Ya habían terminado de desayunar nuestros queridos saiyajines, dejando a más de uno boquiabierto por el estómago sin fondo que parecían tener estos dos, cuando se levantaron de la mesa y se decidieron a recorrer el perímetro del recinto. Pues la curiosidad que tenían era mucha. Y ya que estaban viviendo ahí dentro, querían conocerlo a fondo a ser posible…
Hasta ahora lo único que habían visto era el pasillo de habitaciones en donde se encontraba la suya cuando salieron de ella para desayunar. Luego la cafetería. Que resultaba ser bastante moderna a pesar del encanto elegante y clásico que en parte poseía y una gran sala en la que estaban ahora mismo metidos los dos, mirando hacia todos lados. Las paredes estaban repletas de cuadros. Y al principio pensaron que se trataba de algunos antiguos profesores, entrenadores y/o directores del internado. Pues estaba claro que ninguno de ellos debía ser el fundador, ya que al fondo de la sala, había una gran chimenea, sobre la cual colgaba un enorme cuadro mucho más grande que los demás. Con lo que dedujeron que aquel hombre debía ser el fundador del aquel sitio. En eso estaban contemplando la zona, cuando oyeron una voz particularmente conocida a sus espaldas que los llamaban. Se dieron la vuelta, y se encontraron con aquel elegante señor vestido de esmoquin llamado Ronsem, con el que Vegeta no había empezado precisamente con buen pie.
Al verlo, el principe no pudo evitar fruncir el ceño y sentir un pequeño escalofrío electrizante por todo su cuerpo.
>FLASH BACK<
-¿Son los… sailatins? –Dijo no muy seguro de haberlo dicho bien
-¡ES SAIYAJINS ESTÚPIDO INSECTO!- Gritó vegeta tras sentirse insultado hacia su raza.
Hmp! – dijo el príncipe sin más dispuesto a entrar en la por la gran puerta, cayendo al suelo de golpe tras recibir el impacto contra una especie de escudo invisible.
Después de eso a petición del señor, Goku lo intentó y cruzó sin problemas
-Ya sospechaba que usted si podría entrar –le dijo a goku para mirar luego otra vez a un molesto vegeta que con la mirada exigía una explicación.
- Es posible que haya dado con la solución a vuestro problema –dijo acercándose a ellos con paso lento y las manos entrelazadas tras su espalda.
-es posible que ambos sean capaces de entrar si van de la mano… o abrazados o uno en brazos del otro. Pero la cosa es, que quizás consigan entrar los dos a la vez, si de algún modo, por así decirlo, entran juntos. Y la mejor forma es mediante el contacto físico
Y a falta de un paso para cruzar el escudo, y con las manos aun cogidas y las otras ocupadas con las maletas, se miraron nuevamente, volvieron a mirar hacia el escudo y mentalmente al unísono pensaron:
“ADELANTE”
Y ambos con los ojos cerrados, goku por los nervios de saber que tenia a vegeta de la mano y éste que no se fiaba mucho del viejo, dieron un paso logrando cruzar, pero provocando en el cuerpo de vegeta un pequeño pero muy molesto calambre muy similar a sentirse electrocutado.
Vegeta: ¿Qué demonios ocurre ahora? – Dijo mirando al señor muy molesto con el ceño fruncido cuando se le pasó el calambre
-Dijo que podríamos pasar sin problemas…
Ronsem: ¡No señor, joven! – Dijo con los ojos cerrados y con tono indiferente.
-Lo que yo dije fue que he encontrado la solución “A VUESTRO PROBLEMA”. Y dije que podrían entrar los dos si iban juntos de la mano. O mediante algún contacto físico. Nunca dije que pudieran entrar sin problemas.
Vegeta rechinaba los dientes muy molesto exigiendo saber por qué sintió dicho calambre.
Ronsem: Teniendo en cuenta que su personalidad arrogante casi le impedía entrar aquí, por muy aferrada que estuviera su mano a la de su noble compañero, no esperaría irse de rositas al cruzar el escudo, ¿verdad? – Dijo mirando a vegeta arqueando una ceja en un tono casi sarcástico.
Vegeta: ¡Bah…! insecto… ¿Qué pretendes decirme? ¿Qué lo que acabo de sentir fue un castigo por ser así?...– Preguntó un molesto vegeta con el ceño aun fruncido
Ronsem: Mas bien… yo lo llamaría “advertencia” – comentó recalcando la última palabra.
