Capítulo 4: conociendo al niño mimado
En otra parte del país se encontraba un muchacho de piel morena, pelo rubio y cuerpo de ensueño para muchas. Estaba moviendo rollos de pasto hacia el establo, no era un peón, de hecho era el hijo de la dueña de la hacienda pero Jonghyun como se llamaba aquel chico, le gustaba ayudar en los quehaceres, era un muchacho responsable, el estudiante modelo, el hijo perfecto, por el que todas las chicas inclusive algunos chicos del pueblo suspiraban, pero había un gran detalle y era que a Jonghyun no le gustaban las chicas sino los chicos, si, era gay y su madre lo sabía y lo apoya —mientras seas feliz, yo también soy feliz hijo— le dijo su madre cuando él le confesó su orientación sexual.
Luego de terminar de mover el pasto Jonghyun se lavó las manos y entró a la casa.
—Hijo mira que sudado estás —le dijo su mamá, —te he dicho que le pidas ayuda a los peones cuando vayas a mover el pasto, esos rollos pesan mucho cariño.
—Tranquila mamá lo hago con gusto, sabes que me gusta ser de ayuda con lo que pueda. —le respondió él con una sonrisa.
—Lo sé Jong me siento muy orgullosa de ti, creo que no pude haber tenido un mejor hijo que tú, tu hermana So Dam y tu son mi orgullo.
—Ya, mamá no exageres no soy perfecto.
—Para una madre sus hijos siempre serán perfectos cariño —le respondió ésta con gesto cálido. —Ve a ducharte que pronto llegara Key—le recordó.
—Sí, el niño mimado, el hijo de tu amiga, seguro lo enviaron para acá porque ya no lo soportaban en su casa —respondió Jonghyun divertido.
Jonghyun no sabía que Boa en realidad era la tía de Key y no su madre y porque Soo Hee sólo le comunicó que su vieja amiga le había pedido recibir a Key en su hacienda por tres meses y medio hasta que empezara el nuevo año escolar, Jonghyun dio por sentado que el niño mimado como lo había llamado él, era el hijo de Boa.
—Jonghyun no seas malo —le reprendió su mamá —Boa quiere que le ayudemos con Key, para ver si madura un poco.
—Ok mamá yo sólo decía, pero seguro es así porque es un niño mimado acostumbrado a que le den todo con tan solo tronar los dedos si esforzase por obtenerlo. El típico niño rico, caprichoso. Tendré que hacer de niñera —Terminó de decir.
Su madre le dio una mirada reprobatoria, así que Jonghyun solo se echó a reír y le dio un beso para luego irse a duchar. <<¿Key?>> se preguntó Jonghyun mientras se metía en la tina, <<¿qué clase de nombre es ese para una persona?>> pensó.
Ya no le dio más cerebro al asunto y siguió duchándose, pasaría todas sus vacaciones de niñera de un muchachito mimado, no tenía escapatoria se lo había prometido a su mamá.
Key se encontraba bajando del avión, con aires de diva se puso a detallar todo a su alrededor y se dio cuenta había mucha vegetación, a pesar de estar en un aeropuerto se podía apreciar la naturaleza a diferencia de la ciudad. Terminó de bajar y se fue a buscar sus maletas, sabía que alguien lo estaría esperando con un cartel.
Y así fue, luego de retirar sus maletas buscó entre todas las personas y divisó a un chico que sostenía un cartel con su nombre, decía “Key” en letras rojas. Avanzó hasta él a duras penas pudiendo llevar las tres maletas.
—Hola yo soy Key —le dijo de forma cansada.
—Oh hola, lo estaba esperando, yo soy Lee Joon —respondió el chico con una sonrisa. —Trabajo en la hacienda de la señora Soo Hee, me enviaron por usted —le informó.
—Ya veo —respondió Key detallándolo <<no está nada mal>> pensó.
—Bueno ayúdame con las maletas —exigió. —Estoy muy cansado cuatro horas de viaje realmente te agotan —le señaló con aires de grandeza.
Aquel chico lo miró extrañado, aunque él fuese un trabajador de la hacienda siempre lo trataban como un amigo de la familia y no como un sirviente, cosa que había hecho el niño recién llegado. Pero no dijo nada y tomó las maletas como pudo llevándolas hasta la camioneta mientras Key lo seguía.
