Ya habían pasado varias horas desde que Kairin depositó a la chica misteriosa sobre la camilla de la enfermería, y desde entonces no se había separado de ella. Esperando, ya algo ansiosa, a que despertara para quedarse más tranquila, pedirle perdón por el golpe, y tal vez intentar averiguar más cosas sobre aquella misteriosa muchacha, que había resultado ser nada menos que una saiyajin. Lo que hacía a Kairin preguntarse una y otra vez… ¿”Cómo era posible aquello”?...
Entonces fue cuando los pensamientos de Kairin fueron interrumpidos por los pequeños gruñidos de la chica inconsciente, dando el aviso de que ya estaba despertando. Kairin levantó la vista y se acercó a ella. La chica despertó algo molesta, abriendo lentamente los parpados con el ceño algo fruncido, seguramente con dolor de cabeza, y cuando su vista se aclaró, pudo ver a Kairin al lado suya mirándola
Kairin: ¿Estás bien…? ¿Cómo te sientes ahora? – Preguntó sentándose al lado
???: Eeeh… Si… Bien… Estoy bien… - Le respondió algo mareada y cansada mientras se incorporaba para sentarse en la camilla - ¿Dónde estoy? – Le preguntó mirando a todos lados…
Kairin: En la enfermería del internado… - La miró fijamente algo seria y confusa
???: ¿EN EL INTERNADO? – Se levantó de golpe impactada por la información
Kairin: Si, si. Relájate. ¿Qué te pasa? ¿De qué tienes miedo? – La sujeto firme y seria de los hombros para relajarla
???: P-Por nada… Quítate Kairin por favor. Tengo que salir de aquí – Apartó las manos de Kairin de sus hombros, y al levantarse de la camilla para dirigirse a la ventana, noto que su ropa era mucho más ligera, por no decir fresca, de lo que recordaba. Y al mirarse, se dio cuenta de que aquella bata no era su ropa. Y para colmo, era de esas batas que todos conocemos que enseña el culo, y por lo tanto, también su cola…
???: ¡AAAH…! ¿Dónde está mi ropa? ¿Qué has hecho? ¿Qué ha pasado? ¿Por qué estoy así? DIME… - Le exigía con tono suplicante, asustado y nervioso, mirándola fijamente mientras se tapaba la cola con las manos ocultándola de Kairin tras su espalda. Lo cual ahora que lo pensaba era absurdo. Pues lo más probable es que ya la hubiera visto…
Kairin: Para empezar… Cálmate. Que te estás comportando como si alguien se hubiera aprovechado de ti, y no es así. De modo, que para el carro… Tu ropa está doblada en el armario. Te la quitamos entre la enfermera y yo para que pudieras descansar más cómoda y a gusto… Y no hace falta que ocultes tu cola. Es imposible no haberla visto. Pero tranquila. Supuse que la tendrías oculta por alguna razón, así que te la tapé para que la señora Tirina no te la viera. Tu cola sólo la he visto yo – Dijo tranquilamente mirándola algo seria
???: ¿La señora Tirina? – Arqueó una ceja medio confundida
Kairin: Si. Tirina. La enfermera. Repito. Tranquila. No la vio… Y aunque la hubiera visto tampoco deberías preocuparte. Dudo mucho que fuera un problema. Es muy discreta y amable. Pero bueno… - Suspiró - Cambiando de tema… ¿Entonces eres… una saiyajin? – Frunció levemente el ceño y se cruzó de brazos mirándola fijamente a los ojos
???: ¿De qué te sorprende? Ni que nunca hubieras visto uno en tu vida… - Se cruzó igualmente de brazos y volteó su cara bastante molesta sin querer mirar a Kairin al haberse sentido descubierta. Tantos esfuerzos por mantener la discreción y detalles sobre ella lo mas ocultos posibles, se fueron todos al traste por que Kairin le vio la cola. Sabía que no fue por mala intención y que no estaba previsto. Pero su orgullo había sido desafiado y eso la molestó demasiado. Así que sin darse cuenta, se cogió una pequeña rabieta con Kairin y por eso no quería mirarla
