Capítulo 9
Tell me what is love
“… Pero te puedo asegurar que aun ahora no me arrepiento de nada de lo de anoche...”
“… Soy diferente ahora y seré más diferente en el futuro conforme esto avance Baekhyun…”
“… No pienso en ella…”
Esas palabras no dejaban de resonar por toda mi mente mientras mi vista estaba puesta sobre aquella silueta femenina.
Tenía el presentimiento que esas palabras no tendrían algún significado ahora.
— Min… — Murmuré suavemente al reconocer a la ex novia de Chanyeol frente a nosotros.
¿Por qué esta ella aquí?
Mi mente comenzó a trabajar y a idear cosas… Mi mente…
— Eres tú, Min… — Mis pensamientos se vieron interrumpidos al escuchar la voz ronca de Chanyeol, quedando cero rastro de aquella voz animada que me había dado el privilegio de escuchar momentos antes; al parecer ella aún causaba un efecto en él.
— Soy yo Channie… — La voz de ella sonaba tímida, como temerosa, como si no supiera cómo comportarse, sin embargo, al verla una vez más, me di cuenta que era sólo una fachada, lo sabía. — ¿Cómo has estado…?
Ella camino un par de pasos hacía nosotros, y por instinto, me aferré más a Chanyeol, como si tratará de evitar que ella se lo llevará, que él se fuera con ella.
— Chanyeol… — Murmuré su nombre para mí, y cerré mis ojos con fuerza al sentir como su agarre se iba debilitando alrededor de mi cuerpo. Me estaba soltando.
Por favor, no me sueltes, no lo hagas por favor…
Desee eso en mi mente con todas mis fuerzas, aferrándome cada vez más al cuerpo de Chanyeol, pero era inútil, pues él, ya no me estaba abrazando, me había soltado dejando un frío en mi cuerpo que provocó que un escalofrío me recorriera.
— He estado bien, sobreviví. — Respondió con una voz más tranquila, pero cuando mi vista se posó en su rostro, note como sus ojos brillaban intensamente, como sus labios temblaban ligeramente y como su respiración era pausada y muy profunda.
— Me alegra oír eso, al menos uno de los dos está bien… — Fruncí mi entrecejo al escuchar aquellas tontas palabras, ¿a qué estaba jugando? ¿Se estaba haciendo la victima?
Resople y negué ligeramente con la cabeza, pues ya podía ver las intenciones de ella… Sin embargo, el que yo lo supiera o supusiera no quería decir que Chanyeol lo hiciera, hecho que me hacía temblar y tener miedo.
— Sí, opino lo mismo.
Escuché su respuesta y de cierta forma me hizo sentir cálido ya que parecía que él no le prestaba mucha atención a sus palabras… Y rezaba porque fuera así.
— Channie, yo… — Volvía a hablar ella, pero en ese instante pareció darse cuenta de mi presencia, pues sentí su mirada clavada en mí, por lo cual me vi obligado a girar hacía ella, haciendo contacto visual. — ¿Quién eres…? — Frunció su entrecejo un momento, pero al instante aligero su expresión.
Sí, me había reconocido.
— Byun Baekhyun. — Respondí sin ánimo, girándome de nuevo hacía Chanyeol, aferrándome aún más a su cuerpo.
Lo cual de cierta forma era algo… Vergonzoso pues él único que insistía en crear el contacto era yo, él… Al parecer se había olvidado de mí.
— Oh, lo recuerdo. Lo siento de nuevo, no sabía que el puesto en el restaurante estaba ocupado, nunca fue mi intención quitarte el trabajo… — Ladee mi sonrisa al escuchar sus palabras, las cuales me causaban gracia pues si no hubiera pasado eso, tal vez nunca hubiera llegado de nueva cuenta hasta Chanyeol, lo cual, agradecía.
— No te preocupes. Ya tengo trabajo… — Ocupé tu lugar, en todos los sentidos… Mordí mi lengua antes de que la última frase saliera de mis labios, tampoco quería parecer desesperado, no quería que ella se diera cuenta de lo que sentía por Chanyeol… Aunque tal vez eso sería lo mejor.
— Me da mucho gusto… — Dejó escapar una suave risa de sus labios que me revolvió el estómago, pues sentí como Chanyeol tembló ligeramente entre mis brazos.
Dañándome.
— Bueno, pues… Yo… Baekhyun, ¿podrías dejarnos solos?
Me tensé ante su petición.
¿Dejarlos solos? ¿Por qué ella quería eso? ¿Qué pretendía con eso?
— Yo… — Comencé a hablar pero no supe que decir; en cambio, aferré la ropa de Chanyeol entre mis manos para llamar su atención lográndolo al final, pues pareció salir de su trance, entrando ambos en contacto visual. — ¿Me voy…? — Murmuré para que ella no me pudiera escuchar mientras mi mente suplicaba, rogaba porque él me dijera: Olvídalo, no le hagas caso, ella debe irse, no tengo nada que hablar con ella.
Sí, esa sería la respuesta más perfecta que podría tener… ¿Cierto?
