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Solo me hace amarte más por devilasleep11

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Notas del capitulo:

Estoy taaaaaan cansadaaaaa~~~~ U.U

Esta semana ha sido muy agitada y estoy segura que la otra lo será aun más...

La verdad es que tenía pensado subir cuando hubiese vuelto del preuniversitario pero no he podido llegar a mi casa hasta ahora... asi que si... es tarde y estoy muerta x.x

Lo siento por no ser tan efusiva como otras veces pero ya saben, la presión, la presión... y el cansancio, por sobre todo el cansancio...

En fin espero que disfruten del capítulo!!!!!

:3

Capítulo 4: "Alma de cartón"    

 

 

Era extraño verlo tan emocionado tan temprano en la mañana. Simplemente a Law le había pasado algo demasiado bueno.

 

Al preguntarle contestó con un simple “digamos que no me fue tan mal como pensaba. Para luego dedicarme una sonrisita cómplice de tu entiendes. Claro que entendía, solo había una cosa que te deja realmente radiante a la mañana siguiente y eso era SEXO DESENFRENADO.

 

Después de todo el drama del día anterior, su cara de felicidad daba escalofríos. Y más de pensar que despechado se habría conseguido a alguien con quien pasar la noche, no había llegado hasta entrada la madrugada. Pensé que tal vez llegaría hecho polvo, al borde del colapso, pero en cambio venía con una sonrisita en los labios y oliendo ligeramente a alcohol. Vaya Trafalgar Law de parranda era malditamente peligroso.

 

Aun recordaba aquella ocasión que luego de irme de copas con él, terminé despertando en una habitación de hotel junto a dos muchachos, quienes dormían como si nada a mi lado, completamente desnudos ¿Y Law? En la ducha lo más bien, ni se inmutó a la hora de pedirles parte de dinero a los chicos para que pagaran la habitación que había resultado ser muy cara.

 

Cuando le vi en ese estado lo primero que pensé fue en una gran orgía.

 

Pero al instante la imagen de un pelirrojo con cara de pocos amigos que había aparecido de la nada en el departamento hizo que apareciera arriba de mi cabeza una bombillita encendida.

 

No había que ser genio para saber qué había pasado algo bueno con ese muchachito ¿Podrá ser que estamos en presencia de algún pretendiente serio para Law? Solo de pensarlo me da risa. Este tipo es más voluble que yo, su cara de serio y frío dice todo lo contrario, pero en realidad no es más que un idiota lascivo que solo busca acompañantes de una noche de los que pueda sacar provecho. No puedo imaginármelo de otra forma.

 

Miré a Luffy el cual absorbía todo lo de la mesa, no pude evitar esbozar una sonrisa. Tenía una migajita de pan en la comisura del labio, como un niño pequeño, pensé. Acerqué mi mano lentamente y le limpié, él como un buen muchachito se dejó hacer. Simplemente adoraba esa carita tan inocentona de mi hermano, su risa era como un impulsor para seguir mi día.

 

Salimos de casa un tanto apurados.

 

-          ¿Qué tal si los llevo yo hoy? Dijo Law cuando nos dirigíamos al estacionamiento.

 

-          ¿Es eso seguro?

 

-          Creo que es más seguro que tu chatarra vieja

 

-          ¡Es un buen auto no te puedes quejar de él!

 

-          Si, si como digas¿Qué dices Luffy los llevo o no?

 

-          ¡No me ignores! Siempre igual, Law siempre encuentra la manera de sacarme de quicio o avergonzarme. Simplemente no es un buen tipo para nada.

 

-          ¡Claro tu auto es muy genial! Si hasta Luffy le apoyaba. Law me dirigió una mirada de superioridad tan molesta que me dieron ganas de agarrarlo y hacerlo picadillo.

 

Nos encaminamos entonces a su auto una vez que estuvimos en el estacionamiento.  Lo lejos se divisaba el flameante auto negro con detalles amarillos que tanto amaba el moreno. El primero en subir fue Law que quitándole los seguros nos dio paso. Dentro el cuero de los asientos tenían aún ese olor un tanto nuevo a pesar de que lo tenía hace mucho, pero estaba tan poco usado que daba lástima que lo tuviera allí en ese estacionamiento. De todas formas terminé sentándome en el asiento del copiloto y Luffy atrás.

 

Una vez arrancamos no demoramos nada en llega al colegio en donde Luffy se bajó. Cuando baje la ventanilla se despidió con la mano y salió corriendo al encuentro de Ussop quien lo esperaba en la estrada, este nos saludó, nosotros contestamos. Malabares de la cotidianeidad.

 

Cuando Luffy ya había entrado Law se quedó mirando a entrada y los muchachitos en esta por un tiempo, sin embargo después de un par de minutos arrancó de nuevo. Le miré por el rabillo del ojo.

 

-          ¿Esperabas ver a alguien en especial? La pregunta quedó suspendida en el aire jugando a la ronda con el oxígeno. Cuando creí que no obtendría respuesta el Trafalgar hablo con voz calmada.

 

-          Estas tan curioso hoy...

