No me siento bien. Estoy intranquilo. No, no es esa la palabra en realidad. Estoy asustado. Muriendo de miedo. Luego de aquella situación... No quería volver a casa de mi madre. Temía por ella y por papá. Pero mi auto y mi ropa estaban ahí, no tuve más remedio que hacerlo. Volví casi a la medianoche, luego de dar muchísimas vueltas y asegurarme de que nadie me seguía. Y, antes de que todos se despertasen, cerca de las 5 de la mañana, me subí en el Sonata y comencé a manejar a toda prisa.
Ahora tengo que tener mucho más cuidado que antes.
Cuando llego a Seúl faltan unos minutos para las 6. Se supone que vaya a trabajar. Se supone. No estoy tan loco ni tengo deseos suicidas (aunque debería luego de mi imprudencia). Llamaré diciendo que estoy enfermo y que no puedo ir. Al menos eso me dará unas 48 horas extra para saber qué mierda voy a hacer. Encuentro una cabina teléfonica en el camino y hago la llamada. Listo, un problema menos.
Conduzco hasta la casa de Jinki, decidido a contarle absolutamente todo desde el principio. En este momento me importa un bledo si Hyunwoo más tarde se enoja porque yo abra la boca y le cuente a Jinki lo que pasó más lo que él averiguó. Porque esto ahora va más allá de él y de mí. Esto se volvió peligroso en serio. También me trae sin cuidado que sean las 6 de la mañana y que mi hyung, probablemente, esté durmiendo. Tiraré la maldita ventana abajo si es necesario. Pero cuando llego a la casa y no obtengo respuesta después del quinto intento, me doy por vencido. No puedo pretender que Jinki me atienda tan temprano y escuche todos mis problemas, como hace siempre. Me dejo caer en la entrada del edificio, frustado. No sé qué voy a hacer ahora. ¿Cómo voy a esconderme? Dónde, mejor dicho. ¿Cómo rayos voy a proteger a Taemin de toda esta mierda, si acabo de meterme de cabeza en la boca del lobo?
Luego de casi una hora tirado en el suelo pensando, llego a la conclusión de que lo mejor que puedo hacer es fingir que nada pasa y seguir trabajando como siempre, seguir haciendo las cosas que hago normalmente sin temor. Y rezar para que mi ex compañero no me delate, claro. Aunque... Él no puede saber que trabajo en la metropolitana. Hasta donde él podría saber, yo aún debería estar en la Interpol. Y, de todas formas, si supiera que ya no estoy en la agencia, tampoco podría llegar a la conclusión de que estoy aquí, pues mi hermosa comisaría está aliada con Wang, ¿o no?. Así que, si es una de las organizaciones que cubren sus actividades, ¿por qué enviarían a un espía a ver lo que pasa dentro? No, no lo harían. En todo caso, me buscarían en la Interpol hasta descubrir que renuncié, y tal vez, sólo tal vez, podrían pensar "oh, bueno, si no está en la Interpol, seguramente era un corrupto lleno de deudas de verdad", y dejar de buscarme. Y nunca sabrían que estoy en la metropolitana. Y podré estar a salvo un poco más.
Aunque debería dejar de investigar sobre Wang.
Me levanto, decidido a ir a mi casa a descansar. No dormí en toda la noche por miedo a que alguien entrara a mi casa e hiciera algo a mi familia, pero ahora que estoy lejos y ellos a salvo, me permito ir a mi cama a dormir. Taemin también está a salvo, ya que le pedí que durmiera en la casa de Key o Jinki o quien sea mientras yo no estuviera.
Me subo al auto aunque sean sólo cuatro calles y conduzco hasta la casa. Luego de estacionarlo dentro del edificio regreso al vestíbulo y espero el ascensor. Mi cuerpo no resistiría subir los cinco pisos por la escalera. Cuando la puerta se abre, me meto y me recuesto contra la pared. Justo cuando estaba por cerrarse, un pie la detiene. Las puertas se abren automáticamente para darle paso al dueño del pie.
