Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Any Other Day por Pilindie

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Perdón por la tardanza, estoy escribiendo dos fics, por lo cual es bastante difícil seguir con dos al mismo tiempo. ESPERO QUE ENTIENDAN.


Me motivé a terminar este capítulo -El muso no estaba generoso.-, luego de recibir mi primer review por aquí. Así que ya saben, si quieren fic, quiero rewievs bonitos y con contenido.

Ojalá les guste este capítulo. VA CON AMOR<3

 

pd: Lo subí a la rápida, así que si ven faltas ortográficas o de redacción me avisan.

De pronto alguien cayó del árbol, logrando que soltara un grito aterrado. El chico que estaba en el piso se incorporó y me sonrió.

No podía ser, era...era el chico de la casa del frente, el del cabello como japonés. Sus ojos eran enormes, como los de un animé o manga.

 

-  Wow, esto pasa con todas las personas que veo.-Comentó maravillado viendo mi expresión. Luego me chasqueó los dedos frente a mis ojos y miró alrededor buscando ojos de aprobación invisibles. Y se rió.- Sublime, debo ser verdaderamente hermoso ¿Serán mis ojos?

 

Lo miré extrañado ¿A este egocéntrico hijo de su mami que bicho le picó? Primeros pensamientos: presumido, despreciable, amante del yoísmo, estúpido egocéntrico.

 

-  No contesta…-Este debe pensar que es Animal Planet, para hablar como si no estuviese presente.-Lo callé con mi presencia. Sublime.

 

-  ¿Puedes dejar de decir sublime? No…¡No es por tí!

 

-   Si estás todo nervioso ¡Estabas tiritando cuando hablé! Es obvio que es por mí, no lo ocultes ¿Cuál es tu nombre pequeño fan?

 

 Pequeño. Esa fue la gota que derramó el vaso de ira.

 

-  ¡¡¡¡PENSÉ QUE ERA UN DEPRAVADO PERVERTIDO MALDITA SEA!!!-grité.

 

-  ¿Y tu nombre pequeño fan?.-Contestó sin inmutarse, ignorando todo lo que le había dicho. Conté hasta 10 mil, al parecer no iba a poder descansar ni un segundo con ese tipo ahi.

 

-  ¿Puedes marcharte o volver a tu árbol? Me molestas.

 

-  ¿Molestarte yo?

 

-  ¡Sí!-Respondí y se acercó mucho, demasiado para lo que debería acercarse alguien que apenas conoces. Me quedó mirando con sus ojos de rana. Comencé a temblar y me sonrojé al instante, este chico si era un pervertido. Mamá tenía razón, las calles no son seguras. De seguro es como esas estrellas que de tanta fama se les atrofia el cerebro y andan con problemas psiquiátricos.-Tan descortés, no te veo demasiado convencido de lo que dices.

 

Una milésima de segundo bastó para que lo empujara con la pierna rápidamente, avergonzado a más no poder. Su aliento había chocado con mi cara, no podía permitírselo. Grité aterrado, provocando que de paso yo también me cayera del columpio, genial Taemin, eres el rey del equilibrio.

 

Se incorporó sacudiéndose los jeans.

 

-  ¡Kibum me va a mataaaar!, no no no ¡Noo! .-Estaba horrorizado.

 

-  Solo es un poco de tierra. Sacudelos, si no sale...se lavan.-Le dije pausadamente agregándole movimientos mímicos, como si le estuviese explicando a un niño pequeño.

 

-  No soy imbécil.

 

-  Poco trabajo haces.-Mascullé, me miró indignado. Aún seguía algo inclinado hacia adelante por sus jeans estropeados.-Y es Lee Taemin.

 

 Me fui caminando tranquilamente a mi casa. Una vez que llegue a esta, todo seguía igual. La misma cantidad de gente, las mismas cosas. Yo, no podía parar de sonreír. Incluso me regañaron por eso. Nadie se preguntó dónde me fui a meter en ese periodo de ausencia, no quería que se enteraran. Todos se sorprendieron por mi silencio, por el hecho que no comentase nada también fue objeto de análisis en la mesa. Solo yo sabía la causa. Tenía algo distinto ¡Una historia! Una que ellos desconocían. Maravilloso.

 

Cuando me fui a acostar, me costó poder cerrar los ojos. Quería decirle adiós al Taemin de siempre. Quería ser como ese chico, sin rendirle cuentas a nadie, menos egocéntrico e imbécil, pero con actitud. Esa autonomía que tanto anhelaba quería dejarla salir a flote. Sacar la fuerza y la valentía suficiente para defenderme por mi propia cuenta y no quedarme pegado con todas las cosas. Vivir.

