Capítulo 3: aceptación, partiendo hacia el medio de la nada
Key no daba crédito a lo que escuchaba ¿mañana?, ¿tan rápido?
—¿Y el instituto? —preguntó él ya sin poder contener sus lágrimas que corrían libremente por sus mejillas —¿qué pasará con el puto instituto?
—Cuida tus palabras jovencito —le dijo su tía.
—Faltan dos semanas para que termine —siguió hablando Key como si no la hubiese escuchado. —¿Y mis amigos?, ¿qué pasará con Minho, Onew y Taemin?
—Hablare con el director para decirle que no podrás asistir estas dos últimas semanas, y por si no recuerdas ayer no te importaba si te expulsaban del instituto por lo que resta de clases, y sé que ya han terminado las pruebas así que no creo que haya mayor inconveniente. Además sólo serán tres meses Key no es como si te fueses a quedar para siempre allá, y tus amigos te pueden ir a visitar si quieren.
—Veo que has planeado todo querida tía —expresó Key con amargura —está bien, me iré si eso es lo que quieres.
Boa iba a responderle pero Key se levantó inmediatamente y se fue corriendo a su habitación. Taemin se había despertado con el grito de Key, pero no quiso ser metiche y se quedó esperándolo en su cuarto.
Key entró y cerró de un portazo, luego se echó en la cama a llorar, Taemin se alarmó no lo había visto tan alterado desde hace mucho tiempo cuando sucedió aquello, no era común verlo llorar así que se preocupó.
—Key hyung ¿qué te sucedió? —preguntó mientras le pasaba la mano por la espalda.
Key inmediatamente se dio la vuelta y se abrazó a Taemin, éste lo recibió y le devolvió el abrazo.
—Mi tía… —empezó a hablar Key pero su llanto no lo dejaba.
—Shhh, calma Key —lo siguió consolando Taemin.
Cuando Key se hubo calmado un poco, por fin decidió hablar.
—Baby mi tía ya se hartó de mí, me quiere enviar muy lejos al interior del país a una hacienda que está en el campo en medio de la nada y me dijo que mañana mismo me iría para allá.
—¿Cómo dices? —le preguntó Taemin sorprendido.
—Lo que escuchaste Tae, mi tía me termina de decir que hablo con una vieja amiga suya para que me acepte en su hacienda los tres meses de vacaciones del instituto. Dice que el campo es un excelente lugar para meditar y que yo necesito pensar sobre mi vida y mi futuro. Pero yo sé que ella me va dejar solo. No me quiero quedar solo de nuevo Taemin.
Taemin soltó un suspiro de alivio y Key lo observó con gesto interrogativo
—¿Qué fue eso Taemin? —¿no te importa que me vaya y no me vuelvas a ver?
—Hyung por un momento pensé que te había ocurrido algo muy malo, creí que te irías a vivir para allá pero sólo serán tres meses, además tampoco creo que esté en medio de la nada. Y tu tía sé que no te dejaría solo, ella te ama Key, tal vez quiere que piense bien qué quieres para tu vida y creyó que enviándote con su amiga lograría que lo hicieras.
—Baby cómo me dices eso, ¡tres meses! ¿Sabes lo que son tres meses alejado de la civilización?, está bien, sé que exagere un poco al pensar que ella se quería deshacer de mí pero entiéndeme baby, estoy acostumbrado a vivir cómodo en la ciudad, con lujos y personas que hagan las cosas por mí. Y nunca he pasado tanto tiempo sin verlos a ustedes —dijo empezando a llorar de nuevo.
—Ya Key, a lo mejor te termina gustando todo por allá. No llores te pondrás feo. Te visitare con los chicos te lo prometo —le dijo Taemin para animarlo un poco, él también se sentía un poco triste de pensar que pasaría tanto tiempo sin ver a su hyung. Además Key cumplía años en un mes y medio aproximadamente y una semana después de su cumpleaños llegaba ese día, ese en el que su hyung se ponía tan triste y abatido, era cuando más los necesitaba a ellos sus amigos aunque no se los dijera y se encerrara en su tristeza.
Luego de media hora de llantos y consuelos por fin se ducharon y Key le prestó su ropa a Taemin, se veía un poco chistoso porque le quedaba algo grande, Taemin era muy delgado y un poquito más bajo que él. Pero a Taemin no es como si le importase mucho eso porque aunque le gustaba vestirse bien tampoco era un maniaco con ese tema.
—Tae baby ayúdame a hacer mi maleta —le pidió Key con rostro triste al menor.
Entre los dos escogieron las cosas que Key se llevaría, realmente parecía que se iba a quedar a vivir de forma definitiva allá, llevaban tres maletas y aun Key quería seguir empacando cosas, pero Taemin no lo dejó, le dijo que así era suficiente.