Es Hyunwoo.
-¡Hyung! -saluda, auténticamente feliz-. ¿Qué haces aquí? En el trabajo dijeron que enfermaste pero.. Bueno, si, te ves terrible.
-Siempre tan simpático -me quejo, poniendo los ojos en blanco. Lo último que necesitaba era ver a Hyunwoo-. Estoy volviendo... del hospital.
-¿Y por qué traes un bolso? -cuestiona, como siempre, tan observador-. ¿Estuviste internado? ¿Ya estás mejor?
Me mira con los ojos muy abiertos, pero no estoy seguro si realmente se siente preocupado ante la posibilidad de que haya estado internado, sino más bien curioso. Un rasgo muy suyo, aprendí. La curiosidad de Hyunwoo no tiene límites. Y tiene sus métodos para salirse con la suya y averiguar lo que quiere. Uno de ellos, por ejemplo, son sus ojos. Su mirada siempre me incomoda, es como si intentase ver más allá de lo que se ve a simple vista. Quiero decir, tiene esa clase de miradas que ven a través de uno... Es tenebroso. Pero es efectivo. Termina ganando por cansancio pues si me mira así no puedo seguir mintiendo. Siento cómo me juzga silenciosamente, obligándome a decirle la verdad sin siquiera pedirlo. Maldito mocoso manipulador.
-Hay momentos en los que te odio -bufo, vencido-. ¿Tienes un minuto? Algo me pasó ayer. Es sobre... Washington.
-¡Vaya! ¡Tengo todo el tiempo del mundo para eso! -suelta, ahora realmente emocionado-. ¿Leíste mi informe?
-Hice más que eso.
La puerta del ascensor se abre en el cuarto piso, el de Hyunwoo, pero niega con la cabeza. Asumo que tengo que llevarlo a mi casa para hablar de esto. Seguimos de largo y cuando el ascensor se detiene en el piso siguiente, ambos bajamos. Nos adentramos en mi casa y, paranoico, cierro la puerta con llave y luego la trabo, cosa que no suelo hacer. Le indico que tome asiento mientras me armo de valor para contarle todo lo sucedido. Comienzo por su informe, pasando por la llamada de mi madre y mi viaje hasta Incheon. Entonces, me detengo en el bar, detallando que el hombre me indicó la dirección del almacén. Finalmente, le cuento mi aventura con el "negociante" que resultó ser un antiguo colega, y termino con mi cobarde huída. Su rostro, generalmente inexpresivo, en este momento luce todo tipo de sensaciones: confusión, sorpresa, emoción, y hasta diría que consternación.
-Eres un idiota, hyung -susurra, negando con la cabeza-. Arriesgarte así luego de hablarme tanto sobre el cuidado y la prudencia...
-Se metieron con mi madre, Hyunwoo -me defiendo, enojándome-. ¿Tú qué habrías hecho?
-Habría revelado su ubicación a alguna fuerza que no los esté apoyando -suelta, desafiante-. A la Interpol, por ejemplo. En la cual, casualmente, tienes amigos trabajando que podrían darte una mano.
-No entiendes -susurro, enojado porque sé que tiene razón-. Yo... actué bajo impulsos... no estaba pensando con claridad...
-Creí que eras más listo, entonces -ironiza-. Creí analizabas bien las situaciones así, no que hacías lo que te parecía.
-Hago lo que siento correcto en el momento, y eso hasta ahora no me ha fallado -me justifico-. No puedes decirme qué hacer, ¿está bien? Soy mayor que tú y tengo más experiencia a pesar de que me equivoque, como cualquier ser humano normal.
