Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Regresando al país de Nunca Jamás. por MagsKun

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Hyunwoo se ha dormido mientras viajábamos. Realmente no mentía cuando dijo que estaba "muerto de cansancio". Y eso que sirve el café... asumo que él no lo bebe.
Manejo, entonces, solitario y con la respiración pausada del chico del café como única compañía.
Me pregunto cómo habrá pasado la noche Taemin. Posiblemente bien y contento, con la ayuda de Kibum. Lejos de todo lo que alguna vez imaginé, llegué a encariñarme de verdad con él, aunque cuando apenas lo conocí lo odiaba casi tanto como a su padre. Y ni hablar de los celos que sentía...
Cuando llegamos casi me siento culpable por despertar a Hyunwoo, pero tampoco estoy por cargarlo hasta su cama o algo así. Ni siquiera sé en qué departamento vive, y dudo que sea oportuno golpear puertas a las 7 am. Así que no tengo más remedio que despertarlo. Un poco aturdido, entrecierra los ojos y se levanta sin decir una palabra. Entonces, nos encaminamos hasta la entrada del edificio. Sin embargo, justo cuando estaba buscando la llave, oigo que alguien me llama.
-¡Minho! -grita.
Me volteo, sobresaltado, para encontrarme con un Kai agitado corriendo hacia mí con prisa. Automáticamente me siento enojado y mi cara se transforma en una mueca de disgusto. De todos modos, aunque hubiera querido ignorarlo, la sorpresa fue tal que no tuve tiempo de reaccionar cuando él ya se encontraba a mi lado.
-Hyunwoo, vete a casa -ordeno, y el niño me mira confundido-. Vamos, vete. Nos vemos mañana.
No suelo hablarle tan autoritariamente, pero no tengo otra opción. No quiero que se involucre con mis problemas sin tener absolutamente nada que ver con eso. Y si se me ocurre patearle el trasero a Kai, no deseo que alguien me detenga. Así, diría que casi asustado por la seriedad de mi voz, se mete en el edificio y se pierde de vista en las escaleras. Por mi parte, miro a Kai con todo el desprecio que siento por él.
-¿Qué quieres? -pregunto-. No tengo todo el día.
-Quiero ver a Taemin -responde, firme-. Sé que ahora vive contigo.
-Sí, así es -presumo, orgulloso y triunfante-. Y lo siento pero... me reservo el derecho de admisión en mi casa.
-Muy gracioso -se queja, irónico-. Taemin ha dicho que podía venir cuando quisiera. Vengo ahora antes de irme a trabajar.
-¿Y cuándo hablaste con Taemin?
-Anoche -explica, y siento que no miente. Su sonrisa maliciosa confirma que realmente se regocija ante mi rostro aturdido-. Key me pasó el número, lo llamé y le pregunté si podía verlo... el resto lo adivinarás por tu cuenta, supongo.
Maldigo entre dientes, sabiendo que no puede ser mentira. Él sonríe pedantemente, como siempre. No me queda más remedio que guiarlo a la casa. Sin responderle, me adentro en el vestíbulo y subo las escaleras velozmente, esperando al menos no tener que sentirlo cerca de mí. De todas formas, por más que lo intente, no puedo retrasar más la llegada, y pronto estamos ante la puerta. Abro con cautela de no hacer mucho ruido, y cuando entro encuentro a Kibum metido en la cocina, haciendo Dios sabe qué -que huele deliosamente bien-. Lo fulmino con la mirada en cuanto me saluda, y cuando Kai entra detrás de mí, comprende todo y oculta una sonrisa. Como si realmente esto fuese divertido. Idiota.
-Acabo esto y me voy -dice, notando la tensión, aunque aún con la sonrisa latente-. Anoche Tae me dijo que quería un pastel de chocolate pero Gio Cat ya estaba cerrado, así que le prometí hacerlo hoy...
Muevo la mano indicándole que realmente no quiero oirlo hablar. Me apresuro a cruzar el panel mientras Kai se sienta en MI SILLÓN, deseando que no sea tan descarado como para buscar a mi niño más allá de la "pared" de bambú.
Taemin duerme plácidamente. Con tan sólo verlo, no puedo evitar relajarme y sonreír. Y tampoco puedo evitar sentirme culpable por tener que despertarlo, pero es que tiene que desayunar para poder tomar su medicina. Además, quiero que se encuentre con el idiota de Kai cuanto antes, así se va de mi casa.
