Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lagrimas de plástico azul por MidoriShion

[Reviews - 24]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaaa!!! Gracias a todos los que me leen, a los que le dieron favorito y me siguen, me alegra un monton que les esté gustando la historia, poco a poco se va desenlazando y acabo de agregar dos personajes más pero que estaba planeado ser agregados -3- espero les guste. Antes que nada y como siempre les quiero pedir disculpas por la tardanza, entre el trabajo y la universidad no me dió mucho tiempo de hacer nada pero bueno, no les prometo actualizar la próxima semana porque se vienen días de examen y no creo hacer otra cosa mas que estudiar pero ni bien me libere intentaré escribir para ustedes.. Muchas gracias y disfruten el capítulo ♥

—No sabía que ustedes estaban juntos. — Exclamó el excapitán de Nekoma al ver a la pareja. Ciertamente sabía que en esa casa vivía Yaku, pero en ningún momento imaginó que fuera a encontrarse con Lev en ese mismo lugar  “¿En qué momento pasó esto?” se preguntó para sí mismo mientras esbozaba esa particular sonrisa suya.

—Obviamente no puedes saber cosas que pasaron cuando no estabas —Reprendió Yaku, ese aire de madre reprendiendo a sus “hijos” nunca desaparecería— ¿Y me dirás qué es lo que estuviste haciendo este tiempo? —El castaño se cruzó de brazos mientras la sonrisa de Kuroo se borró de sus labios y negó cabizbajo ante sus réplicas.

—Lo siento Yaku, no puedo hablar de eso.

—Y entonces… ¿A qué has venido? –Preguntó nuevamente el antiguo líbero de Nekoma con el ceño fruncido, esa situación le estaba comenzando a irritar y necesitaba respuestas para tranquilizarse.

—Yo… necesito saber de Kenma — Respondió el azabache con un intento de sonrisa en su rostro, tratando de parecer tranquilo.

— ¿Kenma-san? Ahh, pues él está… — Comenzó a hablar energéticamente como siempre Lev pero fue rápidamente silenciado por su pareja.

— Lo que quieras saber de él deberías averiguarlo en persona — continuo hablando Yaku, si fuera por él no tendría problemas en decirle lo que quisiera saber, pero no se trataba de él. Kuroo había dejado abandonado a Kenma los últimos tres años, no podía simplemente llegar un día y esperar que se le dijera todo lo que quería saber sobre él. Kuroo volvió a bajar la mirada sombrío y se levantó del sillón donde se había tirado un momento antes.

— Yo no puedo verlo aun — La realidad era que el azabache no se atrevía aun, tenía miedo de aparecerse frente a su antiguo mejor amigo, temía a su reacción al verlo, temía al rechazo, no quería que lo odiara pero entendería si lo hiciera, sin embargo no estaba preparado para eso. Sin haber conseguido aquello por lo cual se hizo presente en esa casa se levantó del sillón donde se había sentado unos minutos antes. — Bueno, supongo que me iré. — Dibujando nuevamente en su rostro esa sonrisa pícara suya se frotó las manos y miró al más alto en el lugar. — Lev, parece que finalmente Yaku te domó. —Le palmeó con fuerza la espalda. — Que pena de ti si lo haces sufrir. —Terminó diciendo esto, lo que provocó un fuerte sonrojo en el ex libero del equipo de Vóley de Nekoma. Durante su tiempo en el equipo a ambos se los veía como la madre y el padre pero a decir verdad ellos dos eran como hermanos, Kuroo no perdonaría a alguien que hiciera sufrir al castaño.

El azabache comenzó su camino de salida de la casa pero antes de llegar a la puerta fue detenido por Yaku. — Dime… ¿tienes un lugar donde quedarte? — Preguntó el de menor estatura notándose un poco preocupado.

— No te preocupes, estoy bien. — Y antes que el otro pudiera decir nada le revolvió sus cabellos y se fue del lugar sin siquiera mirar hacia atrás. El castaño quedó pensando, realmente ese chico le preocupaba y aunque hubiese hecho mal al irse sin dejar rastros por tanto tiempo no podía dejarlo desamparado.

— ¿Ehh? ¿Yaku-san? — Una voz conocida lo trajo de nuevo a la realidad.

— ¿Hinata? — Respondió este aun sin creer que ese pequeño chico estuviera en su casa. — Eres tú… es muy lindo verte de nuevo.