 

--

 

 Era temprano por la mañana. Mis intentos de salir desapercibido de la casa fueron en vano, mi abuelita ya se había adelantado y estaba preparando la comida en la cocina. Mi mamá por su parte, estaba tomando desayuno, lista para ir a trabajar.

 

-  Tan temprano que te levantaste amor.-dijo mamá cuando me senté a su lado.

 

-  Me cuesta acostumbrarme a no levantarme temprano todos los días.-Contesté y saqué una galletita de la cajita de madera.-¿Puedo ir a ver a Jongin?

 

 Muy mal, si quería hacer parecer esa salida como algo casual, incluir a Kai era lejos el peor plan que se me pudo ocurrir. Jinki y sus ideas locas que no tardan en llegar a mamá. De seguro debe haberle dicho un millón de cosas sobre JongIn. Viniendo de Jinki no me extraña.

 

-  Pero hijo…¿Estará despierto?-Genial, ya era el primer indicio de desconfianza.

 

-  Íbamos a juntarnos a ir a patinar.-Porque decir “Voy a estar en su casa”, era un no rotundo. Ahora come, come mucho para que no puedas contestar por un buen tiempo.

 

-  Bien, pero no llegues tan tarde a casa.

 

¡Bingo!

 

--

 

 Estaba en el centro de la ciudad. No iba Jongin conmigo, lo anterior había sido una completa mentira. Solo la había utilizado como forma de conseguir permiso y algo de dinero. La gente en la calle me miraba, o esa impresión me daba. Me sentía como un completo pendenciero caminando con esa capucha en la cabeza. A veces me daban ganas de devolverme a casa y que nadie se enterase de esto. Pero si no era hoy, nunca.

 Entré a la peluquería. Una chica lo atendía, tenía el estilo parecido a las chicas pin-up de los años 50. Grandes tacones, vestido ajustado y  maquillajes notorios que resaltan su delicadeza facial. No había nadie en la tienda, fantástico.

 

-  Tintúrelo.-dije bajando mi capucha y sonrió. Ambos seríamos cómplices en esa locura.

 

--

 

Nuevamente iba con mi capucha, sin dinero, sin Kai, pero con una cabellera anaranjada escondida. La causa de mi próximo castigo, lo más probable. De regreso a casa, caminando como un verdadero gatito escondido entre una selva desconocida, acorralado. Esto estaba mal, pero ya estaba hecho. Mamá iba a caerse de espanto, iban a culpar a mi mejor amigo de mala influencia. Nadie tenía la culpa salvo yo. Mi estupidez y yo, que bastante mal juego hacían.

 

 Pasé por el lado de la casa blanca, las cortinas permanecían cerradas ¿Estaban durmiendo ahí? Claro que sí, no eran fantasmas Taemin. Seguí con mi camino, zigzagueé muchas veces en búsqueda de uno más largo, que me conduciese a otra casa, una donde no me regañaran por lo que acabo de hacer. Porque luego de haber hecho esto no se sentía liberador como pensaba en un inicio.

Choqué con uno de esos deportistas matutinos fanáticos del ejercicio. Luego de una torpe reverencia como disculpa seguí caminando, pero el tipo me frenó. Problemas, quizás va a golpearme.

 

-  Lee Taemin.

 

 Quedé petrificado. A pesar de la capucha y de mi nuevo cabello alguien me reconocía. Esto no era bueno. Volteé temeroso de encontrarme con uno de esos vecinos chismosos que terminan diciéndole a todo el barrio que hacía quién.  

 

 Parte de mí me alegró que fuese él y no otro.

 

-   Oh, eres tú ¿Qué tal? Oh por dios, mira la hora- Le tomé su mano y miré el reloj que traía, al constatar lo costoso que era, lo solté de golpe.- Voy realmente atrasado, ehh...¡Adiós!

 

 Comencé a caminar rápidamente, pero nuevamente me detuvo. Rayos.

 

-  Algo te pasa ¿Por qué no me atacas? ¿Por qué me evitas?

 

-  Voy atrasado. Mi vida no gira en torno tuyo, niño.

 

-  ¡Soy mayor que tú!-Soltó mi brazo y me encogí de hombros. Traté de caminar nuevamente, pero me volteó de forma más brusca logrando que la capucha se desprendiera un poco de mi cabeza, lo suficiente como para que se viera mi nuevo cabello. Soltó mi brazo mirándome sorprendido.