 

-          Bueno, digamos que es raro verte tan contento después de que estabas convertido en todo un demonio ayer, sinceramente temí por la vida de ese muchachito, ya tú sabes, el pelirrojo de la otra vez - Me sorprendió ver a Law esbozar una sonrisa suave al nombrarlo - ¿Quién Quién es? Esta vez me miró con los ojos abiertos de par en par. Para luego dirigir su vista al frente. Ya íbamos llegando a la universidad.

 

-          En verdad estas muy curiosito – Resopló condescendientemente No quiero decirte

 

-          ¿Eh? ¿Cómo así…? Imposible, llegaste ayer hecho un mar de felicidad y hoy tu cara radiante me asusta de verdad¡Me mata la curiosidad! Dime – Definitivamente este idiota me lo diría, habíamos entrado ya por la calle que atravesaba la universidad. Alargué la mano y la acerqué a su cintura.

 

-          Ni te atrevas Aun voy conduciendo

 

-          Me lo dirás si o si

 

-          Si chocamos contra alguna facultad no será mi culpa

 

-          ¿Aun así no me dirás? Por un momento vi duda en su rostro.

 

-          No quiero decirte

 

Menos mal que estábamos ya en el estacionamiento cuando terminó de decir eso porque si no las palabras de Trafagar se hubiesen cumplido. Ni siquiera habíamos conseguido un lugar donde estacionar y comencé con mi ataque haciendo que Law frenara de la nada, una muchachita que venía en una moto casi se da de lleno con nosotros, pasó por al lado mostrándonos la panorámica de su dedo medio. Cosa que solo yo pude ver puesto a mi lado Law se estremecía con violencia a causa de mis manos.

 

Una gotita salada resbalaba por su mejilla mientras trataba de darme la espalda y decía que parara. Parecía que no podía más, tenía la cara colorada por la falta de aire. Estaba prácticamente encima de él, tocándole todos los puntos que me eran sabidos sensibles. Trató de tirarme un codazo pero su fuerza se había desvanecido gracias a mi constante manoseo.

 

-          Su-suficiente - Dijo en un jadeo, el ruido constante que salía de sus cuerdas bocales disparado al ambiente era melodía para mis oídos. Sin querer un hilito de saliva cayó desesperado por su mentón.

 

Simplemente Law era débil contra las cosquillas. Las constantes carcajadas llenaban el auto.

 

Una vez que logramos estacionar y bajamos del flamante coche, mi cabeza era adornada por un gigantesco chichón. Al llamar a Law este me dirigió una mirada furiosa que hizo que casi se me cayera la mochila que traía en las manos. Este ni siquiera se despidió y se fue rápidamente.

 

Maldición a había cagado como siempre. Debajo de ese semblante maduro Trafalgar era un niño malcriado y refunfuñón. Al final no conseguí mi objetivo, quizá nunca me lo diría. Me rasqué la nuca, resignado.

 

Caminé despreocupado hasta llegar a mi sala. Una vez allí un par de chicos que iban conmigo me saludaron, les devolví el saludo por cortesía. Entré a la sala y me senté en los últimos asientos, como siempre.

 

La mañana continuó como todos los días. En el receso caminaba por ahí o me iba a comprar algo para comer, pensé en ir donde Law como hacía de vez en cuando pero conociéndole de seguro que me tomaba como objeto de prueba en alguna disertación y terminaría con as viseras desparramadas por el suelo.

 

No di cuanta cuando las clases habían terminado. Salí un poco apresurado, el día anterior Luffy me había cobrado la comida que le había prometido así que le juré que ese día le llevaría algo rico, estaba pensando en comprarle una pizza o algo así.

 

Caminé raudo, los grupos de personas pasaban por mi lado, el largo camino hasta el final de la universidad se iba acortando poco a poco. Miré el reloj en mi muñeca. A Law aún le faltaba una hora para salir, no tenía ganas de verle esa cara de berrinche, así que decidí simplemente no esperarle, después de todo no me diría lo que le había ocurrido, ni el significado de su excelente humor. Por otro lado Luffy dijo que me esperaría en la casa de Zoro que quedaba cerca el colegio. Un gran alivio por no decir otra cosa.

 

Miraba mis zapatos, al avanzar. Una mala costumbre que tenía cuando caminaba solo, perderse en los árboles que adornaban el largo camino, el olor de los álamos era atrayente, enfrascarse con el ir y venir de las personas despreocupadas quienes no se dignan a mirarte, tienen suficientes cosas en sus ojos vacío como para querer llenarles con más.

 

Pensé en lo mucho que necesitaba una siesta, un momento para que mi cabeza se despegara de la vida, del ajetreo. Sin embargo por el momento no debía. Todo a su tiempo, todo a su tiempo, me repetí mientras cerraba los ojos sumiéndome en una profunda autocompasión. Quizá solo debía buscarme alguien satisfactorio con quien descargarme. Todo a su tiempo, todo a su tiempo, volví a repetir como si fuera una plegaria.

