Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Regresando al país de Nunca Jamás. por MagsKun

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

abajo ~

-Minho, ¿estás ocupado? -pregunta Jinki, calmado, desde la cocina-. Hay algo que quiero mostrarte.
No, no lo estoy. Simplemente estoy buscando en todas las páginas web que existen información sobre el grupo de Wang. Algo que Jinki ignora por completo, algo que no debería hacer. Si vamos al caso, algo tanto arriesgado como "ilegal". Pero no, no estoy ocupado, no estoy haciendo nada importante...  
-Ya voy.
Viendo que se acabo mi rato libre, elimino el historial de búsqueda para borrar toda la evidencia de que estoy al tanto de más de lo que él cree, y cierro la notebook despacio, para que no note que estuve usándola. Entonces, me dirijo hasta la cocina intentando lucir lo más casual e inocente posible. Como quien no quiere la cosa, finjo demencia lo mejor que puedo y comienzo a silvar. Cuando entro encuentro a Jinki apoyado contra la mesada, leyendo un recorte periodístico con tranquilidad, sin inmutarse. Me atrevería a decir que ni siquiera está leyéndolo, sino que está mirando al vacío, con el papel atravesando su campo visual. Aclaro mi garganta para demostrarle que ya llegué, entonces, como si despertase de un trance, aparta la vista del artículo para dirigirla a mí. Esbosa una sonrisa suave, casi imperceptible, fugaz.
-Tengo una buena noticia, literalmente -bromea, extendiéndome el papel-. Lee esto.
Con curiosidad, tomo la noticia y comienzo a leerla. Pronto noto que no es una verdadera noticia, sino un anuncio clasificado.
Departamentos disponibles en el centro de Seúl. Hasta tres habitaciones. Edificios completamente nuevos, instalaciones de luz, agua y gas incluidas. 
Luego de eso, incluye un número y el nombre de la persona a la que debería llamar para negociar el alquiler.  
-Jinki hyu...
-Ya llamé -me interrumpe, y vuelve a tomar el papel-. Hace unos diez días.
-¿Qué?
-Y ya firmé como tu garante -continúa, hurgando en sus bolsillos, hasta que saca una cosa pequeña y plateada-. Y... hoy recibimos la llave.
La pequeña llave metálica se sacude en su mano, mientras yo intento analizar lo que está pasando. Jinki me mira paciéntemente esperando una reacción, con la sombra de una sonrisa amenazando con aparecer. En cuanto caigo en la cuenta de lo que acaba de contarme, no puedo evitar emocionarme. Acaba de comprarme una casa, básicamente. Lo primero que hago es abalanzarme sobre él y abrazarlo.
-Gracias, hyung -atino a decir, conmocionado-. Realmente... no sé cómo podré agradecerte todo lo que hiciste por mí.
-Tonterías -dice, restándole importancia, y palmeando mi espalda-. Si tú cuidas a Taemin... ¿quién te cuida a ti?
-Eres el puto mejor amigo del mundo -suelto, y él ríe, entonces se aparta y deposita la llave en mi mano-. ¿Es mía? ¿Ya puedo ir y vivir ahí?
-Exactamente.
-Te debo la vida...
-¿Qué tal si me agradeces yéndote ahora mismo? -bromea-. Mentira, sabes que bromeo. Puedes quedarte todos los dìas que quieras. O hasta que tengas muebles, al menos. Pero ahora que tienes casa... ¿qué me dices de llevarte a Taemin a vivir contigo?
-Hyung... no de nuevo...
-Ya no puedes usar la excusa de la casa, el dinero, el trabajo... porque todo eso lo solucionaste -me recuerda, serio-. ¿Cuál es el problema ahora?
-¿Su padre, tu padre, la enfermera, todo el mundo? -digo, fastidiado-. No querrán ni de putas que Taemin viva conmigo... El único que estará de acuerdo eres tú.
-Y Kibum...
-Claro, porque a tu tío le importa lo que Kibum opina -me quejo-. Ya, despierta de esa fantasía, hyung. No va a pasar ni en un millón de años.
-Puedo interceder -insiste, comenzando a enojarse-. ¿Qué importa lo que digan mi tío y mi padre? ¡Sabes que Taemin quiere irse contigo!
-No quiero ganarme el odio de toda tu familia... aunque ya lo tengo -murmuro, amargado-. Hyung, es muy complicado...