— Ahh si, también es lindo verte pero… Creo que Kenma se equivocó de dirección… — Continuó hablando el chico de cabello anaranjado dejando un poco dudoso al castaño.

— ¿Kenma te pasó mal?... ¿A qué te refieres?

— Ahh... mira… es que yo quería ver a Lev, quería enseñarle mi nuevo remate y demostrarle cuanto había mejorado y ayer cuando fui a la casa de Kenma me paso esta dirección, pero creo que se habrá confundido… Pero Yaku-san, tu tal vez puedas pasarme la dirección correcta. — Hablo casi sin pausa el ex señuelo de Karasuno, tan energético como siempre que a Yaku le costó una barbaridad seguirle el hilo, sin embargo finalmente entendió.

— Mmmmmm supongo que Kenma no te dijo nada — Habló el castaño con una pequeña sonrisita en los labios mientras miraba a un confundido Hinata— No, no se equivocó… pasa, te explicaré... o mejor dicho, te explicaremos. — Y sin más información Yaku invitó a  pasar al pequeño chico a su morada donde seguramente Lev ya tendría preparado algún desayuno, a pesar de lo atolondrado que podría ser ese chico a veces era bastante atento con las cosas del hogar y más si se trataba de consentir a su precioso novio.

///////////////////////////////////////////////////

“Toc Toc” se oyó el golpe de la puerta, el joven que descansaba tranquilo en el sillón de su sala se levantó casi de un brinco y con los ojos bien abiertos como si la siesta de hacía un momento hubiera sido solo un engaño corrió con entusiasmo hacia su entrada y abrió la puerta, la emoción que sentía se disipó cuando solo vio a Kuroo parado frente a su casa pidiendo entrar.

— ¿Qué? ¿Sólo eres tú Kuroo?—Preguntó el de cabellos grises a su invitado haciéndole notar el disgusto.

— No, no estoy solo…. Akaashi-san está detrás de mí. — Dijo el azabache en un tono que denotaba burla más sin ser captado por el búho.

— ¿En serio? ¿Dónde?— El de cabellos parados comenzó a mover a Kuroo hacia todos lados buscando a su ex compañero de equipo detrás de él completamente entusiasmado. El azabache no pudo evitar reírse con ganas ante esa situación.

— Obviamente que él no está aquí… dijo que saldría con alguien esta noche… ¿No lo recuerdas? — Por supuesto que lo recordaba, cualquier cosas que tuviera que ver con aquel amigo suyo lo recordaría sin duda, pero aun así, aun cuando le había dicho que esa noche no regresaría, Bokuto seguía esperando que Akaashi llegase a la casa. — Bueno, déjame pasar… Oi. — Continuó hablando Kuroo, intentando llamar la atención de su amigo, pero el semblante de este había cambiado por completo, ya no se veía al chico extremadamente entusiasta de hacía tan solo unos minutos atrás, por el contrario ahora parecía completamente deprimido y sin muchas ganas de vivir. Se corrió de la puerta dejando pasar al contrario y sin decir nada la cerró. — ¡¡Hey!!… Bokuto… —el ex capitán de Nekoma suspiró — Tú sabes cómo son las cosas, deberías rendirte de una vez.

— ¿Ho? — Respondió Bokuto, de esa manera que solo él hacía. — ¿Rendirme? ¡¡¡¡Jamás!!!! —Dijo el excapitán de Fukurodani recuperando el semblante entusiasta aunque no en un cien por ciento— Yo lo lograré, el tendrá ojos solo para mi… ¡ya verás! — continuó hablando pero esta vez con total confianza en sus palabras. Kuroo sonrió de lado mientras subía las escaleras hacia su cuarto. Miró hacia abajo, donde estaba ese tan cambiante amigo suyo.

— Así me gusta, no es lindo cuando estas deprimido, no hay quien te soporte. — El chico de cabellos grises sonrió de la misma manera, irradiando confianza, entendiendo que aquellos últimos comentarios de su amigo habían sido únicamente para levantarle el ánimo. Eso era lo único que necesitaba él, un desafió para volver a sentirse confiado.