Vegeta: ¡Hump…! ¡Vámonos kakaroto!... – Y sin darse cuenta en un acto reflejo, le volvió a sujetar la mano a Goku, dejándolo de lo más feliz y sonrojado, cosa que volvió a pasar desapercibida para nuestro orgulloso príncipe pero no para un muy observador señor Ronsem.
Ronsem: ¿Kakaroto?... ¿Quién es kakaroto?... – Preguntó confundido al oír a vegeta llamar así al otro.
- ¿Acaso ese chico se llama kakaroto? Me habían informado de que llegarían doschicos nuevos hoy. Vegeta y goku. ¿Quién es kakaroto? – Mencionó de repente
Vegeta: ¿Goku? ¿Cómo que Goku? – Dijo vegeta mirando seriamente a su soldado, al cual se le borró de golpe la felicidad y el sonrojo tras haber sidodescubierto por un enojado príncipe
- No me digas que le dijiste a los del internado que nos mandaron la carta que tu nombre era ese estúpido apodo que te han puesto tus amigos terrícolas… - Lo miró severamente
Goku: Em… esto… jejeje… lo siento vegeta. Es que me gustó ese apodo. Es muy gracioso. Jejeje – Dijo con su típica pose de la mano en la nuca
Vegeta: ¿Cómo te puede gustar ese apodo? Es ridículo para un saiyajin. Tu nombre es kakaroto
Goku: Pero no es tan malo vegeta. A mí me gusta.
Y ya que mis amigos se tomaron la molestia de escogerlo especialmente para mi, ya que estamos en la tierra déjame usarlo como mi nombre terrícola.
Vegeta: Pero tú no eres un terrícola kakaroto. Además.
Yo no pienso llamarte así –
Y se giró dándole la espalda a su soldado cruzado de brazos
Goku: No te estaba pidiendo que me llamaras así, vegeta. Ya suponía que me seguirías llamando kakaroto. Solo te estoy pidiendo que me dejes usarlo – dijo con la mirada neutral
Vegeta: ¡Haz lo que quieras!... – Dijo sin mirarlo aún retomando el paso en dirección a la puerta y volviendo a sujetar la mano de goku sin darse cuenta, provocando de nuevo un gran sonrojo y alegría en la cara de su amigo.
Y así, tras confirmar su llegada en recepción y cargando sus maletas, fueron guiados por Ronsem a la habitación en la que vivirían. Ésta vez vegeta sin sujetar la mano de goku.
Y así, al llegar a su habitación y haber deshecho la maleta en profundo silencio, se dirigió cada uno a su cama, para empezar su nueva vida y el primer día en aquel internado a la mañana siguiente.
>FIN DEL FLASH BACK<
Rosem: ¡Buenos días chicos! – Dijo como siempre con elegancia y educación
- ¿Qué tal han dormido? ¿Les gusta su dormitorio? Ya veo que les llamó la atención esta sala…
Goku: ¡Buenos días señor Ronsem!
- Dijo con la mano levantada en gesto de saludo con una sonrisa.
Vegeta: ¡Hmp…! – Cruzó los brazos y giró la cabeza hacia otro lado.
Ronsem: Ya veo que los calambres no funcionaron del todo… - Dijo con tono de broma
Vegeta: A mí no me hable en ese tono… - Lo encaró seriamente para volver a girar la cabeza antes de sentir de nuevo aquella molesta jaqueca que lo enloquecía de nuevo, pues había olvidado que el señor Ronsem tenía ese poder.
Goku: Señor Ronsem por favor, déjelo. Lo dijo sin pensar – Suplicó goku. No podía ver sufrir a vegeta.
Ronsem: Lo siento mucho señor Goku, pero no puedo permitir que sea usted siempre el que salve al señor vegeta. Si de verdad quiere que le deje de doler la cabeza, deberá merecerlo… Hasta que no se disculpe, no lo dejaré – dijo seriamente sin dejar de mirar a vegeta, pues su poder se transmitía por sus ojos, y si dejaba de concentrarse en vegeta, lo haría también su ataque.
Vegeta por su parte, entre los agudos dolores que sufría en este momento, su cabeza también estaba repasando las palabras que mencionó el señor Ronsem, y reflexionando, al comprobar que llevaba razón en todo.
“Kakaroto… ¿dejar de salvarme?”… - Pensó vegeta.