-Mira, Minho, si alguien llega a decirte que no puedes vivir con Taemin, yo me encargaré de patearle el trasero, sea quien sea -afirma, convencido-. ¿Quién fue el que descubrió al asesino de su madre, casualmente, su padrino y el mejor amigo de su padre?
-Yo...
-Sí, tú. ¿Quién fue el que logró que Taemin dejase de comportarse como un pendejo malcriado y se volviera un niño maduro y de buenos modales?
-Yo...
-Exacto, tú. ¿Quién fue el que le salvó la vida cuando Kim casi logra escaparse con él en el aeropuerto?
-Jae Hwan, Jonghyun, tú, Kibum... y yo.
-¡Tú, siempre tú! -grita, y luego, baja mucho el tono de voz-. Y dime... ¿quién fue el que logró que, después de tres malditos meses, vuelva a hablar? ¡Dime quién fue!
-Yo...
-¡Tú, mierda, tú! -exclama, esta vez sonriendo-. ¿Quién, entonces, puede decirte que no puedes vivir con él? ¿Su padre? ¿Ese necio que pasó siete años haciéndolo llorar, juntándose con el hombre que mató a su propia esposa? -cuestiona, irónico-. ¿Mi padre? ¿Ese bueno para nada insensible que sólo se preocupó por él cuando quiso ponerse en tu contra? -continúa, casi riéndose-. ¿La enfermera? ¿Esa señora torpe que no podía lograr que Taemin comiera un estúpido plato de puré hasta que no llegabas tú, y entonces hasta pedía repetir? Vamos, Minho...
El planteo de Jinki es rigurosamente cierto. Entonces, la esperanza brota dentro de mí. Realmente... realmente podría hacerlo. Vivir con Taemin... podría ser posible. ¿Quién me detendría? ¿El señor Lee? ¿El otro señor Lee? ¿La enfermera? Es cierto, ninguno de ellos puede convencerme de que yo le haré daño. Al contrario, sé que lo cuidaré mejor que todos ellos juntos.
-Te diste cuenta ya, ¿no? -susurra Jinki, con una sonrisa paternal-. No te tires atrás por los prejuicios, Minho. Tampoco debes tener miedo. Eres perfectamente capaz de hacerte cargo de él, te lo juro. No hay nadie más adecuado para eso que tú. Y ahora que tienes tu propia casa...
Sus palabras dejan de tener sentido para mí, quedan sueltas en el aire. Las ideas, las ilusiones, los deseos, las promesas de un nuevo comienzo, un futuro mejor, invaden mi cabeza. Sólo puedo ver a Taemin saliendo del hospital, subiendo a mi auto, pensando que vamos a su casa... en lugar de eso, llevarlo a nuestra nueva casa, sorprenderlo... puedo verme perfectamente llegando del trabajo y siendo recibido por una maratón de películas de Batman, me veo llegar con una caja de bombones de todos los sabores, menos café, claro. Puedo imaginar muchísimas cosas para Taemin y para mí, juntos. Un nuevo comienzo para los dos, una nueva vida. Algo que anhelé durante mucho tiempo...
-Lo haré.
La sonrisa de Jinki es triunfal.
Luego de cargar las pocas cosas que traje a la casa de Jinki en mi auto, avanzamos la corta distancia que separa mi casa nueva de aquí. Al llegar nos recibe un edificio completamente nuevo, de unos 12 pisos. Jinki me indica que mi nuevo departamento se encuentra en el 5to, casi a la mitad, así que allá vamos, con unas cuantas cajas y bolsas. Y el papel con los datos del caso de Wang en mi bolsillo, oculto.
Las puertas del ascensor se abren y nos dejan en un pasillo angosto con unas tres puertas de madera blanca, y paredes del mismo color. La llave que mi hyung me dio me indica que la que nos compete a nosotras es la puerta E2, y ahí es donde, luego de hacerla girar, entramos.
Lo primero que noto del lugar es que es más grande lo que pensaba. Según la descricpión de Jinki era <lo suficientemente grande para Taemin y para ti>, y con esa descripción, imaginé algo realmente pequeño, pero esto está lejos de serlo. Si bien es de un sólo ambiente, es una habitación muy amplia. A un lado de la puerta se encuentra la pequeña cocina: una alacena arriba, un horno y una mesada con pileta abajo, un pequeño calefón a un lado brindando agua caliente. Pasando todo esto hay una puerta que conduce a un patio pequeño, diminuto en realidad, disponible para colgar la ropa mojada, supongo. Al regresar al inicio de la cocina pequeña hay dos posibles caminos: un diminuto pasillo (de apenas 50 cm, en realidad) a la derecha que conduce a la puerta que da paso al baño, y finalmente, al frente se abre el resto de la habitación, un gran cuadrado blanco, cerrado al final por una ventana que ocupa todo el lugar en el que debería haber una pared, y que da a un balcón de aproximadamente dos metros de largo y uno de ancho. A unos dos pasos de la puerta hay, además, un armario con puertas deslizables de espejo como parte de la misma pared. Como decía, es bastante grande para sólo dos personas. Me gusta.
