Estaba tan descolocado, estaba tan desubicado, no daba crdito a lo que poda ver, Quin era? Por qu nunca antes lo haba visto?, sus enormes ojos, con esa iris de un chocolate tan intenso, con una expresin de total asombro, lo nico que por su mente pas fue... Eres hermoso.
Aquel chico, de apariencia delicada y casi angelical le dedic una sonrisa, o eso pareci al menos, pero l iba con alguien ms, alguien que tomaba su mano y besaba su mejilla, alguien que le miraba con tanta adoracin, pero no se dara por vencido, porque lo sinti, un pinchazo donde se supone que se almacenan todos aquellos bellos sentimientos, directo en el corazn, no pudo evitar sonrer. No pudo evitar mirarle con tanta insistencia, no, no iba a perder el sueo, porque l tena un plan. Dio un paso, y casi salto al escuchar tras el altavoz la voz que anunciaba que la siguiente sera su parada, maldijo, podra jurar que haba entrado hace apenas un par de minutos, pero esa belleza, ese ngel rob su tiempo, rob su corazn, rob completamente su atencin que se olvid de dnde estaba, o si ya haba pasado ms de media hora de viaje dentro de aquel vagn.
Regres sus pasos, y se coloc frente a las puertas, siendo casi atropellado por la dems gente, mientras l se levantaba en puntas, esperando ver por ltima vez aquel fino rostro, y pens Mi vida es perfecta, y lo que sent hoy fue puro amor. Pero las puertas se cerraron, y a travs de las ventanas vio lo que le hizo enfrentar la realidad...
…l era bello, l era hermoso, l era un ngel, y haba visto su rostro a pesar de aquella muchedumbre, pero no supo que hacer y haba que encarar la verdad, mientras aqul precioso hombre besaba al otro, jams podra estar con l.
Los das fueron pasando, y no era constante verle en aquel vagn, y cuando lo haca lo vea con ese otro chico, Hyunnie, como le deca el de voz aterciopelada, el que corresponda a Key, l crea que su espacio, su tiempo, su vida se resuma en ver a aquel hermoso ser, tan slo unos cuntos minutos, a l le bastaban, por que lo saba... l jams sera suyo.
Un da, slo supo que todo iba a cambiar, que ya no tendra que esperar verle, saba que no habra vuelta atrs, MinHo le miraba con tanta preocupacin, y se decidi por ir hacia l.
El alto sinti como el corazn dej de latirle un par de segundos, cuando aquel bello ngel, con su nariz roja, con rastro de llanto en las mejillas, con pequeas gotas en las pestaas le mir. Le haba atrapado, mientras iba hacia l, y supo que se haba dado cuenta de cunto le amaba, pero no le import, porque lo saba, saba que no volvera a verle otra vez, pero hara que ese pequeo momento se grabara en su memoria y hara que durara hasta siempre, hasta el final.
Se acerc hasta l, con un pauelo, limpi sus lgrimas y murmur.
Eres hermoso, eres precioso, es la verdad. He visto tu rostro tantas veces con toda esta gente a nuestro alrededor, deseando tantas cosas, y no he sabido que hacer porque s que nunca estar contigo
MinHo se arm de valor, y prob esos labios, con sabor a fresas saladas, y an as lo amo. Se alej justo cuando escuch como las puertas se abran, y parti. Viendo una vez ms a travs de las ventanas, como el ngel corra y no alcanzaba a salir de aquel vagn, le miraba con atencin, y ah el moreno, le vea partir.
Key era perfecto, con la sonrisa de un ngel, y pens si alguna vez podran pensar en estar juntos, pero cuando ya no tuvo ms visin sobre el de menor estatura volvi, volvi a la realidad... enfrent la verdad porque nunca estaran juntos.
Haban pasado algunos meses, MinHo volvi a su estpida y montona vida, a sus das prolijamente idnticos, a levantarse, ducharse, comer, ver a las mismas personas de siempre, a no volver a prestar atencin a lo que haba a su alrededor.
Tom la barandilla que le guiaba hacia el subterrneo, fro; cruz los torniquetes ante su tacto, fro; camin hacia la lnea de precaucin del tren, y sinti el viento que anunciaba la venida de los vagones, fro; clav su mirada al nio tomado de la mano de su madre; fra, esper que la gente saliera y se adentr, cerrando sus ojos, pegando su frente ante las puertas metlicas, fras; y entonces sinti algo totalmente diferente, incrdulo pero casi con desesperacin volte su cuerpo, y busc con la mirada, haba tanta gente, se desorient, tal vez slo le extraaba y fue una estpida reaccin ante el pensamiento, volte una vez ms, mirando las estaciones pasar, y justo antes de bajar sinti una enorme calidad, rode su cuerpo, y baj su rostro, mirando un par de brazos que eran los que le brindaban calor, sonri, y dej que las estaciones avanzaran, disfrut de esa fuente de calor porque lo supo... l era hermoso.