Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Regresando al país de Nunca Jamás. por MagsKun

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

hola :3

Después de ver las tres últimas películas de Batman, Taemin no tuvo mejor idea que buscar una receta de cupcakes con forma de murciélago en internet e intentar hacerlos juntos. Ahora mismo me encuentro limpiando el desastre que dejó en la cocina, mientras que él duerme plácidamente en el sillón sin un rastro de culpa. "Estoy tan cansado, hyung" fueron sus palabras exactas en cuanto le dije "Bueno, ahora tenemos que limpiar esto".
Y lo decía en serio. Se dejó caer en el sillón y se durmió.
¿Qué puedo decir? Ni siquiera me molesta. Verlo dormir tan tranquilo luego de haberse pasado toda la noche sonriendo, sólo me provoca tranquilidad de saber que estoy haciendo las cosas bien. Supongo que ya me perdonó por lo del otro día, realmente deseo que no me guarde rencor por haberle mentido. Aunque viendo lo feliz que estuvo toda la noche, estoy casi seguro de que eso ya no es un problema. Lo único que tuve que hacer a cambio fue pasarme la noche en vela... Nada que me afecte en verdad. Vale la pena.
Durante el tiempo que pasamos juntos pude despejarme y relajarme, sin embargo en cuanto el pequeño se durmió y me quedé solo, los problemas no se hicieron de rogar y volvieron a mi mente. Esta noche debo ir al trabajo y decirle a mi jefe que necesito hacerle unos arreglos a mi turno. ¿Menos horas, menos dinero, otro momento, renunciar, no cambiar nada? Todavía no sé qué haré. Pero esa ni siquiera es mi mayor preocupación ahora. ¿Cómo hago para convencer a Jinki de que no me preste más dinero? ¡Vamos, sí él pagó la primera cuota de mi alquiler! No puedo seguir aprovechándome de su generosidad de esta forma. No es algo que mi moral y mi ética me permitan hacer.
Y, como si todo eso fuera poco, la verdad es que comparado a lo que más me preocupa, sí lo es. El caso de Jinki... La amenaza que le enviaron me tiene preocupado. No es que él no sepa cuidarse solo, al contrario, sin embargo... ¿Qué tanto puede defenderse si le preparan una emboscada? ¿Si tiene que enfrentarse a los cuatro o seis hombres de Wang? Incluso la policía, que protege a ese desgraciado, podría de repente, no lo sé, arrestarlo por cualquier cosa. O hacer la vista gorda en cuanto esté en peligro. Y toda esa escoria está dentro de mi comisaría...
Una imagen fugaz de Hyunwoo aún dormido pero asustado por el tono de mi voz gritándole que se vaya cruza por mi mente. Fue la última vez que lo vi, aquel día que lo traje del trabajo y nos encontramos con Jongin. No sé si se enojó conmigo o qué, pero no ha vuelto a viajar conmigo en los días posteriores. Apenas si lo veía cuando entraba y cuando salía de su turno.
No ha vuelto a ofrecerme café.
¿Qué tan intimidamente me habrá visto? Pero... ¿por qué se enojaría? Con su actitud normal, fría, distante y excéntrica, no da a pensar que sea el tipo de personas que se enojan por tonterías como esa.
El indiferente y extravagante Hyunwoo... ¿Sabrá algo sobre Wang? ¿Estará al tanto de que nuestro jefe está encubriendo al mafioso y a todos sus ayudantes? No, realmente no lo creo. Es apenas un auxiliar en la comisaría. Demasiado joven, demasiado inexperto, demasiado incoherente como para poseer datos tan importantes. Y peligrosos en manos de alguno que decidiera delatar el crimen. ¿Por qué tendría acceso a semejante información? Ni siquiera yo la tengo.
