Abría los cajones y compartimientos de los muebles de la casa y solo encontraba porquerias inservibles, nada que me sirviese de primeros auxilios. Mis manos estaban pegajosas producto de la sangre de MinHo (Porque así se llamaba) derramada sobre mí. Este se encontraba sentado en el piso, quejándose de dolor. No podía pensar con claridad.
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Si dejaras de quejarte todo sería más fácil…-grité abriendo una caja con golosinas dentro-¿Dónde demonios las tienes?
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En el cajón del medio.-Respondió con dificultad, apretando la mano herida.
Sin tomar tiempo para discutir sobre porque no me había dicho eso antes, corrí hacia la ubicación de dicho cajón y saqué todo lo necesario para realizar las curaciones. Lo poco y nada que había aprendido de todas esas veces que Jinki hyung se lastimaba y debía socorrerlo. Esta vez era todo más complejo. No era un simple rasmillón de bicicleta, era una cortada. La sangre no paraba de salir. Quizás necesitaría sutura.
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Te va a doler…-Este asintió y apoyó su cabeza hacia atrás, dejando ver su manzana de adán doble. Tragó saliva, imagino que preparándose. Recordé que cuando era pequeño, me lastimaba y mamá me curaba de una forma amorosa, ya que decía que con amor las cosas siempre sanan más rápido. Así se me iba el miedo, no sé si se curaban como ella decía. Le acaricié el hombro y MinHo me miró desconcertado.- Trataré de ser lo más cuidadoso posible ¿si?
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Solo has las malditas curaciones y déjate de idioteces. A las enfermeras no se les paga para que te cuiden con amor, solo para que hagan lo que tú les pides.
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¿Te habían dicho que eres insoportable?-Le cuestioné y comencé con el procedimiento. Le aplique la gaza, solo me dio una pequeña mueca de dolor y cerró los ojos. Demasiado tranquilo para lo que esperaba, demasiado dócil.- MinHo...creo que va a necesitar sutura. Debes ir al doctor.
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No, imposible, me voy a reponer, no fue tan grave.-Le apreté fuertemente la herida.-AAAAAH maldita sea, ¿No ves que me duele como los mil demonios?
Lo miré molesto. Era impresionante el nivel de infantil que podía llegar a ser este sujeto. Aparentar estar en perfecto estado cuando por dentro muere de dolor. Similar cuando los niños dicen que se sienten bien para no tener que ir al doctor porque les da miedo ¿Le tendrá miedo al doctor?
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Vamos a ir al doctor, me encargaré de que te revisen y que te otorguen un tratamiento. No puedes seguir así, si no la suturamos se infectará y si no…-Comenzó a reír.- Ahora el niño ¿De qué se ríe?
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Me parece adorable que mi enfermera no confíe en sus habilidades y tenga que recurrir a un doctor para que me revisen. Tú conoces mucho de estas cosas, por algo te estoy pagando, Seohyun. Debes atenderme.
¿Seohyun? ¿T...rato? ¿Quién rayos es este chico y por qué me confunde con una chica?
Le acerqué mis labios a su frente, estaba helando y el sudor frío comenzaba a presentarse. Acerqué su mano lastimada hacia mí y esta seguía manchando la gaza sin detenerse, ya no era algo normal. Era algo que yo no podía controlar por mi propia cuenta.
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Mi...MinHo ¿Puedes escucharme, MinHo?-Le dí unos leves golpecitos sobre su cara y luego acuné su rostro en mis manos.-Soy...soy Lee Taemin, tu...vecino ¿Me escuchas? Te voy a llevar al hospital, me...me tienes muy nervioso ¿Vamos a ir, si?
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Tontita, no..no eres Lee Taemin. Seohyun ¿Por qué te fuiste y me dejaste solo?, ¿Por qué rompiste conmigo Seohyun? ¿Por qué huiste de mí cuando te conté?.-Me tomó las manos, podía sentir como su sangre se volvía a impregnar en mi piel.
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No...no sé de que me hablas MinHo.-Literalmente, al borde del colapso nervioso. No sabía como reaccionar. Estaba tiritando, tenía miedo, sus respuestas me ponían nervioso.
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¿No te vas a ir, verdad? No me dejes de nuevo.-Negué con la cabeza.
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Pierdes mucha sangre, por favor...déjame...déjame llevarte al doctor, MinHo. Tu Seohyun estará ahí.-dije. Genial, lo único que me faltaba era seguirle el juego a este tipo loco.-¿Te duele mucho, verdad? Voy por más gazas…
Me incorporé levemente y este me tiró hacia si. Chocando sus labios con los míos, dejándome completamente atónito. Sin saber como reaccionar. Quería alejarme, pero el shock era mucho, era un hombre, era un hombre, era un hombre. No, no, no. Yo no soy su Seohyun, ¿Por qué dije esa maldita idiotez? Mi primer beso y con un hombre. Un hombre, un hombre loco que cree que soy mujer.
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Aléjate de mí.-dije empujándolo fuertemente. Me incorporé y alguien entró a la casa. Un chico delgado, traía muchas bolsas consigo y lentes de sol a pesar de que el día se había nublado sin que me diese cuenta.
Me quedó mirando y sin dudarlo gritó:
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¡Seguridaaaad!-Nadie vino a su encuentro, al parecer la casa estaba sola.-Seguridaaaad, hay...un extraño aquí.
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Ss...soy Lee Lee Taemin, m... ¡Vine porque...tu amigo!...MinHo, está lesionado. No...-Le mostré mis manos llenas de su sangre. El chico me empujó rápidamente y corrió hasta su amigo.
