- ¡Hola! - Saludo la amiga de mi hermana.
Yo simplemente la ignore, y continué ayudando a mi hermano con la comida de la noche.
- Hola.- Saludo este.- ¿Te quedas a cenar Diana?.-
- Claro, si a Emmy no le molesta.- Me miró.
- Has lo que quieras.- Le dije con indiferencia.
- Diana, ¿por que tardas tanto?.- Le preguntó mi hermana entrando a la cocina.
- Solo me entretuve hablando con tus hermanos, Karen.- Dijo.
- Pues no te entretengas mas, tenemos un proyecto que terminar para pasado mañana y recién hicimos la mitad, vamos.- Dijo con vos algo molesta y cansada.
- Es aburrido.- La escuche decir a Diana mientras seguía a mi hermana mayor a su cuarto.
- Es agradable.- Dijo mi hermano.
- Debes estar alucinando Max.- Le dije cortando con mas fuerza la cebolla.
- Nose porque te cae mal.- Dijo moviendo su cabeza negativamente.
Yo solo me mordí la lengua.
- Me cae mal, y punto.- Dije dando por terminado el asunto.
- Esta riquísimo.- Dijo Diana comiendo la carne que Max y yo cocinamos.- Son unos grandes cocineros.-
- Max hizo casi todo.- Este se sonrojo un poco.
- No es así...- Dijo avergonzado.
- Si lo es.- Le conteste.
Me levante y fui a la cocina para lavar mi plato. Estaba secando el plato, cuando escuche que alguien entraba a la cocina.
- ¿Necesitas ayuda?.- Era Diana.
- No, vuelve a la mesa con Karen y Max.- Le dije guardando el plato y dándome vuelta.
- Pero quiero estar aquí con vos.- Dijo.- Estoy con Karen todo el tiempo, y Max me cae bien, pero no me interesa como tu.- Dijo dando unos pasos hacia mi.
- Prefiero no interesarte.- Ella me miró con sus intensos ojos celestes y puso un mechón de su marrón cabello detrás de su oreja.
- No es algo que puedas decidir.- Y se acercó lo suficiente para invadir mi espacio personal.
Diana no era que no me agradara, es que su simple presencia en la casa me ponía nerviosa, y si estaba cerca mio, era capaz de quedarme como una roca por los nervios.
- Luces nerviosa Emmy.- Puso una mano en mi cintura y la otra en mi cuello.- ¿Por que?.- Acercó su rostro a mi mejilla y rozo sus labios con mi piel.
- Y preguntas porque...- Sentí sobre mi piel como sonreia.
- Eres apetecible...- Dijo y lamió mi cuello.
- Suficiente...- Dije sonrojada.
Ella me miró y bajo sus manos hasta mis caderas.
- ¡Diana! ¿Que estas haciendo?.- Preguntó Karen desde el comedor.
- Nada, solo hablo un poco con Emmy, ¡ya voy!.- Aviso sin dejarme de verme a los ojos.
Lentamente acercó su rostro al mio. Inmediatamente me tense y tire mi cabeza hacia atrás, pero el mueble de los vasos me detuvo, ella sonrió y me beso.
Abrazó mi cintura pegándome mas a ella, si eso era posible. Sus labios expertos me incitaban a seguirla, pero el aire se hizo necesario y nos separamos.
- Diana...- Fue lo único que logre decir de la pregunta que tenia en mi cabeza.
- Shh...Abra tiempo para hablar.- Dijo mientras se acercaba nuevamente y nos besábamos.
Era algo completamente diferente a besar un hombre, sus labios eran suaves y gentiles, pero no dejaba de ser una beso algo apasionado. Puse mis manos en su pecho y la empuje levemente, indicando que se separara. Ella me vio confundida y decepcionada.
- Debes volver a con Karen.- Dije, para luego irme de la cocina a mi cuarto.
No podía creerlo, conozco a Diana desde hace siete años, aun recordaba cuando mi hermana luego de su primer día de clases en el quinto grado la había traído a casa para hacer una tarea, y se habían hecho mejores amigas, y una gran amiga mia tambien; Pero me bese con ella!, No ella me beso, pero yo le correspondí.
-(Admítelo, te gusta desde que se te insinuó por primera vez).-Escuche una voz en mi cabeza.
-(Claro que no, cállate consciencia).- Me acosté en la cama y me cruce de brazos.
-(Hmph, cuando te des cuenta de que te gusta, sera tarde).- Y se fue.
-(Estúpidas charlas con migo misma).- Pensé para ponerme el pijama e irme a dormir.
- Hola Emmy.- Me saludó Diana entrando a la sala de estar.- ¿Donde esta Max?.- Preguntó viendo el lugar.- Siempre miran las películas del sábado juntos.-
- Salió con un amigo.- Dije.