 

No había alcanzado siquiera a lanzar un suspiro cuando algo chocó contra mí, haciendo que mi cuerpo se desestabilizara ¿Había chocado con una pared acaso?

 

Si no fuera porque una mano me atajó, hubiese creído que sí y además de seguro estaría con el culo estampado en el suelo.

 

-          Lo Lo siento  - Dije dirigiendo mis ojos ya abiertos a los zapatos de la persona con que había tropezado torpemente. Como lo supuse por el olor de su colonia, era un hombre, esos tenis gastados eran grandes y manchados hasta con barro, el ser blancos hacía más evidente la suciedad que tenía en ellos.

 

-          No te preocupes...

 

El corazón me pegó un remezón tan fuerte que sentí como el pecho dolía. Esa voz, era igual, era igual a la de esa persona Sentí como la boca se me secaba en un instante y el labio me tembló ligeramente.

 

No dude saltarme todo el recorrido por su cuerpo para caer de lleno en la cara del sujeto quien tenía los ojos abiertos de par en par para luego esbozar una sonrisa cálida y suave en su rostro ya calmado. Mierda.

 

Ese tono de piel morena, esos ojos cansados y profundos como pozos, ese cabello tan ridículamente parecido a una piña y rubio, esa barba descuidada en su mentón. Esa forma en como su boca se curvaba hacia arriba, tan encantadoramente natural. Le aparté la mano que aún tenía apretada con la suya.

 

Sentía el corazón latir tan fuerte contra mi pecho, y las ganas de llorar golpeado mis ojos no ayuda para nada al río de dolor que se implantaba dentro de mí.

 

Maldición, maldición, maldición Era él¿Cuánto tiempo había pasado ya? ¿Cinco, seis años? ¿Qué mierda pretendía? Rogué que no fuera él, que solo se pareciese, que no me lo hubiese encontrado, no en este momento de mi vida simplemente no me lo podía creer.

 

-          M-Marco - Musitó mi boca sorprendida, se movió por si sola. Sus ojos parecieron brillar, sentí que podía morir en ese mismo instante.

 

-          Ace Así que aún me recuerdas

 

Alargó su mano lentamente su mano, la cual llego  en un rumor hasta mi mejilla acariciándola con gentileza. Ya sentía las lágrimas desbordar mis ojos, pero antes que eso ocurriera, reaccioné.

 

Alejé esa mano que tenía espinas en la palma con un manotazo. Recordar su recorrió por mi cuerpo dolía y me repugnaba.

 

-          ¿Qué mierda haces aquí? Dije enfadado, el  brillo de sus ojos desapareció de pronto y se dirigió una mirada de asombro.

 

-         

 

-          Te hice una pregunta ¿Qué quieres? ¿Qué estás haciendo aquí? Entrecerré los ojos, estoy seguro que también arrugue un poco la nariz. Las ganas de estampar esa cara contra el suelo se estaban acrecentando de forma violenta y abrumante.

 

-          No tienes porqué ser tan rudo Ace

 

-          ¡NO! Prácticamente había gritado, más de alguna persona se había dado vuelta a mirarnos, traté de calmarme, me temblaban las manos de ansiedad e ira, las cerré incrustándome las uñas de lo fuerte que apretaba No me llames con tanta familiaridad te he hecho una pregunta ¿Cómo me encontraste? ¿Qué mierda quieres de mí?

 

-          Hey, Hey No, no es lo que piensas - Dijo tomándome por los hombros.

 

-          ¿No es lo que pienso? ¿Y qué mierda es lo que pienso? ¿No te bastó con todo lo que me hiciste? ¡Vete de aquí!

 

-          Mira, cálmate Yo soy ayudante del profesor Akagami Shanks de la carrera de Psicología 

 

-          ¿Eh?

 

-          Yo No esperaba encontrarte aquí… De verdad Yo

 

No me di cuenta cuando me encontraba en sus brazos siendo apresado con fuerza. Por dios... Tanto que deseé que estos brazos me rodearan en esos momentos, cuanto le necesité… Tantas preguntas que se me venían a la cabeza casi todas comenzaban con un ¿Por qué?

 

Su temperatura seguía siendo tan alta, sentí como la cabeza giraba y volvía en su lugar.

 

¿Por qué se había ido? ¿A dónde? ¿Con quién? ¿Cómo le había ido? ¿Por qué nunca volvió? ¿Por qué nunca me contactó? ¿Por qué no me dijo siquiera adiós?

 

Esa última pregunta hizo clic en mi cabeza. Le empujé, le empujé con todas mis fuerzas, con  todo el dolor que se había apoderado de mi pecho. Quise que así desapareciera en un polvo mágico, como bruma, como neblina que viene y va. Quise, de verdad como quise que en realidad esto no estuviera ocurriéndome. Tantas penas, tantas noches deseándole, tantos cuerpo con los que le había pedido, suplicado, rogado con todas sus fuerzas al cielo olvidar esas caricias ardientes.