Luego de terminar de hacer las maletas decidieron salir a caminar al parque así Key se despejaría un poco, le avisaron a Minho y a Onew para que se unieran a la salida.
—¿Qué chocaste un auto? —preguntaba Minho con los ojos más grande de lo que ya los tenia.
—Sí, es que ese señor salió de la nada y no lo vi —respondió Key.
—¿Y luego del choque qué sucedió? —esta vez fue Onew el que preguntó.
—Pues el señor se molestó mucho hyung y nos amenazó con llevarnos a la comisaria —intervino Taemin.
—Sí, pero luego me pidió el número de mis padres —dijo Key —y este niño fue de voluntario a darle el número de mi tía —continuó mientras miraba a Taemin con molestia recordando lo sucedido.
—Key hyung si no lo hacia todo terminaría peor lo sé —se defendió Taemin.
—Termina de contar Key —interrumpió Minho.
—Bueno mi tía lo convenció de que no nos denunciara y le pagó el arreglo del auto. Pero esta vez sí me ha castigado chicos —dijo mientras bajaba la cabeza en un gesto de abatido.
—¿Te castigo en serio? —preguntó Onew sorprendido porque él también sabía que Boa nunca castigaba a Key.
—Sí, el peor de todos los castigos, ha hablado con su amiga que vive en el campo y le ha dicho que me acepte en su hacienda los tres meses de vacaciones, mejor dicho tres meses y medio porque no asistiré al instituto las dos últimas semanas.
—¿Y cuándo te vas? —le preguntó Minho.
—¿Qué?, ¿ya quieres que me vaya? Que mal amigo eres rana mutante —le contestó cruzando los brazos.
—¡No! Exclamó Minho —es que terminas de decir que no asistirás al instituto estas últimas dos semanas de clases.
—Se irá mañana Minho hyung —le respondió Taemin triste.
—¡Oh Tae! no te pongas triste —le dijo Minho mientras se sentaba a su lado y lo abrazaba, Minho estaba perdidamente enamorado de Taemin y éste de él desde prácticamente que se conocieron, pero ninguno daba el primer paso y se confesaba con temor a que el otro lo rechazara y así dañar la amistad que tenían.
—¡Ya! Mal amigo, Taemin se quedará aquí y yo me iré por tres meses y medio, deberías consolarme a mí —le dijo Key. Éste ya sabía que ese par se gustaba pero no había querido meterse para ver si ellos solos tomaban la iniciativa y se confesaban, pero al parecer le salieron muy tímidos éstos dos.
Minho se rió —no te pongas celosa diva, para ti también hay —le dijo mientras lo abrazaba.
—¿Y yo qué? —preguntó Onew, —también estoy triste ¿no hay abrazo para mí?
—Entonces abrazo grupal —contestó Key mientras halaba la mano de Onew para que se uniera a ellos.
Luego de ese momento tan cursi como lo llamó Minho, se fueron a almorzar. Tomaron esa salida como la despedida de Key, y quedaron en irlo a acompañar en el aeropuerto.
Más tarde después de pasar el resto del día hablando, recordando viejos momentos juntos cada quien se fue a su casa. Key por su parte se encerró en su habitación y no cenó, sólo se duchó y se acostó a dormir, mañana al medio día partiría hacia la nada como lo había denominado él. Con estos pensamientos se quedó dormido.
Esta vez no se encontraba en un parque sino en la playa con sus padres, éstos lo observaban felices mientras él trataba de hacer un castillo de arena. Habían muchos niños jugando en la arena pero él estaba concentrado tratando de crear su súper castillo. El ambiente era muy agradable, se oían risas por todas partes, de repente empezó a llover y todos se echaron a correr tratando de refugiarse entre las sombrillas que se encontraban esparcidas en toda la playa.
Su padre lo empezó a llamar —Key hijo, vamos apresúrate que te puedes resfriar— le decía con las manos extendidas, mientras su madre recogía las cosas de forma apresurada. De repente se empezaron a escuchar estruendos, la lluvia arreció y él cómo le temía a esos sonidos se echó a correr hacia los brazos de su padre pero cuando estaba por alcanzarlo éste desapareció al igual que su madre, cuando se giró ya no había nadie en la playa. De nuevo se encontraba solo.
Siendo apenas un niño de siete años se encontró perdido en la nada y empezó a llorar —¡papá no me dejes! Exclamaba entre el llanto, —¡papá, mamá vuelvan!
Despertó y se sentó de golpe en la cama, esas pesadillas se repetían una y otra vez. <<¿Cuándo dejarían de acecharlo?>> se preguntó Key, ya son casi 10 años y aún seguía soñando ese tipo de cosas.
<<Tus padres no van a volver Key, entiéndelo y todo es tu maldita culpa>> se dijo, para volverse a acostar y tratar de conciliar el sueño, lo cual consiguió después de dar muchas vueltas en la cama y pasadas las tres de la mañana.