 

  Silencio, luego avergonzado miré hacia otro lado y volví a cubrirme. Lo sabía, era una estupidez. Ni siquiera se me veía bien.  Comencé a caminar en dirección contraria al chico. Dirección: a quién demonios le importa a donde me dirija. Pensaban que estaba con Kai, no era necesario volver aún, seguía siendo lícito estar por las calles vagando sin rumbo. Mis últimas horas de libertad quizás.

 Con las manos en mis bolsillos, con un millón de frustraciones en los hombros. Hacer las cosas es diferente a la imaginación. Me gustaría que todo fuese perfecto como en mi mente, pero no.  

 Llegué a la calle principal. Muchas personas compraban víveres en las tiendas aledañas. Se oía a los comerciantes gritar sus productos a viva voz, los autos pasar por la calle. Uno que otro bus de acercamiento trayendo a los nuevos turistas y familiares a la ciudad abandonada en donde vivo. Esa que siempre parece poblarse para estas fechas. Los primos saludarse, los hermanos cargando los bolsos. De seguro me vería en esa misma situación dentro de unos días. Y así se pasaría el verano frente a mis ojos.

 

-  Lindo panorama, rústico.-Dijo ese chico a mi lado, mientras esperaba que el semáforo cambiara de color.

 

  Cada vez confirmo más mi teoría de que este es un pedofilo depravado en potencia. No era conveniente otorgarle frases defensivas ni miradas de atención. Preferí comenzar a caminar y alejarme lo más pronto de él, demostrando mis expresiones de molestia y fastidio evidentemente

.

-  Oye...tranquilo. La calle es para transitar.-Contestó en su defensa tomándome del brazo. Desvié mi mirada hasta un punto cualquiera, ignorándolo, molesto.

 

-  ¿Sueltame?-Quitó su mano de mí y le agradecí.

 

-  Por favor no te vayas ¿Puedes quedarte?

 

-  Te dije que estoy atra…

 

-   Solo un minuto.-

 

   Crucé mis brazos y sacó su celular. De reojo lo seguí, estupefacto a mis adentros, sin poder creer que ese tipo de modernidad fuese posible para un ser humano mortal, de carne y hueso.  

 

-   Levantate ya. - Hablaba a su teléfono, luego rió.- No fue tanto, solo tienes que hacerme caso. Si no te levantas, nos van a regañar. Lo sé, también lo pase bien ayer, pero…¡Debes irte a tu casa! ¿Cómo es eso? ¡¡¡No seas….-risas.

 

  ¿Qué es esto? Me invitó para ver como habla con su novia. Inaudito, lo único que faltaba era que la gente se empezara a reír de mí en mis narices. No bastaba con las chicas que se burlaban de mi en el colegio, mi impopularidad dentro de los grupos sociales y la imposibilidad de surgir. Mi familia, mi maldito círculo. Estaba enredado en algo que me impedía surgir. Llegaba un chico de unos años más que yo y recordaba en el pozo sin fondo que me encontraba, para aumentar su ego.

 Comencé a caminar, molesto de esperar. De seguro iba tras de mí, es de esa clase de personas que necesitan tener un bufón con el cual  jactarse de su vida perfecta, era eso y nada más.

 

 Seguí caminando un par de pasos más, pero no encontré su mano jalando mi brazo, ni sus súplicas de atención. Nada.

 Volteé en búsqueda de su persona. Lo encontré cruzando la calle en la que me encontraba instantes atrás...en rojo. Mirando con atención todos los alrededores.

 

-  Maldito imbécil.-exclamé y comencé a correr.  

 

  Los autos pronto iban a acercarse y sería su fin así que corrí hasta que llegué hacia él, cuando las bocinas comenzaron a ser lo suficientemente notorias para llegar a paralizarlo. Me lancé sobre él sin pensarlo y ambos caímos al piso cuál película de acción luego de una explosión ¿O eran románticas?

  Lo miré jadeando mientras escuchaba el freno del auto abruptamente, luego las bocinas sin control reprochando nuestro actuar. No pude evitar ponerme nervioso de que pudiese pasarnos algo por mi imprudencia.

 

-  ¿Estás bien?-Pregunté con un hilo de voz que solo él pudo escuchar.

 

-   Se te ve bien el color rojo en el cabello.

 

 Seguía con mi capucha, no obstante estábamos tan cerca, que parte de mis extensiones caían cerca de su cara y se volvía algo obvio. Sonreí levemente y me corrí para el lado, mientras los demás se acercaban a reprocharnos, ver si estábamos ilesos o solo husmear, más lo último que todas las anteriores.

 

-  ¿Oppa?-Preguntó una niña a nuestra espalda. Levanté mi vista y la mayoría de las personas estaban cuchicheando entre sí, sin dar mayores luces de lo que sucedía realmente. Preocupado miré al chico.