— Por favor… — Mi corazón empezó a latir fuertemente, incluso sentí como mi rostro se tornó cálido por la expectativa de sus palabras y mis labios tomaban vida propia tratando de esbozar una sonrisa involuntaria, pues sólo esperaba escuchar que complementara su respuesta con un “No te vayas y quédate conmigo”. — Déjanos solos.
Mis ojos se abrieron desmesuradamente… ¿Había escuchado bien? ¿Chanyeol estaba de acuerdo en que yo me fuera… Y lo dejará solo con ella?
Rápidamente sentí como el tonó rosado y la calidez de mi rostro se esfumaba dando paso al frío del ambiente…
Al frio que me habían condenado sus palabras.
¿Y ahora? ¿Qué me tocaba? ¿Irme como ambos me lo pedían? Y si lo hacía… ¿Qué pasaría entre ellos?
Lentamente mi mente se fue desconectando del mundo para que yo no fuera consciente de los latidos anormales y lastimeros de mi corazón, y mi garganta se cerraba para no dejar salir sonido alguno, para no dejar mostrar la sorpresa…
El dolor y la… ¿Decepción?
Con parsimonia, deje de agarrar su ropa con mis manos para dejar de aferrarlo, pero era tan difícil, pues era como si estuviera atraído hacía él como un imán con su polo opuesto.
Pero al final, las leyes de la física no siempre se cumplían y a veces la atracción se convertía en repulsión. Así que lo único que pude hacer al final fue agachar mi mirada y asentir mecánicamente, girando sobre mis talones para regresar al pojangmacha sin mirar atrás, sin despedirme de esa mujer y sin dedicarle palabra alguna a Chanyeol.
Porque no sabía qué hacer, no sabía que sentir… No sabía porque carajos mi respiración se dificultaba tanto, ¿serían efectos del alcohol? No, no lo era, yo tenía experiencia en eso y esto no era… ¿Entonces a que se debía?
Sabes la respuesta. Grito mi subconsciente pero yo no quería escuchar, no quería saber, no quería darme cuenta de mis sentimientos, que mi atracción hacía Chanyeol iban más allá de un gusto profundo…
No quería descubrir que mi corazón estaba completamente impregnado de él.
— Estoy arrepentida… — Antes de lograr entrar a la pojangmacha y reunirme con mis ex compañeros de trabajo, me detuve al escuchar esas palabras, las cuales provenían de la voz de Min. — Estoy muy arrepentida Channie…
En contra de mi voluntad, mis pies se giraron de nuevo hacía ellos teniéndolos de nueva cuenta frente a mi campo visual.
Ella tenía lágrimas a punto de salir de sus ojos… Y Chanyeol estaba un poco encogido de hombros… Dudaba.
Queriendo extender más mi tortura, di un par de pasos de regreso a ellos para poder escuchar mejor su conversación, aprovechando que ninguno tenía la atención en mí.
— También me arrepiento… Me arrepiento de demasiadas cosas Min. — Esa voz que penetró mis oídos era la de Chanyeol… Su voz grave era completamente inconfundible.
Esa voz que era dulce cuando me susurró cosas esta mañana creyendo que yo dormía, esa voz ronca al despertar… Esa voz seductora cuando él se dejaba embriagar con mi cuerpo, por mis caricias…
Esa voz era la que ahora empezaba a lanzar cuchillos filosos directo a mi corazón rozándolo con la incertidumbre de sus palabras.
— Me di cuenta que… — Fue el turno de hablar de ella… ¿De qué se había dado cuenta? — Me di cuenta que comentí un gran error Channie… ¿Sabes que error fue ese?
Noté como Chanyeol negó con duda, y en ese preciso instante ella se acercó hasta él y lo aferró con fuerza, escondiendo un momento su rostro en el pecho de él.
El mismo pecho en el cual yo había dormido anoche… El mismo en el cual había amanecido esta mañana.
Mi corazón empezó a sentirse pesado y a tener una sensación más incómoda, como si algo no estuviera bien, como si no estuviera a gusto. Por ello, llevé mi mano hasta mi pecho y apreté la tela de mi suéter negro deseando que esa sensación desapareciera, porque yo no debería estar sintiendo eso tan feo, yo no debería de tener esa clase de sentimientos.
— Yo nunca debí dejarte Chanyeol… Me di cuenta que mis sentimientos por ti… Sí eran de amor.
Mis ojos se abrieron en sorpresa ante esa confesión que quería decir que ella… ¿Aún estaba enamorada de él? ¿Ella en verdad lo estaba?
Cerré mis ojos y negué un poco con mi cabeza; cuando abrí mis ojos de nuevo, vi claramente como el abrazó de ella se intensificaba sobre él, pero… Pero eso no era lo peor… La parte donde él correspondió su abrazó, hizo que mi corazón se estrujará a tal grado que sentí un dolor extenderse por todo mi pecho provocando que me doblara un poco mientras trataba de entender la situación.
Aunque tal vez esto sólo es una alucinación mía, ¿cierto? Tal vez estoy más ebrio de lo que pensaba y ya estaba alucinando cosas… Sí, eso era probablemente…
Cerré con fuerza mis ojos y respiré hondo, eso me ayudaría a despejar mi mente.