Kairin: ¿Eh…? ¿Qué insinúas…? – Le preguntó bastante asustada y sorprendida por la pregunta
???: No se… ¿Quieres que te traiga un espejo para que veas a una saiyajin a la que seguramente ves a diario? – Le pregunto con un tono bastante arrogante y muy sarcástico
Kairin: Oye, oye. Un momentito. No estaba en mis planes ni mucho menos tener que descubrir tu cola, ¿sabes? Así que bájate los humos, que yo no me merezco que me hables de ese modo, después de haberme preocupado por ti en asegurarme que estabas bien tras nuestra pelea – Se cruzó nuevamente los brazos y esta vez, sí estaba realmente molesta por la actitud de aquella muchacha insolente y orgullosa
???: ... … - Suspiró – Vale, vale. Lo siento. ¿De acuerdo? – Volteó su cabeza en dirección a Kairin aun sin mirarla, bastante preocupada y cabizbaja mientras seguía hablando y meditaba todo lo sucedido… - Lo que pasa es que… Buf… ¿Qué voy a hacer ahora…? Ya me has descubierto… no tiene sentido que te siga intentando ocultando cosas. Y encima que ahora sabes que somos de la misma raza, dudo mucho de que me dejes en paz con las preguntitas. Sabiendo cómo eres, no te quedarás satisfecha hasta que te lo haya contado todo, ¿me equivoco…? – Dijo mirándola de reojo, algo decepcionada con mucha resignación obligatoria, arqueando una ceja esperando su respuesta evidente…
Kairin: Pues no… No me hubiera importado dejar el asunto antes. Pero tienes razón… Ahora que sé que eres saiyajin, y para colmo, por algún motivo sabes que yo también lo soy, no puedo pasar eso por alto. Tengo todo el derecho del mundo a saberlo, y lo sabes
Llevo años viviendo aquí, y nadie se había enterado nunca que yo soy una saiyajin, aunque mestiza… Así que venga. Dime. ¿Cómo sabes que lo era?
???: Suspiró profundamente antes de hablar, y la miró resignada, decepcionada y un tanto apenada, como esperando conseguir que olvidara el tema, pero la mirada tan decidida e irrevocable de Kairin, comprendió que por más que lo intentara, ya no habría marcha atrás. Así que volvió a tomar aire y suspirar con los ojos cerrados, la miró y habló.
???: Yo… Sé que eres saiyajin por que te conozco casi de toda la vida… Es por eso que también sabía tantas cosas de tu forma de ser, de pensar, y de tus otros poderes de mutación… No sé si te gusta que los llame así… - La miró con algo de duda
Kairin: Descuida. No me importa. Pero… ¿Cómo es posible que me conozcas de toda la vida si te conocí hace unas horas en el bosque? ¿Qué has querido decir? Explícate… - Prestó suma atención a lo que dijera
???: Piénsalo… Si no te hubiera conocido de antes, ¿cómo es posible que solo con ver a un pajarito negro de mechón azul, supiera que eras tú y te llamara por tu nombre? – Arqueó una ceja sonriendo levemente
Kairin: Mmm… Llegué a pensar que a lo mejor sería por… No sé. Tal vez que tenías un poder de leer la mente. Como uno de los que vive aquí conmigo. Adam me parece que se llama… - Dijo como pensativa mirando hacia arriba
???: ¿Adam? – Cerró los ojos con disgusto y frunció bastante el ceño…
Kairin: Si. Adam… ¿Y esa cara…? ¿Qué pasa? – La miró con interés preocupada
???: Nada… - Suspiró para calmarse, relajando lentamente su rostro – Acabemos con esto… ¿Por dónde íbamos? – Le preguntó inocentemente
Kairin: Te estaba preguntando que como me podías conocer de toda la vida si te conocí esta mañana… - Repitió
???: Ah sí… Bueno, es que… ¡Hmp…! – Volteó un poco la cabeza a un lado – Es que… No sé si me llegarías a creer – Contestó sin mirarla con resignación
Kairin: Nunca lo sabrás si no lo intentas, ¿no crees? Prueba… - La invitó casi desafiante a intentarlo
???: “Sé que me voy a arrepentir de esto. Pero no tengo elección… Sólo espero que esto no me traiga muchos problemas…” Kairin… Yo… Vengo del futuro… - Dijo
