abrirá.
PDT 2: El concurso comienza mañana al medio día y tiene vigencia dentro de una semana para la seguridad o muerte de su amigo.”
—¡¿Quién fucking es “T”?! —Preguntó Tao, exasperado.
—Alguien que empiece con T, seguramente —Le contestó Sehun.
—¿Cuándo es “mañana”? —Preguntó Kris.
—Seguro es hoy si es que el tipo o tipa se fue ayer. —Contestó Jongin.
—Todos se fueron a la madrugada, por lo que yo diría que es realmente mañana —Junmyeon sacó su hipótesis.
—¿Cómo sabremos cómo empezará? —Preguntó Yixing, mordiéndose una uña con nerviosismo.
—Esperaremos hasta mañana y saldremos a buscar a la ciudad. Mientras, vayan buscando más pistas que nos puedan ayudar —Terminó Baekhyun.
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Dos meses antes.
—¿Por qué no me dices que sí y ya? —Desesperó Sehun mientras Luhan lo miraba divertido.
—¿Por qué no te rindes y ya? —Lo igualó.
Sehun le había pedido un millón de veces al mayor que fuera su novio, pero fallando un millón uno con Luhan.
—Dime tus razones por las que me rechazas.
—Sehunnie, tú no me gustas —Contestó Luhan con una sonrisa ladina dibujada en su rostro —. Confórmate con solo ser amigos.
—¿Quién te gusta, entonces?
Luhan se acercó peligrosamente y provocativamente hacia el oído derecho de Sehun y con la distancia aventuradamente necesaria, sacó su corto diálogo acompañado con picardía pura.
—Tú.
El mayor se fue caminando por la vereda y sin ver hacia atrás ni para ver la reacción del otro.
<< @$%#$ Maldita sea, ¿quién entiende a los hombres? Se supone que sería más fácil salir con ellos porque yo pienso igual que ellos, pero mierda.>> Pensó Sehun y viró los ojos. Posteriormente, se encaminó hacia la casa de su amigo Kris para beber o algo y olvidarse de los problemas amorosos sin ser correspondido.
Al mismo tiempo, pero dentro de una dulcería, Luhan identificó la figura del chico con quien había dormido la noche anterior. Sonrió con complacencia y entró a la tienda, siendo perseguido por el típico sonido de las puertas al entrar.
—Hey, Minnie~ —Saludó Luhan con estilo, haciendo que Minseok diera la vuelta y soltara un respingo, abriendo sus ojos.
—Hola —Saludó el mayor —. ¿Qué harás esta tarde?
—Dormir. ¿Tú?
—Ir a comer contigo.
—Oh, no. Yo paso —Luhan se negó —. Necesito dormir. Ayer no me dejaste descansar durante toda la noche.
Minseok se sonrojó, a lo que el menor de ambos sonrió con cierta maldad.
—¡B-Baja la voz, idiota! —Reclamó Minseok.
—Pasaré por ti a las cuatro Alístate para mí y espero que esta noche gimas igual. —Le contestó Luhan mientras reía y salía de la tienda siendo acechado por la mirada avergonzada de Minseok.
Más tarde, Luhan había llamado a todos sus diez amigos para organizar una fiesta sorpresa en su casa dentro de dos meses para el cumpleaños de su amigo Kyungsoo.
—Quiero comer —Dijo Minseok, sobándose el estómago con delicadeza.
—Jongin, ¿dónde dejaste a tu novio Kyungsoo mientras tanto? —Preguntó Yixing con aire burlón.
—N-No es mi novio —Contestó él con cierto rubor sobre sus mejillas, provocando que todos reventaran en sonoras carcajadas.
Cuando el plan hubo sido terminado, todos se fueron de la casa, excepto Minseok, quien ya se iba con Jongdae, pero Luhan lo detuvo agarrándole por la muñeca.
—¿Te apetece un partido de fútbol? —Preguntó Luhan con una sonrisa tierna en su rostro y con un aire de flirteo.
Jongdae y Minseok llevaban meses de relación. Ambos se conocían perfectamente, pero nunca habían llegado al momento de la intimidad de pareja. El menor de los dos pensaba que ese día tenía que ser especial para ambos al momento de quitarse la virginidad. No obstante, Jongdae confiaba plenamente en Minseok, así que…
—Mañana te veré. Diviértanse —Habló Jongdae con una sonrisa y cerró la puerta principal.
—Me siento mal engañándole.
—Es por una buena causa —Respondió Luhan adentrando a su amigo mayor a la habitación mientras provocativamente se sacaba todas las prendas de su bonito y tentador cuerpo —. Hacía un rato que decías que tenías hambre, ¿cierto? Tengo cierto aperitivo para ti —Lo tiró en la cama mientras se subía encima de él.
Al día siguiente, oyeron tocar la puerta estrepitosamente. Sin embargo, ninguno de los dos se levantó a abrirla.
Minseok descansaba tiernamente sobre el pecho desnudo de Luhan, mientras el menor colocaba su mentón sobre la cabeza de éste.
—Lu, están tocando…
—No importa. Se irán. No puedo abrir la puerta estando desnudo —Sonrió.
Minseok bufó, se levantó de la cama, se puso su ropa interior y sobre ésta, unos jeans para ir a abrir. El trote de sus pies hacían contacto con el suelo de madera, causando un ruido mañanero en todo el lugar.
Cuando estaba al frente de la puerta, observó por la mirilla y no vio a nadie. Bajó la vista a la altura de sus pies desnudos y se dio cuenta que había una especie de carta yacida justo ahí.
Él la levantó, abrió cuidadosamente el sobre y leyó en letras impresas:
“Hola, Luhan.
¿Se la han pasado bien esta noche?
-T.”