 

Me perdí en el odio profundo, ni me había dado cuenta que Marco,  mi antes adorado Marco, estaba en el suelo tirado y me miraba con un aire sombrío, ajeno. Esta vez sí que varios se dieron vuelta a mirarnos, los típicos chismosos. De seguro al día siguiente lo único que faltaría es que esto estuviese en el diario y toda la ciudad lo comentara. Sin embargo me importaba un carajo si es que eso ocurría, quería molerlo a golpes ¿¡Quién mierda se creía!?

 

Una lagrima negra, pesada, venenosa, ardiente y llena de pinchos que rasgaron mi piel al ir descendiendo por mi piel. Parecía hecha de fuego, quemaba, ardía en mi cara y en mi corazón, ardía como el infierno.

 

-          No vuelvas a acercarte a mí, ¿Escuchaste? No vuelvas a dirigirme la palabra No te conozco Desde esa mañana te convertiste en un desconocido - Mi voz nunca había salido tan profunda y cargada, nunca tan ronca. Es que simplemente no podía soportarlo.

 

Mi mochila había caído al piso en el instante en que me había abrazado, la recogí y salí como alma que lleva el diablo. Sentía mis pisadas tan pesadas, mis brazos tan rígidos. No me importaba nada, creo que empuje a una tipa cuando salía disparado.

 

Maldición

 

-          ¡Ace!

 

Maldición

 

-          ¡Ace!

 

Maldición

 

-          ¡Ace! Me jalaron del brazo en el momento en que lanzaba un fuerte derechazo, aquella persona  atrapó mi mano. Cuando mi vista de despejó de la roja niebla del odio, una piel morena, un cabello negro y unos ojos grises, fuertes y fríos me despabilaron por suerte.

 

-          L-Law - Ni me había dado cuenta de cuanto había corrido, pero ya estaba a una larga distancia de la universidad, a Law le corría una gotita de sudor por la frente y jadeaba un poco. Mordí mi labio inferior y tragué fuerte, las lágrimas amenazaban por salir. De improviso recibí un fuerte capote en la cabeza.

 

-          Ni se te ocurra

 

-          ¿¡P-pero que mierda te pasa!? Le grite, la verdad es que me había dado bastante fuerte.

 

-          Ya sabes que no se actuar cuando alguien llora en frente de mi Así que ni se te ocurra - El rostro de Law estaba completamente serio hasta que un suspiro salió como forajido de su boca. Pasó su mano por la nuca y su dura mirada se relajó. Por mi parte luchaba por no ponerme a llorar como un niño al que le han quitado su paletita.

 

-          Creía que estabas enojado conmigo - Dije conteniéndome mirando hacía el suelo, sentí como Law volvía a suspirar.

 

-          No es justo - De un momento a otro vi mis mejillas entre las manos de Trafalgar siendo duramente apretadas, dolía como un demonio - ¿Cómo podría enojarme cuando pones esa cara? Sacas mi lado sádico acaso no te lo había dicho antes - Law era rodeado por una extraña aura negruzca mientras seguía apretándome. Le aparte con las manos sobre unas sonrojadas y adoloridas mejillas.

 

-          No hagas esas cosas - Dije enfadado haciendo un pequeño puchero. Trafalgar esbozó una suave sonrisa, le miré con una interrogación en la cara.

 

-          Vamos por mi auto En el camino me cuantas que fue lo que te ocurrió.

 

Se suponía que ese día me iría en el metro puesto que a Law aún le quedaba una hora de clases y Luffy me esperaba. Además después de lo que pasó en la mañana no creía que en realidad me fuera a llevar de nuevo. Sin embargo no sé si para buena o mala suerte las últimas clases de Law habían sido suspendidas por razones que no se dignó a contarme.

 

Mientras nos dirigíamos de nuevo a la universidad le conté todo lo que había ocurrido a Law, después de todo él no era un mal chico si no que más bien nunca había aprendido a lidiar con los sentimientos ajenos, me escuchó con atención.

 

Bueno creo que es hora de aclarar esta historia Les contaré lo mismo que le conté a Law en su momento, obviamente él no conocía a Marco personalmente, él y yo nos convertimos en amigos por casualidades de la vida y por Luffy, eso ocurrió unos año después de lo de Marco.

 

Marco Marco Es El primer hombre con el que estuve... Es difícil hasta recordarlo o pensarlo. Él era un vecino que venía a jugar siempre con Luffy y conmigo. A pesar de ser más grande que nosotros y nos enseñaba muchas cosas, además de que su padre era muy genial Siempre le admiré… Inclusive le sigo admirando, para mi mala suerte no parece tener una buena relación con el viejo Digo mi abuelo

 

Por otro lado estaba el hecho de que también admiraba mucho a Marco, siempre tan pasivo, tan maduro, me embobaba con una suave sonrisa y una delicada palmadita en la cabeza. Como niño lo veía como un hermano mayor, un buen confidente y por sobre todo una persona que me entendía como nadie.