De nueva cuenta el sonido del despertador lo arrancó de los brazos de Morfeo, con mucha flojera lo apagó y observó la hora, 9:00 de la mañana, se levantó entró al baño, se lavó los dientes y se duchó. Debía estar más tardar a las 10:30 en el aeropuerto porque su vuelo salía a las 12:00 del mediodía.
Luego de vestirse con unas bermudas de cuadros rojos ceñidas a sus muslos, una camiseta tres cuartos, una chaqueta a juego y uno de sus tantos pares de zapatos caros, decidió bajar las escaleras hasta la cocina.
Cuando entró se encontró con una de las chicas del servicio preparando el desayuno.
—¿Dónde está mi tía Sulli?
La chica inmediatamente se dio la vuelta y le hizo una venia —Buen día, ella me dijo que ya bajaba joven— le respondió la chica de forma educada.
Key no dijo nada, solo se sentó mientras le servían el desayuno, unos cinco minutos más tarde su tía hizo acto de presencia en la cocina.
—Buen día sobrino ¿cómo amaneciste? —le saludo con una sonrisa.
—No veo que tiene de bueno este día —le respondió él de mala manera, mientras se disponía a comer.
Boa no le contestó nada, ya sabía cómo era el carácter de su sobrino y estaba acostumbrada a sus respuestas de mal gusto. Le pidió a Sulli que le sirviera el desayuno y así los dos comieron sin decir una palabra más.
—Bueno querido sobrino ve a buscar tus maletas le pediré al chofer que vaya sacando el auto, ya nos tenemos que ir al aeropuerto —le indicó Boa mientras se levantaba.
—¡Para qué vas a ir al aeropuerto? Yo puedo irme solo.
—Nada de eso, iré a acompañarte.
Key solo se levantó y se fue a su cuarto a buscar sus maletas. Cuando bajó su tía lo vio de forma divertida, <<siempre tan diva>> pensó, —en eso se parece tanto a su madre— dijo en voz alta sin darse cuenta.
—¿Qué dices? —le preguntó Key que alcanzó a escuchar que su tía decía algo.
—Nada, son cosas mías, déjame ayudarte son eso —dijo mientras tomaba una de las maletas.
Una vez que el chofer subió todo al auto Boa le pidió al que los llevara al aeropuerto, en el camino Key les escribió a sus amigos avisándoles que ya había salido de la casa. Luego de unos veinticinco minutos de recorrido finalmente llegaron. Cuando estaban entrando al aeropuerto se encontraron con Taemin, Minho y Onew, éstos al verlo se acercaron hasta a ellos.
—Hola señora Boa —saludaron y se inclinaban a manera de respeto.
—Hola pequeños ¿cómo han estado? —les preguntó ella con una sonrisa, los apreciaba a los tres, ellos desde que conocieron a su sobrino no lo habían abandonado ni en las buenas ni en las malas y los consideraba su familia también.
—Muy bien, gracias por preguntar —le respondió Onew con una de sus encantadoras sonrisas.
—Bueno, entremos que ya se me hace tarde —les indicó Key, mientras se arreglaba y desayunaba se le hicieron casi las once y cuando llegaron al aeropuerto ya eran más de las once realmente había llegado tarde. Todos se apresuraron y Key se fue a hacer el registro de las maletas. Cuando terminó se fue a despedir de los chicos.
—Ya casi es hora de partir muchachos —les dijo muy triste.
—Te vamos a extrañar mucho Key hyung —le respondió Taemin mientras lo abrazaba.
—¡Ay! Diva ¿con quién voy a discutir ahora? —le preguntó Minho.
Key se echó a reír —pues te tocara esperar a que regrese rana mutante.
—Nos vas a hacer falta realmente Key, eres el alma del grupo —ahora fue Onew quien habló.
—Ustedes también me harán falta hyung. —Luego se acercó a él y le dijo al odio:
—Dale un empujoncito a este par —mientras miraba a Minho y Taemin de reojo, porque si es por ellos nunca estarán juntos y yo sé que aman —terminó de decirle a manera de secreto a Onew. Éste le dedicó una sonrisa y le guiñó un ojo de forma cómplice.
Se escucharon los llamados de los pasajeros del vuelo donde se iría Key así que se despidió de su tía de forma rápida y se fue, cuando ya estaba por perderse de la vista de sus seres queridos se giró y se despidió con la mano. Todos le respondieron de la misma manera incluida su tía. <<es por tu bien cariño>> pensó ella.
Una vez que revisaron su identificación y abordó el avión Key observó por la ventana —adiós Seúl— dijo en un susurro.
No pasó mucho tiempo cuando el avión despegó, así que Key se dispuso a escuchar música en su iPod para matar el rato, serian cuatro horas largas de viaje.