Cuando Hyunwoo abre la boca para seguir reclamando, un estornudo proveniente de mi cuarto resuena, sorprendiéndonos a ambos. Nos miramos por un segundo, confirmando que no fue ninguno de nosotros. Cientos de pensamientos comienzan a pasar por mi mente. Me siguieron, me rastrearon, se metieron en mi casa a la fuerza, y ahora confirmaron que estoy tras ellos. También saben de Hyunwoo ahora. Tendré que derribar al espía y proteger al mocoso... Tomando un bate que oculto por emergencias como esta, me encamino a paso lento y sigiloso hasta la habitación. Hyunwoo me sigue de cerca, imitando mis movimientos silenciosos. Pero cuando corro la cortina y paso, no hay nadie más que Taemin y alguien durmiendo en la cama. Bajo el bate, y siento cómo el alma me regresa al cuerpo.
-Mierda, Taemin -me quejo, respirando agitado-. Me diste un susto de muerte, maldita sea. ¿Qué hacías escondido ahí? ¿Escuchabas nuestra conversación?
-Lo siento, hyung, es que no quería interrumpir -se disculpa, mirándome con furia-. No quería entrometerme en su bonita charla.
Suspiro, entendiendo su enojo. Está celoso, nuevamente. Miro a Hyunwoo, quien me mira sorprendido, sin entender la reacción de Taemin. Claro, él no sabe toda la historia entre nosotros. Sólo piensa que es mi "raro" compañero de piso.
-Vete a casa, Hyunwoo, por favor -le pido, con tono cansado-. Y ya no busques más información. Ni tú ni Sanghyuk. Ya tenemos bastantes problemas por ahora.
Asintiendo, un poco confundido, se da la vuelta y camina torpemente hasta la puerta. Escucho cuando esta se cierra y asumo que ya se fue. Entonces, miro a Taemin, quien se encuentra cruzado de brazos con la vista fija en la ventana.
-¿Qué pasa? -le pregunto, aunque sé lo que dirá.
-¿Dormiste con él? -cuestiona, mirándome lleno de rabia-. Dime la verdad. ¿Fuiste a casa de tu madre o te fuiste con él por ahí?
-¿Perdón? -murmuro, ofendido por lo que dice-. ¿No estabas escuchando nuestra conversación? Estuve en Incheon.
-Sólo escuché eso de "tengo experiencia" -suelta, imitando mi tono-. ¿Experiencia en qué? ¿En mentir, ocultar cosas, fugarte con alguien?
-Taemin... no es lo que estás pensando...
-¿Qué es, entonces? -inquiere, enojándose más a cada segundo-. Estás trabajando en un caso del que no me diste ningún detalle con alguien más, alguien que traes a casa y con quien te desapareces por dos noches seguidas sin llamarme una sola vez. ¿Qué es eso?
-Taemin, deja de decir esas tonterías -pido, tomándolo por los brazos-. La situación es mucho más complicada de lo que crees, no lo entenderías.
Me mira atónito, como si no pudiera creer lo que acabo de decir. Lo ofendí. Y mucho.
-¿Acaso crees que soy alguna clase de idiota que no entiende las cosas? -pregunta, con un hilo de voz-. Creí que tú no...
-No, no, no -me apresuro a decir, dándome cuenta del error que cometí al decir eso-. Taemin, no. Te juro que no es eso. Pero es que esto es muy peligroso. No quiero que te pase nada. ¿Me escuchas? No quiero arriesgar tu vida de nuevo.
-¡Alguien está intentando dormir aquí! -se queja la persona que dormía en la cama-. ¡Sigan su melodrama en otro lado!
Me quedo callado, abriendo mucho los ojos. Dirijo mi vista a la cama, viendo una mata de cabello negro sobresaliendo debajo de las sábanas. No puedo verle la cara, pero si escuché su voz claramente. Y esa voz no es de Kibum. Tampoco es de Jinki. Mucho menos de Jonghyun.
Es de Jongin.
-¿Qué hace él aquí?
-Me dijiste que no durmiera solo -bufa, bajando la voz-. Aunque no lo creas, no soy un idiota, y entendí lo que dijiste.
-¿Y dormiste con él? -repito su pregunta, sarcástico-. Me refería a Kibum o a tu primo, no a este idiota.