 

Sin embargo algo cambió en mí una vez entrado en la pubertad. Ese gesto tan amable en su cara, la forma en como revolvía mi cabello, en como consentía a Luffy cuando no veía, la muestra de afecto indiscriminado Mi corazón se aceleraba por todo, sentía como golpeteaba contra mi pecho sin poder controlarlo Era Marco con ese porte tan desaliñado con esa fuerza que sacaba de la nada, con sus regalos y manos que parecían que si me tocaban más fuerte me fueran a romper Yo un niñito que buscaba pelea cada dos por tres, un niño con un alto nivel de testosterona haciendo mella en au cuerpo, un niño completamente normal¡Me sentía atraído por Marco!

 

Claro que convencerme de eso fue difícil No lo podía creer al principio¿Cómo es que un inocente sentimiento podía convertirse en una poderosa atracción? Obvio que me negué a creerlo, yo me consideraba igual que los demás, salí con Luffy por allí y por allá, aunque este fuera cinco años menor que yo* me seguía a donde fuera, no podía negarme a su increíble perseverancia.

 

Cada vez que me sentía en algún aprieto Marco ponía la cara por mí y por mi hermano menor Cosa que hacía que mi corazón volviera a latir como si quisiera salir corriendo de mi cuerpo y abrazarlo. Es por eso que de a poco fui poniendo una pequeña pared entre nosotros. Traté de que estos estúpidos sentimientos no crecieran Pero inevitablemente lo hicieron.

 

Mi corazón explotaba cuando después de salir del colegio y entrar en la universidad  a estudiar psicología llegaba a la casa y nos cuidaba de vez en cuando. Aún recuerdo que el olor de su colonia me avisaba que había llegado. Su aura se volvió tan madura  e incomprensiblemente atrayente que pensé que podía morir con el solo hecho de que estuviese en la sala mirando la televisión comiendo lo que sea que fuera que sacara de la cocina.

 

Ya mi mente estaba siendo severamente afectada una vez comencé a tener sueños subiditos de tono La verdad es que al principio solo me imaginaba como debía ser su cuerpo, como sería mientras tocaba a otra persona, hasta que esa persona se fue convirtiendo de a poco en mi viva imagen. Las típicas conversaciones sobre sexo y esas cosas, y la curiosidad propia de los adolescentes no me ayudaban para nada ¡Si hasta la primera vez que me toqué fue pensando en él! A pesar de estar mirando una película porno con unos cuantos amigos en la casa vacía de uno de ellos lo único que llenaba mi mente ¡Era él haciéndome ese tipo de cosas!

 

No saben lo horrible que se siente ahora recordarlo y  a la vez es un poco divertido, era un niño idiota, y creo que sigo siendo un idiota irremediable.

 

Debí haber tenido unos catorce años cuando un día después de pelear seriamente con el viejo, este salió dictaminando que si necesitábamos una niñera, que no me podía confiar a revoltoso de Luffy y que la casa terminara en pie cuando volviera de donde fuera que debía ir, yo siempre supe que trabajaba en el ejército o algo así, es esos momentos no me importaba, luego supe que ocupaba un alto cargo en ese lugar.

 

Ese atardecer Marco había llegado como siempre con su mochila al hombro, con esos ojos cansados y lanzando un largo suspiro. Yo por mi parte estaba muy molesto y ni siquiera su presencia me había calmado, no me gustaba que el viejo ese me tratara como un simple niñito. En ese tiempo creo que Marco iba en su tercer o cuarto año de vida universitaria, recuerdo que se pasó lo que restaba de la tarde tomando apuntes de un grueso libro, tenía como unas tres guías desparramadas por la mesita de centro en la sala y una taza de café al otro lado. Ojeaba cada cierto tiempo todo y volvía a anotar.

 

Sin embargo frenó una vez tuvimos que comer. Yo claramente me negué, recuerdo que le había gritado enfadado por primera vez en mi vida, él  no sé si por causa del estrés al que obviamente estaba sometido o qué, perdió la calma que lo caracterizaba y comenzamos a discutir.

 

Luffy que en ese tiempo no tenía más de nueve años nos miraba sin entender nada. Me sorprendió que en un fuerte grito me mandara a mi habitación sin dejar que terminara de cenar. Luffy se quedó con él en la cocina y yo con ruidosos pisotones subí hasta mi pieza.

 

Al rato después escuche que mi hermanito salía del baño que de seguro se había duchado y se despedía de Marco, algo que dijo me hizo enrojecer, recuerdo perfectamente lo dicho por su boquita inocente.

 

-          ¿Aún estás enojado con Ace?

 

-          No estoy enojado Luffy, solo estoy un poco presionado por todo, no te preocupes

 

-          Menos mal porque él te quiere mucho, es la primera vez que le veo enfadarse contigo a pesar de que siempre pone una cara de enojo cuando le molestas en realidad no es así… - Se escuchó una risita calmada.

 

-          Lo sé Luffy, yo también quiero mucho a Ace Después hablaré con él ¿Si? No te preocupes

 

Luffy después de eso se había ido a acostar sin más. Miré el reloj obviamente era tarde pero al día siguiente no tendríamos que ir al colegio así que no importaba realmente.

 

Me volví una verdadera cuncuna en su crisálida de sábanas, escuchar las palabras de Marco hizo que toda la furia se esfumara. Como me hubiese gustado que esas palaras fueran verdad.