Kairin se quedo unos momentos en silencio con los ojos bastante abiertos. Su primera reacción fue tomárselo a broma. Pero afortunadamente antes de precipitarse con la burla, se puso a pensar que no era una idea tan descabellada ni loca como sonó al principio… La chica no parecía estar mintiendo. Sino todo lo contrario. Se la veía demasiado convencida y segura de lo que decía. Y si la teoría de Kairin de que la muchacha sabia cosas de ella por un poder mental era errónea, ¿qué otra explicación podría haber para que aquella joven supiera tantas cosas de su persona…? Así que, se arriesgó a tomar la decisión de creerla y por fin habló, notando los nervios de la otra…
Kairin: Bueno… Supongamos que te creo… - Suspiró - ¿Cómo has venido y por qué…? ¿Y de qué nos conocemos tú y yo en el futuro? – Pregunto intrigada con sumo interés en saberlo
???: Bueno… Simplemente… Digamos que eres una amiga de familia… Por eso te conozco… - Dijo nerviosa sin poder mirarla
Kairin: ¿Qué más? Respóndeme a las otras preguntas… - Estaba impaciente…
???: He venido en una máquina del tiempo. Y la razón… realmente preferiría no tener que decírtela. No es tan importante. Además, en cierto modo… si no me equivoco, creo que ya lo sabrías… Así que hazme otra pregunta.
Kairin no estaba muy conforme por no saber el motivo de su llegada. Pero lo dejó pasar…
Kairin: Entonces dime… ¿De dónde sacaste la máquina del tiempo esa? ¿Comprada? ¿Encontrada? ¿Robada? ¿Tú la creaste o…? ¡Ah!, y por cierto… ¿Dónde está ahora? Debes saber donde está para volver a tu tiempo, ¿no? – Le preguntó ansiosa, agobiándola aun mas
???: ¡Claro que sé donde está…! – Dijo en alto sintiéndose algo ofendida – Y sobre el origen de la nave… - Dijo bastante más relajada, mostrando un sonrojo bastante visible por unos segundos en la carita de aquella chica, que a los pocos segundos estuvo acompañada de una mirada algo triste, pensativa y muy nostálgica…
Kairin: ¿Estás bien? Dime… ¿De dónde sacaste la máquina…? – Le preguntó…
???: … … La máquina la creó la madre de mi novio… - Se volvió a sonrojar dejando realmente boquiabierta a una Kairin bastante cotilla…
Kairin: ¿Tenías novio? Wow… ¿Por qué no me lo dijiste? Jiji y dime, ¿es guapo? – Preguntó realmente interesada en ello
???: Suspiró… - Como ya te dije, no has cambiado nada… - Le sonrió alegre y resignada, pero aun pensativa y triste…
Kairin: ¿Y por qué pones esa cara al hablar de él…? ¿Es que ocurrió algo malo? – Le preguntó con miedo de estar tocando un tema delicado para ella sin saberlo
???: No, no. Tranquila. Lo que pasa es que lo echo de menos… Me gustaría volver a verle. Pero tenía que venir. No pensaba que me iba a retrasar tanto en regresar… Y justo cuando él… - Suspiró con algo de amargura y muy apenada
Kairin: Bueno… Es normal que lo eches de menos… - Le sonrió cálidamente apoyando su mano en la espalda de la chica para tratar de consolarla… - Pero bueno... Como sigues sin estar muy conforme de contarme el motivo de tu llegada, ¿puedo saber al menos que es lo que estaba a punto de pasar entre tú y él? – No pudo evitar la preguntita…
???: Lo cierto es que no lo sé ni yo… Sólo tenía mis sospechas… Así que olvídalo… - Le sonrió un segundo y volvió a agachar pensativa la cabeza
Kairin: ¿Y su nombre? ¿Lo puedo saber al menos? ¿Y quién es su madre? Debe ser una mujer realmente inteligente y/o contar con una alta tecnología como para… - De pronto sus propias palabras le encendieron la bombilla del cerebro – ¡Espera…! “Inteligente y/o con alta tecnología… ¿Será posible…? ¿Será ella la madre de su novio…? ¿La heredera de Corporación Cápsula…?” ¿¡BULMA BRIEF!?... ¿ELLA ES SU MADRE…?