— Cuando vuelva mi mirada, me daré cuenta que sólo estoy imaginando cosas… — Traté de convencerme a mi mismo, por lo que rápidamente me enderecé y abrí mis ojos mirando hacía al frente.
Topándome con la misma escena.
Chanyeol y Min seguían abrazados.
Eso era todo.
Nunca debí ilusionarme.
Con lentitud, me giré sobre mis talones para regresar a la mesa donde estaban mis amigos, sin embargo… ¿Qué haría a partir de ahora? Simplemente no quería pensar, tan sólo deje que mis pies me guiarán mientras mi mente viajaba a un lugar muy lejano, dejándome en un estado lamentable, y odiaba ser así, odiaba mostrarme así, pero desde que me tope con Chanyeol, era algo difícil no tener esta clase de episodios.
¿Ridiculo? Demasiado. Tanto, que reírme de mi mismo se estaba convitiendo en un hábito, no obstante eso no era lo más ridículo… Lo que era completamente absurdo era darme cuenta de que estaba muriendo de celos…
Malditos celos…
Mordí mi labio inferior con fuerza y seguí caminando hasta que me di cuenta que me encontraba de pie frente a la mesa donde Bomi, Kwanghee y los demás se encontraban; ¿cómo había llegado ahí sin tropesar con nadie ni con nada? No lo sabía.
— ¡Baekhyun oppa! Tardaste mucho, ¿A dónde fuiste? Y… — Muy apenas podía seguir las palabras de Bomi, es como si ella estuviera hablando a velocidades inhumanas que me era imposible seguir la línea de conversación, pero no, no era ella, era yo él que estaba fuera de sí. — ¡¿Qué te paso?! ¿Por qué estás tan pálido? ¿Baekhyunnie?
Di un leve salto al sentir como alguien tomaba mis hombros. Por un instante creí que era Chanyeol, pero al darme vuelta, me di cuenta que era Kwanghee.
— ¿Estás enfermo? — Escuché con mayor claridad su pregunta y de inmediato negué, pero no parecio convencerse con mi respuesta por lo que coloco su mano sobre mis mejillas para medir mi temperatura y finalmente sobre mi frente. — Uh, tienes razón, no tienes temperatura… ¡Ya sé! Es el alcohol y por haber salido al aire, por eso estás así Baekhyun.
Asentí un poco, realmente no tenía muchas ganas de hablar y tampoco quería que me cuestionaran tanto porque simplemente no sabría que decir, que responder que fuera creible.
— Fue un gusto verlo chicos. — Tenía que irme de ahí. — A ver si nos vemos pronto… Yo… Disfruten la cena. — Traté de sonreír un poco y tomé mi celular que había dejado en la mesa guardándolo de inmediato en mi bolsillo. — Nos vemos… — Murmuré sin decir palabra más y salí tan pronto como pude de ese lugar chocando con un par de personas en el trayecto, pero no me importaba, porque mientras siguiera en ese lugar, seguiría sintiendo aquella estúpida opresión en mi pecho.
Aun no podía comprender la situación completamente, no podía comprenderla a pesar de que esta mañana estaba seguro de lo que seguiría, del rumbo que tomarían las cosas, sin embargo, la aparición de Min cambiaba todo.
— Soy un completo idiota… — Cerré mis ojos mientras seguía caminando a ciegas sobre la acera de aquella calle. — ¿Acaso te estás enamorando de Park Chanyeol? Hahaha… Eso… Eso… — La risa que había salido de mis labios había sonado tan amarga, que yo mismo me asuste porque jamás había sido así.
Yo no era así. Byun Baekhyun no era así.
— No puedo dejar que me afecte…
Abrí mis ojos en el preciso instante que escuché sonar el claxon de un auto muy de cerca, por lo cual di un brinco hacía atrás dándome cuenta que estuve a punto de cruzar la calle con los carros transitando.
No… No podía estar así.
— Chanyeol… — Murmuré su nombre y me puse de pie con cuidado, reanudando mi caminata una vez que los autos se detuvieron.
La noche era agradable, las estrellas iluminaban el cielo más que de costumbre, por primera vez sentía que las estrellas destacaban sobre la luz artificial de la ciudad, lo cual me hacía mostrar una suave sonrisa, porque las estrellas me gustaban… Por él.
Sin darme cuenta, mi mente viajo en mis recuerdos, encontrándose con uno muy agradable… Chanyeol y yo… Besandonos, respirando trabajosamente pero disfrutando a cada segundo uno del otro.
De inmediato mi cuerpo sintió un escalofrio y mis labios comenzaron a temblar y a querer salir lágrimas de mis ojos; me sentía jodido.
Me quite las gafas que estaba usando y las guarde en uno de los bolsillos de mis pantalones y restregué mi rostro con mis manos tratando de despejarme un poco, intentando no pensar que estaba pasando con ellos, intentando no pensar en sí ellos habían decidido regresesar, porque si eso pasaba, no sé que sería de mí.