Decido acostarme si quiero ir con todas mis neuronas funcionando al trabajo, así que cargo a Taemin en mis brazos hasta la cama. Le quito el jean que tiene puesto, intercambiándolo por un pantalón mío. Le queda demasiado largo y suelto, pero lo importante es que duerma cómodo. No puedo evitar detenerme a mirar sus piernas, demasiado blancas y delgadas en exceso, mientras hago la tarea. No sé nunca qué pensar de Taemin. A veces me da la impresión de que es demasiado frágil y vulnerable, y que necesita que lo proteja. Pero otras veces recuerdo por todo lo que pasó y me doy cuenta de lo fuerte que es debajo de su apariencia débil y enfermiza. Prefiero ignorar todos mis pensamientos y simplemente me recuesto a su lado, frente a frente con él. Claro que él no lo nota. Pongo una alarma para no pasarme de largo y poder ir a tiempo a la comisaría, sólo por si acaso. Y no tardo en dormirme mientras acaricio el rostro de Taemin, quitándole el cabello de la cara.
El ruido del vidrio reventando contra el suelo me despierta. Me siento, asustado, y noto que Taemin ya no está en la cama. Miro el reloj y veo que son las 6 de la tarde. Dormí demasiado, y pronto se me hará tarde. Agitado y un poco confundido, me levanto de la cama y me dirijo a la cocina, de donde provino el ruido. Veo un vaso hecho añicos y un Taemin, descalzo, parado sobre la punta de sus pies, procurando no lastimarse. Me acerco y él sonríe, culpable.
-Lo siento, no quería despertarte -susurra, y se agacha para comenzar a juntar los fragmentos del vaso-. Quería servirme un poco de leche y...
-Está bien, no te preocupes -me apresuro a decir, y me acerco a él-. Sal de la cocina, Taemin. Vas a lastimarte. Yo junto esto, ¿está bien?
-No es la primera vez que rompo algo de vidrio, hyung -repone, entre risueño y ofendido, mientras coloca todo sobre un diario-. No voy a clavármelo intencionalmente.
-Al menos déjame ayudarte.
Me mira por unos segundos y sonríe, entonces señala con la cabeza la escoba. Enarco las cejas mientras junto lo que resta y lo tiro a la basura. Satisfecho, se incorpora y se limpia las manos. Entonces, levanta la vista y observa por encima de mi cabeza el reloj de Batman que cuelga sobre el sillón. Abre mucho los ojos y me mira.
-Llegarás tarde -comenta, gravemente-. ¡Apúrate! ¿qué esperas?
Me empuja fuera de la cocina al finalizar de decir eso, y entonces comienza a desabrochar mi camisa apresuradamente. No puedo evitar pensar absolutamente cualquier cosa. Siento un cosquilleo recorrer mi cuerpo entero, aunque él parece no notar la reacción que tiene mi organismo. Antes de perder el poco autocontrol que tengo, tomo la mano de Taemin y lo detengo.
-¿Q..qué haces? -pregunto, y me maldigo por lo ronca que suena mi voz-. Basta.
-¡Ve a bañarte! -grita, sin inmutarse por mi nerviosismo, perdiéndose en la habitación. Regresa con ropa limpia-. ¡Vamos, vamos!
Intentando regularizar mi respiración me encierro en el baño luego de tomar la ropa que Taemin me trajo. Lo oigo gritar una última vez "¡báñate!" antes de abrir el grifo de agua fría. Congelada. Juraría que sale vapor de mi cuerpo en cuanto el agua helada toca mi piel hirviendo. Y eso no es bueno.
Por suerte el chorro de agua fría logra relajarme y puedo bañarme con tranquilidad. Pronto me encuentro vestido y ya sin ideas peligrosas en la mente. Cuando salgo me encuentro con una humeante taza de café sobre mi rostro. Literal, Taemin está sosteniendo la taza a 2 cm de mi nariz. La agarro y bebo un poco, sorprendido.
-¿Lo hiciste tú?
-Key hyung me enseñó a hacerlo -informa, orgulloso-. Como sé que a ti te gusta...
Sonrío en respuesta bebiendo el café. No es el mejor que he probado, a decir verdad está demasiado puro y tiene muchísima más azúcar de la necesaria, pero me enternece imaginar a Taemin preguntándole a Kibum cómo preparar café. Así que termino la taza y ya es hora de irme. Miro la hora preocupado porque el idiota de Kibum no ha llegado y no quiero dejar a Taemin solo, pero él me tranquiliza con un abrazo repentino. Beso su mejilla y salgo, intranquilo pero sin alternativa, y en un parpadeo ya estoy subido al auto manejando con un leve exceso de velocidad a la comisaría.
El corazón me late como loco. Tengo tantas cosas pendientes esta noche que apenas me doy cuenta de que ya pasaron dos horas sin que nada sucediera, y de que me encuentro completamente solo en la entrada de la puta comisaría, sin señales del corrupto de mi jefe, con quien se suponía que debía organizar mi nuevo horario.