– Kairin estaba que no se lo creía…
Kairin: No me lo puedo creer… ¡¡ES INCREÍBLE…!! Qué fuerte… Estás saliendo con el futuro hijo de la heredera multimillonaria de una poderosa compañía… ¿No lo querrás solo por eso, verdad? – La miró con algo de desconfianza y decepción…
La chica, ahí sí que perdió la paciencia y su orgullo fue atacado de pleno. Por lo que le soltó un fuerte manotazo en la cabeza a su vieja/nueva amiga.
Kairin: Auch… Oye… - Se quejó sobándose la cien
???: Ya te dije en su momento que tengo mi orgullo. Y más sabiendo que soy saiyajin deberías haberlo pensado dos veces antes de insultarme de esa manera tan descarada, Kairin. Tengo un orgullo saiyajin muy alto… - Bufó volteando su cabeza sin mirarla con los brazos cruzados…
Kairin: Jajaja… Vale, vale. Se te nota que en el fondo lo quieres mucho… ^^ Pero no te enfades conmigo mujer… Es normal que lo primero que se piense es que sólo buscas su dinero. Pero no. No creo que tú seas de esas… Lo único, es que ese pobre chico me da pena… jaja. Pareces una chica realmente fácil de hacer enfadar. Mírate. Con esa cara refunfuñada, el ceño fruncido y los brazos cruzados tan orgullosa y fácil de hacer cabrear parecer Vegeta… - Otra vez su bombilla mental se encendió…
Con el silencio sepulcral y la pequeña pausa que provocó Kairin tras sus propias palabras, aumentando así los nervios de la chica haciendo que aquel corto silencio pareciera eterno, la pobre muchacha supo que su amiga Kairin acaba de averiguar, sin saber cómo, de donde venía ella. Descubrió su origen…
Kairin la miró realmente a punto de quedarse en shock de la sorpresa tan inesperada…
Kairin: No… Dime que no puede ser verdad… ¿Eres…? ¿Eres…? - Antes de precipitarse en su respuesta, dijo otra cosa, a ver si la misma chica se lo confesaba directamente sin miedo - ¿Eres un pariente de Vegeta…? – Espero la respuesta sin dejar de mirarla
???: Más que eso… Soy su hija… - Dijo serena pero algo melancólica
Kairin: No me lo creo… - Estaba realmente impactada con la noticia
???: Si… Como lo oyes… Soy la única hija del príncipe de los saiyajin – Dijo con bastante orgullo en el tono de voz, pero aun pensativa y muy triste por algo
Kairin: ¿Y tu madre…? – Preguntó de lo más inocente
???: Técnicamente no tengo madre… - Le dijo de forma muy tranquila y normal
Kairin: Oooh… Lo siento… - Dijo pensando que su madre habría muerto
Kairin: Bueno. Me alegra mucho que me hayas podido contar por fin cosas de ti. Aunque no me esperaba ni la mitad de ellas… - Se quedó meditando un ratito
Kairin: Y ahora que lo pienso… Aun no me has dicho tu nombre… ¿O todavía no me lo quieres decir? – Le preguntó mirándola de reojo, con las manos en la cintura, arqueando una ceja y sonriendo con un tono de voz bastante sarcástico
???: Mmm… - Se quedó unos eternos segundos para Kairin pensando, suspiró y finalmente resignada pero algo preocupada, la miró y le respondió –Me llamo... Gojeta… -Contestó dudosa.