— Esta es la primera vez que tienes esta clase de sentimientos Byun Baekhyun… — Me dije a mi mismo en voz baja y me detuve frente a una pequeña área verde que fungía también como parque; lucía tranquilo, por lo cual decidí caminar hacía el y tumbarme sobre el pasto, a las faldas de un gran árbol.
Cuando me recosté, sentí una rica brisa de aire acariciar mi rostro mientras mi mirada iba a dar directo al cielo, notando las estrellas entre las ramas de los arboles… Era un lugar relajante, sin embargo eso no detenía el dilema mental que tenía, por ello, decidí cerrar mis ojos y dejar de pensar tanto.
No obstante, eso no me impidió no recordar…
Suspiré profundamente y sentí un cosquilleo recorrer mi cuerpo debido al aire, el cual, me recordaba la sensación de las manos frías de Chanyeol acariciando mi rostro mientras nuestros labios se enlazaban y demostraban la química que ambos teníamos…
Por dios, deja de pensar en él. Me grité mentalmente, pero mi mente no me escuchaba, porque sabía que yo no deseaba eso, mi mente y mi corazón sabían perfectamente que yo no deseaba dejar de pensar en él, que no deseaba alejarme de él.
— Sin duda esta era mi primera vez… — Me recosté de lado en el pasto y con la manga de mi sueter limpie mi rostro que comenzaba a llenarse de pequeñas lagrimas.
Yo sabía bien que desde que lo vi en el club… Había decidido acercarme a él, pero nunca había cruzado por mi mente que ambos nos enredaríamos en una relación como la que teníamos… No, momento, esto no era una relación, era algo sin nombre simplemente y yo había estado de acuerdo con ello.
— Park Chanyeol… Lo que siento por ti… ¿Es amor? — Fruncí mi entrecejo al hacerme esa pregunta en voz alta; necesitaba una respuesta. — Y si fuera amor… ¿Serías capaz de corresponderlo?
Pero para empezar… ¿Qué era el amor?
Una vez más en lo que iba del día, cerré mis ojos y deje que mi mente divagara.
Cada vez que mis ojos lo veían, sentía que mi mundo se centraba sólo en él… ¿Eso era normal?
Cada vez que escuchaba su voz, sentía como cada vello de mi cuerpo se erizaba… ¿Eso también era un síntoma?
Pero cuando sus labios invadían mis labios, mis mejillas, mi cuello, mi cuerpo por completo, era algo mágico… Mi piel ardía, mi interior se revoloteaba y regocijaba en cosquillas mezcladas con un rico placer, una sensación que experimentaba por primera vez en mi vida.
No sólo por el sexo, sino por su forma de ser… Su forma de comportarse… La delicadeza que podía mostrarme, su inexperiencia que era tierna y adorable para mí, y aún más al momento de mostrarme todo lo que tenía… era simplemente magnifico; podía sentir que ambos encajábamos, que ambos compartíamos cosas aunque aparentemente fuéramos diferentes… Y ese era uno de los encantos de esto.
Aun no entendía como es que Min había terminado con él desde un inicio.
¿Entonces esto es amor?
Me reacomode sobre el pasto como si eso fuera a provocar que mis ideas se aclararan, pero no fue así, seguía igual.
Porque no sólo estaban las sensaciones placenteras que él me ofrecía… También estaba la desconfianza… Desde que estaba con él, sentía celos, como si de cierta forma estuviera perdiendo una parte de mí… Como si perdiera mi parte racional, mis pensamientos lógicos, pues ahora era un ser algo irracional, un ser que sólo quería estar con la persona que le agrada…
¿A eso se le llama egoísmo?
Tal vez sí… Mi corazón se estaba convirtiendo en egoísta porque lo quería conmigo, para mí…
No quería verlo con ella.
Pero si es lo que él quería… ¿Qué podía yo hacer?
— ¡AHHHHH! — Me senté de golpe y grite lo más fuerte que pude intentando sacar las frustraciones de mi mente, de mi cabeza que estaba a punto de explotar por culpa de él.
Por eso, y sin pensarlo más, saqué mi móvil y le coloque los audífonos y puse música aleatoria a todo volumen, quería distraerme aunque fuera un poco.
Volví a recostarme en el pasto y coloqué mi mano tras de mí cabeza mientras mi vista se perdía entra las ramas de los árboles que se movían con el viento, provocando que mis parpados empezaran a sentirse cada vez más pesados hasta que por fin se cerraron, haciendo que una lagrima cayera recorriendo mi rostro hasta el pasto.
“… Luces hermoso…”
“… Baekhyun… También me gustas…”
Abrí mis ojos de golpe y me quite los audífonos de mis oídos dándome cuenta de que la música de mi celular ya no estaba reproduciéndose, pues la batería había muerto prácticamente.
Tarde unos cuantos segundos en reaccionar a mi entorno y a procesar aquellas frases que identifique como recuerdos de tan sólo la noche anterior cuando Chanyeol y yo volvimos a tener sexo…
Pero cuando están involucrados los sentimientos… ¿Es sólo sexo… o algo más profundo?
Chanyeol… Chanyeol… Chanyeol… Me estas volviendo loco.