Cuando Key observó la camioneta arqueó una ceja.
—¿Nos vamos a subir en eso? —preguntó mientras señalaba la camioneta con el dedo.
<<Realmente es un niño rico y mimado>> pensó Lee Joon cuando escuchó la pregunta y el vio el gesto de Key, movió los hombros restándole importancia y guardó las maletas en la parte trasera.
— ¡Hey! ten cuidado con mis maletas son de marca—se quejó Key.
—No le sucederá nada a sus maletas —le dijo Joon. Vamos suba al auto que nos espera una hora y media de camino.
—¿Una hora y media?, ¿Esa hacienda está en el fin del mundo o qué? —preguntó con sorpresa.
Joon soltó una carcajada mientras negaba con la cabeza pensando que ese niño de ciudad realmente era divertido.
—No es como la ciudad pero tampoco es el fin del mundo —le contestó con diversión.
Key subió a la camioneta y bajó el vidrio de la ventana, no le gustaba tener las ventanas cerradas, sólo las dejaba de esa manera cuando era su tía Boa la que manejaba o el chofer de la casa, ellos sabían acerca del temor de Key sobre sentirse encerrado en los autos y más si estos andaban a una alta velocidad, por lo que no pasaban de los 60 kilómetros por hora, además Key se sentía un poco seguro con ellos al volante.
Joon encendió la camioneta y arrancó cuando tomó la vía que llevaba a la hacienda aceleró, total la carretera estaba en buen estado y él manejaba bien, pero Key se tensó y le pidió que bajara la velocidad.
—Si bajo la velocidad llegaremos en más de dos horas —dijo Joon.
—No importa si llegamos en tres horas —contestó Key ya con las manos hechas puños por la tensión. —Sólo baja la velocidad —esta vez exigió.
Joon observó a Key y como lo vio muy tenso decidió bajar la velocidad, tampoco se que quería poner a discutir con el niño rico. No se dirigieron la palabra en lo que restó de camino, Key se limitó a observar por la ventana, nunca había visto tanta naturaleza junta y eso llamó su atención, era agradable se veían los sembradíos de arroz, maíz y otros rubros, aparte del ganado y los caballos.
Así se mantuvo hasta llegar a la hacienda, se dio cuenta que habían llegado porque pasaron por la entrada que tenía un letrero que decía “Hacienda mis dos tesoros”. <<Vaya nombre>> pensó Key mientras arqueaba una ceja.
Avanzaron unos metros más y por fin Joon detuvo la camioneta, después de casi dos horas y media de camino, porque si, se tardaron más de lo normal debido Joon tuvo que venir a baja velocidad por Key.
—Bien, hemos llegado —informó el mayor.
—Si no me dices no me doy cuenta —bufó Key con sarcasmo.
Lee Joon lo ignoró y bajó de la camioneta para irse a buscar las maletas de Key, éste por su parte también bajó y vio como de la casa salían una mujer de unos 45 años acompañada de un chico moreno que parecía de su misma edad.
—Bienvenido cariño —lo recibió Soo Hee con una enorme sonrisa.
—Gracias —respondió él sin ánimo, más bien respondió por educación.
—¡Oh! cambia esa expresión pequeño veras que la pasaras muy bien aquí —le dijo ella mientras lo tomaba de la mano.
Jonghyun observaba la escena sin decir nada, le había parecido realmente hermoso aquel niño mimado, pero sólo se limitó a verlo con gesto serio.
—Jonghyun cariño ven por favor— le pidió su madre, así que él camino hasta dónde se encontraba ésta.
—Key, este es mi hijo Jonghyun espero se lleven muy bien—informó Soo Hee al piel pálida con una enorme sonrisa. Key observó al chico que se encontraba parado delante de él y lo miró de arriba abajo como inspeccionándolo. <<Así que él es el Jonghyun del que hablaba mi tía>> pensó.
—Mucho gusto, espero podamos ser amigos— dijo Jonghyun con una sonrisa mientras estiraba la mano hacia Key, a pesar de seguir pensando que Key era un niño rico mimando se quería llevar bien con él.
—Uhm ya—fue lo único que contestó Key con aires de diva dejando al moreno con la mano en el aire. Éste arrugó el entrecejo y bajó la mano un poco molesto, pensaba darle una oportunidad a aquel niñito de ciudad para que fuesen amigos, le enseñaría la hacienda y lo trataría como a un huésped pero después de esto sus pensamientos ya no eran los mismos.
