Eran los primeros días de verano pero las lluvias no se hacían esperar. Algunas gotas estaban comenzando a caer del cielo cuando Jongdae salió de la panadería en la avenida principal, extendió su paraguas y comenzó a caminar hacia la estación del metro. Eran casi las 10 de la noche, en su mano derecha llevaba una bolsa de papel llena de pan dulce que, probablemente, no se comería.
La verdad es que, hay otras cosas que le gustaría comerse.
Como el lindo chico que lo atiende detrás del mostrador siempre que visita aquella panadería.
El lindo chico detrás de la caja.
Xiumin.
Oh no, él nunca ha hablado con él, sabe su nombre gracias a la placa dorada que está sobre su pecho, parte del uniforme. Sus interacciones no han pasado de los saludos cordiales, las reverencias, y claro, el dulce "regresa pronto" que Xiumin siempre le dice después de entregarle su cambio.
Jongdae sabe que Xiumin no tiene ningún trato especial hacia él, todo es parte de su trabajo, incluso aquellas lindas sonrisas que el chico le dirige cuando envuelve su pan en papel de celofán o las risas que comparten cuando Jongdae no sabe si elegir un pan con glaseado tradicional o con chocolate … -aunque siendo sinceros, Jongdae sólo finge esa “confusión” para así, al menos entablar una pequeña conversación con el lindo empleado-, o el tímido roce de su mano cuando le entrega el cambio pero, a veces Jongdae suele imaginar que esa clase de detalles sólo los tiene para con él.
Jongdae lleva casi dos meses yendo a la misma panadería. Sólo para verlo a él.
Joder, a él ni siquiera le gusta el pan dulce. Ew.
Ocurrió en una tarde de mayo en la que Jongdae había salido tarde de la universidad, el estúpido profesor Hwang los había obligado a él y a su clase a quedarse horas extras para discutir algo sobre un estúpido proyecto. Así que cuando salió de la universidad estaba más obscuro de lo normal y decidió tomar un camino diferente, algo más cercano a la avenida principal y por consecuente, más iluminado. Cuando iba caminando sobre una de las muy transitadas calles, cerca de la esquina donde debía doblar hacia la calle que le conducía hasta su departamento y cortesía del excelente alumbrado público, encontró una panadería, pequeña pero que desprendía un delicioso aroma; “Baozidelicious.” leyó en el letrero sobre la entrada, sonrió y decidió entrar, el simple aroma le invitaba a hacerlo. Compraría un poco de pan para su compañero de piso, Suho. El pobre chico llevaba semanas ocupándose de la limpieza del departamento sólo por que Jongdae había estado muy ocupado con algunos de sus proyectos.
Bien, quizás era su culpa por no ser tan organizado como su compañero y era justo por eso que Suho se merecía un bonito detalle como una bolsa llena de pan dulce.
Entró a la panadería, tomando una charola y un par de pinzas, los cuales estaban estratégicamente colocados a un lado de la entrada.
Estaba decidiéndose entre si llevar el pan con cubierta de chocolate o el glaseado cuando una voz interrumpió sus pensamientos.
— Disculpa, ¿puedo ayudarte en algo? — Y entonces Jongdae lo vio.
Era hermoso. Ese chico era hermoso.
— Y-yo… ehm...
— ¿Una difícil elección? — Le dijo el otro chico con una sonrisa en su rostro.
Y joder.
Jongdae nunca había visto una sonrisa tan bonita.
Desde ese día Jongdae cambió su ruta de regreso a casa; siempre se asegura de llevar un poco de dinero extra para poder pasar a comprar algo de pan dulce, finge no saber que glaseado escoger –aunque siempre escoge el de chocolate, es el que Xiumin siempre le recomienda- y disfruta de aquel tímido roce sobre su mano por parte de Xiumin cuando le entrega el cambio.
Jongdae odia el pan dulce, siempre le ha parecido empalagoso, difícil de masticar y sumamente innecesario para la alimentación pero… Al menos, gracias a la panadería, tiene una excusa para poder ver a Xiumin y compartir un par de sonrisas con él.
Quizás algún día Jongdae se anime a hablarle, cuando sea menos tímido, consiga un par de músculos y aprenda a controlar su tartamudeo y la facilidad con la que sus mejillas adquieren color. Quizás algún día se atreva a invitar a Xiumin a una cita.