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¿Cómo se hizo eso? ¿¡Por qué demonios no llamaste a la ambulancia?!-Luego miró a MinHo.-Ya, ya, MinHo...vas a estar bien. Vas a estar bien, Key está aquí…-Le acarició el cabello mientras este tendido en el piso balbuceaba el nombre de SeoHyun. Key me miró molesto.-¿Por qué sigues ahi parado y no haces nada? ¡¡Llama a la ambulancia!!
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No tengo teléfono.
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¡Saca el de mi bolso, maldita sea!-Gritó y luego volvió con sus “Ya, ya MinHo, ya ya”. Todo el amor que podía, lo estaba recibiendo de ese chico.
Marqué el número de la ambulancia. Me pidieron el lugar y yo no sabía la dirección, comencé a balbucear y Key molesto me arrebató el teléfono de las manos, dándole las indicaciones y añadiendo un “Paciente hemofílico, por favor apresúrese”. Me sentí demasiado inútil, un niño que no sabía como reaccionar ante esas emergencias. Que no conocía nada de nada.
Me marché de la casa cuando la ambulancia partió con Key y MinHo adentro. Le pedí que por favor me informaran como estaba, pero Key al parecer no me hizo caso. Era comprensible, estaba preocupado de su amigo. No tuve otra alternativa que marcharme a la mía desconcertado. No me importó que mamá me regañara por el cabello y por extraviar mi polerón, esos retos resbalaron, les dí poca importancia. Solo me dirigí a mi cuarto, sin comer y luego al baño a quitarme los restos de sangre seca que gracias a dios escondí en los bolsillos de mis pantalones. Una vez que mis manos estuvieron limpias miré mi rostro al espejo. Un nuevo Taemin me saludó.
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De eso había pasado una semana. Habían llegado mis familiares de visita a la casa, por lo que las cosas eran muy distintas ahora. Ya no tenía tiempo de pensar mucho en las cosas y si lo hacía, lo único que conseguía era ponerme furioso. Lo poco de habitación que tenía, me la habían arrebatado mis tíos. Estaba durmiendo con JinKi en la pieza de mi abuela. Ambos debíamos compartir un colchón inflable que se desplomaba a la mitad de la noche producto del peso. Llevaba días sin poder dormir de forma decente, porque siempre pasaba algo. JinKi arrebatandome las ropas de cama, mi abuela y sus ronquidos, el suelo frío indicándome que el colchón se había desinflado. Quería irme de la casa, quería escapar, quería que JongIn me llamara y saliéramos a algún lado, pero él era un vago al igual que yo. Me sentía atrapado nuevamente, con un humor de espanto, vivía gritando, estando en contra de todo e incluso de mi mismo.
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Y este niño, con ese pelo rojo y más largo, parece marica, hermana. Deberías mandarlo a alguna correccional.-dijo mi tío mirándome divertido mientras comíamos en la mesa.
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Estoy acá, no sé si lo notan ¡Oh! Por supuesto que no lo notan, o si no...estaría en mi habitación ahora.-Solté.
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¡Lee Taemin! Más respeto con tu familia, ¡Quita ese tono!
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No lo retes, yo lo provoqué. Hijo, era una broma.-Mi tío me tomó la mano en señal amistosa.- Pero en serio ¿Ese color? ¿Qué sigue? ¿Piensas hacerte alguna intervención...esos que usan los jóvenes de hoy? ¿Cómo se llaman hijita?
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¿Piercings?-Contestó mi prima metiendo la cuchara con comida a la boca.
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Esos.¡No entiendo cómo son capaces de vestirse como niñas! Mira, ahí hay unas.-Mi tío apuntó la televisión. Un grupo de 3 chicos bailaban frente a la pantalla, usando ropa bastante poco común. No sé si saldría a la calle con eso, aunque en ellos se veía con estilo. Siento que si yo usara esa ropa, me vería verdaderamente ridículo. Además, sería el hazme reír de esta casa.-Mira ese pelo, ¿Cómo tiene el pelo así?
Recordé a MinHo, él y sus rizos de niña. Ese pelo rebelde que tiene que a veces tomar con una coleta. Mi cabello no es tan largo como el de MinHo ¿Se me vería así de masculino? No, de seguro me vería como una chica. Una chica. De todas las imágenes mentales que debía recordar, tuve que detenerme justo en esa. Cuando MinHo me tiró hacia él y chocó sus labios con los míos. De seguro eso sería algo que me llevaría a la tumba, mi primer beso ¿Con quién fue? Con un hombre. Debí suponer que MinHo era de esos.
<<Estable, permanece el cantante y actor, Choi MinHo, el cual pasó por un estado crítico el pasado jueves. Así lo informa su agencia, SMent. que en la mañana entregó un comunicado sobre su estado de salud, informando que este se encuentra en el Hospital de la Universidad de Konkuk, estable. Solicitan a sus fans que permanezcan con el grupo durante el periodo que MinHo se recupere. >>
Silencio. Todo en la mesa seguía igual. Un “Ay pobre niño, tan joven” de parte de mi madre, y el almuerzo continúo de la misma forma. A mí se me quitó el apetito. Sentía ganas enormes de ir a ver su estado. Parte de mí tenía un miedo horrible de ir, pero quería aclarar las cosas. Pedirle disculpas a Key por mi torpeza y luego vagar por ahí. Estas paredes me estaban ahogando, la familia y la gente. Ellos al menos, podían poner 2 o 3 minutos de emoción a mi aburrida vida. El único problema era que MinHo estaba en el hospital.
“De seguro su Seohyun lo esté cuidando mejor que yo”