Considerando que el señor Han no nos honrará con su presencia esta noche y que la mayoría de mis compañeros están embriagándose con café a varias salas de distancia. Es entonces cuando una idea loca se me ocurre y, siendo aún más loco, decido llevarla a cabo.
Tipeo la contraseña para desbloquear la computadora y ante mis ojos se abren los archivos a los que sólo unos pocos tenemos acceso. No estoy seguro de por dónde comenzar, pero la idea más racional sería escribir "Wang" o "mafia" y ver qué sale. Intento con la primera y se abren algunas carpetas. Clickeo en una cuando...
-¿Qué haces? -cuestiona una voz desde mi espalda-. ¿Wang? ¿Quién es?
Me sobresalto. Reconozco esa voz. Intento cerrar, minimizar, eliminar, exterminar las carpetas que veía en cuanto Hyunwoo apoya su barbilla en mi hombro, pero el susto que me dio hace que las manos me tiemblen y no obedezcan las órdenes de mi cerebro. Me obligo a serenarme para cerrar las páginas, pero en cuanto pongo la mano sobre el ratón, encuentro la mano pequeña de Hyunwoo accionándolo a toda velocidad, mirando los mismos archivos que yo miraba segundos atrás.
-Ah, un mafioso -dice, sin ni una pizca de miedo o emoción-. La verdad es que no luce tan peligroso pero...
-Maldita sea, Hyunwoo, quítate -lo empujo más bruto de lo que pretendo y, apoderándome del ratón, apago la computadora con las manos temblorosas-. Si le dices a alguien que estaba revisando esto te juro qu...
-No me jures nada -me interrumpe, restándole importancia con un movimiento de su mano-. Tendrás mi silencio a cambio de una sola condición.
-¿Qué quieres? -pregunto, con pesadez-. ¿Que vuelva a traerte y llevarte?
-Sé viajar en autobús -aclara, encongiéndose de hombros-. Quiero ver la información también.
-Ni de broma -me apresuro a decir, ríendo-. Esto es información confidencial que ni siquiera yo debería ver.
-¿Y por qué la mirabas, entonces?
-Eso no te incumbe.
-Ah, no, claro que a mi no me incumbe -repone, con sarcasmo-. Pero, ¿sabes? Al señor Han realmente si le incumben estas cosas, y cuando se enter...
-Mocoso -lo interrumpo, gruñendo-. Adelante, te doy cinco minutos para que mires lo que sea que quieras ver.
-¿Y qué buscabas precisamente? -insiste, mientras busca datos de nuestros compañeros-. O, mejor dicho, ¿para qué lo buscabas?
-¡A ti qué rayos te importa!
-¿Quieres que hable con el señor Han de cuánto me importa?
-Maldito metiche -bufo, maldiciéndolo mentalmente-. Para un caso.
-¿Te encargaron uno?
-¡Claro que no, idiota! -me quejo-. Es de un amigo de la Interpol. Me pidió ayuda. Y no te diré nada más.  
-¿La Interpol? ¿En serio? -cuestiona, completamente maravillado. Entonces, junta sus manos y hace un pequeño puchero-. ¡Déjame ayudarte! ¡Quiero ayudarte! ¡Vamos, por favor!
-No. No, de ninguna manera.
-¿Debería llamar al señor Han...?
-¡Pendejo manipulador de mierda! -suelto, hecho una furia-. ¡Ni lo sueñes! ¡Es peligroso!
-Si a ti no te pasa nada, no veo por qué a mi sí -razona, con el puchero más grande que vi en mi vida, uno que nunca creí ver en él-. ¡Por favor, hyung! ¡Déjame ayudarte! No, no. Espera. Por favor mi abuelita. Me dejarás ayudarte, o le diré al señor Han que te encontré revisando sus archivos sobre el... señor Wang. Ahora -de repente, saca su teléfono celular y me saca una foto frente a la pantalla, mirándolo furioso. Me la muestra fingiendo sorpresa-, ¡mira! te tengo donde quiero.
Le dedico una mirada asesina mientras me sonríe satisfecho, con superioridad. El mocoso sabe cómo jugar. Y yo perdí.

Notas finales:

Gracias HaEu y toomin por sus reviews <3 me alegra saber que siguen estando ahí mis lectoras *-*

espero que les guste. A mi personalmente me gusta este capítulo x3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).