Suspiré profundo y me levante del pasto dándome cuenta que me había dormido… ¿Cuánto tiempo había sido? No tenía idea, no tenía forma de saberlo, pero no me sentía tranquilo.
Chanyeol dijo que le gustaba… Dijo que yo le gustaba…
— No… No puedo dejar las cosas así… Necesito saberlo… Necesito saber si él siente lo mismo que yo estoy sintiendo… — Mire a mi alrededor y me di cuenta que no había nadie, lo cual me hacía pensar que ya era posiblmente de madrugada, pero no me importaba.
Tenía que llegar a él.
De inmediato me puse en marcha, aunque, no tenía idea de donde estaba a ciencia cierta, pues había vagado sin poner atención a donde iba, pero no importaba, lo lograría, llegaría hasta él.
— Tienes que volver a ser tú Byun Baekhyun… — Me di ánimos en voz alta mientras iba a toda prisa al restaurante en el que había estado tiempo antes.
“… Anoche fue genial…”
Él lo había dicho creyendo que yo dormía.
“… No puedo evitarlo…”
Lo susurró justo al tiempo que acariciaba mi espalda con sus labios con suavidad, como nunca nadie antes lo había hecho.
Eso no podía significar nada… ¿Cierto? Quería convencerme de eso.
Mientras mis pensamientos eran ocupados por él, mis piernas corrían lo más rápido que podían mientras mi respiración era más trabajosa ya que el aire que se tornaba helado, estaba atacando de lleno mi pecho y mis fosas nasales, pero no tenía importancia, en estos momentos sólo me importaba una cosa…
Quería que Chanyeol me dijera que es el amor…
Sin embargo, cuando llegué al lugar donde estaba el pojangmacha, no lo encontré, ni a él, ni a mis amigos, ninguno de ellos estaban en ese lugar, lo cual me indicaba que había pasado mucho rato desde que me había marchado de ese lugar.
¿Chanyeol habrá notado mi ausencia? ¿Él se habrá ido al no verme? ¿O se fue con… ella?
Había una infinidad de posibilidades y una infinidad de respuestas, pero en este momento no quería agobiarme, no debía hacerlo, tenía que seguir buscando, tenía que buscar las respuestas a todas mis dudas, tenía que saber si él sentía lo mismo.
— Go Baekhyun, go. — Volví a ánimarme a mi mismo y comencé a correr por las calles de aquella zona en las cuales solían estar abarrotadas de la muchedumbre, pero ahora era diferente, poca era la gente que transitaba en la calle, de seguro era tarde, y si era así, entonces Chanyeol debería estar en su casa; debía ser así.
Sin pensarlo dos veces, cambié la dirección de mis pasos y me dirigí hacía el apartamento de Chanyeol con mi corazón latiendo a mil por hora.
Cuando lo viera, ¿qué le iba a decir? ¿Qué estaba posiblemente enamorado de él? ¿O le preguntaría si volvió con ella? ¿Le preguntaría si no le importa que yo sea un hombre como él? ¿Chanyeol… Sabrá lo que es el amor… Chanyeol sentirá amor por mí?
Esperaba que las respuestas fueran lo que yo esperaba, deseaba que por una vez en mí vida, las cosas salieran como yo quería, que pudiera tener lo que yo deseaba… Lo que yo quería.
Mientras me dirigía a la casa de Chanyeol, los nervios fueron invadiéndome, me sentía justamente como el primer día que fui a su apartamento, cuando fui a dejarle su billetera… Me sentía nervioso, ansioso y muy temeroso…
Poco a poco mis pasos se fueron deteniendo conforme el edificio donde vivía Chanyeol se dibujaba frente a mis ojos en la distancia, era como si toda mi determinación se hubiera esfumado en cuestión de segundos, como si con una simple duda todo se fuera al infierno… Últimamente me pasaba así… Y tenía que cambiar eso.
— Chanyeol… — Murmuré su nombre por centésima vez en el día, y mi rostro se enrojeció y mi corazón retumbaba contra las paredes de mi pecho conforme me acercaba a cada paso.
— ¡Oppa cuidado! — Giré mi rostro a la izquierda y noté como una chica decía aquello entre risas mientras era cargada en la espalda de un chico, probablemente su novio, se veían felices, sin preocupaciones y se notaba que él la cuidaba mucho, que la quería, bastaba ver su mirada para saberlo.
Sin querer me quede de pie observándolos y no pude evitar recordar nuestra primera… Cita. Como es que ese momento se había terminando en convertir en algo memorable para mí, ya que esa fue la primera vez que Chanyeol me dejó entrar plenamente en su corazón… De sólo recordarlo, mi cuerpo temblaba de emoción y temor.
Cosquillas en mi estómago… Mejillas sonrosadas con sólo pensar en él, deseos egoístas de tenerlo para mí solamente, celos, ansias de abrazarlo, de besarlo, de acariciar su cabello mientras nuestros ojos entran en contacto sin decir palabra alguna, disfrutando del cómodo silencio… Eso era todo lo que Chanyeol me hacía sentir.
— Has llegado… — Interrumpí mis pensamientos y divagaciones al darme cuenta que estaba frente al edificio de Chanyeol, por lo que tome una gran bocanada de aire, y con mi mano empuje la puerta de entrada y me introduje en aquel edificio que comenzaba a ser familiar para mí.