Soo Hee observó la escena y sabía que a su hijo no le había gustado la actitud de Key porque Jonghyun aunque fuese un chico lindo con las personas, detestaba la falta de educación y altanería en los demás. Antes de que pudiese desatarse un enfrentamiento decidió intervenir.
—Por favor, ayuda a Key con las maletas y llévalo hasta su habitación. Voy a llamar a Boa para informarle que Key ya llegó.
—Debes estar muy cansado ¿cierto Key? —preguntó esta vez mirando al menor.
—La verdad es que si estoy cansado, me gustaría ducharme.
Jonghyun mientras tomó dos de las maletas y le pidió a Joon que lo ayudara con la otra.
—Vamos sígueme —le indicó a Key de forma educada pero un poco fría.
Éste sólo hizo caso, no tenía ganas de ponerse a discutir con aquel chico por haberle ordenado y no pedido que lo siguiera, él ordenaba no recibía órdenes, pero el viaje lo había dejado realmente agotado.
Jonghyun lo condujo por un largo pasillo donde habían varias puertas, Key supuso que eran habitaciones, se pudo dar cuenta a simple vista que la casa era muy grande, por fin se detuvieron en frente de una puerta, Jonghyun la abrió y metió las maletas, los mismo hizo Joon. Luego salieron y el moreno le dijo a Key que esa sería su habitación por el tiempo que pasaría en la hacienda.
—Mi habitación es esta de al lado por si necesitas algo —le informó Jonghyun de forma amable. A pesar de todo él seguía mostrando la educación que le inculcaron sus padres.
Key sólo le dio una mirada inexpresiva y entró a su cuarto sin decir nada.
—¡Vaya mal educado! —Exclamó el moreno ya sin poder contenerse, ni siquiera me dio las gracias por traer sus maletas.
Joon soltó una carcajada, él ya había pasado por lo mismo en la tarde así que no se extrañó.
—¿Tú de qué te ríes? —le preguntó Jonghyun mientras se giraba y lo observaba.
—Nada, cosas mías —le respondió él riendo aún. Este chico de ciudad le daría dolores de cabeza a su amigo, <<serán unos días muy entretenidos>> pensó Joon.
Luego de dejar a Key instalado en su habitación cada uno se fue en direcciones diferentes, Jonghyun se fue a la cocina a ver qué estaba preparando su madre ya su estómago le estaba pidiendo comida desde hace rato.
Los trabajadores eran los primeros en cenar, la cocinera ya había hecho su trabajo así que seguramente se fue al pueblo a visitar a su hija y regresaría mañana muy temprano. Además ellos comían en la cocina y él, su hermana mayor cuando estaba en la hacienda y su mamá comían en el comedor.
Cuando su padre vivía comían todos en familia, pero luego de que él partió cuando apenas Jonghyun tenía diez años y su hermana 15, no perdieron la tradición así que todos los días cuando se sentaban en el comedor y charlaban de diferentes cosas mientras cenaban. A veces su madre decidía cocinar algo más para ellos y eso es lo que se encontraba haciendo hoy. Entró a la cocina con mucho sigilo y abrazó a su progenitora por la espalda.
—¿Ya está lista la cena? —le preguntó.
—Ya casi cariño —le respondió ella sonriendo. —¿Cómo te fue con Key?
—Ese chico es un mal educado ya viste su actitud hace un momento mamá, además cuando lo llevé a su habitación ni siquiera me dio las gracias por ayudarlo a llevar las maletas, sólo entró y cerró la puerta sin decir una palabra —respondió el moreno arrugando el entrecejo.
—Ay cariño, tal vez es sólo porque está cansado. Ven, pon la mesa y ve a llamarlo para que cenemos, en cinco minutos más estará la comida lista.
—Espero que haya sido solo por eso —murmuró Jonghyun haciéndole caso a su madre.
<<Sería una pena que un niño tan bonito como ese chico fuese un grosero de lo peor, porque si era así él le enseñaría que a Kim Jonghyun no se le trataba de esa manera cuando él solo había mostrado amabilidad>> pensó mientras iba en busca de la bajilla para poner la mesa.