Al principio le parecía absurdo. Pero empezó a recordar todo lo que había hecho kakaroto por él desde lo de vegita, y comprendió que era cierto. De manera desinteresada, kakaroto siempre estuvo ahí. Ayudándolo, apoyándolo… ¡Salvándolo! ¡Era verdad!
Cuando Frezzer lo estaba estrangulando…
cuando evito que se cayera al suelo y protegerlo caer sobre él… defendiéndolo de Frezzer…
en la nave cuando kakaroto lo sujeto para evitar que la destrozara a golpes… suplicándole al señor Ronsem que no le hiciera más daño con su poder…
Atravesando aquel dichoso escudo con la ayuda de sus manos entrelazadas...
¡Era cierto!
Ahora vegeta se daba cuenta de que había dependido mucho de kakaroto. Y su orgullo no podía permitirlo más. Y con gran esfuerzo, aun con una fuerte jaqueca, se decidió a hacer algo que nunca creyó que haría…
Vegeta: Lo… siento… - Dijo con vergüenza en un susurro, pues no aun era del todo capaz de caer tan bajo para suplicar perdón
Ronsem: ¿Cómo ha dicho joven vegeta? Disculpe. No le he oído bien – Mintió para oírlo claramente como se debía
Vegeta: grrr… “demonios” – Pensó vegeta rechinando los dientes.
- ¡LO SIENTO MALDITA SEAAAAA…!
- Y tras ese grito cayó de golpe al suelo sin llegar a desmayarse, debido al alivio que sintió de repente su cabeza, ya que Ronsem terminó con su ataque
Goku: ¡Vegeta!... – Corrió hacia él y lo ayudó a levantarse.
Vegeta: Suéltame kakaroto. Estoy bien. No tengo que depender siempre de ti, ¿sabes? – Goku no entendía lo que vegeta quería decir con eso, pero prefirió callar.
Ronsem: ¿Ve como no era tan difícil pedir una simple disculpa?...
Todo era ponerse, y tratar de tener modales
– Dijo con firmeza, los ojos cerrados y dándose la vuelta con las manos a la espalda.
- Síganme jóvenes.
Seguramente tienen ganas de conocer a sus compañeros…
- Comentó mientras caminaba.
Al oír eso, la curiosidad de vegeta venció al cabreo que tenía hacia el señor Ronsem y hacia sí mismo por haber sido tan idiota y depender tanto de kakaroto durante años sin ni siquiera notarlo.
Y volviendo a mirarse entre ellos, como si hablaran a través de los ojos, decidieron seguir al señor Ronsem sin decir ni una palabra.
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Debido a que era su primer dia en el internado Kelku, les habían dado el día libre a goku y vegeta, para que aprovecharan para visitar el lugar y familiarizarse poco a poco con él. Pero vegeta con el tema del traslado, sentía que había perdido el tiempo tontamente sin poder entrenar, y no quería volver a perderlo echando más vistazos sin sentido. De modo que decidió ir a conocer a los demás compañeros, y ver si alguno estaba a su altura. Cosa que dudaba demasiado.
Por su parte a goku no le hubiera importado hacer turismo por el recinto. Pero también era verdad que le apetecía más la idea de volver a entrenar con vegeta y conocer a los demás y sus poderes, con la idea también de enfrentarlos de manera amistosa y tal vez hacer nuevos amigos.
Y en eso estaban pensando, cuando llegaron a una gran puerta guiados por Ronsem, quién se detuvo ante ella, y dándose la vuelta para hablar cara a cara con los recién llegados.
Ronsem: Como ustedes son nuevos, deberían saber que la mayoría de los que están aquí, llevan años entrenando sus habilidades. Algunos más que otros lógicamente, pues no todos llevan el mismo tiempo viviendo aquí… - giro un poco la cabeza mirando a la puerta que tenía a su espalda.
- Ésta es la sala especial de entrenamiento Lonume. Cada sala de este internado tiene su nombre. Y nuestra sala de entrenamiento se llama Lonume – Dijo Ronsem respondiendo a la pregunta mental que claramente se estaban haciendo los saiyanjines con solo mirarles la cara de extrañados que tenían.
- Me atrevería a decir que es la más grande de todo el internado, después de la cafetería y el salón principal.
- Y seguramente se convierta en su sala favorita. Tengo el presentimiento de que ustedes son amantes de la lucha y entrenar. ¿Estoy en lo cierto?