Me sentía nervioso, no podía negarlo, me sentía ansioso, era normal; pero me sentía triste y decepcionado también, porque sabía que existía la posibilidad de que él no sintiera lo mismo.
— Buenas noches. — Me detuve en seco y gire mi rostro a la derecha, mirado al guardia de seguridad en el lobby, a lo cual, yo tan sólo incline mi cuerpo un poco hacía adelante haciendo una pequeña reverencia. — Disculpe, ¿viene a ver a alguien?
Alcé mis cejas y asentí suavemente con una sonrisa un poco melancolica.
— Park Chanyeol. — Respondí y reanude mi camino al elevador, sin embargo, el guardía me entretuvo una vez, logrando que mis nervios se incrementarán.
— El señor Park Chanyeol no ha regresado a su apartamento. — Dijo el señor y rode los ojos, sin embargo, al procesar la información, me sorprendí.
— ¿No ha llegado a su casa? — Pregunte incrédulo y el asintió mientras yo sentía como las desagradables sensaciones de pavor se apilaban en mi estomago junto con los nervios. — Es extraño…
— Vino hace rato, se llevó unas cosas y no ha regresado y dudo que lo haga, son las tres de la mañana por lo cual debio quedarse a dormir fuera. — La voz del guardía sonaba tranquila, siento un completo contraste con la euforía de sentimientos que yo tenía.
— Bueno… Gracias… — Mordí mi labio y me quede de pie en el mismo lugar, mirando el elevador.
Sabía que él no se encontraba, pero eso no quería decir que no podía esperarlo en la puerta de su apartamento, ¿cierto?
De reojo miré al guardia y note como estaba hablando por teléfono con alguien, por lo cual y con discreción, me fui moviendo directamente al elevador, entrando rápidamente en este al estar las puertas abiertas de par en par; al estar dentro, apreté el botón numero quince, que era el piso donde vivía Chanyeol.
Cuando las puertas se cerraron, mis ojos también lo hicieron y sentí el hormigueo provocado por el ascenso del elevador y el trabajo de la gravedad.
Tal vez esta sensación se asemejaba a la que yo sentía por Chanyeol cada que lo veía.
Suspire profundo y coloqué mi mano sobre mi pecho en la zona de mi corazón, pues sentía que hoy sería un día crucial para mí… Y esperaba que en forma positiva.
De repente, sentí como el elevador se detuvo y abrí mis ojos viendo como las puertas se abrían, dejando frente a mí el pasillo del piso quince, por lo cual con lentitud y muchos nervios, salí de aquel asensor, cerrándose detrás de mi justo cuando me encontré en medio del pasillo.
Estar aquí y solo me recordaba demasiado el primer día que nos vimos, ¿el resultado de este día sería como el de aquel? ¿O sería mejor o peor? Saberlo era imposible.
— Baekhyun, tranquilo. — Volví a posar mi mano sobre mi pecho y comencé a respirar con profundidad conforme me acercaba a aquella puerta de color negra, la que había visto al menos un par de veces en mi vida, pero que sinceramente tenía grabada todos los detalles de esta, cuando me quede durante minutos decidiéndome a tocar la puerta cuando iba a entregarle la cartera a Chanyeol ese día…
Me gustaría volver a ese tiempo, cuando lo único que sentía por él era el simple deseo, pues ahora la sensación era mayor… Más profunda y dolorosa.
Detuve mis pasos frente a la puerta con el numero 1520 y los nervios me bloquearon.
¿Qué iba a hacer ahora? Chanyeol no se encontraba ahí, no estaba en su casa, tal vez era inútil haber venido, pero tenía que hacer el intento… Tenía que saber su respuesta a mi pregunta.
Algo frustrado, toqué la puerta aun sabiendo que no obtendría respuesta, por lo cual decidi sentarme con la espalda apoyada en la puerta y con las piernas flexionadas hacía mi pecho, apoyando mi frente sobre mis rodillas.
Ahora que me encontraba aquí, mis sentimientos eran más difusos, menos claros, pero estaba aquí para resolverlo, para saber si sentíamos lo mismo, y lo más importante, para reencontrarme conmigo mismo y no perderme en el camino para llegar a Chanyeol, no podía permitirme el perder mi identidad.
Conforme pasaban los segundos, los minutos, sentía que la espera era cada vez más larga; tal vez el guardia tenía razón y Chanyeol no volvería a su departamento a dormir, lo cual me ponía los nervios de punta y provocaba malestar en mi estómago pues no tenía idea de donde pudiera estar si no fuera en su casa… O en la mía.
Por un momento, la idea de que él estuviera esperándome fuera de mi apartamento cruzó por mi mente, no obstante la deseche al instante… No había motivo para que eso pasara.
¿Porque mi corazón es cada vez más egoísta? No hay manera de que pueda escapar de estos sentimientos…
¿Realmente es esto a lo que llaman amor?