Luego de esto, salgo de la habitación, dirigiéndome a la cocina. Temo enojarme en serio y decirle algo de lo que más tarde podría arrepentirme. Temo tratarlo mal por mis malditos celos. Y no quiero que me odie. Por más enojado que esté con él, no quiero que vea mi lado cruel. Pero saber que pasó dos noches con Jongin... saca lo peor de mí.
Sé que me sigue porque oigo sus pasos y su respiración agitada. Está muy enojado. Al igual que yo. Tal vez incluso más.
-¿Tú puedes traer a tu compañerito a casa y yo no puedo traer a mi amigo a pasar la noche? -pregunta, y sus palabras cortan el aire-. Mientras tú estabas muy ocupado investigando cosas "muy complejas" para que yo entienda, Kai me hizo compañía.
-Qué gesto tan amable de su parte.
-¿Por qué te enojas ahora? -exclama, exasperado-. ¡No actúes como si esto fuera igual de grave que lo tuyo porque no lo es!
-¿Ah, no?
-¡No! ¡No es lo mismo! -explota-. ¡Estás comparando a mi mejor amigo de toda la vida con un... un... un chico zorra que te mira como si quisiera comerte!
-¿Pero qué dices? -suelto, y luego me río-. ¿Es por eso que te molesta tanto? ¿Porque piensas que le gusto o algo así?
-No lo pienso, lo sé... no soy un idiota -murmura, ahora más triste que enojado-. Después de todo, a nosotros nos pasó lo mismo.
-¿Lo mismo?
-Trabajamos juntos en un caso y yo... Supongo que eres igual de amable con él que conmigo, ¿no? Sería imposible que no sienta algo por ti después de eso...
-No soy así con él...
Recuerdo cada vez en la que le dije "maldito mocoso manipulador" a Hyunwoo en las últimas semanas. A Taemin nunca le hubiera dicho algo así por más trampas que me hiciera para conseguir algo. Pero, por empezar, Taemin nunca haría alguna trampa para conseguir algo, en realidad. No, definitivamente no. Hyunwoo nunca será Taemin. Le tengo un poco de aprecio, supongo. Simpatía, tal vez. Pero nunca podría reemplazar a Taemin. Nunca. Y ahora, al mirarlo de nuevo, ya no me siento enojado para nada. Ahora, que me doy cuenta de la razón por la que reaccionó así, noto entonces que su enojo no es eso, sino que se trata de celos. Unos celos muy tristes y resignados. Casi como si pensara que a mi también me gusta Hyunwoo.
La idea de Taemin sintiendo celos me conmueve. Me alegra saber que no soy el único loco dentro de los dos, y no puedo evitar sonreír levemente al saber que le importo lo suficiente como para sentir celos de mí. Me acerco a él y lo abrazo, tomando su nuca con las manos. Él corresponde el abrazo ocultando su rostro en mi pecho. Entonces aprovecho para besar su cabeza con dulzura.
-No me gusta Hyunwoo, Taemin -susurro-. Creí que luego de todo lo que luché para que podamos estar juntos, sabrías que no tengo ojos para nadie más.
-Últimamente estuviste comportándote raro -responde él, aún oculto-. Llegué a pensar que estabas arrepentido de vivir conmigo y de haberte metido en todo este lío.
-Nada más quería asegurarme de que no corrías ningún riesgo. Esto que estoy investigando es muy peligroso... Lamento haberte dado una mala impresión.
Asiente sin decir nada, entonces comprendo que ya hicimos las paces. Después de un rato se separa y sonríe apenas pero honestamente. Es una de esas sonrisas con las que me dice "eres un idiota pero te quiero así". Y yo sonrío también, intentando decir "eres lo mejor que me pasó en la vida".
-Cuando se vaya Kai quiero que me lleves al cine como prometiste -pide, y besa mi mejilla.
Sonrío en respuesta.
Maldito mocoso tierno.
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