Key se encontraba inspeccionado la habitación. —Nada mal para ser una casa en el campo— dijo, era enorme la verdad. Había una cama matrimonial en medio, una cómoda con un espejo lo suficientemente grande para cubrir sus expectativas, un armario, una mesita a cada lado de la cama y otros muebles. La habitación poseía una ventana que se encontraba cubierta por unas lindas cortinas, las apartó y se dio cuenta que la ventana daba hacia los establos. —La vista no es la mejor— bufó.
Se dio la vuelta y se fijó que había una puerta, se dirigió hasta a ella para abrirla encontrándose con la sala de baño.
—Esto sí que no me lo esperaba —dijo con gesto sarcástico.
Había una tina lo suficientemente grande como para que dos personas estuviesen cómodas en ella, una regadera encima de ésta, también estaba el lavamanos, el inodoro y una repisa seguramente para colocar las cosas de aseo personal.
Después de observar el baño Key salió y cuando se dispuso a desempacar escuchó que golpeaban la puerta.
—¡Ay que fastidio! ¿Y ahora qué? —murmuró para sí mismo.
Fue hasta ella y la abrió, se encontró con aquel chico que lo había llevado hasta la habitación, el hijo de la amiga de su tía si no se equivocaba. Key observó al muchacho con gesto interrogativo.
—Dice mi mamá que la cena ya está lista, que vayas al comedor —le indicó Jonghyun con gesto serio pero de forma respetuosa. Después de lo hace un rato no podía ser tan amable.
—Dile que no tengo hambre —le respondió Key —que he comido durante el vuelo.
—Como quieras —gruñó Jonghyun dándole la espalda y perdiéndose por el pasillo.
—Amargado —dijo Key en voz baja mientras cerraba la puerta y se iba a desempacar.
Cuando Jonghyun entró al comedor quitó un plato de la mesa y su madre lo miró extrañada.
—¿Y Key?
—Me ha dicho que no tiene hambre así que cenaremos sólo tú y yo —respondió él sin importancia.
Su madre ya no le siguió preguntando, se dispuso a servir la cena y entre pláticas y risas comieron. Luego Jonghyun recogió la mesa y lavó los platos. Finalmente se fue a su habitación, había sido un día agotador entre revisar el ganado, cepillar los caballos y mover el pasto, pero no se quejaba le gustaba ser útil y esa era una manera de ayudar a su madre en la hacienda.
Se cambió de ropa colocándose un short negro y se echó en la cama, dormía sin camisa y a veces sólo en ropa interior porque decía que así era más cómodo para él. Aunque solo eran las 8:30 de la noche apenas su cabeza tocó la almohada cayó dormido.
En la otra habitación Key se encontraba desempacando la tercera maleta.
—Creo que de verdad me pase con las cosas que traje —decía, pero más por el hecho de desempacar que porque de verdad creyera que había llevado ropa en exceso. Para él la ropa nunca era poca, era un fanático de la moda —mañana les escribiré a los chicos para decirles que ya estoy en el fin del mundo —murmuró.
Luego de terminar de desempacar, salió por los alrededores de la hacienda a curiosear. Había mucho frio pero decidió quedarse un rato más, el cielo se veía hermoso con muchas estrellas, en la capital no podía apreciar ese tipo de vista a menos que fuese a un mirador.
Siguió caminando y llegó a los establos, vio a varios caballos, le parecían muy bonitos lástima que no supiese montarlos. Entró a un club de equitación a los 15 años pero no duró ni dos semanas cuando ya se había metido en problemas, el chico se había puesto a discutir con el entrenador porque Key lo acusaba de ser un pervertido que lo miraba raro. Por supuesto el entrenador negó todo pero igual se formó un escándalo que llegó a oídos del dueño y éste como era amigo de aquel hombre prefirió creer en él que en Key. Así que simplemente Key los mandó a podrirse en el infierno y se largó sin más para no volver.
Salió de sus pensamientos con el sonido de un cascabel, asustado se volvió encontrándose con una serpiente a unos tres metros de él, no supo sino gritar muy fuerte por el miedo. Este grito despertó a Jonghyun que tenía el sueño muy ligero.
—¿Qué le sucederá al niño mimado? seguramente vio a un insecto —dijo con molestia, pero los gritos de Key continuaron y se dio cuenta que no provenían de la habitación sino de los establos así que se levantó apresurado de la cama, se colocó las pantuflas y salió corriendo sin importarle las fachas en las que estaba.