Ella se sentó a mi lado y se me quedó observando. Yo la ignore y seguí viendo la película, aunque no podía prestarle atención con la mirada de ella fija en mi.
- ¿Vas a mirarme por mucho tiempo mas?.- La mire.
- Podría pasar mi vida mirándote.- Me sonroje y no supe que decir.
Ella estiró su mano y trató de agarrar la mía, pero yo la aleje. Ella me vio algo decepcionada.
- Lo lamento.- Dije.
Aun estaba confundida, así que no quería confundirme un mas, quería tener mis pensamientos aclarados antes de hacer algo.
Diana se levanto y se fue de allí en completo silencio, pero había enojo en sus ojos.
- ¡Oye!.- Me levante y la seguí, pero ella desapareció en el cuarto de mi hermana.- Hmmm...- Me di la vuelta y fui a mi cuarto.
- Emmy.- Max entró a mi cuarto.
- Max, ¿que pasa?.- Estaba acostada boca abajo haciendo...nada.
- Solo quise saber que es lo que te pasa.-
- A que te refieres.- Le dije desanimada.
- Estas como deprimida.-
- Ah.- No estaba prestando real atención a lo que me decia.
- Tch, ¿¡AL MENOS ME ESTAS ESCUCHANDO!?.- Me agarró y me puso boca arriba.- ¡Emmy!.- Ahora si le preste atención.
- Estoy aquí, dime.-
- Estas deprimida, ¿por que?.-
- No estoy deprimida.- Dije a la defensiva.- Por cierto... ¿no te parece raro que Diana no haya venido mas?.- El lo pensó.
- Es verdad, pero conociendo a Karen, es posible que se hayan peleado.-
- No estaría tan segura..-
- ¿Eh?.-
- No, nada.-
El resto de la tarde me la pase con Max cocinando y hablando de cualquier cosa, pero cuando llegó la noche me puse a pensar en Diana, y tome la decisión que debía ir a verla, aunque no sabia que haría.
Luego de la escuela fui a mi casa y me saque el uniforme para ponerme ropa de calle.
- ¿A donde vas?.- Preguntó Max.
- Solo voy a dar un paseo...¿quieres venir?.- Pregunte para no parecer muy sospechosa.
- No, me quedare en la computadora. No vuelvas tarde.- Rodé los ojos y salí.
Por suerte mi colegio no estaba lejos de casa, pero Diana y yo teníamos horarios diferentes de salida.
Una vez allí, me quede lejos de la entrada y salida del colegio para ver si salia o ya había salido. Me quede esperando como por unos diez minutos hasta que la vi salir. No fui inmediatamente con ella, me quede observándola para ver que hacia. Cuando vi que se iba por la dirección donde se encontraba su casa, quise acercarme, pero ella se puso a hablar animadamente con una chica. Me molesto ver como la chica le tocaba el hombro y le sonreia coquetamente. Me cruce a la calle de en frente y comencé a alejarme del colegio, hablaría con ella en otro momento.
- Emmy.- Alguien agarró mi brazo y me detuvo.
- Diana.- Dije al ver que era ella.- Hola.- Me sorprendí y olvide lo sucedido hace unos días.
- Hola...- Dijo soltándome y me miro como buscando algo.- ¿Como estas?.-
- Bien, creo. ¿Vos?.- Puse mis manos en los bolsillos de mi pantalón.
- Bien.- Y nos quedamos en silencio.
- Bueno, me voy a casa.- Pase por su lado y para irme.
- ¿No quieres venir a mi casa?.- Me detuve, y lo pense durante unos segundos.- Tengo pastel- Con eso me convenció y la seguí a su casa.
- ¿Y tus padres?.- Pregunte al entrar.
- Están trabajando, volverán tarde. Siéntate donde quieras...- Me inquiete un poco al saber que estábamos solas. Pero igual creía que Diana ya no haría nada.
Me senté, y ella trajo dos rebanadas de pastel de fresas y dos tazas con café con leche.
- Gracias.- Dije.
- No hay de que.- Agarró su cuchara y comió un poco del pastel.
Inconscientemente me le quede mirando.
- ¿Pasa algo?.- Me preguntó, sacándome de mis pensamientos.
- N-no, nada.- Dije y comencé a comer el pastel.- Esta muy rico.-
- Lo compre en esa pastelería que te gusta.- Nose porque me sonroje.
- Ahh.- Dije mirando cualquier cosa que no sea ella.- Mmm, últimamente no has ido a casa.- Dije para iniciar un tema.
- Si, es verdad.- ¿No iba a explicarse mas?.