 

Ya era entrada la noche y no podía pegar un ojo. Aún seguía envuelto, esperando, deseando que a Marco no se le ocurriera entrar. Sin embargo mis ruegos fueron en vano, a esa hora él entró en mi habitación.

 

Me llamó, se acercó, me desenvolvió de mi escondite y mi corazón saltó al ver su cara amable, su sonrisa perezosa y encantadora que hacía que mi pecho doliera, las palabras que había escuchado de su boca resonaban en mi cabeza. Yo también quiero mucho a Ace Yo también quiero mucho a Ace Yo también quiero mucho a Ace

 

No pude más, estos sentimientos tan fuertes que como inexperto no podía controlar se hicieron presentes y rodeándole el cuello con mis brazos le besé. Un beso casto, tierno, esperanzado, un primer beso nervioso e impulsivo.

 

Recuerdo perfectamente las escenas que siguieron a ese beso. Mi confesión con las mejillas ardiendo junto con una disculpa por mi comportamiento. Un nuevo beso suyo. Su legua paseándose sobre mi  labio inferior. Yo abriendo la boca en un gemido cuando había colado sus manos por mi pijama. Su lengua en mi boca. Un mareo insufrible y una ascendente excitación. Mi cuerpo desnudo. Su cuerpo desnudo. Sus manos calcinantes. Mis gemidos ahogados. Su lengua paseándose por mi cuerpo. Mis manos aferrándose a las hebras de su rubio cabello mientras tomaba mi miembro con su boca. El calor. Mi corazón corriendo fuerte y acelerado. Sus dedos dentro de mí. El dolor y el placer. Los lugares que había tocado quemaban cada vez que las dejaba para tocar otra. Su miembro fuerte y excitado en mi entrada amenazando con entrar. Un beso en el cuello, el sudor y un te quiero murmurado a mi oreja. El cielo y el infierno juntos estremeciendo mi cuerpo. Esa mirada lujuriosa y desesperada en su rostro mientras me mordía. La entrada y salida de la extensión de anatomía en la mía. El éxtasis infinito. Mis manos arañado su espalda al momento de correrme. Él llenándome. Lo jadeos tratando de regular mi respiración. Las diferentes rondas. Las diferentes poses. La locura de la lujuria en toda su extensión. Mi primera vez con alguien, con un hombre, con quien quería hasta el punto de perder la cordura.

 

A la mañana siguiente me desperté con el cuerpo adolorido, mis labios partidos y la garganta seca. Rogué que Luffy no hubiese escuchado. Al abrir los ojos, me dio los buenos días un cuarto desordenado y una cama desierta. Claro que me asusté, pero mi mente se aferró a la idea de que tal vez estaba duchándose o algo así. Puesto que su ropa no estaba en ningún lado.

 

Una vez vi la hora no pude creer lo tarde que era. Era pasado medio día. Me levanté como pude y me vestí apresurado. Bajé con cuidado la parte baja de mi cuerpo dolía como mil demonios.

 

Una vez abajo me dirigí a la sala en donde Luffy miraba televisión despreocupadamente comiendo un enorme sándwich.

 

Pregunté obviamente por Marco pero Luffy me miró con una cara de extrañeza y luego moviendo la cabeza hacia un lado me dijo que él ya se había ido hace mucho. Sentí que el mundo se me venía encima al escucharle decir a Luffy el mensaje que me había dejado

 

Un triste y lacerante Lo siento

 

Marco había llegado a mi vida como un espectro maravilloso, una aureola boreal Y se había ido como un desbaratado y avasallador desastre, un huracán Me había dejado en el aire, sin nada, creí que no podría levantarme nunca Lloré, claro que lo hice, era obvio, la primera vez que me rompían el corazón, ese que latía tan fuerte cuando escuchaba su voz, que parecía detenerse con solo sentirle cerca Ese estaba en el suelo humillado Le busqué como loco luego de unas semanas de no vernos en ningún lado. Cuando había reunido fuerzas para ir a su casa su padre me recibió y me contó un poco preocupado que Marco se había ido a estudiar al extranjero con una beca que había ganado, al principio no quería irse de ninguna manera pero de pronto cambió de idea.

 

Se había ido de mi lado Después de tomarme me había botado como si nada. Ahora lo pienso y quizá solo haya sido usado No lo sé…

 

Desde ese día no me importó jugar con la gente. Hice lo mismo que me hicieron, me dejé amar pero nunca amé, no me acuerdo de cuantos corazones rotos dejaron mis pasos y pensarlo me hiela la sangre Claro que Luffy no sabe nada de esto o lo más probable es que si lo sepa, una cosa es que tenga esa aura tan inquebrantablemente inocente pero no era un bastardo que no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor Eso era lo que más repudié y repudiaba de mí

 

No podía controlarme y suponer que Luffy podía saber la clase de persona en que me había convertido era horrible, descorazonador

 

Aun recordaba ese día de lluvia en que las caricias ardientes de esa noche me habían abrazado como nunca, recuerdo haber derramado lágrimas como loco, sin poder contenerme, aferrándome a mí mismo El pequeño Luffy me vio en ese rincón oscuro en mi habitación me abrazó, creo que para que no llorara - Ser tan débil ante Luffy fue la única oportunidad en que me dejé ver así – yo por mi lado me aferré tan fuerte a su ropa que de seguro un poco más y se rompería entre mis manos.

