—¡GACKT, ATENTO! —Una voz ronca se elevó ante el sonar de las guitarras perdidas que se encontraban en acción, provocando un fuerte chirrido que lastimó los oídos de los presentes.
—¿Mhm? —Nuestro querido personaje, el señor “perfección”, el hombre de hombres, el “yo nunca me equivoco” ladeó su vista algo distraído hacia el portador de la ronca voz. —¿Me estás regañando, You? ¿Estás consiente de lo que estás haciendo? —La voz incrédula de Gackt rellenó el silencio que había provocado el fatal horror del cantante. ¡El gran Gackt Camui se había equivocado en un ensayo! Cosa que nunca hacía, por más enfermedades que lo aplastaban cuando se sobrecargaba de trabajo.
—¿Te pasa algo? ¿Estás enfermo? Si quieres podemos tomarnos un desc…
—¡NO ME PASA NADA, MALDICIÓN! Tan solo sigamos ensayando.
—Toda la semana has estado fatal, ¿Tuviste una noche dura, cierto? —Preguntó una nueva voz, esta vez intervino Chachamaru, el lindo tío Chacha.
Gackt abrió con fuerza sus ojos, sintiendo como su rostro se colocaba más roja que un tomate. No por sonrojo, sino por enojo. ¡Obvio! Nadie ruboriza al Mr.
—. . .
—¡OH! ¿Acaso encontraste a la chica de tus sueños? Dijiste que no descansarías hasta que una chica te hiciera derretirte toda la noche de placer y que quedaras abatido una semana entera. —Mencionó el pequeño rubio con una sonrisa pícara, mirando casi penetrante al hombre de ojos postizos.
—. . .
—Vamos Chacha, no lo molestes con eso. —You había desviado su mirada, acomodando un poco la guitarra que sostenía entre sus manos.
—¿Dejarlo? ¡Pero si a él le encanta hablar de sus aventuras nocturnas. ¿Verdad Gackt? ¿O esa chica fue demasiado ruda para ti?
Gackt suspiró, su cabeza estaba hecha un lío y no sabía si soltarle un gran golpe a Chachamaru para callarlo o simplemente ignorarlo.
Ambos guitarristas se dieron cuenta de la actitud del mayor, y más cuando Gackuto les echó una mirada, de esas miradas que congelan.
—Me largo, mañana seguimos. —El ojos azules dejó el micrófono en la mesa y sin siquiera voltear a ver a los presentes se retiró del lugar, dando un fuerte portazo dando a conocer el aura de enojo y frustración que lo rodeaba.
Boquiabiertos se quedaron You y Chacha. Ya eran 7 días seguidos en los que Gackt dejaba un ensayo a medias, definitivamente algo sucedía y ellos no se quedarían con la duda. ¡Algo había pasado! Gackt no era así, ese comportamiento no era normal.
—¿Pasó algo aquella noche? —Chacha volteó inmediatamente después de superar el shock que el espectáculo de Gackt había provocado hacía ya unos pocos segundos.
—Gackt se puso ebrio como siempre, pero… más ebrio que lo normal. Y de hecho Hyde-san lo estaba siguiendo en el juego. Yo me fui antes de que llegaran las prostitutas. Tú sabes…
—Oh, no te gusta ver a Gackt con otras mujeres porque…
—Sh, ya vámonos de aquí.
—o—
La luz de la luna había golpeado la incansable ciudad de Tokyo. Aún en la noche se podían ver los trabajadores andando de estación a estación para poder ir o venir de sus trabajos. La gente se reunía provocando un enorme bullicio entre las calles, digno de una ciudad tan avanzada como eran las ciudades del país del sol naciente. Pero había una persona en particular que no compartía esa noche ajetreada llena de trabajo, al contrario… llevaba más de 4 horas sentado en su estudio mientras cavilaba sin cesar.
—¿Por qué no recuerdas nada? —Dicha frase salió en un suspiro de los labios del hombre de cabellos oscuros.
Gackt se mantenía quieto, inmóvil ante aquella situación. ¡Maldición, era la primera vez que se enfrentaba a esto! Realmente se sentía un verdadero inútil al no saber cómo reaccionar. Y es que… ¡¿Cómo se supone que reaccionaría al saber que él y su mejor amigo…?! ¡NO!
—Bien, no te desesperes Gackt. Has logrado hacer muchos trabajos bajo presión. Lograste sacar un álbum completo en tan solo un par de días, lograste sobrevivir ante la furia del mar aquel día en la isla. Lograste sobrevivir ante la ola de fans a lo largo de tu carrera. Lograste sobrevivir los escándalos de la droga, del hijo en Canadá, de la evasión de impuestos, de la violación sadomasoquista a esa chica… ¡ERES EL MEJOR, JODER!
Silencio absoluto.
Silencio absoluto.
Silencio absoluto.
Silencio absoluto.
Silencio absoluto.
Silencio absoluto.
—¡NO PUEDO CON ESTO! ¡Esto es una violación a mí! ¡A mi persona! ¡Con mi mejor amigo!— Gackt suspiró con fuerza y se dejó caer en aquel escritorio lleno de papeles. Estiró sus brazos los cuales recargó en aquella superficie mientras que su rostro hacía lo mismo.