Como las mañanas anteriores, me cuesta un poco despertarlo, pero termino por lograrlo. El aroma del chocolate horneado esparciéndose por toda la casa ayuda mucho, para serle fiel a la verdad. Con los ojos entrecerrados, se levanta y se dirige al baño rápidamente. No nota a Kai para nada, y disfruto enormemente viendo cómo el idiota pasó de la emoción por verlo a la decepción por cómo lo ignoró. Pasados unos minutos, un Taemin aseado y despierto regresa a la sala. Cuando ve a Kai, lejos de sorprenderse o emocionarse o lo que sea, actúa con tanta naturalidad como quien ve llover. Acercándose a él lo saluda con una mano, y luego se sienta a su lado. Y ahí se queda, en silencio, ajeno a toda la electricidad punzante y a la amenaza de violencia entre su amigo y yo. Kibum aparece con el pastel ya hecho y tres vasos de leche para darle el toque hogareño y familiar faltante a la escena. Kai, Taemin y yo, una familia muy feliz. Taemin le agradece y él responde besando su frente mientras se quita el delantal que utilizó para no ensuciar su ropa. Entonces, con un saludo generalizado, sale por la puerta. Mi instinto me obliga a buscar respuestas, y sé que ni Taemin ni Kai pueden dármelas, así que pronto me veo corriendo detrás de él.
-¡Kibum, espera! -pido, antes de que se suba al ascensor. Él se voltea y me mira, curioso-. Primero... gracias por cuidarlo.
-Es un placer -responde, sonriente-. Cuando haga falta.
-Fantástico. Segundo... -dudo unos momentos mientras formulo una pregunta mentalmente-. Quería saber algo sobre... Kai.
-Oh, Jongin es una dulzura -dice, realmente convencido-. Parece un chico rudo pero en el fondo es un terrón de azúcar. Justo como tú.
Que me compare con él -luego de halagarlo de esa manera tan contraria a lo que pienso del idiota- me hace temblar de indignación. Disimulo porque quiero respuestas, nada más.
-Y... Jongin, ¿de dónde conoce a Taemin, o qué? -pregunto, intentando sonar casual-. ¿Eran compañeros de escuela?
-¡Huele eso! -exclama, de repente, asustándome-. Se siente... se sienten como celos.
Comienza a reírse a carcajadas mientras yo giro los ojos. Hasta pasados unos minutos no se calma.
-Ay, Minho, yo no sé si eres así de inseguro siempre o te entrenas por las mañanas -suelta, aún con la risa amenazando-. Está bien, Jongin es muy apuesto, pero ya perdió contra ti...
-¿Podrías simplemente decirme quién demonios es? -ruego, fastidiado-. Cómo y cuándo conoció a Taemin. Por qué estuvo ausente "tanto tiempo". Y qué lo hizo regresar, qué quiere con Taemin.
-Cómo y cuándo lo conoció... en la primaria -comienza a explicar, haciendo memoria-. Justo después de... bueno, de eso. Ya sabes.
<Habrá sido unos dos o tres meses después de la muerte de Eunhee. Fue la época más dura, ¿sabes? Porque Taemin todavía era un poco consciente de lo que había pasado. Aunque todos lo hicimos creer que Eunhee había muerto de cáncer, en el fondo él no se creía esa historia. Quiero decir, sabía la verdad, y no quería dormir porque sabía que si dormía... olvidaba. La falta de sueño pronto se hizo presente, sabrás los efectos que tiene. Mal carácter, dolores, agresividad... Sin embargo, un día, se dejó ir y durmió cerca de una semana. Y cuando se despertó, sin recordar nada, comenzó a traer a este niño a la casa. Y se hicieron inseparables. Por algún motivo... Jongin lo había convencido para que durmiese y olvidara, y con eso lo ayudó a volver a ser el mismo niño alegre de siempre. Nunca supimos con exactitud qué fue lo que pasó. Pero desde los 11 hasta los 15 fueron los mejores amigos en el mundo. Hasta que una de sus hermanas se enfermó gravemente, y tuvieron que viajar a Estados Unidos para hacerle un tratamiento muy especial. Las primeras semanas... bueno, volvió a las noches de insomnio y a la depresión... hasta que, eventualmente, lo olvidó. O eso pensábamos... me dijeron que lo reconoció cuando lo vio. Y... entiendo tus celos, pero no debería ser así. Kai y tú se parecen mucho: ambos quieren que Taemin se cure>.
Mirando su reloj, se excusa diciendo que debe irse, y se mete en el ascensor, dejándome sólo en el pasillo asimilando todo lo que acaba de contarme.
Jongin es realmente mucho más importante para mi niño de lo que pensé. Y eso no me gusta nada. Lejos de tranquilizarme... Kibum sólo me hizo sentir peor.
Estoy por entrar a mi casa cuando la puerta se abre de golpe y me da de lleno en la nariz. Es Kai, que ya tiene que irse a su trabajo. Riéndose, se disculpa descortésmente y se va corriendo. Taemin ríe a carcajadas desde el sillón, y no puedo enojarme. No con él, al menos. A Kai le reservé el segundo lugar (después de Kim) en mi lista negra.
Y sin embargo... sé que no debería. Porque, después de todo, Kibum tiene razón. Más allá de si tiene intenciones amorosas con Taemin o no, ambos queremos que el niño se cure. ¿Cómo puedo, entonces, odiar a alguien que podría ayudarme con esto?
Realmente no sé qué voy a hacer.

Notas finales:

oooooo e.e 

no tengo nada para decir xp 

gracias ChikaDorito por tu review :3 

lo siento si tiene errores


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).