No estoy listo para que esto termine, espera un minuto por mi baby (…)
Cerré mis ojos tarareando aquella canción tratando de matar un poco el tiempo, pero era inútil, pues la letra no ayudaba mucho a mejorar mi estado, sin embargo lograba relajar un poco mi cuerpo, a tal grado que un par de veces me llegué a quedar dormido por tan sólo segundos, en los cuales llegué a creer que Chanyeol había podido regresar; pero no, él aún no regresaba.
Había posibilidades de que estuviera con ella, o que estuviera esperándome fuera de mi apartamento, o simplemente bebiendo un poco de cerveza con Jongin en algún bar, podía estar en cualquier lado y regresar en este justo momento, al amanecer o no regresar en días incluso, sin embargo y sabiendo eso, no me movería de mi lugar porque ya me había decidido.
Descubriría si esto era amor…
— Por favor… Regresa Chanyeol… — Murmuré dejando que mi cuerpo se deslizara por la puerta quedando recostado frente a la entrada de la puerta de Chanyeol ya que el cansancio de la noche y el alcohol que aún quedaba en mi cuerpo me estaba pasando factura.
No podía dormir, tenía que aguantar más, pero se estaba dificultando mucho la tarea, por lo que sin querer, mis parpados se cerraron de forma súbita, llevándome a un profundo sueño en el cual los sueños no llegaron a mí, dándome un gran respiro desde que mi mente se había llenado de pura basura de suposiciones.
»»
— Baekhyunnie… — Escuché una voz lejana, como un susurro, como si esa voz no deseará que yo me diera cuenta de su presencia. De seguro me encontraba soñando. — ¿Qué haces aquí…? Y dormido… Oh Baekhyun. — Aquella voz siguió interpretando aquellas palabras y con algo de molestia me removí en mi lugar, deseaba seguir durmiendo, seguir desconectado del mundo, no necesitaba un sueño.
Sin embargo… ¿Un sueño se podía sentir tan… Real?
— Entonces fue aquí donde estuviste todo este tiempo… — Suspiré suavemente al sentir una gran y reconfortante mano peinando mis cabellos, dándome una sensación cálida que me daba deseos de seguir sintiendo más de ellos. — Debiste ir a tu casa… Me tenías preocupado… Demasiado. — Me mantuve en mi posición tratando de descifrar si esto era un sueño, pues sí, se sentía irreal escuchar esas palabras de aquella voz grave que comencé a identificar.
Suavemente me removí en mi lugar, logrando sentir la textura algo rasposa de la alfombra en donde me encontraba recostado, dándome cuenta lentamente que esto no era un sueño, pues mis sentidos poco a poco iban regresando a mí.
— Discúlpame por si te hice sentir mal. — Al escuchar esas palabras, mi corazón comenzó a latir con mucha fuerza, como si esas palabras fueran reconfortantes. — No puedes permanecer aquí Baek…
La mano que peinaba mis cabellos se alejó de mí, haciendo que un sonido involuntario de queja saliera de mis labios, pues yo deseaba seguir sintiendo esas caricias, aunque estás lograban inducirme de nueva cuenta a un sueño profundo en mí.
Por un momento, ningún sonido ni caricia llegó a mí, lo que me hizo pensar que sí estaba soñando, pero al segundo siguiente eso cambió, pues sentí como un brazo se acomodó bajo mi cuello y como el otro se posaba tras mis rodillas, para posteriormente ser levantado, llegando a asustarme un poco, abriendo un poco mis ojos, pues el sueño me impedía hacerlo más.
Cuando giré mi rostro a mi lado izquierdo, note que Chanyeol me tenía cargado entre sus brazos de forma nupcial mientras nos adentrábamos en su apartamento.
Por tanto… Esto no era un sueño.
— Chan… Yeol… — Murmuré con la lengua adormecida mientras luchaba por mantener mis ojos abiertos, llamando su completa atención con mis leves susurros.
En ese instante, el cerro la puerta de su apartamento con uno de sus pies, y se quitó los zapatos y los dejo en el descalzó de la entrada, dirigiendo su mirada a mí.
— ¿Qué rayos pensaste cuando te fuiste así del pojangmacha y sin decir a dónde ibas? — Noté su mirada preocupada y como sus palabras sonaban entre preocupación y angustia, llenando un poco de calidez mi interior.
— No es un sueño verdad… Eres Chanyeol. — Hable despacio para que me entendiera, mientras mi cabeza daba a parar contra su hombro derecho, ya que se sentía realmente a gusto estar entre esos brazos y entre ese calor humano que tanto me encantaba sólo en él.
— No, soy su clon. — Dijo con una suave sonrisa en sus labios y me regañe mentalmente por no poder evitar que una suave risa saliera de mis labios mientras daba un profundo suspiro. — Realmente… Me asuste. — Murmuró de forma casi inaudible, dejándome la duda de si había escuchado bien o no. — Creí que podría pasarte algo. — Sentí la suavidad bajo mi cuerpo y un aroma que me era tan familiar, por lo cual hice el esfuerzo de abrir mis ojos, dándome cuenta que me encontraba en la cama que estaba junto al gran ventanal que tenía en su sala de estar.