Kairin: ¿Gojeta? Mmm… Me gusta…^^
Gojeta: Gracias^^ - Contesto tímida
De repente la sonrisa y la charla de ambas chicas fueron interrumpidas por el sonido del timbre, que ya estaba anunciando la hora del almuerzo.
Kairin: (Grr…) Oh… jeje mi estómago ya empieza a rugir jeje ¿vamos a comer? – Le preguntó sonriente, ofreciéndole su mano para ayudarla a levantarse de allí
Gojeta: Yo… No sé Kairin. No debería… - Pero Kairin la interrumpió autoritaria…
Kairin: De eso nada Gojeta. Nada de excusas. Debes comer. Le enfermera me dijo que el hecho de que te hubieras desmayado no fue solo por mis golpes. Sino porque llevas tiempo sin comer. Así que vendrás conmigo a almorzar – La puso de pie y la miró seriamente
Gojeta: Vale, vale… jeje. Pero primero déjame cambiarme, ¿quieres? – Sonrió
Kairin salió de la enfermería y esperó a que Gojeta saliera con su ropa, la cual estaba algo sucia y rota por la batalla…
No estaba mal del todo. Su aspecto era el siguiente:
Unos vaqueros algo ajustados y oscuros, que marcaban sus caderas con pequeñas cadenas a los lados. Un top de color morado oscuro, un chaleco negro, botas como las de vegeta, unas muñequeras rojas oscuro y finalmente un pañuelo en la cabeza doblado casi idéntico a una cinta, de color rojo rubí…
Y todo estaba arrugado y un poco sucio con pequeñas roturas. Por lo que Kairin después de comer, se ofrecería a prestarle ropa. Y sin pensarlo dos veces, las chicas se fueron rumbo a la cafetería.
Gojeta estaba realmente nerviosa. Sus piernas cuanto más cerca estaban del comedor, mas le temblaban y le suplicaban a parar por el miedo y los nervios… Pero Kairin tampoco ayudaba, mientras prácticamente la estaba llevando a rastras (por así decirlo). Hasta que, a pocos metros de la puerta de la cafetería, viéndola al fondo del pasillo, Gojeta respiraba sin parar intentando relajarse y en el fondo avergonzándose por sentirse así, cuando oyeron detrás de ellas la voz de un señor mayor, amable y muy educado, preguntando cómo se encontraba la chica. Y Gojeta al girarse como Kairin, ambas vieron al señor Ronsem. Gojeta no lo conocía, pero le agradaba por lo educado que era. Kairin: Ya se encuentra mejor señor Ronsem. No se preocupe. Ahora mismo la llevaba a comer algo. Necesita urgentemente reponer fuerzas. Le decía Kairin queriendo ir cuanto antes no solo por Gojeta sino por su estomago. Después de todo, ambos estómagos eran medio saiyajines, y ya se sabe…
Ronsem: Me alegra oírlo. Pero después de comer, necesito que venga usted a mi despacho señorita. Es necesario que hable con usted – Dijo mirando a Gojeta
Gojeta: ¿Mmm…? ¿Yo? - Dijo sorprendida e inocente mirando al señor
Ronsem: Si. Pero no se preocupe. No es ningún sermón ni nada por el estilo. Solo necesito hacerle un par de preguntas. Hablaremos luego. ¿De acuerdo? Ahora, disfrute del almuerzo – Le sonrió gentilmente a ambas y se fue
Gojeta: ¿De qué querrá hablar conmigo? – Preguntó mirando a Kairin
Kairin: Mmm… Seguramente con los análisis de la enfermera, se habrán dado cuenta de que tienes poderes y están pensando en admitirte aquí como nueva alumna - Dijo tranquila y con normalidad
Gojeta: ¿Qué? ¿Estás loca…? No puedo vivir aquí Kairin. Es muy arriesgado. Recuerda que vengo del futuro. No puedo arriesgarme a no nacer… Nadie debe saber de mi. Ni siquiera deberías saberlo tú. Pero me pillaste y ya no merecía la pena intentar ocultarlo – Se cruzo de brazos preocupada y seria…