Si bien Bokuto había pasado años interesado en el armador de su equipo, no se dio cuenta que en realidad estaba enamorado hasta que Akaashi comenzó a salir con otras personas, chicas en realidad. Los primeros días el chico de cabellos plateados se había deprimido, su amigo ya no pasaba tiempo con él como lo hacía antes pues era obvio, en sus momentos libres salía con su novia y aunque las relaciones que tenía no duraban mucho el vice capitán de Fukurodani siempre estaba enredado con alguien aunque era muy reservado y no se lo contaba a mas nadie que a su mejor amigo, sin saber que lo lastimaba.

La primera vez que Akaashi terminó una relación Bokuto pensó en confesarle sus verdaderos sentimientos pero el solo hecho de imaginarse siendo rechazado y apartado por completo de su vida lo deprimía. Que se alejara de él era algo que el Búho no podía soportar si quiera pensar.

Habían pasado dos años desde aquello, Bokuto y Akaashi estudiaban en la universidad y un día decidieron independizarse, dejar la casa de sus respectivos padres y comenzar su vida pero a ninguno de los dos les alcanzaba para pagar un alquiler con su trabajo de medio tiempo, por lo cual decidieron alquilar juntos un pequeño lugar cerca del centro de la ciudad. Bokuto estaba más que feliz de pasar el tiempo con él más bajo pero de a poco comenzó a lamentarlo. Muchas veces llegaban chicas al departamento buscando a su mejor amigo, realmente él chico era muy popular. Esto lo deprimía, no le gustaba saberlo, prefería la ignorancia antes de saber que había tantas chicas enamoradas de Akaashi. A ese paso no faltaba mucho para que este se enamorara y decidiera abandonarlo para siempre. Seguro de impedir aquello Bokuto decidió declararse, no quería perderlo por nada del mundo, sin embargo cada vez que decidía hacerlo la inseguridad le recorría el cuerpo y no podía hacerlo. Pero eso cambiaría dentro de poco tiempo.

//////////////////////////////////////////////////

En su cuarto Kuroo analizaba la situación. Quería saber de Kenma, realmente lo necesitaba. Habían pasado ya tres años de la última vez que lo había visto, hablado con él, sentido su aroma y necesitaba con urgencia saber de él, pero no podía simplemente no podía, toda esa confianza que parecía tener todo el tiempo, todo eso se disipaba cuando de aquel chico teñido se trataba. Lo adoraba y por eso se había ido, no quería lastimarlo, no con las cosas que pasaban en ese momento. Por esa razón decidió irse hacía ya tres años, pero ya no lo aguantaba. Su visita a la casa de Yaku había sido un completo fracaso, esperaba sacarle un poco de información, saber cómo se encontraba su amigo, pero este había sido claro, si quería saber de él tendría que averiguarlo por sí mismo. ¿Pero cómo? ¿Presentarse en su casa y decirle “Hey, cuánto tiempo”? No podía, seguramente le pediría muchas explicaciones que el azabache no podría darle. No por el momento. Pero tampoco estaba dispuesto a quedarse ahí sentado sin hacer nada por mucho tiempo. Kuroo se acostó boca arriba, tomó con sus manos una pelota de vóley que tenía guardada bajo la cama y comenzó a tirarla sin mucha fuerza hacía el techo y recibiéndola luego nuevamente en sus manos, eso sin duda lo ayudaba a pensar. El vóley… no, el sólo hecho de tocar una pelota lo tranquilizaba.

Con la mente un poco más fría continuó pensando ¿Qué más esperaba? Si lo que quería era ir a ver a Kenma, simplemente debía hacerlo. Conociéndolo sabía que no se habría mudado, ese chico no era muy fanático del cambio, así que seguramente aún estaba en la casa de sus padres, pero por lo que oyó de Taketora estos se habían ido a otro país. “Esa casa debe ser un desastre” Pensó entre risas Kuroo, ya lo había decidido, el siguiente día lo visitaría. Estaba dispuesto a soportar cualquier cosa, reprimendas, golpes, todo pero lo que no podía soportar más era estar alejado de él. Haría lo que fuera para ganarse su perdón si es que este se enojaba mucho y por qué no, tal vez también pudiera ganarse su corazón.

Notas finales:

¿Qué les parecio? espero que les haya gustado!!! más personajes más conflictos! xDD Bueno este capítulo esta dedicado a Lore que es la que todo el tiempo me manda mensajes diciendome que actualice y sin ella capaz que hoy no hubiese tenido listo el cap!! 

Gracias por leer!! RWs son amor


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).