—Me importa una mierda haberlo hecho con Hyde. No me sentiría tan mal de haber sido yo quien lo follara. Pero… ¿ÉL A MÍ? Sé que está bromeando.
Gackt tomó inmediatamente su teléfono personal, aquel teléfono inteligente el cual estaba adornado con una trama de leopardo, con pequeñas incrustaciones de brillos por toda la cáscara del protector del celular, derrochando masculinidad en todo su esplendor.
El hombre desesperado echó a andar sus dedos. Con una velocidad impresionante seleccionó el móvil de Hyde y comenzó a teclear un mensaje:
╰o╮SMS to: Hideto ╰o╮
¿Realmente piensas dejarme con la duda? ¡Estúpido! Cuéntame de una buena vez que sucedió o pagarás las consecuencias.
—Hum, demasiado amenazador, creo que eso lo asustará.
╰o╮SMS to: Hideto ╰o╮
¿Y? ¿Cómo se sintió? ¿Realmente soy bueno en la cama?
—¡AGH! ESTÚPIDO, NO.
╰o╮SMS to: Hideto ╰o╮
Hyde, tenemos que hablar. Cuando tengas tiempo ven a mi casa. ¿O prefieres que vaya a la tuya?
╰o╮SEND ╰o╮
Gackt finalmente envió aquel mensaje sin ningún titubeo, a pesar de que su corazón latía con demasiada fuerza.
Tiró el celular a un lado y se dignó finalmente a levantarse de su asiento para así poder dirigirse hacia su habitación, sintiéndose completamente abatido por la semana de mierda que había tenido. Ya no quería saber nada. Las cosas que hacía le estaban saliendo realmente mal; no podía concentrarse, no podía trabajar bien, no podría siquiera mantener la conversación con las demás personas ya que al verlas sentía que se daría cuenta de lo que le sucedía.
Estaba confundido, estaba solo, se sentía solo. Hyde no ayudaba en nada, había desaparecido del mapa 7 días después de aquella mañana en la que se fue completamente molesto.
—¿Molesto?—Se repitió Gackt en voz baja mientras abría la puerta de su inmensa habitación. Ahora que lo pensaba nunca se había preguntado por qué Hyde se había ido de esa manera tan extraña de su hogar. “Molesto”... acaso podría ser que… —¡¿No le gustó hacerlo conmigo?! —¡PUM! Otro golpe bajó para el gran caza nova Camui.
El hombre de ojos postizos rio de manera sarcástica. ¿Acaso estaba aceptando lo ocurrido? Joder, solo fue un accidente, producto del alcohol aquella noche. ¿Acaso Hyde lo olvidó y ya? Tal vez debería hacer lo mismo pero… ¿Cómo podría olvidar algo que ni siquiera recuerda?
Es confuso, ¿cierto? Es por eso que los dolores de cabeza del Mr se hacían más constantes.
Ya no quiso saber nada, estaba cansado de pensar. Hablaría con Hyde; después de todo desde hace 7 días no le había dirigido la palabra, y enfrentarlo sería la única solución.
“Ya será mañana”. Dijo Gackt en sus adentros mientras se acomodaba en su inmensa cama llena de sábanas blancas por doquier. Se hundió en su almohada y cerró sus ojos, inmerso en los pensamientos en los cuales Hyde reinaba completamente. ¿Pasivo, activo? ¿Hyde? Necesitaba recordarlo ya.
—o—
En la oscuridad de un gran departamento la calma había llegado. Era media noche ya y todos los que hospedaban el hotel estaban sumidos en un sueño profundo.
Pero había una excepción, un hombre de mediana estatura que estaba recargado en el espaldar de su enorme y hermosa cama, mientras tenía puestos unos audífonos los cuales lo alejaban de toda la realidad silenciosa que reinaba el lugar.
De pronto, se escuchó un peculiar tono de timbre, indicándole a Hyde que había recibido un mensaje.
—¿Mhn? —Paró inmediatamente la música y sus ojos se abrieron por completo tras ver quién era el remitente.
¿Acaso estaba soñando? Hyde no lo podía creer. Sintió claramente como su corazón comenzaba a bombear cada vez más a prisa, cada vez más rápido. Su estómago se contrajo por unos momentos indicándole que había una revolución dentro a causa de los nervios que el solo nombre “Gackt” provocaba en su vida.
—Tsk. —El castaño suspiró con fuerza y abrió tembloroso aquel mensaje. Leyó. Volvió a leer. Leyó de nuevo… suspiró.
La ternura estuvo a punto de invadir su mente, pero el recuerdo de una dolorosa palabra que había resonado a lo largo de la semana solo hizo que su enojo aumentara.
A S C O. Eso fue lo que Gackt dijo, eso fue lo que Hyde le provocó a Gackt aquella noche. Solo eso, asco.
Hyde frunció el ceño y se apresuró en darle una respuesta a Gackt. Se sentía una chica, pero… era lo que se merecía ese estúpido.
╰o╮SMS to: Gackt ╰o╮
Lo siento, me iré de gira a partir de la otra semana. Lástima Gacchan, pero alégrate, por lo menos ya no sentirás asco. Buenas noches
╰o╮SEND ╰o╮