El resto de la tarde la pasamos mudando mis cosas a mi nuevo hogar que, convenientemente, está a tan sólo unas cinco calles de la casa de Jinki.
-¡Para que no me extrañes tanto! -exclama Jinki, jactancioso.
No es mucho lo que traemos, de todos modos. Bueno, a decir verdad, no es nada. Cuando entregué mi otra casa, vendí la mayoría de mis pertenencias para poder pagar mi viaje a Estados Unidos. Ahora me arrepiento... sólo conservé ropa, utensilios de cocina, los dibujos de Taemin, su reloj de Batman y... y nada más. Por suerte, en este nuevo departamento tengo incluida la cocina y el baño, por lo que sólo me faltan muebles y un toque hogareño, supongo. Ya me preocuparé por eso más tarde.
-¿Cuándo se lo dirás a Taemin? -pregunta Jinki, una vez que terminamos y nos sentamos en el suelo-. A Taemin y a su padre, claro...
-Lo haría ahora mismo, antes de perder la determinación -respondo, mirando mi reloj-. Pero en media hora entro a trabajar, ya no tengo tiempo...
-Mañana será. Mejor, así preparas un discurso...
-¿Un discurso?
-Hará falta alguna que otra palabra contundente para convencer a mi tío... pero no te precupes, yo iré contigo, y si no entiende por las buenas, entiende por las malas.
-Ojalá te calmes, hyung...
-Espera... mañana trabajo -recuerda, frotándose la barbilla-. Trabajo a la mañana y tu a la noche... qué inconveniente.
-Mañana no trabajo, hyung -le aclaro, dado que mi horario indica que trabaje un día de por medio-. Trabajé el lunes, luego tuve el martes libre. Hoy me toca trabajar de nuevo, y mañana tengo el día libre.
-Esos horarios rotativos de comisaría... son una cagada, Minho -opina abiertamente-. Es muy irregular.
-Ya, sean una cagada o no, este trabajo pondrá el pan en la mesa para tu primo -digo, desafiante, y él sonríe-. Si me permites, ahora, debo irme...
Con esto, ambos salimos. Él, en dirección a su casa, yo, hasta mi Sonata, aparcado ahora en el estacionamiento del edificio. Conduzco con cuidado hasta la comisaría, con una enorme sonrisa en el rostro que ni siquiera el cansancio luego de trabajar durante 12 horas logrará borrar de mi rostro.
Pasada la mitad de la jornada, aparece Hyunwoo por el pasillo, cargando la jarra de café. Se acerca hasta mí y sirve un poco del líquido adictivo en una taza, con una mirada curiosa.
-¿Por qué sonríes así? -pregunta, intrigado-. ¿Tan feliz te pones de verme?
-Me pone feliz verte con esa jarra de café, en verdad -admito, aún sonriendo-. Pero mi sonrisa es por algo más.
-¿Qué cosa? Si puedo saber, claro...
Su tono suena más insistente que indiferente, y no veo por qué no contarle. Después de todo, es un simple niño con una jarra de café. No veo un motivo que me diga que no confíe en él.
-Conseguí una casa nueva -revelo, sonriendo aún más al decirlo en voz alta-. Me mudé esta misma tarde.
-Ah, eso sí que está bien -comenta, y aunque no suena tan indiferente como de costumbre, no sé si lo siente en serio o lo dice por compromiso-. Brindemos por ello.
-¿Con qué? -pregunto, riendo, mientras tomo la taza de café que me ofrece-. ¿Con café?
-¿Con qué más, sino? -pregunta él, sirviéndose en otra taza-. ¡Por tu casa nueva! ¡Por tu nuevo comienzo! ¡Por un aumento para Hyunwoo!
-¡Salud!

Notas finales:

Hyunwoo cosita bella x3

Gracias ciel_2min y ChikaDorito por los reviews <3 me alegro muchísimo de seguir viendo sus nombres ahí *-* las extrañé *-* 

Nos vemos :3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).