– A vegeta ya empezaba a incomodarle seriamente la idea que aquel hombre que apenas los conocía de nada, fuera tan observador y acertara prácticamente en todo lo que decía.
“¿Es que nunca se equivoca?”
– Pensaba nuestro príncipe algo frustrado.
Goku: Pues me temo que no… jejeje. No se equivoca – Dijo sonriente.
- Pero esta sala será seguramente mi segunda favorita – Dijo goku mirando con una sonrisa en lo más alto de la puerta
- Ronsem y vegeta: ¿La segunda? – Preguntaron al unísono.
Goku: Pues claro – Dijo aun sonriendo mientras los volvía a mirar a ambos.
- Mi sala favorita es la cafetería jejeje – Dijo con su pose de siempre
Ronsem y vegeta cayeron de bruces al suelo (estilo anime)
Goku: ¿Eh?... ¿he dicho algo malo? – Dijo inocentemente sin entender la reacción de los dos
Ronsem: No… claro que no. Ejem… es que nos sorprendió su respuesta… - Dijo con los ojos cerrados, aun firme y desplegando su habitual elegancia digna de todo un aristócrata.
Vegeta: A mí no me incluyas. Nada de lo que hace kakaroto ya me sorprende – Cerró los ojos y se cruzó de brazos.
Goku por su parte no sabía cómo tomarse el comentario de su príncipe
Vegeta: ¿Podemos entrar ya a la sala a entrenar con los demás?
– Ya se estaba impacientado.
Ronsem: Por mí ningún problema. Lo que sucede es que aun es bastante temprano y la mayoría de sus compañeros son bastante perezosos. Y no suelen despertarse a esta hora. Así que no sé si habrá alguien ya despierto aquí dentro entrenando tan puntual. A menos que… - Guardó silencio de repente al oír unos ruidos familiares desde el interior de la sala Lonume.
- ¡Vaya…! Qué suerte tienen. Parece que dos de sus compañeras ya están despiertas. Me había olvidado de que ellas son de las pocas que madrugan. Por no decir que son las que más lo hacen… - Los miró con una media sonrisa viendo a goku emocionado y a vegeta un poco decepcionado.
Vegeta: “hmp”… me pregunto si dos vulgares chicas madrugadoras tendrán lo necesario para aguantar un calentamiento conmigo… ¿Qué poderes tendrán?... – Pensaba el príncipe con el ceño fruncido, la mirada pensativa y los brazos cruzados.
Goku: ¡Qué bien! Ya estoy deseando conocerlas y entrenar. ¿Serán fuertes? ¿Cuáles serán sus poderes?... Vaya… me está entrando hambre… (La autora también cayó al suelo estilo anime).
Y sin esperar más tiempo, el señor Ronsem abrió la puerta dejando entrar a los saiyajins.
El primero en entrar fue goku, quien, seguido de vegeta a muy escasos centímetros, no pudo evitar pegar un salto del susto que se llevó ante la sorpresa de ver delante suya a una leona atravesando una aro colgado desde una altura considerable, soltando un rugido que provocó que el pobre saiyajin de cabellos alborotados con el brinco que pegó aterrizara en brazos de vegeta. Cosa que provocó que goku casi se muriera de la vergüenza… por no decir que la cara la tenía tan roja que parecía estar ardiendo
Pero como siempre, vegeta no se fijó.
Vegeta: ¿Qué demonios te ocurre kakaroto? – Dijo quitándoselo de encima de una manera algo brusca. ¿Acaso te dan miedo los leones? – Dijo mirándolo
intentando contener una sonrisa que amenazaba con salir
Goku. ¡Claro que no vegeta! – Dijo algo molesto por la vergüenza y recuperado del susto con la ayuda de su orgullo saiyajin.
- Lo que pasa es que no me esperaba ver precisamente aquí dentro algún animal. Y mucho menos un león.
Ronsem: Ejem… es una leona señor goku – Lo corrigió
Goku: Si lo sé. Lo siento… jejeje – Dijo volviendo a ser el mismo mirando fijamente al león (digo leona) al igual que vegeta que observaba al animal con una mirada burlona, mientras éste saltaba y parecía practicar arañazos y rugidos.
Vegeta: Vaya… me habían dicho que esto era un internado para gente especial. No sabía que también había espectáculos de circo con animales… - Sonrió ante su propia broma
???: Ja… ja… ¡que gracioso!... – Dijo una voz con sarcasmo.