- ¿Por?.- Pregunte mirando el piso de madera.
Ella subió y bajo sus hombros como contestación, total indiferencia a lo que le preguntaba.
- ¿Te peleaste con mi hermana o algo?.-
- No, no me pelee con Karen.- Me enfurruñe al no tener una buena respuesta.
Me apoye en el brazo del sillón y flexione mis piernas sobre este, para que ella no viera mi rostro de frustración.Decidí cerrar mis ojos hasta que se me pasara en enojo. Nos quedamos en silencio, no sabia lo que ella hacia porque mis piernas no me permitían verlas, así que las abrí un poco, y me sorprendí al ver que ella no estaba allí, ¿se había ido cuando cerré los ojos?. Estire los pies en sillón y miré a mi alrededor, buscándola. Pero luego eso ya no me fue posible porque mis ojos fueron vendados por una tela negra, y cuando trate de quitármela, unas manos me lo impidieron.
- Ya que te avergüenza mirarme y necesitas hacerlo para hablar con cualquier persona, creo que este sera un buen método para hacerlo.- Me sorprendí, pero deje que la tela cubriera mis ojos.
- De acuerdo.- Deje reposar mis manos en mi regazo.- ¿Por que no vienes mas a casa? Fue por lo del otro día?.-
- Si. No quería incomodarte con mi presencia allí, después de que me rechazaste, no debería de ser cómodo para ti verme casi todos los días.- Apreté los labios.
- Yo no te rechace. Solo necesitaba aclarar pensamientos y no quería confundirme mas hasta hacerlo.-
- Aun así.- Dijo.
Era algo raro no ver, pero era como que me quitaba la vergüenza. Comencé a tocar el sillón con mis manos, hasta que toque una de las rodillas de ella. Subí mi mano por su pierna, hasta llegar a su rostro. Me tire hacia adelante, y tocando sus labios con mis dedos logre rosar mis labios con los suyos. No fue un beso, pero le di la indicación de que quería uno. Diana comprendió y agarrando mi rostro me beso. No fue como la primera vez, esta vez era mas seguro y confiado. Ella cortó el beso y no dije ni hizo nada.
- ¿Diana...?.- Pregunte.- ¿Que sucede?.- Puse mis manos en la venda oscura para sacármela, pero ella me detuvo.
- No, nada...- Había algo raro en su voz.- Somos novias, ¿no?.- ¿Ella era la insegura sobre eso?.
- Supongo que si.- Dije.
Escuche una baja risita por parte de ella, y sus manos en mi cabeza sacándome la tela negra. Abrí los ojos y la vi con una sonrisa.
- Que lindo todo.- Se escuchó una voz con sarcasmo desde la puerta.
- Karen/Hermana!.- Dijimos las dos.
Ella se acercó y me agarró del brazo levantándome del sillón.
- No voy a dejar que te aproveches de mi hermanita. Al principio lo tome como una broma, pero ahora no.- La mire indignada.
- ¿¡Lo sabias y no lo detuviste!?.- Hice un puchero.- ¿Que clase de hermana eres?.-
- Bueno, ahora voy a cumplir con mi papel.- Ella paso una mano por mi hombro, en un abrazo protector.
- Ahora no lo necesito.- Dije con mucha molestia.
- Yo ahora lo veo necesario.- Dijo firme en su decisión.
- No me aprovechare de Emmy, lo prometo.- Dijo.
Karen torció la boca.
- Emmy, ve a casa que hablare con Diana unos minutos.-
- No.- Dije.
- Ve. Creo que tu hermano necesita ayuda con la comida.- Hice un puchero y mire a Diana. Ella asintió.
- De acuerdo.- Dije con desdén y fui a casa a ayudar a mi hermano a cocinar, aunque era obvio que no necesitaba ayuda.
A la media hora mi hermana volvió con Diana.
- ¿Y? ¿Que pasó?.- Le pregunte.
- No, nada. Solo estoy en peligro de muerte si hago daño o te toco demás.-
- Ahh.- Dije apenada.- Lo lamento.-
- Esta bien.- Dijo con una sonrisa.- Ya me acostumbre a tu hermana después de todos estos años.-
- Hum, si, pero aun así no le quita lo terrorífico.- Diana miró el techo como recordando algo.
- Es verdad.- Pero sonrió y me agarró de la cintura.- Quiero un beso- Pidió con voz aniñada.
Sonreí y la bese.
- Te quiero.- Le dije muy sonrojada.
- Yo mas.- Y nos volvimos a besar.
- ¡SEPARADAS!.- La voz de mi hermana y la risa de mi hermano se escuchó por toda la casa, y a nosotras nos cayó una gotita estilo anime por la cien, pero luego reímos.