 

Recuerdo una enorme sonrisa, una sonrisa que saco de mi profunda depresión. Si no fuera por Luffy no creo que me hubiese levantado y seguido adelante. Claro pisoteé a muchos, y no me siento orgulloso de ello, pero avancé…

 

No soy para nada una buena persona No les voy a mentir. Inclusive que sufra ahora es un tanto cínico y egoísta de mi parte, pero es que verle me dejó muy mal. Recordé cada beso que se perdió en el tiempo y en la cicatriz que aún no sana. Recordé cada cuerpo al que marqué y luego tiré como si nada Me sentí asqueado, de pensar que alguien que es capaz de mentirle a un niño ilusionado y enamorado, pero también por mí y mi errática vida de rompecorazones que preferiría olvidar.

 

Doy gracias que con la universidad me haya calmado un poco, ahora solo salgo con Luffy cuando hay una que otra fiesta o con Law cuando mi hermanito se queda con alguno de sus amigos, es allí cuando busco alguien con mis mismos intereses, una noche de jadeos y gemidos, para luego al otro día cada uno para su casa sin necesidad de un nos vemos.

 

Doy gracias por que Law  tenga gustos muy parecidos que los míos. Simplemente gente con una buena fachada que en los bares oscuros pareciera que no encaja dando un toque de misterio, siempre yo arriba, por lo menos para mí es así, en cambio para Law también le gustan los chicos o las chicas con algo atrayente, pero en ese caso no importa quién sea si es una prostituta coqueta o un muchacho distinguido que le invita un trago Lo más seguro que esa noche termine en la cama de esa persona en la posición que sea, la idea era obtener placer.

 

Increíblemente nunca hemos tenido nada entre nosotros Si bien encontraba muy guapo al estudiante de medicina dueño del departamento en que vivíamos y amigo desde hace mucho, no había intentado nada con él - era como querer hacerlo con Luffy – pero no puedo negar que me daba curiosidad el sabor que tendría lamer la piel de su cuello que se expone por sobre la camiseta o sudadera, en donde si cabello desordenado acariciaba con perezosa sensualidad o el que se sentiría acunarme en el hueco entre ese mismo cuello encantador y su hombro, además que el olor que expelía Law era muy atrayente Pero nunca, nunca lo he hecho, luego de esos deseos me encuentro a mí mismo vomitando en un rincón.

 

Volviendo al tema original

 

-          Ace - Me llamó Law una vez nos quedamos en silencio, ya habíamos llegado al estacionamiento, y nos habíamos metido al auto. Se me erizó cada vello del cuerpo al escuchar mi nombre en su seria voz, nunca me había gustado como Law llamaba a los demás así que nunca permití que se refiriera a mi así, de la misma forma yo le llamaba por su nombre – ¿Qué harás desde ahora?

 

-          ¿Qué quieres decir con eso?

 

-          Bueno Digamos que él está aquí ayudando a un profesor Además que la facultad de psicología está cerca de la de medicina, podrías topártelo por el solo hecho de ir a verme Es inevitable que no te lo encuentres aquí a pesar de lo enorme que es el campus.

 

-          Yo

 

-          Tu historia con él no ha terminado ¿No?

 

-          ¡Claro que sí! No sé si es una jugarreta del destino o lo que sea pero no quiero volver a verlo en mi vida. Él jugó conmigo Law

 

-          Y si no fue así…

 

-          ¿Qué demonios estas diciendo? Law que se había dispuesto a encender el auto freno todos sus movimientos dirigiendo su fría y escudriñadora mirada a la mía. Sabía que estaba hablando muy en serio y que creía en lo que me diría.

 

-          ¿Y si de verdad te quería? ¿Y si de verdad te quiere aun ahora? Piénsalo fríamente, si hubieses sido tu¿No hubieses pensado en ti como un maldito abusador? Eras como un hermanito para él, Ace No trato de defenderlo ni nada, solo te estoy dando una hipótesis Pero Piensa, es como si de pronto sintieras algo por Luffy, él no es tan pequeño como tú en ese momento pero sirveÉl se te confiesa y más encima te lo tiras¿Qué hubieses hecho, Ace?

 

Me quedé mudo¿Qué hubiese hecho yo? Ni siquiera lo sabíaNo había respuesta para una pregunta tan fuerte. Simplemente el hecho se querer en esa dirección a Luffy me era imposible.

 

-          Definitivamente no

 

-          ¿Eh?

 

-          No puedo creerlo No puedo concebirlo de esa manera no sé qué estás pensando para creer esoÉl no me quiso- Estaba molesto de nuevo sin embargo Law en vez de molestarse conmigo como siempre hacía suspiró.