Goku y vegeta: ¿Eh?... – Se sorprendieron buscando el origen de aquella femenina y dulce voz sin éxito.
???: Oye mica, por favor, podrías encenderme el aro. ¿Porfa? Me apetece entrenar con más riesgo – decía aquella misteriosa voz.
Entonces de no se sabe dónde, vieron salir de una esquina oculta entre las sombras a una hermosa chica vestida con una remera negra ajustada y un pantalón holgado del mismo color, de unos 16 años, ojos rosa con un pelo igualmente rosado, largo y suelto hasta los muslos, cuya cara de piel blanca estaba medio tapada por el flequillo que ocultaba su ojo derecho, No era muy alta, lo cual a vegeta le gustó al saber que no sería el más bajito del lugar…
Los 3 hombres (Goku, Vegeta y Ronsem) seguían mirando a aquella solitaria chica que tras mirarlos unos pocos segundos con una mirada de lo más sombría que reflejaba sufrimiento, levantó su mano con desgana mirando fijamente al aro, apuntó y disparó una potente bola de fuego que dejó el aro ardiendo como el infierno.
Y ya estaba a punto de irse de la sala, pasando en medio de los chicos, cuando la misteriosa voz volvió a sonar
???: ¡Gracias mica! ^^
La siniestra chica se paró un momento en la puerta justo antes de salir, miró de reojo en dirección a la leona y por fin habló:
Mica: No hagas que me arrepienta de haberte ayudado Kairin –
???: Descuida. Gracias otra vez ^^ - Dijo la voz
Mica: ¡Hmp!... – Se dio la vuelta y se fue sin más
Goku y vegeta la seguían mirando totalmente intrigados.
Vegeta se sorprendió a encontrar a una chica así de solitaria, fría y tal vez con una pizca de orgullo… eso le agradó bastante. Sentía respeto por la gente así. Sabía que al menos no todos eran niñatos en aquel sitio.
Goku por su parte estaba intrigado pero no podía evitar sentir una profunda tristeza y preocuparse por aquella chica. No sabía por qué, pero al mirarle los ojos, es como si le hubiera transmitido toda la tristeza que en el fondo debía padecer la pobre muchacha. Y ese carácter frío y solitario le recordó tanto a vegeta que no pudo evitar desear acercarse más a ella para intentar ser su amigo. Después de todo era demasiado bueno y empático para dejarlo pasar.
Y en eso estaban ambos chicos absortos en sus pensamientos, hasta que un nuevo rugido por parte de aquella inquieta leona los devolvió a la realidad, obligándolos a observar detenidamente como esa fiera miraba muy decidida al aro en llamas, saltando en medio de él, y aterrizando en el suelo con una pequeña acrobacia desplegando todo el encanto que aquel animal desprendía.
Los chicos se quedaron boquiabiertos, pero a excepción de goku, que no le importaba mostrar su asombro, vegeta procuraba mantenerse indiferente. Aunque se tratara de un simple animal de jungla, no pretendía abandonar su orgullo por nada ni nadie.
Goku: ¡caray!... eso ha estado genial. ¿Quién ha adiestrado a esta leona para que haga eso? – Preguntó goku mirando a Ronsem al igual que vegeta que también aprovechó para mirarlo de reojo, pues sentía la misma curiosidad que su soldado
Ronsem: jeje… me temo que están ustedes confundidos – Sonrió sospechando lo que pasaría…
- Nadie la ha adiestrado. Ella solita se lleva entrenando años aquí con nosotros. Aunque la mayoría de las veces lo hace en esa forma – Dijo mirando a la leona aun con su sonrisa impaciente
Goku y vegeta: ¿Forma? – Preguntaron al unísono sin entender absolutamente nada
Ronsem: Les presento a una de nuestras mejores alumnas… Kairin Targaryen
Entonces los saiyajines miraron extrañados a la leona, que de repente se puso a dos patas, cambiando de forma, dejando a los 2 guerreros totalmente boquiabiertos.
De repente, aquella elegante leona, se transformó en una adorable y joven muchacha con una sonrisa y mirada que reflejaban a una persona algo alocada y alegre. Los chicos se quedaron observándola durante un rato como quien examina un cuadro. Aquella chica también tenía el pelo largo, pero a diferencia de la otra, ésta lo tenía negro y en punta también con flequillo y un mechón azul, salvo que el pelo le llegaba solamente a la cintura. Tampoco era muy alta (cosa que dejó a vegeta de lo más satisfecho con disimulo), y era delgada de piel blanca como la otra. Salvo que sus ojos eran marrones y verdes. Y vestía una falda blanca con mayones negros, una blusa de tirantes oscura, y un chaleco de cuero del mismo color.