 

-   Levántate Taemin, no hagas preguntas. Solo avanza.-dijo tirándome del brazo.

 

   Iba a cuestionar las cosas,  preguntar causas y razones suficientes para tener que seguirlo, pero era tarde. Caminábamos, corríamos y volábamos a la vez, mientras un grupo de gente miraba, tomaban fotografías y cuchicheaban. Yo sin entender nada, solo siguiéndole el paso como un perrito sigue a su amo. Temeroso de parar, mirando a mi alrededor. Lo que alcanzaba a ver de él.

   Comencé a preocuparme cuando tomamos una ruta totalmente opuesta a la casa. Nos alejabamos y entrabamos en un sitio que en mi vida había transitado. Ese que mamá siempre decía que era peligroso, por muchas razones. El que estuviera lleno de grafitis, casas precarias, uno que otro perro en la calle, basura en el piso me hizo corroborar sus dichos. Yo no conocía esos barrios.

 

-   Creo que los perdimos.-Señalé una vez que miré de soslayo hacia atrás. No había rastro de nadie más que nosotros dos. Nos detuvimos, me costaba respirar y mi corazón latía como un loco.

 

-   ¿Por qué hiciste eso…?-Preguntó agachándose en sus rodillas para recobrar el aliento.-¿Te das cuenta...que pusiste morir?  

 

-   ¡¡Cruzaste la calle en rojo!! ¿Querías morir tú? ¿En qué demonios andabas pensando?

 

  Se recobró, parte de sus cabellos se habían pegado levemente a su cara por el sudor.

 

-   O sea…¿Te preocupaste por mí?-Agregó riendo orgulloso. Lo miré incrédulo.-¿Qué clase de persona piensa que otra no va  a ser capaz de hacerse a un lado y evitar el suicidio involuntario?-Se acercó a mí, yo me alejé rápidamente.-¿Cuántos años tienes...8?

 

-   ¡¡ASSHSH!!-Le dí la espalda, avergonzado de admitir mi edad.-¡Todo esto sucedió por tu culpa!

 

-   ¿Por qué siempre eres tan agresivo?

 

-   Quiero volver a mi casa. Adiós, nos vemos quien sabe cuando.-No le contesté su pregunta.

 

 La opción era caminar, nuevamente por evitarlo. La 2da vez en el día que tomaba esa medida si no me equivoco. No conocía el barrio, supongo que siguiendo una línea derecha llegaría  a algún lugar cercano o al menos algún establecimiento de comida en donde pudiese pedir indicaciones. Comida...lástima que con el nuevo estilo de Taemin ya no tengo dinero para comprar nada. Mi estómago ruge por algo de comida, pronto el sol comenzará a irradiar con mayor  fuerza y la fatiga será segura. Me pondré de mal humor.

 

-   Tan bonito y solo por estos lados.-Frené mis pasos.

 

-   Si pretendes repetir lo mismo de ayer no te va a funcionar.

 

-   ¿Ayer?-Volteé y un tipo se me lanzó encima. Me puso una navaja en el cuello y comencé a tiritar. Tenía miedo de respirar o incluso de tragar saliva, no podía procesar nada.-Dame todo lo que tengas y nadie saldrá herido.

 

-   No...no tengo nada.-Chillé y comencé a llorar como un imbécil.

 

-   Veo que no me estás entendiendo del todo.-Acercó el cuchillo un poco más a mi piel y comencé a llorar pidiendo clemencia.

 

-   ¿Qué demonios está pasando aquí?-Esa voz, la que hizo que el sujeto me lanzara al piso y corriera por su vida. Miré al chico, el mismo molestoso de siempre, cuyo nombre sigo sin conocer.

 

-   ¿Estás bien?-Preguntó y asentí, secando mis lágrimas. Corrió tras del hombre y yo me incorporé rápidamente, sin embargo lo suficientemente tarde, puesto que ahí estaba propinando golpes al hombre sin razón. Corrí hacia ellos, tratando de frenarlos.

 

-   ¿Defiendes a tu novio eh, mariquita?-El chico le empujó a la pared y continuó golpeando, muy profesionalmente por cierto, sin embargo no fue lo suficientemente astuto para evitar que le tomara el celular a él. Cuando se percató, trató de arrebatarle este, pero ganó un corte en la mano que le hizo gritar de dolor. Luego el hombre se echó a la fuga, mientras él tenía la mano ensangrentada.

 

   Lo quedé mirando asustado y traumado, sin saber que hacer. Me saqué mi chaqueta rápidamente y le envolví la mano, por hacer algo. La hemorragia no frenaba.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).