 

-          Yo no estoy diciéndote que haya sido así ni mucho menos Pero es lo que en el fondo esperas que haya sido.

 

Termino la frase en casi un susurro que por poco casi no escucho, la verdad es que hubiese preferido no haberlo escuchado.

 

Law arrancó y fuimos a buscar  Luffy a la casa de Zoro. En todo el camino no intercambiamos palabras. Law miraba fijamente al frente y yo no podía hacer masque perderme en mis manos juntas sobre mis muslos. No pude rebatirle a Law lo que me había dicho, me sentí intimidado por el peso de ese liviano susurro sobre mis hombros.

 

Llegamos a Casa de Zoro y Luffy después de demorarse mucho salió con una radiante sonrisa. Al entrar al auto nos contaba lo bien que le había pasado. Law de vez en cuando le prestaba atención. Yo por mi parte simplemente me dignaba a seguir mirando mis manos.

 

Cuando llegamos al estacionamiento de nuestro complejo departamental, Law estacionó en su lugar de siempre y nos bajamos ya sin decir nada, creo que Luffy había intuido que algo no iba bien. Mi suposición fue acertada puesto que alcancé a escuchar cuando le preguntaba a Law que pasaba conmigo antes de entrar y subir las escaleras corriendo. Ellos subieron en el ascensor y no supe más. A lo mejor Law le contaba a Luffy lo que había ocurrido. Bueno después de todo no era algo que quería mantener en desconocimiento de él, pero tampoco encontraba valor para contárselo.

 

Una vez arriba me di cuenta que los chicos recién estaban abriendo la puerta del departamento. Una gotita de sudor resbalaba por mi frente puesto que había subido bastante rápido.

 

Entramos, yo por mi parte arrojé mi mochila al sillón en donde me recosté y prendí la televisión para que simplemente sonara. Law se fue a la cocina con Luffy quien seguía hablándole sobre lo que había ocurrido en el colegio. No sé cuándo pero me quedé dormido.

 

Desperté a eso de las diez y media de la noche, la televisión seguía sonando pero en un canal diferente. Sentado en el otro sillón estaba Trafalgar ojeando uno que otro libro.

-           

-          Luffy está en su habitación - Dijo sin despegar su mirada del grueso volumen.

 

-          Ah Ya veo Creo que también iré a la mía - Dios esto era incómodo. Me levanté como un autómata y me dirigí hacia mi cuarto cando la voz de Law me detuvo.

 

-          No pienses mucho en eso - Dijo con su uniforme voz. En el fondo supe que Law quería consolarme de algún modo, aunque no fuera bueno en eso. Quizá en el momento en que me dijo y todo aquello estaba tratando de animarme o consolarme, solo que se había equivocado un poco.

 

-          Buenas noches - Dije más para mí que para él.

 

Al entrar en mi cuarto me abalancé sobre la cama y abracé la almohada.

 

¿Podía ser esto posible a estas alturas? ¿Podía mi corazón soportarlo? ¿Podía creer en las ilusiones? ¿Creía realmente en lo que Law había dicho? ¿Esperaba que todo fuera de otra forma? Y si era así¿No significaba eso que seguía sintiendo algo por él?

 

Quizá debía dejar de pensar Pero es que tan solo había una verdad, y esa era; que tenía miedo contestar esas preguntas.

Notas finales:

ME QUEDO DORMIDA EN EL TECLALNDCUAKENDCOUNCIASUDBCIÑEAURBVUHYNENHUCBEÑAIUBCNESIUVBRLYUVNJHBD

NAH...  PERO DE VERDAD ESTOY ADORMILADA... HEHEH XD (perdon si es que hay muchos error en la escritura pero ni me fijé de verdad D:)

*Bueno creo que ha llegado el momento de decirles más o menos lasedades de mis personajes para que vayan entendiendo un poco que es lo que estoy haciendo puesto que en el Fic puede que no las ponga... Y se haga un tanto confuso... eso...

Law---> 22 Años (Estúpido y sensual Law hahaha xD)

Ace---> 20 Años (Si es menor que Law :D)

Kid---> Es un secreto por el momento aunque igual es deducible creo... :/

Marco---> 29 Años  

Luffy---> 15 Años (Tan leeendo y pequeño hehe si es cierto creo que es muy chico pero es la idea :D)

En fin...

kurokaXsama y Kilik Pride Muchísimas gracias por su apoyo de verdad!!!!!!!! *^*

Son un par de personas hermosísimas en serio xD

KUROCHAN~~~~~ 

Esto es para ti... (si es que no te has casado xd leer esta cosa tan larga hahaha) Lo siento pero no pude terminar el Two-Shot TT^TT he estado de aquí para acá con mi vida y no he podido... de verdad lo siento... y esta otra semana estaré de vieja con mi curso por lo que no sé si pueda subirlo aunque lo haga asi que Lo siento de nuevo... Bueno querida era eso U^U 

Bueno... ESPEROQUE HAYAN DISFRUTADO DEL FIC COMO YO HACIENDOLO!!!!!!

ESPERO SUS REVIEWS!!!!

(~*^*)~


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