— No te…. Preocupes… — Instintivamente me arrastre por la cama hasta que mi cabeza pudo encontrar un cojín donde poder recargarse mientras descifraba lo que estaba pasando. — Te… ocupaste…
¿Pero que decía? Sí yo sólo estaba ahí para hacer una sola pregunta… Tal vez un par.
— Lo hago y lo haré. — Sentí la cama hundirse un poco a uno de los costados, provocando que rodará un poco sobre la cama hasta chocar con él, con sus piernas; en menos de un segundo, su mano de nueva cuenta estaba acariciando mi cabello entregándome sensaciones satisfactorias y relajantes haciendo que de nuevo tuviera sueño. — ¿Qué haces aquí? Deberías estar durmiendo en tu casa…
Reí un poco al escucharlo; ¿cómo pretendía que hiciera eso después de haberlo visto abrazando a Min? Pero eso no era lo importante en estos momentos… Lo importante era sólo una cosa.
— Dime qué es el amor Chanyeol. — Abrí mis ojos tratando por todos los medios no cerrarlos, al mismo tiempo que me sentaba en la cama sin dejar de tener las caricias de su mano sobre mi cabello. — Necesito saberlo…
Lo miré con suplica al esperar su respuesta con temor, mientras mis deseos de acercarme más a él eran inútiles de reprimir, pues ahora mi rostro se encontraba lo suficientemente cerca de su cuello, logrando percibir únicamente su aroma.
— ¿A qué viene esa pregunta Baekhyun…? — Pude adivinar que tendría el entrecejo completamente arrugado ante la expectación de mis palabras.
— Responde…. No estoy tranquilo… No puedo estarlo… — Murmuré contra su cuello y su piel se estremeció, dejando mostrar suaves surcos en ella, dándome un poquito más de tranquilidad de nuevo.
Pero en vez de responder a mi pregunta, Chanyeol me empujo ligeramente hasta provocar que yo me volviera a recostar en ella; cuando estuve a punto de protestar, vi de reojo como él se recostaba a mi lado, deslizando su mano hasta la mía, enlazándolas.
No, esto sí era un sueño, uno del que no quería despertar.
— ¿Qué es el amor…? — Susurró suavemente y me dedique a ver su perfil difuso frente a mí, mientras yo me distraía en sus ojos, en su rostro, tratando de encontrar algún rastro de algo que me llevará a Min, pero no, nada, ni siquiera un aroma ajeno al de él.
Mis ansias crecían a cada segundo de su silencio, es como si él no supiera, como si no tuviera idea de que contestar, o solamente no deseaba hacerlo, por lo cual suspiré y deje que mis parpados pesados se cerraran, esperando algo que tal vez no llegaría.
— Baek… ¿Estás dormido…? — Preguntó, dándome la oportunidad de sentir su cuerpo más cercano al mío, haciendo que mi cuerpo temblara completamente. Yo por mi parte, negué casi imperceptiblemente, pues aún podía escucharlo.
Pero aún no tenía respuesta de su parte… Tal vez nunca la tendría.
Y se suponía que yo venía a aclarar las cosas, hablar frente a frente con él para terminar esto de una vez, para evitar malos entendidos… Pero estaba resultando imposible con mi sueño tan pesado que no me dejaba estar despierto como quisiera.
Aunque ese hecho parecía gustarle a Chanyeol, pues sentí como paso su brazo bajo mi cabeza, recostándose de lado al igual que yo, quedando frente a frente, mientras su mano izquierda daba directamente sobre mi cintura, trazando líneas imaginarias sobre mi ropa; pero lo más importante…. Su rostro estaba cerca del mío.
— El amor… Es complejo… — Respondió depositando un beso en mi frente. — El amor son celos, ira y molestia… — Ahora sentí su mano acariciar mi cabello tras mi nuca, relajándome aún más. — El amor es emoción, cosquillas, sonrisas tontas y tiempo increíble con esa persona Baekhyun… — Suavemente asentí, pero su voz empezaba a sonar lejana pues estaba cayendo poco a poco en un estado de inconsciencia por el sueño.
Una suave sonrisa adornó mis labios, hecho que pareció gustarle, pues logre sentir vagamente como su aliento chocaba contra mis labios, logrando ponerme nervioso, haciendo que abriera mis ojos de golpe, topándome con su profunda mirada en mí, con aquel brillo que tanto me gustaba.
— El amor… Eres tú Baekhyun. — Mi corazón comenzó a trabajar a toda marcha, bombeando la sangre hasta mis mejillas, haciendo que se sintieran cálidas.
¿Lo había dicho, en serio él lo había dicho?
Quise preguntar, pero no me lo permitió.
En cuestión de segundos, sentí como sus labios rozaron los míos con una lentitud tortuosa y a la vez placentera, como si quisiera invitarme a perderme en ellos, cosa que no desaprovecharía, por lo tanto, volví a cerrar mis ojos y deje que nuestros labios se encontraran una vez más y se reconocieran de nuevo, dándose cuenta de la grandiosa química que tenían.
Lo mejor de todo era que ahora lo sabía, ahora sabía lo que era el amor, que tenía nombre y apellido.
Park Chanyeol