Kairin: Lo sé. Pero yo no voy a decir nada. Y aunque el señor Ronsem lo supiera tampoco diría nada. Pero piénsalo. ¿No has venido aquí a este tiempo por algún motivo? Pues quédate. Al menos aquí estarás cerca de tu padre Vegeta y podrás entrenar y comer y dormir. Y si lo que te preocupa es que se descubra tu identidad, simplemente, cambia tu nombre o ponte un apodo cuando el señor Ronsem te pregunte. Algunos lo han hecho. Vienen aquí con la loca idea de salir convertidos en superhéroes justicieros (pandilla de frikis…) y en vez de decir su nombre, se inventan uno de superhéroe. ¿Por qué no haces lo mismo? – Sugirió mirando a Gojeta con calma y sonriendo
Gojeta: Mmm… ¿Cambiar mi nombre…? – Miró unos segundos con intriga a Kairin y luego miró al suelo pensativa… - ¿Y qué nombre podría ponerme…? – Volvió a mirar a Kairin buscando ayuda
Kairin: Mmm… Ni idea. ¿No tienes algún nombre que te guste? – La miró normal
Gojeta: Mmm… Pues no sé… Es que nunca lo había pensado antes… Mmm… ¿Qué tal Natsuki…? ¿O mejor Yüki…? – Le preguntó a Kairin con tranquilidad
Kairin: ¿Natsuki o Yüki? No están mal… J Bueno. Pues cuando el señor Ronsem te pregunte, ya sabes. Dile uno de esos dos nombres y ya está todo solucionado… - Le sonrió - ¿Podemos ir a comer ya? - Le preguntó mirándola…
Gojeta: Claro… si. Vamos – Dijo más tranquila pero aun nerviosa
Ambas chicas empezaron a caminar en dirección a la puerta de la cafetería, que estaba a pocos metros de ellas al final de aquel pasillo en el que se habían parado. Al llegar a ella, Gojeta respiró hondo rápidamente, mientras Kairin abría la puerta comprendiendo en parte los nervios de su nueva amiga, pero sin poder dejar de escuchar su molesto y hambriento estómago. Abrió la puerta y entraron. La incertidumbre que estaba agobiando a la pobre Gojeta, poco a poco se iba esfumando como el humo, cuando vio aliviada, pero con algo de decepción, que en la cafetería, a pesar de haber unos cuantos pocos jóvenes almorzando, no estaban precisamente los dos jóvenes saiyajines que ella quería ver. Así que, una vez ya calmada, siguió a Kairin a la zona de los meseros, cogieron una bandeja, plato, vaso y cubiertos para cada una y cuando tuvieron el plato lleno de suculenta comida implorando ser devorada, fueron a una mesa cerca de la ventana pero un poco central, y empezaron a comer con bastantes ansias y alegría de poder llenar por fin sus desesperadas tripas. Gojeta al llevar poco más de dos días sin comer, estaba más hambrienta. Por lo que comía con un poco más de impaciencia, pero igualmente, de una forma lo más educada posible. Pero estaba muy satisfecha de poder comer algo decente por fin. Sin embargo, la alegría y tranquilidad de ambas chicas, pronto se desvaneció por un momento cuando las puertas se abrieron con total normalidad, provocando que las dos se giraran a mirar quien era. Kairin y Gojeta observaban al recién llegado, cada cual con su propia expresión. Mientras Kairin tenía un rostro indiferente y natural, Gojeta estaba… anonadada… Sabía la posibilidad que había de toparse con él, pero no esperaba que fuera tan pronto… La sorpresa inesperada, la pilló desprevenida al ver allí delante suya, la versión joven e igualmente seductora de su padre Vegeta. Kairin no sabía si hablar o callar. Pero prefirió no interrumpir el “reencuentro familiar” y se conformó simplemente con observar.
Gojeta: “Otochan…” – Pensó emotiva
Continuará..............