Kairin: ¿Me van a seguir mirando o sacan de una vez maldita la foto? Les durará más tiempo… - decía molesta pero con tono casi en broma.
Ronsem: Mira Kairin. Ellos son los nuevos. Llegaron ayer. No sé de dónde vienen. Pero prefiero que te lo digan ellos mismo para no volver a equivocarme con ese nombre.
Vegeta: ¡Hmp!... – Manteniendo su orgullo intacto se quedó con los brazos cruzados mirando hacia otro lado y muy erguido.
Goku: ¡Hola kairin! Yo soy goku. Y él es vegeta. Somos saiyajines.
- Dijo sonriendo con la mano en gesto de saludo
Kairin: ¿Saiyajines…? Vaya… - dijo de lo más sorprendida
Goku: ¿Por qué? ¿Conoces nuestra raza?
– Preguntó el inocente goku. Y ante dicha pregunta vegeta también la miró de reojo
Kairin: ¿Qué? Ah, no… claro que no - Dijo algo nerviosa.
- Lo que pasa es que me sorprendió ese nombre… jajaja
– Dijo con una pose idéntica a la de goku mirando de reojo a vegeta
Vegeta: ¿Qué pasa? ¿Acaso tiene algo de malo insecto?
– Dijo vegeta realmente molesto empuñando su mano apuntando a la cara de Kairin
Kairin: Qué no hombre… que no… bah, déjalo. Contigo no hay quien hable. Me vuelvo a mi cuarto. Adiós señor Ronsem – Salió por la puerta rápidamente sin mirar a nadie
Ronsem: Bueno. Yo también me voy. Tengo cosas que hacer. Aprovechen si quieren para entrenar hasta que lleguen los demás. Están en su casa. Hasta pronto muchachos.
– Cerró la puerta y se fue.
Los dos chicos se quedaron un breve momento en silencio, sin mirarse, ni decir nada, sin saber qué hacer, hasta que de pronto, vegeta volvió en sí, y sin pensarlo dos veces se fue alejando poco a poco de goku como si buscara algo.
Goku: ¿Qué hace vegeta?
¿A dónde vas?
– Preguntó de repente
Vegeta: Ya que estamos aquí en una sala de entrenamiento habrá que aprovecharla. Ya hemos perdido demasiado tiempo sin hacer nada de provecho kakaroto.
Y no voy a dejar que me ganen, dos mocosas, una de fuego y otra que muta. No me quedaré atrás ¿Vienes a entrenar o qué? – Preguntó mirándolo muy serio con los brazos cruzados y una media sonrisa que lo hipnotizó
Goku: Por supuesto vegeta. Ya voy – Dijo sonriéndole
-“Bueno… este sitio me gusta. Es bastante grande y hay personas muy interesantes. Espero poder acercarme a esa chica tan solitaria de antes. Me dio bastante pena ¿qué le habrá pasado? Y la otra me cayó bastante bien. Aunque vegeta haya empezado tan mal con ella… - Suspiró….
-“¿Cómo es posible que me haya enamorado de alguien tan irritante como él…?” – Pensaba de forma distraída hasta que vio como su príncipe se quitó la camiseta para entrenar más cómodo dejando a la vista aquel cuerpo escultural que hacia tanto tiempo que no veía incitándolo al pecado
-“oh…ya me acuerdo” – sonreía descontroladamente mientras le sangraba un poco la nariz.
Y rápidamente se la tapó evitando con suerte que le sangrara más.
Vegeta: ¿vienes ya de una vez o que, insecto? – Dijo algo cansado de esperar a su soldado para empezar a entrenar
Goku: ya-ya voy vegeta… - Dijo volando hasta él
-“contigo voy a donde sea”^^
Y mientras estos dos entrenaban acaloradamente, a unos cuantos metros en su habitación, una peculiar chica metamórfica mantenía una llamada telefónica privada
Kairin: Mama, tengo algo muy importante que decirte…
MK (Madre de Kairin): ¿Qué ocurre cielo? – Preguntó la madre desde el otro lado de la línea
Kairin: creo que he encontrado al príncipe vegeta. Está aquí conmigo en el internado…
Continuará……………………………………